Desde aquel almuerzo emos hablado muy poco no asistimos a la presentación del comité de los sobrenaturales, pues el ánimo entre ambos decayó. Veo como Michael ha cambiado su comportamiento hacia mí se ha vuelto más indiferente, dormimos en la misma cama pero es extraño, ahora pretendo seguir con algo que nunca pensé en llevar a cabo en este momento estamos en preparativos para este show de la unión entre el Alpha y el mate, el matrimonio mas esperado por esta manada, con lo poco que los conozco estoy segura que vendrán a entrometerse la familia de Michael, si su madre, la abuela y supongo que la hermana que aun que este lejos llegara a tiempo para esta ceremonia, el no tener a mi madre para esto o a mis amigos más cercanos es frustrante desalentador, no fue algo que soñaba en hacer pero mientras estuve en la manada todas las mujeres de la manada se encargaban de aquel momento, no me vi en esta situación. Pero sería un buen momento para disfrutarla con ellas. —Alejandra hoy vendrán mi
Estoy en la semana de la boda y la luna llena se acerca. Aunque la oscuridad es más prominente por la falta de sol, eso no parece incomodar a esta manada. Al parecer, disfrutan de la noche. Es algo muy nuevo para mí. Estamos en temporada de invierno, lo que significa que el cielo se mantiene en tonos de azul, gris y negro, y las temperaturas son muy bajas. Aunque mi país es de tipo oceánico templado, con veranos suaves, inviernos frescos y lluvias abundantes durante todo el año, me cuesta adaptarme a este nuevo cambio. Al menos allá veía el sol por ratos en el día. Mi relación con Michael se puede decir que es casi inexistente. Sé que el sastre de la manada le ha preparado un traje a él y la modista encargada de mi vestido ha dicho que en el transcurso de dos días lo traerá. No tengo mucha fe con ese vestido, pero para hacer feliz a esta gente deberé aceptarlo. Al fin y al cabo, esto solo es un contrato, no es algo real.—Señorita, la llevarán a comprar unos zapatos para la ceremonia.
Sigo viéndola de lejos, sigo anhelando su amor, pero no importa. Debo ser fuerte y prepararme para lo que dura nuestro contrato y nuestro matrimonio. Verla dormir es casi adictivo, no me canso. Tal vez sí estoy enamorado o solo quizás es por causa de ser mates. Me enamoré de sus manos, de sus ojos, de sus labios, de su manera de pensar. Es contradictorio con todo lo que soy. Ella no solo es hermosa, es inteligente y decidida. Rayos, cómo amo a esa mujer. Debo salir de la mansión, seguir con el manejo de mi empresa y el control de las acciones. Dejo la orden de que la lleven a comprar unos zapatos para nuestra boda que está a días de celebrarse. Siento un dolor en el pecho, pero es eso. Me retiro. Los días siguen oscuros y fríos. El temor de perderla me abruma los pensamientos. Me dirijo con seis de mis hombres para asistir a la empresa. Transcurre el día normal. Llego a la mansión a eso de las seis. Me informan que ellos no han llegado, que ella no ha llegado. Siento un dolor en el pe
Hacía guardia. Mi luna me necesitaba y gracias al vínculo pude estar con ella esta noche. Escucho ruido afuera, sospecho que algo ocurre. La seguridad de la mansión se duplicó a causa del incidente. La cerradura de la habitación está siendo forzada, así que sospecho que no es la enfermera o el médico, pues este se ha ido a traer medicamentos. Me pongo en guardia, alisto mi arma y me escondo en las sombras. Esta queda cerca a la cama, así podré protegerla en caso de ataque. Veo un hombre alto ingresar, espero ver qué es lo que pretende hacer. Veo cómo intenta apagar las máquinas. Su rostro es alumbrado gracias a un relámpago, y pude ver quién era. Yo sabía que el maldito lo haría, siempre me odió, nunca fui de su agrado. Mi ira es muy grande y no dudo en salir. —Apesta a rata —murmuro—. Yo sabía que eras un maldito, solo me faltaban pruebas para poder expulsarte de esta manada o matarte. La verdad, la opción de torturarte me es agradable. Podría ordenar esto mejor. —Alpha —el miedo en
Ya empezó el día. Inicio con lo que podría considerar una buena noticia: al ver que Alejandra pasó la prueba y sobrevivió. Pasó la noche con dificultad, pero logró sostenerse con vida. No he dormido, pero mis deberes como Alpha no se hacen esperar. Me dirijo a la parte baja de la mansión, donde tengo una especie de pasadizo que solo conocen el personal de alto rango. A ese lugar llevo a quienes cometen traición o invasión. En este lugar están los dos prisioneros que me deben su sangre, ya que cometieron la peor ofensa. Aunque solo uno de ellos es a quien su vida me pertenece, este será quien calme un poco mi furia. En mí y en Rocky estamos en el dilema de cómo lo torturaremos. Unas simples cadenas de plata no son suficientes para que pague por lo que hizo. —“Acónito, señor” —entra el médico con Chris. Mi mirada se calma, pues este no es un lugar para un tercero y menos para el médico—. “Señor, mis sospechas eran ciertas. Ella da positivo para acónito. Su dosis fue alta, pero despertar
Mis hombres de confianza son unos traidores. Mi beta, quien debería ser mi mano derecha y servirme fielmente, me ha traicionado. He llamado al brujo de la manada para que me ayude a hacer la prueba de sangre. Esta consiste en identificar si el licántropo pertenece a mi manada o es un suplente. Si no pertenece a mi manada, la prueba los matará. Pero si son de mi manada y me han estado traicionando, su piel será quemada. Aunque sospecho de esta última, espero que Chris no me haya traicionado y que sea mi beta, porque si no es así, esto solo significaría que mi verdadero beta fue intercambiado. Sospecharía de los ancianos, aunque mi abuela haga parte de ellos. Estos pueden hacer las cosas a mis espaldas como unos traidores. Siempre sospeché de Chris, pues no era un participante activo dentro de la manada. Su lobo salió más tarde de lo normal. Había muchas alertas, pero fue creíble gracias a nuestra Diosa Luna. ¿Quiénes más estarán involucrados? —Saludos. Señor, me ha mandado a llamar —un
Han pasado los días y Alejandra aún no despierta. El médico y la bruja se han hecho cargo de mejorar su aura vital y sanar a su loba, que casi muere por sacrificarse al veneno y al disparo, dice la bruja que su recuperación será lenta debido a que esa bala que se introdujo contenía una cantidad alta de plata y de Anapelo. Entro al cuarto de Alejandra, esta es mi nueva costumbre: vengo a visitarla dos veces al día, una en la mañana y otra en la noche. Varias veces me quedo dormido a su lado. Necesito que despierte pronto, la extraño mucho: el discutir, prepararnos para la boda, cumplir con nuestro contrato… Estas semanas no las tomaré en cuenta, no serán válidas. Así que despierta, mi amor. Me retiro, como de costumbre, a las nueve de la mañana de la habitación de mi luna. Me dirijo a cumplir mis deberes de Alpha. Aún no aparece mi beta. Sospecho de uno de mis hombres, hijo de uno de los amigos de mi padre. Muchos sospechaban que él sería mi beta, ya que era el mejor en pelea cuerpo a
Empezamos la junta. Mi bruja empezó a hacer un hechizo que sellaba el lugar. Jenny se preparaba para aplicar lo que nos permitiría descubrir quiénes eran los cómplices, aquellos integrantes de esta traición. Mi bruja era buena, así que esperaba poder atraparlos. Tenía varios de mis hombres de confianza que se encargarían de identificarlos con cada señal que diera Jenny. —Como saben, el guerrero principal Ryan ha cometido traición —me dirigí con voz de Alpha, haciendo que los presentes hicieran ruidos al unísono—. ¿Cómo es posible, Alpha? —nos está engañando—. Él siempre ha sido leal —¿dónde está el beta, que él nos lo confirme? —¡Silencio! ¿No me creen? ¿Necesitan al beta para creerme? ¿Acaso mi palabra no vale? —respondí con furia, mientras golpeaba la mesa—. Mi luna iba a ser secuestrada por un grupo de mercenarios, pero para su mala suerte, ella tiene entrenamiento militar. Así que logró eliminar a dos de los asesinos. La cuestión es que a dos de mis hombres que iban con ellos los