DellaEl aire de la habitación pesa como una prisión, y la injusticia de mi encierro es una cadena que me oprime. Kayden no solo me ha dejado aquí como una prisionera, sino que lo ha hecho sin dignarse a dar una explicación, como si no mereciera saber nada. He golpeado la puerta, gritado hasta que mi voz se ha quebrado, pero el silencio me responde.El sol ya se ha escondido, y la oscuridad lo envuelve todo, pero mi rabia no disminuye. Al contrario, se aviva con cada minuto que paso aquí.—Maldito Alpha Kayden —murmuro por enésima vez, mordiéndome el labio para contener el impulso de gritar otra vez—. Te crees un dios, pero no eres más que un maldito tirano.De repente, unos pasos resonando al otro lado de la puerta me hacen tensar. Mi corazón se acelera, aunque intento mantenerme impasible. La puerta se abre con un golpe seco, y Kayden entra, llenando la habitación con su presencia arrolladora.Sus ojos están oscuros, cargados de furia contenida, y su mandíbula está tan tensa que par
DELLA. El sol apenas comienza a asomarse en el horizonte cuando ayudo a Annika a alistarse para la escuela. Su energía matutina contrasta con mi cansancio, pero no puedo evitar sonreír al ver su entusiasmo. Aunque esta casa me asfixia, Annika es como un rayo de luz en medio de la tormenta.—¡Della, vamos a llegar tarde! —me apura, moviéndose de un lado a otro con su mochila.—Tranquila, princesa, aún tenemos tiempo de sobra —le digo, ajustándole un mechón rebelde de cabello detrás de la oreja.Bajamos las escaleras mientras tanto ella me cuenta sus historias sobre sus compañeros, sus juegos y lo que quiere aprender. Su mundo parece tan sencillo, tan libre de complicaciones. Algo que yo no he tenido en mucho tiempo.Cuando llegamos, al comedor me paro a su lado para ayudarla con su desayuno, Mila me mira con desdén.Ella termina de desayunar y la acompañó afuera, según Kayden la llevaría hoy al colegio. —¿Vas a recogerme más tarde? —me pregunta, sus ojos brillando de emoción.—Claro
KAYDEN No pensé que Cassius se atreviera venir a mi casa solo para invitar a esa cazadora a una cita. Su atrevimiento, su insolencia me hacen crispar.Subo al auto para llevar a Annika, a su escuela, la miro a través del espejo retrovisor su mirada conecta con la mía. Le sonrió pero ella tiene esa mirada que me hace estremecer. Está enojada.Ella es la única que tiene la capacidad de lograr que cualquier decisión que tome se tambalee. Esa pequeña no solo sabe cómo hablarme, sino también cómo desarmarme con sus palabras. Y ahora está frente a mí, con los brazos cruzados y su ceño fruncido. —Papá, ¿por qué no dejas que Della salga con el Alpha Cassius? —Ella está aquí para cuidarte. No para salir con nadie —enciendo el auto y lo pongo en marcha. —Solo porque es mi niñera no tiene derecho a salir con nadie —Asiento. —No es justo que siempre esté encerrada.—Annika, esto no es un juego. Della no puede simplemente… —Me detengo cuando veo su carita. Ese maldito puchero que es mi debili
Soy el Alpha Kayden Alphas de Alphas del continente europeo soy el emperador de este lado del continente, hace ya casi cuatrocientos años conocí a mi pareja destinada por la diosa luna, una hermosa castaña de ojos verde olivo, desde que sentí su olor sabía que era ella la mujer que me acompañaría en mis luchas, glorias y derrotas, pero sería ella quien me acompañaría en cada uno de mis pasos, como yo la acompañaría a ella, la ame, la adore como nunca, era una grandiosa luna y muy admirada por todos; no solo en nuestra manada sino en las manadas de esta monarquía. Ella lo es todo para mí luchamos hombro a hombro día y noche, juntos logramos levantar este imperio y con ello vinieron los enemigos de todas las especies, pero aun así no nos detuvimos era nuestro sueño tener el imperio más poderoso y fuerte de todos, estuvimos nuestros altos y bajos, pero siempre regresaba a ella como el ser enamorado que era, soy un hombre de carácter fuerte, frío, despiadado, directo y muy poco muestro m
Mi pequeña guerrera. Narra Kayden. Hoy se cumple un año más sin nuestra luna, ya son cinco años de su desaparición; cinco años en los que he vagado por el mundo buscando algún indicio que me diga que está viva; su cuerpo nunca fue encontrado y si su cuerpo no aparece eso significa que ella está viva, sé que no nos dejó como muchos lo dicen; ella me amaba y amaba a nuestra hija, ella no sería capaz de abandonarnos así, la conocí muy bien. Si ella estuviera muerta sentiría un dolor más profundo del que siento, si siento dolor, pero no a tan gran magnitud o tal vez sea por mi pequeña que me da fuerzas para vivir, tengo la esperanza de encontrar a mi luna, aunque ya no sé a dónde buscar he buscado en el mundo entero he ido al mismo bajo mundo, pero no hay nada es como si la misma tierra se hubiera tragado en vida. —Alpha emperador lo buscan —Miro a mi mayordomo. —Pásalo al estudio—. —Si Alpha —Miro mi reloj; mi pequeña guerrera no demora en levantarse. Voy al estudio lo prese
Della.Mi nombre es Della según las personas que están a mi alrededor ese es mi nombre además ellos me llaman así y no me importa porque la verdad es que no sé quién soy o de dónde vengo, solo aparecí aquí casi muerta y sin recuerdos, tampoco sé cómo llegue aquí o quien me trajo hace cinco años exactamente estoy vacía por dentro como por fuera, sin identidad me siento fuera de lugar a donde sea que vaya, siento que no encajo, cada noche que cierro mis ojos veo unos ojos rojos intensos que me miran con ganas de devorarme, al principio me asustaba, pero con el pasar del tiempo entendí que los humanos no son los únicos que existen en este planeta también hay criaturas que desconocemos.Por esos ojos rojos de mi pesadilla me he convertido en una cazadora, desde que llegué aquí vi las muertes que han provocado esas bestias; a los que ellos llaman hijos de la luna o hijos de la oscuridad, al ver todo lo que ocurría me anime enlistarme a su causa no me tomo mucho tiempo formar parte de ello
Narra Della. —¿Della?... ¿Qué haces aquí? —Mi cuerpo choca con el cuerpo de James al bajar de la habitación de Owen. —Estabas en la alcoba de Owen te hizo algo —Niego. —Della. —Yo sí, pero el comandante… —Vete a la casa ya —Lo miró. —Yo no quise —Della vete —Sube las gradas sin mirarme o tan siquiera decir una palabra más o escuchar cualquier argumento. Camino a la cabaña que tengo por casa, empiezo a dar vueltas en la casa pensando «Le habré hecho daño, será profunda la cortada» Santo cielo si es así estoy en graves problemas no con la familia Scortt sino con Landon. —Todo estará bien Della —Me digo. —Si todo estará bien tampoco es que lo haya matado no —Tomo asiento, el tic-tac, tic-tac del reloj me es ensordecedor y me vuelve loca. Me levanto y camino hacia la puerta esta se abre antes de tomar el pomo. Un James muy enojado entra por ella. —Dime que hacías en casa de Owen —Su tono de molestia me hace fruncir el ceño. —Me mando a llamar. —¿Para que? Sabes que to
—Estoy dispuesta hacer lo que sea, dime qué tengo que hacer —No sé si estoy cometiendo algún error al confiar en él, pero voy a correr el riesgo, debo escapar del compromiso. —Ten te espero si no llegas partiré —Asiento. Termino de arreglarme, empaco algunas cosas y arrojo la maleta por la ventana. —Della estás lista —Me llama Landon al otro lado de la puerta. —Si ya voy —Salgo de la habitación. —Vamos. —Estas hermosa jamás pensé que una pelirroja se vería tan hermosa. —Me insinúas algo Landon. —No, pienso que las pelirroja son muy peligrosas —Sonrió, no sé por qué con él es el único que sonrió. Caminamos a la gran casa del Líder de los cazadores de esta zona. En un principio permanecí en la zona de Kiran que es dónde lidera Landon, pero cuando quise entrar a los cazadores decidí venir aquí, no quería que pensaran que por Landon fue que entre a los cazadores. Al llegar a la gran casa el que nos recibe es Owen. —Ya te estabas tardando —Disculpa, pero me imagino que quieres te