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◇ Una cazadora sin memoria ◇

Della.

Mi nombre es Della según las personas que están a mi alrededor ese es mi nombre además ellos me llaman así y no me importa porque  la verdad es que no sé quién soy o de dónde vengo, solo aparecí aquí casi muerta y sin recuerdos, tampoco sé cómo llegue aquí o quien me trajo hace cinco años exactamente estoy vacía por dentro como por fuera, sin identidad me siento fuera de lugar a donde sea que vaya, siento que no encajo, cada noche que cierro mis ojos veo unos ojos rojos intensos que me miran con ganas de devorarme, al principio me asustaba, pero con el pasar del tiempo entendí que los humanos no son los únicos que existen en este planeta también hay criaturas que desconocemos.

Por esos ojos rojos de mi pesadilla me he convertido en una cazadora, desde que llegué aquí vi las muertes que han provocado esas bestias; a los que ellos llaman hijos de la luna o hijos de la oscuridad, al ver todo lo que ocurría me anime enlistarme a su causa no me tomo mucho tiempo formar parte de ellos ya que tenía una gran fuerza y destreza con las armas al igual en el combate cuerpo a cuerpo, en dos meses más o menos fui enviada a una misión de prueba, al demostrar que estaba capacitada logré tener un puesto entre las filas del mejor grupo de cazadores los Mercenarios todos deseaban pertenecer a este grupo tan privilegiado, por qué pues este grupo de cazadores era el más fuerte de todos además de eso tenían las mayores destrezas y no solo eso sino que eran de un rango superior claro no antes del Líder pero después de él los mercenarios eran unos ídolos.

Lo que nadie sabía era que este grupo de cazadores se dedicaba al trabajo sucio o sea se encargaba de darle muerte a las brujas, licántropos, vampiros, elfos, hadas y todo ser de la noche que rompiera la tregua que había para mantener el equilibrio entre ambos mundos que coexistían en este planeta, y ese trato era que ningún humano podría saber de la existencia de estos seres, a menos que fuera pareja de alguno de ellos, pero con el tiempo me di cuenta que no todo se regía por las leyes que se habían establecido entre el mundo humano y el sobrenatural.

Se suponía que los cazadores éramos los intermediarios entre el mundo el humano y el sobrenatural se suponía que éramos los encargados de mantener el equilibrio, pero algo cambió y el equilibrio se rompió entre estos dos mundos, eso es para mí, un mundo diferente al humano ellos se pueden ver y lucir como nosotros, pero por dentro son unas bestias sin corazón que matan y destruyen todo a su paso.

Y supongo que debido a eso ahora todos nos matamos, tanto ellos como nosotros matamos sin piedad y sin dar tregua alguna entre nosotros, al principio me rehusaba ser parte de estos actos, pero luego al ver tanta muerte de cazadores en manos de estas bestias no pude más y me convertí en una de ellos, en una cazadora mercenaria; me convertí en una máquina asesina de los hijos de la luna no importan lo que sean todos deben morir.

—Della él comandante te está buscando.

—Estoy donde siempre —Me molesta que ese hombre siempre quiera que se haga su voluntad.

—Será mejor que vayas con él.

—Él también tiene pies y muy bien puede venir aquí.

—Della por favor ven conmigo no quiero ser castigado por él —Resoplo me levanto y camine al lado de él.

En verdad odio a ese hombre ¿por qué? sencillo el tipo se cree un dios, es arrogante, irrespetuoso y encima de eso cree que podría tomarme como alguna concubina, está muy equivocado si cree que voy a pasar por su alcoba, primero muerta. El hombre se ve bien, se distinguir no porque haya perdido mi memoria no voy a saber distinguir la belleza, él es alto mide 1.85 ojos chocolate claro, hombros anchos, cuerpo fornido, pero esta ese detalle es un hijo del averno, patán, engreído y odioso. En cambio, esta mi líder que es su hermano menor, él es tan diferente es frío, distante, reservado, callado habla solo cuando debe, se preocupa por nosotros, aunque de aspecto físico no perdió nada de su hermano excepto sus ojos que son de un gris tormentoso igual que su vida y carisma.

Al llegar a la cabaña que ocupa el “comandante” nos adentramos a la fachada.

—El señor la espera en la habitación —Mi ceño se frunce al escuchar eso.

—¿Cómo? se suponía que quería hablar.

—El señor se encuentra muy cansado del viaje y desea que usted suba a la alcoba si no es molestia.

—Si es molestia no hablaré con él si no en su estudio quien cree que soy.

—Señorita Della por favor suba se lo suplico o no podré ver a mis hijos mañana —Volteo hacia Nolan.

—Si algo sucede allá arriba tú serás el culpable y vivirás con eso en tu cabeza de por vida no lo olvidarás hasta el día de tu deceso estamos —Camino hacia las gradas.

Al llegar a su habitación está esta entre abierta, toco y espero que me dé el pase.

—Adelante Della te esperaba hace veinte minutos —Lo miró su dorso esta descubierto.

—Las cosas no siempre son cuando usted lo dice comandante —Pongo mi mano en la frente con la palma hacia abajo en modo de saludo.

—Descanse —Me mira de arriba abajo. —Luces más hermosa cada día, ya no pareces esa chica que trajo Landon hace cinco años.

—No sé si tomarlo como un cumplido o un insulto.

—Es un cumplido Della luces hermosa.

—Al grano comandante para que me mandó a llamar.

—Puedes decirme Owen estamos en confianza.

—No me parece.

—Quieres un trago.

—No gracias a ¿que vine? —Pregunto con impaciencia.

—Solo acompáñame Della.

—Tengo cosas mejores que hacer.

—No te conviene Della podría decirle a Landon que su pupila no acata órdenes; que ahora que se volvió tan buena como cualquier mercenario se las da de ínfulas de superioridad —Sonrió desdeñosa.

—Mira cuanto me importa lo que le digas… dirás lo que querías o me voy.

—Eres una arrogante e insolente, se te subieron los humos ya que eres la protegida del Líder.

—Me dirás que es lo que deseas.

—¡O sí! —Camina hacia mí me mira y se detiene. —Pero no sé si estés preparada para ello.

—Solo dilo.

—Quiero que seas mi pareja —Lo miro detenidamente.

—Tú qué…

—Mi pareja, mi mujer Della. —Me toma del hombro. —Se que te comportas así por que sientes algo por mí. —Empiezo a reír.

—Estas tan equivocado Owen, me retiro que pases una linda tarde —Me suelto de su agarre.

—No irás para ningún lado hasta que termine estamos.

—Si no es de trabajo no tengo por qué estar aquí.

—Soy tu superior Della y debes hacer lo que yo quiera, y ahora quiero que seas mi mujer y lo serás quieras o no —Lo miró perpleja, lo que él aprovecha para tomarme del hombro, pero está vez presionando más fuerte me besa a la fuerza, mueve sus labios de forma desesperada mientras intento zafarme de su asquerosa boca.

Empiezo a forcejear, pero como él es tan alto y corpulento no puedo hacer mucho me gana en todo.

—Se que te gusto Della y lo voy a corroborar —Argumenta al separarse.

—Suéltame Owen —Grito.

—Eso me encanta que se resistan, me excita mucho más —Me pega a su cuerpo.

—No respondo de mis actos Owen.

—Yo tampoco Della y sé que te va encantar lo que haré.

—No abuses de tu puesto.

—Puedo hacer contigo lo que yo quiero él viejo Landon está feliz que tú y yo formemos una familia.

—En tus sueños.

—Creo que lo haré ya te tomaré como mujer hoy mismo la boda vendrá después.

—Suéltame.

—Será un placer —Me lanza a la cama intento levantarme, pero él me toma de los pies; se sube sobre mí intento zafarme retorciendo mi cuerpo, pero es imposible, toma mis manos y las presiona sobre mi cabeza.

—《Vamos Della usa tu fuerza》 —Me aliento.

Cierro mis ojos para canalizar esa fuerza interior que emana de mi cada vez que me enojo, sus labios en mi cuello me hacen querer vomitar. Uso esa fuerza para zafar mi mano de su agarre, levanto la pierna un poco así dejándolo que él se acomode sobre mi cuerpo, mientras sus asquerosos labios recorren de mi clavícula hasta el lóbulo de mi oreja, con mi mano liberada deslizó mis dedos y saco la navaja que guardo en mis botas, al palparla subo la mano, presiono el botón para liberar la hoja de la cuchilla, la pongo en su cuello, al sentirla él me mira sorprendido.

—Creíste que era tan tonta para venir aquí desprotegida —Sonrió. —Levántate despacioso un movimiento en falso y te corto la arteria.

—No saldrás bien librada de esto Della —Decreta mientras se pone de pie igual que yo, pero con la navaja en su cuello.

—Con que argumento me acusaras, el que me ibas a tomar como tú mujer.

—No sabes de lo que soy capaz Della —Brama rojo del enojó.

—Creo que tú tampoco me conoces Owen.

—Te arrepentirás Della, haré tu vida miserable.

—Por no caer ante ti, estoy dispuesta a soportar lo que sea antes de convertirme en una más en tu cama, ahora abre la puerta —Ordenó. —En tu vida vuelvas a ponerme un dedo encima maldito engreído o juro que te corto el cuello.

—Esto lo pagaras caro —Antes de quitar la navaja de su cuello la presión.

—A mí no me amenaces —Paso la navaja por su cuello sin querer.

—¿Qué hiciste? —Me mira perplejo.

—Podre ser una cazadora sin memoria, pero no he olvidado cómo defenderme —Sangre emana de esa parte dónde tenía el filo de la navaja, no es en gran cantidad que digamos, salgo corriendo ya que el olor a sangre me pone mal.

—¿Della?

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