El guardia que custodiaba la puerta de la habitación donde descansaba Ashary le abrió la puerta a Lyonhart una vez estuvo delante de esta. Dentro la habitación tenía la iluminación leve, a partir de las velas ubicadas estratégicamente que dejaban a la vista la persona acostada boca abajo en la cama.

Lyon se quedó parado en el lugar con la mirada fija, enfocada sobre todo en la espalda cubierta por una gruesa venda. Los cabellos rubios de Ashary cubrían gran parte de su rostro completamente inconsciente.

EL príncipe tragó en seco y se acercó a la cama sentándose en el borde al lado de Ashary. Lentamente estiró su mano y corrió los mechones rubios dejando a la vista las mejillas y labios pálidos.

Lyon se encontró mordiendo los propios. Ashary, ese que siempre podía hacerle frente, hacer que hirviera como una hoguera, ahora se veía tan vulnerable. Una presión desconocida apareció en su pecho y casi lo dejó sin aire.

Sus dedos recorrieron lentamente su mejilla casi tocando las pestañas largas y rubias que se agitaron levemente ante el toque cálido contra ellas. Un gemido casi mudo salió de los labios de Ashary, como si estuviera en un dolor constante a pesar de que la habitación estaba impregnada del olor del incienso medicinal a modo de analgésico temporal.

Agarró el borde de la sábana que descansaba a la altura de la cadera de este y la corrió hacia los hombros, como si de esta forma pudiera ocultar el hecho que él estaba allí debido a su irresponsabilidad. Si solo hubiera tenido un poco más de cuidado, no hubiera recibido aquel ataque.

Y Ashary no estaría herido. Es que podía haber muerto. ¿En qué demonios estaba pensando?

-¿Ly... on?- una voz muy leve llegó a sus oídos y encontró que Asha había, apenas, abierto los ojos, pero estaba despierto que era lo importante.

Sin embargo, en ese momento Lyon no pudo controlar bien sus emociones y...

-¿En qué demonios estaba pensando? Acaso estás loco- le gritó incluso impresionándose a él mismo.

Los ojos de Asha se abrieron un poco más pero después dejó caer los párpados como si estos pesaran una tonelada. Simplemente giró el rostro hacia el otro lado para ocultar su expresión

-Acabo de despertar... estoy sumido en el dolor... mi espalda me está matando... ¿y lo único que haces es gritarme?- soltó un gemido de dolor al intentar moverse. La herida estaba fresca y a pesar del incienso y de la cura realmente estaba agonizando.

Lyon se pasó la mano por el rostro y tomó una profunda respiración.

-Lo siento- se disculpó- No quería decirlo así, maldición, me siento frustrado en este momento- gruñó- No vuelvas a hacer algo como eso- era una advertencia.

Asha respiró también y giró su rostro más lento de lo que pensó, era una total tortura y robándole toda la fuerza que podía tener.

-Lo haré las veces... que sea necesario- dijo con una seguridad que hizo que Lyon se levantara y tuviera que contenerse.

Apretó las manos tan duro a cada lado de su cuerpo que enterró sus uñas. ¿por qué? ¿Por qué era tan terco? ¿Por qué se empecinaba en poner su vida en peligro?

-Acaso valoras tan poco tu vida Asha- intentó controlar su tono

Una leve sonrisa apareció en el rostro del rubio.

-Mi vida... no es tan importante... cómo crees Lyon- jadeó- a diferencia de la tuya.

Lyonhart abrió la boca para replicar aquello, pero con la misma la cerró sin saber que responder. Ese era el problema que más repercutía entre ellos. Ashary estaba casado con las responsabilidades de la corte, de la nobleza, de las posiciones en las que estaban, recordándole todo el tiempo el valor que él tenía para el reino. Y él, al parecer hacía todo lo contrario de lo que su posición requería.

Y este había sido el resultado. Un chico que no debía haber tenido nada que ver con el incidente, acostado en una cama gimiendo de dolor... solo por su descuido.

Ahhhh, esto era tan difícil. Cerró los ojos y dejó caer la cabeza para atrás. Hubo un silencio entre ellos tan grande que Ashary casi se vuelve a quedar dormido. Hasta que Lyon volvió a hablar.

-Yo... voy a entrar a la academia militar. Voy a hacerme más fuerte- sus ojos brillaron aún más fuerte que la luz de la luna que se filtraba por la ventana detrás de él- así que, si te empecinas en poner tu vida en riesgo a cambio de la mía, yo voy a evitarlo- y había una convicción firme en sus palabras.

Asha pestañeó lentamente. Sus orbes azules no le mentían. Sonrió levemente. Al parecer aquel chico por fin tomaría las riendas de su vida y la responsabilidad que le correspondía en sus manos. Eso... era bueno.

-Entonces hazlo... y evita que vuelva... - sus ojos se iban cerrando- a estás... así- tras esta última palabra Ashary quedó completamente dormido nuevamente.

Lyon no pudo moverse de donde estaba por algunos minutos, digiriendo sus palabras, su declaración. Bajó la cabeza y miró sus manos, si... esas manos lo protegerían la próxima vez que se reunieran. Él ya no volvería a ser el cachorro débil. Le demostraría que podía ser fuerte, mucho más que él.

Charles esperaba afuera de la habitación. No había podido escuchar nada, pero esperaba que esos dos no se pelearan, Asha no estaba en condición de defenderse, aunque conociéndolo a los dos, podían iniciar una guerra en sus condiciones. En eso una criada llegó con la palangana y vendas.

-¿Eso es para Asha?- preguntó él recostado contra la pared al lado de la puerta.

-Si, es para el joven Ashary- ella respondió amablemente para después suspirar- pobre de él, era tan bueno en todo lo que hacía. Es una lástima su estado.

Charles alzó una ceja.

-¿Su estado actual? Se recuperará y estará bien.

El rostro de la criada se volvió más sombrío.

-La verdad es que el doctor dijo que, aunque la herida no era profunda, cortó algunos tendones importantes de la espalda del joven Ashary, dado que es muy delgado- los ojos de Charles se fueron abriendo de la impresión- Podrá hacer su vida normal, incluso cargar nuevamente una espada y poder usarla, pero su fuerza y agilidad se verá muy reducida, incluso más que la mitad de la que tenía antes.

-¿Cuánta gente sabe de esto?- Charles preguntó frunciendo el ceño.

La criada palideció.

-Solo el doctor y yo, ah y ahora usted- respondió rápidamente.

-No puede saberlo más nadie. Eso lo podría poner en peligro ¿entendido?

Ella asintió rápidamente. Si la noticia que Ashary se vería lisiado de esa forma sería un escándalo sobre todo en los nobles que ansiaban su posición y que buscarían retarlo y hasta atentar contra él. Asha era conocido por ser implacable dada su reputación al vencer repetidas veces a Lyonhart, el príncipe heredero, y esa imagen era la que se debía mantener.

Y ni siquiera Lyon podía enterarse de ello. Al menos no de momento.

En eso la puerta se abrió rato después y el príncipe salió de la habitación encontrándose con su amigo y la empleada.

-Buenas noches príncipe heredero- la criada se inclinó apenas para saludarlo.

Los ojos del chico recayeron sobre lo que ella llevaba en sus brazos y se corrió a un lado para darle espacio en la puerta.

-Cuida de Asha-

La joven asintió y entró rápidamente.

-¿Qué?- Lyon notó la mirada intensa de su amigo- ¿Ocurre algo?

Charles negó. Si, era mejor que Lyon no lo supiera de momento. Con lo delicado del tema entre ellos no quería que su amigo se aprovechara de ese hecho para ganarle a Ashary. Y esperaba que eso no fuera un problema en el futuro.

Esperaba.