Della.—gracias, le presento a mi niñera ella es Della, Della él es el Alpha Cassius, es Alpha del oeste —el hombre se gira hacia mí.—mucho gusto —digo algo inquieta por cómo me mira.—Tu olor es como el de ella —frunzo el ceño.—de ella quien.—Alguien que conocí hace dos centurias atrás… ¿de dónde eres?—no lo sé vengo de aquí de allá la verdad no tengo un lugar.—Eres forastera.—si se podría decir.—Es muy raro que Kayden deje a su pequeño tesoro al cuidado de un extraño.—Della no es extraña ella es mi amiga… disculpe usted Alpha.—Descuida estas en tu derecho de defender a tu amiga.—le doy un dato, soy vigilada por seis hombres del Alpha así que no tengo tal confianza —no sé porque dije eso.—Ya me di cuenta, me permitirías un baile, no puedo desperdiciar la oportunidad de bailar con una mujer tan hermosa como tú —Sonrió.—estoy trabajando como ve.—No la descuidaras, estaremos vigilándola de cerca, verdad Annika dejarías que tú nana me acompañe un baile.—Eso depende de Della
Humillación.Della.—nadie pidió tu opinión esclava, guárdatelas para cuando sean necesarias.—¡Mila! —la reprende el perro. —lo siento tanto cariño no debiste escuchar eso —le habla a Annika que se mantuvo en silencio.—Della no es esclava, ella es mi amiga y mi niñera.—si corazón no fue lo que quise decir —ella me mira con enojo.—Será mejor olvidar el tema —propone el Kayden.—me intriga saber de dónde sacaste a tan linda y educada señorita —pregunta uno de los presentes por sus peculiares colmillos puedo constatar que es un vampiro.—Ella llego sola, yo solo le di trabajo y un lugar donde vivir.—Vaya perro benevolente —pienso para mis adentros, me mira como si haya leído mis pensamientos.—¿de dónde vienes? —Pregunta el mismo hombre.—Escape —me limito a decir.—¿de dónde? —vuelve a preguntar.—No creo que eso tenga importancia.—¿Cómo no? puedes ser una infiltrada o alguna cazadora.—sí que tiene una buena imaginación señor…—Ella solo es una vagabunda que llego a estas tierras
Encerrada como castigo. ♡DELLA♡ . —¿Estás bien Della? —Si princesa, estoy muy bien, vamos a cambiarte para que te acuestes a dormir. —Pero tu debes estar pegajosa. —Sí, y los niños deben dormir temprano y tu deberías estar dormida desde hace tres horas —me abraza tomándome desprevenida. —Te quiero Della, eres como mi mami, la que nunca conocí pero espero hacerlo pronto —se me estruja el corazón al escucharla. —¡Ay! nena no se que decirte, yo también te tengo un cariño muy especial. —Algo nos une lo sé —Sonrió, la ayudó a cambiarse y la meto a la cama, después de cantarle una canción de cuna que ni yo sabía que la sabia Annika se duerme. Voy a la habitación que ocupo y me quito el vestido me ducho y me pongo pijama, me meto a la cama y en minutos quedo dormida… “Toma mi mano amor” -me dice una voz varonil. “No me dejaras caer verdad” ‐digo presa del miedo. “Jamás mi amor eres mi alma, mi vida, mi mundo” -su voz vuelve a resonar en mi oído, trato de verlo pero no
KAYDEN —“Quieres decir que ya lo sentiste ¿verdad?, ya lo sentiste Kayden, y no me dijiste nada, dime cobarde ya sentiste todo eso, ya sentiste que son casi iguales no es así.“—No son iguales no te atrevas a comparar, esa mujer jamás será igual a Gyséle —corto el link. —¿Estás bien Kayden? —pregunta Mila.—Si estoy bien —lo único que quiero es que este festejo termine cuanto antes.—Papi, ¿por qué no trajiste a Della? Me voy aburrir mucho.—Estaremos contigo mi amor no había necesidad de traer a esa mujer —le comenta Mila, ganándose una mirada de enojo de Annika. —Della no es ninguna mujer, ella es mi amiga.—No cariño ella es tu niñera solo es eso.—Mila ya es suficiente. La noche avanzaba con lentitud, plagada de trivialidades que no me interesaban. Risas falsas, conversaciones vacías y la constante pretensión de mantener el control absoluto. Sin embargo, la mención de Della, en los labios equivocados, hizo que mi paciencia se desmoronara.Cassius se acercó nuevamente con su ha
DellaEl aire de la habitación pesa como una prisión, y la injusticia de mi encierro es una cadena que me oprime. Kayden no solo me ha dejado aquí como una prisionera, sino que lo ha hecho sin dignarse a dar una explicación, como si no mereciera saber nada. He golpeado la puerta, gritado hasta que mi voz se ha quebrado, pero el silencio me responde.El sol ya se ha escondido, y la oscuridad lo envuelve todo, pero mi rabia no disminuye. Al contrario, se aviva con cada minuto que paso aquí.—Maldito Alpha Kayden —murmuro por enésima vez, mordiéndome el labio para contener el impulso de gritar otra vez—. Te crees un dios, pero no eres más que un maldito tirano.De repente, unos pasos resonando al otro lado de la puerta me hacen tensar. Mi corazón se acelera, aunque intento mantenerme impasible. La puerta se abre con un golpe seco, y Kayden entra, llenando la habitación con su presencia arrolladora.Sus ojos están oscuros, cargados de furia contenida, y su mandíbula está tan tensa que par
DELLA. El sol apenas comienza a asomarse en el horizonte cuando ayudo a Annika a alistarse para la escuela. Su energía matutina contrasta con mi cansancio, pero no puedo evitar sonreír al ver su entusiasmo. Aunque esta casa me asfixia, Annika es como un rayo de luz en medio de la tormenta.—¡Della, vamos a llegar tarde! —me apura, moviéndose de un lado a otro con su mochila.—Tranquila, princesa, aún tenemos tiempo de sobra —le digo, ajustándole un mechón rebelde de cabello detrás de la oreja.Bajamos las escaleras mientras tanto ella me cuenta sus historias sobre sus compañeros, sus juegos y lo que quiere aprender. Su mundo parece tan sencillo, tan libre de complicaciones. Algo que yo no he tenido en mucho tiempo.Cuando llegamos, al comedor me paro a su lado para ayudarla con su desayuno, Mila me mira con desdén.Ella termina de desayunar y la acompañó afuera, según Kayden la llevaría hoy al colegio. —¿Vas a recogerme más tarde? —me pregunta, sus ojos brillando de emoción.—Claro
KAYDEN No pensé que Cassius se atreviera venir a mi casa solo para invitar a esa cazadora a una cita. Su atrevimiento, su insolencia me hacen crispar.Subo al auto para llevar a Annika, a su escuela, la miro a través del espejo retrovisor su mirada conecta con la mía. Le sonrió pero ella tiene esa mirada que me hace estremecer. Está enojada.Ella es la única que tiene la capacidad de lograr que cualquier decisión que tome se tambalee. Esa pequeña no solo sabe cómo hablarme, sino también cómo desarmarme con sus palabras. Y ahora está frente a mí, con los brazos cruzados y su ceño fruncido. —Papá, ¿por qué no dejas que Della salga con el Alpha Cassius? —Ella está aquí para cuidarte. No para salir con nadie —enciendo el auto y lo pongo en marcha. —Solo porque es mi niñera no tiene derecho a salir con nadie —Asiento. —No es justo que siempre esté encerrada.—Annika, esto no es un juego. Della no puede simplemente… —Me detengo cuando veo su carita. Ese maldito puchero que es mi debili
Soy el Alpha Kayden Alphas de Alphas del continente europeo soy el emperador de este lado del continente, hace ya casi cuatrocientos años conocí a mi pareja destinada por la diosa luna, una hermosa castaña de ojos verde olivo, desde que sentí su olor sabía que era ella la mujer que me acompañaría en mis luchas, glorias y derrotas, pero sería ella quien me acompañaría en cada uno de mis pasos, como yo la acompañaría a ella, la ame, la adore como nunca, era una grandiosa luna y muy admirada por todos; no solo en nuestra manada sino en las manadas de esta monarquía. Ella lo es todo para mí luchamos hombro a hombro día y noche, juntos logramos levantar este imperio y con ello vinieron los enemigos de todas las especies, pero aun así no nos detuvimos era nuestro sueño tener el imperio más poderoso y fuerte de todos, estuvimos nuestros altos y bajos, pero siempre regresaba a ella como el ser enamorado que era, soy un hombre de carácter fuerte, frío, despiadado, directo y muy poco muestro m