Lyonhart no era fan de ese tipo de eventos, pero como príncipe heredero estaba obligado a asistir y dar la cara. Era una figura pública después de todo. Lo bueno es que al menos sabía que podría ver a Milan vestido de manera hermosa y hablar con él, bailar con él. Con esa motivación siguió a sus padres al interior de la sala.
Por supuesto que al momento fueron rodeados por varias personas donde la mayoría de ellos les debía doler la cara de hipocresía porque sonreían delante de ellos y por la espalda criticaban hasta la forma en que respiraban. Lástima que su padre fuera tan condescendiente con ellos, eso sería contraproducente un día de estos.
Poco después pudo liberarse de ellos encontrándose con Charles que claro que estaba cerca de él. Más que su amigo él hacía función de su sombra y de velar por su seguridad. Era la función que había tenido su familia a lo largo de los años.
-¿Has visto a Milan?- le quitó la copa de jugo que este tenía de la mano y bebió lo que quedaba del contenido de un solo sorbo.
-No, pero estoy seguro que destacará por encima de los demás- respondió Charles sin mucho interés. No era como que estuviera detrás del futuro omega. Sería lindo y cotizado, pero no era su tipo. A él le gustaban más las figuras sumisas y tranquilas que tuviera que cuidar, no algún noble con aires de superioridad.
-Lo vi- dijo rápidamente Lyon mirando hacia el otro lado de la sala en dirección a un cuerpo alto y esbelto que apenas se podía apreciar a la perfección.
Lyon no pudo evitar tragar en seco. Dios, que lindo se veía hoy Milan, que bien le quedaba el traje, se ajustaba a sus curvas elegantes que él estaba seguro que tocaría y besaría constantemente en un futuro. Y wao... ¿qué bien le quedaba el color blanco?
Era lo que se decía mientras avanzaba torpemente por la estancia siendo parado en varios momentos por los invitados hasta que por fin... oh demonios...
-¿Qué ocurre?- rápidamente Charles notó el cambio de su amigo.
-Me equivoqué- gruñó, pero para ese momento ya estaban tan cerca de aquellas dos personas que no había vuelto atrás.
Quien estaba vestido de blanco no era Milan como pensó... era... Ashary. Y no, no le quedaba bien el blanco. O eso fue lo que se repitió una y otra vez intentando quitarse la idea de que... fue entonces que se dio cuenta.
-Oh, te cortaste el cabello- maldición, maldición, que le pasaba hoy. Normalmente no era tan observador. Y por qué Ashary se había cortado el cabello, hacía que su rostro se viera más despejado y llamara más la atención.
Tenía que dejar de pensar en el rubio, después de todo tenía a Milan en frente. Se abofeteó mentalmente, y miró al chico escuchado solo un Si por parte de Ashary que no dejó pasar por desapercibido. Por lo visto no le había gustado para nada que lo hubiera interrumpido.
-Lyon- al momento Milan se acercó a él y le agarró la mano. Un latido de emoción recorrió al príncipe.
-Hola hermoso- le sonrió y estuvo tentado a inclinarse y besar esos labios de melocotón que tanto lo tentaban- ¿Lo estás pasando bien?
El chico le sonrió igual.
-Si, muy bien, mejor ahora que llegaste-
«toma esa Ashary, un paso por delante de ti, no podrás ganarme siempre» pensó Lyon para después querer golpearse por tener que reconocer que el rubio era... bastante bueno en algunas cosas.
En eso la música comenzó a sonar. Momento perfecto. Podría tener un momento íntimo con Milan mientras bailaba con él, podría tocar su estrecha cintura, tenerlo cerca y si todo salía bien... esa noche se había propuesto obtener su primer beso. Y lo lograría. Ashary no ganaría esta.
Con esos pensamientos le murmuró a Milan en el oído que bailara con él y claro que no se negó dejándose llevar a la pista de baile. Allí lo acomodó delante de él y al poner su mano en la pequeña espalda baja se estremeció. El tacto era exquisito.
Sus ojos brillaban mientras miraba la sonrisa de Milan. Definitivamente estaban hechos el uno para el otro. No había dudas de eso.
Por el rabillo del ojo notó que Charles se había quedado solo y a lo lejos se difuminaba la imagen de Ashary en dirección al balcón, una acción que solía hacer cuando quería pensar o estar solo. Acaso debía importarle, aun así, apretó ligeramente los labios.
-¿Lyon?- Milan parecía confundido con la expresión complicada de este.
-No pasa nada- Lyonhart rápidamente despejó su mente.
Comenzó a bailar dirigiendo a Milan en sus pasos que le resultaron algo... ¿torpes? No, no lo eran es que... Ah, otra vez Asha. Es que, que culpa tenía de que siempre que tuviera que practicar danza su compañero de baile siempre había sido Ashary, y no podía negar que era bueno, se notaba la diferencia. Mientras era fácil moverse con Ashary que casi flotaba siendo guiado con facilidad y elegancia, sentía que con Milan tenía que posicionarse bien o terminaría poniendo un paso mal y hacer el ridículo.
Se tragó un suspiro, y de qué se estaba quejando. Él podría enseñar a Milan a bailar.
-Siento darte problemas- al parecer el chico le había leído los pensamientos.
-No te preocupes hermoso. Tendremos tiempo para repasar estos pasos- le dijo el príncipe.
Milan sonrió con un ligero sonrojo y siguieron bailando hasta que había pasado el tiempo suficiente para hacer acto de presencia. Lyon notó la satisfacción en el rostro de su padre, pero ahora él tenía otras cosas en mente.
-Lyon- escuchó como Milan se pegaba más a él y lo miraba desde abajo con un puchero hermoso- Llevas toda la noche viéndome los labios- le murmuró.
Oh dios, eso sería mucho más fácil de lo que pensó.
-Sí, lo he hecho- respondió él de forma sincera y con el corazón palpitando.
Milan le sonrió y entrelazando los dedos con los de él comenzó a tirar del príncipe heredero que no opuso resistencia. Y así salieron de la sala, atravesaron varios pasillos y antes que Lyon se diera cuenta, sumiso en su fantasía ya estaban entrando al laberinto de jardines.
Wao, aquello iba a ser intento. Milan era bien atrevido.
Caminaron un poco sin adentrarse tanto cuando se detuvieron y simplemente se quedaron mirando por algunos largos segundos. Milan le sonrió y le acarició el rostro con sus suaves dedos.
Lyon le agarró la mano y besó su palma con un sonrojo típico de su edad y se inclinó para poder llegar a sus labios. Ah seguro sabrían deliciosos. Disfrutaría de ellos, del primer beso de...
Algo cayó sobre él de pronto empujándolo al suelo con un sonido seco. Lyonhart pudo definir por el rabillo de su ojo aquella familiar melena dorada.
Maldito Ashary.
-Desgraciado, cómo te atreves a...- Lyon casi se sentó para comenzar a pelear con Asha deteniéndose en seco.
Acto seguido un grito de miedo por parte de Milan llegó a sus oídos y cayó de nalgas temblando. Por su parte Lyon se quedó mudo y alzó su mano que la encontró húmeda y caliente. El líquido carmín que corría por ella... era el mismo que ahora empapaba la espalda de Ashary.
-¿Asha?- su voz temblaba en un intento de llamar al chico inconsciente sobre su regazo.
Una larga herida ahora estaba en la espalda de un inconsciente Ashary mientras la sombra de la persona que había fallado en su intento de matar al príncipe heredero desaparecía a varios metros.
Sangre, mucha sangre, toda roja, caliente. Y no era suya.-Oye... despierta- la voz le salía temblorosa- Asha déjate de bromas.Lyonhart sentía un escalofrío que lo recorría completamente, sus manos temblaban y no podía ni siquiera tocar el cuerpo sobre él. Como era posible aquello, él no... él no podía... Asha no podía... él que siempre tenía esa mirada seria, su porte superior, ese rostro que por más que quería evitar siempre estaba en sus pensamientos y que ahora... ahora-Asha- lo llamaba, pero no tenía respuesta. Se sentía aturdido. Acaso... acaso... él estaba muert...-Lyon, reacciona- una voz familiar sonó en medio de la nebulosa que lo envolvía y el rostro de Charles arrodillado a su lado presionando su chaqueta sobre la espalda de Ashary- necesito que vuelvas en ti. Ashary está vivo.Vivo. Con solo escuchar esa palabra pudo sentir como su corazón palpitaba de nuevo. Toda su atención se centró en el rostro pálido del chico rubio, donde su cabello se pegaba a su rostro empapado
Si había algo que muchos habían aprendido a lo largo de los años era que con lo que era de un alfa nadie se podía meter. Y en cuanto a Lyon la mayoría pensaba que se había comportado así por la interrupción y el susto que se había llevado Milan, a quien cortejaba desde hacía tiempo y que ya consideraban su pareja desde hacía mucho. Aunque la realidad era distinta. Pero una persona estaba muy clara que las cosas no eran así.Charles conocía muy bien a Lyonhart. Como mismo Ashary se había criado casi a la fuerza a su lado, a él le había tocado protegerlo y eso significaba pasar mucho tiempo a su lado. Que no le conocía... pues muy pocas cosas. Sin embargo, ya llevaban tanto tiempo junto que pocas veces necesitaban palabras para saber que pasaba por sus mentes.Razón por la cual Charles podía afirmar al 100 que Lyon había reaccionado así por cómo había quedado Ashary.Ambos podían pelear la mayor parte del tiempo, apenas respirar el aire al alrededor del otro sin que fruncieran el ceño,
El guardia que custodiaba la puerta de la habitación donde descansaba Ashary le abrió la puerta a Lyonhart una vez estuvo delante de esta. Dentro la habitación tenía la iluminación leve, a partir de las velas ubicadas estratégicamente que dejaban a la vista la persona acostada boca abajo en la cama.Lyon se quedó parado en el lugar con la mirada fija, enfocada sobre todo en la espalda cubierta por una gruesa venda. Los cabellos rubios de Ashary cubrían gran parte de su rostro completamente inconsciente.EL príncipe tragó en seco y se acercó a la cama sentándose en el borde al lado de Ashary. Lentamente estiró su mano y corrió los mechones rubios dejando a la vista las mejillas y labios pálidos.Lyon se encontró mordiendo los propios. Ashary, ese que siempre podía hacerle frente, hacer que hirviera como una hoguera, ahora se veía tan vulnerable. Una presión desconocida apareció en su pecho y casi lo dejó sin aire.Sus dedos recorrieron lentamente su mejilla casi tocando las pestañas la
Faltaba poco para que la mañana alumbrara el Palacio de Cristal haciendo de un espectáculo la residencia real. De esta forma se anunciaba al reino el inicio del día.El carruaje que atravesaba los terrenos reales se detuvo delante de una de las tantas mansiones que solía visitar en el pasado. Dentro las dos personas que estaban abrieron los ojos.-Alteza, llegamos- dijo el cochero mirando hacia atrás.Lyon alzó la pequeña cortina y pestañeó lentamente. Sacudió su cabeza intentando quitar el sueño que aún lo abrumaba después de apenas dormir dos horas, dado los sucesos recientes y que ese día ingresaría a la academia militar.Sabía que todo había sido de golpe, pero dado que habían atentado contra su vida, el lugar más seguro era la academia, allí la seguridad era tan estricta que resultaba sofocante.-Espérame aquí- le dijo a Charles que casi volvía a dormirse- No demoraré mucho.-Estás loco ¿verdad?- Charles se restregaba los ojos intentando despejar el sueño- Si te pasa algo y te to
Lyonhart siempre tuvo un serio problema con su autoestima y eso se debía a que siempre perdía ante Ashary, su proclamado rival en todo. No importaba lo que hiciese siempre sucumbía contra él, fuera estudios, fuerza, incluso hasta en la forma de comportarse y en la opinión popular. Razón por la que cuando se vio siendo el número 1 de todo su grado, en el tablón de notas de la academia no se lo creyó hasta fue Charles le golpeó el hombro a su lado sacándolo de su nebulosa.-Ves, No eres tan malo como pensabas- le dijo su amigo con era sonrisa, estando él en el lugar 8. Nada mal para una matrícula de casi 60 estudiantes.Si sigo así podré terminar el curso como el mejor del año- sonrió Lyon orgulloso de sí mismo convenciéndose así que no era alguien mediocre o débil, sino alguien que podía resaltar sin ser opacado.Ya podría restregarle en la cara a Asha sus méritos.No era un mal estudiante como casi siempre se hacía ver, sino no estuviese donde estaba.Aún así, los dos años que llevaba
Lyon aún no podía salir de su impresión, incluso después que la clase había comenzado, Ashary había pasado simplemente por su lado... ignorándolo... y sentándose tres pisos atrás, justo donde estaban los asientos vacíos y donde estaban los que no atendían a la clase.Estaba loco. Con razón allá atrás había miles de murmullos. Ya lo tenían en la mira.-Oye, cálmate, no sabes la cara que tienes ahora- Charles se había inclinado hacia él susurrándole en el oído- todo el mundo se va a dar cuenta que tienes una enemistad o como tú digas con Ashary.-Qué enemistad ni qué demoni...--Lyonhart- el nombre de él resonó por parte del profesor. No se había dado cuenta que había alzado la voz.Lyon chasqueó la lengua.-Lo siento- dijo apretando las manos tan fuertes que sus nudillos se pusieron blancos.-Que no se vuelva a repetir- dijo el hombre girándose de nuevo y siguió escribiendo.Lyon puso sus labios en una fina línea avergonzado por la humillación y miró por encima de su hombro con disimul
Ashary esperó por la respuesta de Lyon que nunca llegó. Le intrigaba la razón por la que estaba allí, pero dado que el chico no abriría la boca se enderezó lentamente.-Ya que solo viniste y no dirás nada me retiro, aún no he organizado mis cosas- se fue girando cuando su brazo fue agarrado por los dedos de Lyonhart. Asha lo miró alzando una ceja.Por su parte el mismo Lyon no sabía por qué estaba reaccionando así. Segundos atrás tenía bien claro lo que diría, pero ahora... era como si estuviera aún más impactado por la presencia de Ashary allí.-Has... perdido mucho peso- se felicitó por poder hablar sin que le temblara la voz. ¿Qué demonios le estaba ocurriendo? Ese no era él.La mirada de Ashary se ensombreció ligeramente.-Solo no he tenido mucho apetito recientemente- respondió de forma natural.El ceño de Lyon se frunció y apretó los dedos en torno al brazo del Ashary. Aún por debajo de la tela podía sentir el calor y la humedad de la piel del otro y de alguna forma eso lo hizo
-Si presentas eso seguramente vas a reprobar- fueron las palabras de Ashary sacando de su concentración a Lyon que escribía su informe.El chico alzó la mirada y hasta con un poco de impresión.-¿Cómo demonios puedes saber lo que escribo si estás al frente mío?- gruñó con los dientes apretados.Ashary alzó la ceja.-No necesito leer lo que estás escribiendo. Nunca fuiste bueno en esta materia, nunca la aprobaste ni una sola vez. Dudo que la educación de aquí sea mejor que la de un tutor personal del palacio- dijo el rubio en voz baja, haciendo que la vena de la sien de Lyon palpitara.-Sabes, no soy el mismo de antes. Soy el número uno de mi año, en resumen, soy el mejor. No tienes derecho a denigrarme-Charles al lado de él podía sentir la tensión. Y si había algo que tenía que reconocer era que Ashary siempre había llevado tenso a Lyon, como si quisiera que el príncipe sacara lo mejor de él. Aunque siempre resultaba que Lyon perdía. Suspiró. Ellos dos solo se comprendían entre ellos