Queridos lectores, en este capítulo hemos explorado los misterios del pasado y los lazos que unen a nuestros protagonistas. La Diosa Luna, con su magia ancestral, ha tejido hilos invisibles entre ellos, y ahora enfrentan un futuro incierto. ¿Qué secretos acechan en las sombras? ¿Qué desafíos les aguardan? El amor y el peligro se entrelazan, y solo el tiempo revelará su destino.
Han pasado los días. Mi recuperación fue lenta, pero ya me siento mucho mejor. Michael me ha puesto al tanto de todo: desde quiénes fueron los responsables de aquel suceso, hasta lo del anterior beta, Chris, y su suplantación de identidad. También me ha contado que hubo más involucrados. Fueron bastantes los traidores, y el que comandaba la traición desde la manada era un viejo amigo y seguidor del tío de Michael. Me sorprende cómo pudieron hacerle eso a su propio alfa, quien vela por su supervivencia y mejora diariamente la calidad de la manada. Debió ser difícil sobrellevar esto él solo, sin involucrar a su familia. Puedo comprender el descontento de aquellos traidores por mí, pero si él es el destinado para ser el alfa, ¿por qué se atreven a desafiar el destino hecho por la diosa luna?—¿Cómo te sientes, Alejandra? —me pregunta el médico de la manada, un hombre de mediana edad y aspecto bondadoso es uno de los que atiende la clínica de la manada.—Mucho mejor, gracias. Ya no me due
La confesión de Jenny me dejó helado. Después de todo lo que había hecho por ella, de abrirle las puertas de mi casa y de mi corazón, me traicionó. Se fue sin dar explicaciones, dejándome solo con mis dudas y mi dolor. ¿Qué la habría motivado a hacerlo? ¿Acaso estaba siendo amenazada por su tío y el mío? ¿O solo quería aprovecharse de mi confianza? Ella me había ayudado a encontrar a los traidores y a recuperar a Alejandra. ¿Cómo podía ser tan falsa? No podía entenderlo. Mis pensamientos me atormentaban. -Deja de torturarte por esa bruja -escuché una voz en mi cabeza. Era una voz que no reconocía o que no recordaba-. Mira lo que has logrado. Eres el alfa de la manada. Un puesto que debería ser mío. -La voz estaba llena de rencor y resentimiento. Luego oí un suspiro. -Así que eres tú, tío -respondí con seguridad-. No me das miedo. -Sabía que él era el responsable de todo. Se había aliado con los brujos para derrocarme-. Eres un cobarde. ¿Por qué no te muestras? Pero claro, sabes que n
Me he quedado en la manada para proteger y defender a los más débiles. Michael fue a cazar junto con los más fuertes para atrapar a ese desgraciado y a esos brujos traidores. Los omegas han sido de ayuda gracias a sus conocimientos. Se pudo detectar desde qué lugar se pudo conectar y acceder al link de la manada y lograr alterar a Michael.- ¿Estás bien, Alejandra? - me pregunta Alice, una de las omegas que se ha quedado conmigo en la casa del alpha. Es una chica dulce y tímida, con el pelo castaño y los ojos verdes. Tiene el don de la sanación, pero también es muy inteligente y hábil con la tecnología.- Sí, estoy bien. Solo un poco preocupada por Michael. No sé qué, pero algo está pasando, siento la furia, un enojo e impotencia, creo que, son emociones de Michael, supongo. - le respondo con una sonrisa forzada. Intento ocultar mi angustia, pero sé que ella puede percibir mi dolor. Somos lobas, y tenemos un vínculo especial con nuestros mates. Cuando ellos sufren, nosotras también.-
Hemos limpiado los alrededores de la mansión, quitando la sangre de los enemigos. Los omegas han demostrado ser leales, aunque sean débiles son valientes. Los juzgué mal. Alice y Luna fueron de mucha ayuda. Mis pensamientos salen- Michael, regresa rápido, no me gusta sentir esta angustia. Lo más probable es que no encuentren a nadie, él debe haberse teletransportado con magia al bosque oscuro, y Michael salió por el lado contrario, así que iba a una trampa. De igual manera, él es fuerte y tenía buena compañía, tal vez cree una matanza como la que he presenciado y salga victorioso. Sí, debe ser eso. Le daré unas horas más, estamos pronto a casarnos, él debe regresar.—Llegaron, llegó el Alpha, señorita Alejandra, llegó el Alpha —dice Alice, un poco ahogada por tanto correr.—¿Están bien? ¿El Alpha está bien? —pregunto angustiada.—Solo unos cuantos rasguños, nada grave, solo superficiales —dice la omega Luna.Salgo rumbo a la entrada de la mansión para recibir a mi amado, a mi mate. Te
Hoy es un día importante para mí, ya que dentro de poco recibiré la visita de unos inversionistas de Alaska, que podrían ser la clave para expandir mi negocio a nivel mundial. Estoy en Houston, Texas, donde trabajo como ejecutiva de una empresa de cosméticos desde hace dos años y ocho meses. Estoy nerviosa y emocionada, pero también ansiosa por volver a casa y ver a mis padres y a mis amigos Katy y James. Los extraño mucho. Ellos viven en otro país, muy diferente al mío, donde tengo una vida que nadie conoce.Me llamo Alejandra Loughty Bacab, y tengo un secreto. Soy una mujer lobo, hija de dos razas diferentes. Mi padre se llama Logan loughty él es un hombre lobo inglés, rubio y de ojos azules, que ocupa el puesto de beta en su manada. Mi madre Ariche bacab ella es una mujer lobo mexicana, morena y de ojos azules, que era la tercera hija de un alfa en su tribu de origen latino para ser precisos de Mexico, casi no me cuentan mucho de mi familia materna, sus razones tendran y yo respet
La reunión sigue según lo planeado, ambas partes quedamos en buenos términos. Presentamos nuestras propuestas y discutimos el presupuesto, así como el porcentaje que le daré como socio inversionista. Estamos en una sala amplia y elegante, con una mesa de madera y unas sillas de cuero. Las paredes están decoradas con cuadros y diplomas, y las ventanas dan a una vista impresionante de la ciudad. El ambiente es profesional y cordial, pero también tenso y eléctrico. Sobre todo entre Michael y yo.Él, por su lado, me mira con cara de cachorro, con cara de amor. Sus ojos son increíbles, de dos colores distintos: uno verde y otro café. Su cabello es negro y corto, y su barba está bien recortada. Su cuerpo es musculoso y alto, y su ropa es formal y elegante. Lleva un traje gris, una camisa blanca y una corbata roja. Parece un hombre de negocios exitoso y seguro de sí mismo, pero también un lobo salvaje y dominante, que quiere reclamar lo que es suyo.Yo, por mi parte, aunque mi loba me diga q
Después de cerrar la puerta de su oficina con un suspiro, Alejandra no podía creer lo que acababa de pasar. El hombre que había venido a negociar con ella era su mate, el compañero que la Diosa Luna le había asignado. Lo había sentido en cuanto lo vio, una atracción irresistible que le hizo temblar el cuerpo y el alma. Pero él parecía haberse dado cuenta, o al menos eso creía ella por cómo lo había mirado. Se había comportado con profesionalismo y frialdad, sin darle ninguna señal de que ella lo reconociera como suyo. ¿Cómo era posible? ¿Acaso no sentía lo mismo que ella? ¿O tenía algún motivo para ocultarlo?, es que pensando en como el hizo para aceptar el hecho de ella no querer será que el en lo más profundo también sentía lo mismo, y tampoco quera conseguir a su mate y todo lo que dijo en la sala de conferencia solo era para evaluarme, me alegro de saber manejar las emocionesEstaba tan sumida en sus pensamientos que no oyó el golpe en la puerta. La voz de su subgerente la sacó de
Entré en la sala de conferencias con paso firme y seguro. Era el heredero de una de las manadas más grandes y fuertes de todo el continente americano. Era un hombre lobo puro, alto, fuerte, de aspecto imponente. Tenía unos ojos increíbles, de dos colores distintos: uno verde y otro café.Su mirada era penetrante y dominante.Venía acompañado de dos de mis hombres de confianza: Chris, mi beta, y Ryan, mi primer guerrero. Los tres éramos socios en una empresa de inversiones, que nos servía de fachada para nuestros negocios reales. Habíamos viajado desde Alaska hasta Texas, para reunirnos con una ejecutiva de una empresa de cosméticos, que nos había llamado la atención por su éxito y su innovación. Queríamos hacer una propuesta de colaboración, que en realidad era una estrategia para expandir nuestro territorio y nuestra influencia.Pero todo cambió cuando la vi. Era ella. Mi mate. Mi luz. Mi razón de ser.Era una mujer lobo mestiza, que se había alejado de su manada y de su naturaleza, bu