Nadie conocía su pasado, pero, de algún modo, había logrado escalar hasta la cima del mundo corporativo, ella, una mujer con la que todo era misterio.Y, para generar aún más susceptibilidad, no dirigía cualquier empresa, sino aquella más grande y competitiva del ambiente, aquella tan seductora y difícil: la del perfume.Era extranjera en ese país, pero aunque el enigma que la rodeaba era atractivo, nadie, nunca, se atrevería a preguntarle a Selena Wolf de dónde venía y cómo era su familia.Tenía un olfato único para los negocios, de eso no había ninguna duda, y parecía haber devorado, casi literalmente, a toda su competencia. Por eso mismo, no confiaba en nadie.Por eso mismo, su última asistente temblaba frente a ella como una hoja, lívida como el papel.-Susan, había una sola persona en toda la empresa que tenía acceso a la fórmula de mi fragancia en desarrollo… ¿sabes lo que eso significa?La joven no podía ni mirarla a los ojos.Selena era alta e imponente, con un cabello castañ
Toda su vida había perseguido una utopía. Una obra maestra que fuera su mejor creación.Era joven, pero ambicioso y lleno de vigor, luego de todo lo que había sufrido.No encajaba en el mundo que lo rodeaba y eso probablemente podría adjudicárselo a su orfandad.Crecer en ese orfanato horrible, sufriendo además el acoso de sus compañeros por tener un aspecto pálido y débil, lo había vuelto más reservado.Sabía que era diferente a los demás, podía sentirlo en lo más hondo de su ser.Pero, al llegar a la adolescencia, ya no le importó. Y todo cambió.Ahora era alto y bien formado de ojos y cabello profundamente negros, así que pronto dejaron de molestarlo tanto, lo suficiente como para sumergirse en sus propios intereses y aficiones, empezando por la química. Pronto se dio cuenta de que debía explotar además esas cualidades de líder nato que los deportes despertaron en él, y también estudió una carrera empresarial.Siempre curioso, siempre buscando más.Por sobre todo, anhelante de pod
Selena evaluó el cumplido, mirándolo directamente a los ojos.Intentaba descifrar si era un hipócrita buscando caerle bien, o si sus palabras eran honestas.De los falsos amigos estaba agobiada, y sin duda podía apreciar la sinceridad en un momento como éste. Decidió, mirando la oscuridad de sus ojos, que estaba siento honesto.Y eso le agradó. Necesitaba esa tranquilidad.Por supuesto, era más que consciente del peligro que representaba para ella contratar a Gabriel para un puesto en el que estarían en contacto continuamente, aunque podría encontrar el modo de disminuir esos contactos al mínimo, viéndose las caras en ocasiones estrictamente necesarias. Pero, por otro lado, ahora que lo tenía allí, frente a frente, sintiendo cómo sudaban las palmas de sus manos y el aroma potente y a la vez sutil de los cedros y las magnolias de un bosque húmedo que le hacía casi imposible no abalanzarse a él y reclamarlo, parecía titánica la tarea de renunciar a su presencia.Lo quería cerca, aunq
Gabriel estaba en su oficina concentrado en los expedientes, cuando percibió nuevamente el aroma que lo estaba enloqueciendo.Luego, escuchó su voz saludando a Carol.Esperó a que tal vez la señora Wolf golpeara la puerta para confirmar su presencia, pero la sintió detenerse un instante en su puerta, para luego continuar su camino.Pasaron incluso un par de horas más, en las que ella parecía ignorarlo."No seas ridículo, Gabriel", se dijo a sí mismo, "está trabajando. Concéntrate en lo tuyo".Si fuera un empleo común, con un jefe común, no sería raro.Cada uno en lo suyo y con el contacto limitado a lo formal. Pero no tenía sentido engañarse. Deseaba verla de nuevo, quién sabe por qué absurda razón. Selena supo que él había aceptado el trabajo apenas llegó a su piso. No necesitaba confirmarlo.Pero ya había decidido su estrategia de supervivencia: mantener la distancia.Le preocupaba más su fórmula robada, así que llamó a un detective que parecía bien calificado y habló rápidamente
Cuando Gabriel volvió en sí, estaba sentado en una silla, siendo abanicado por una de las asistentes del piso de laboratorios, y no había señales de Selena Wolf.Sólo su perfume detenido en el aire.¿Acaso se había desmayado? ¿Esas voces en su cabeza fueron un sueño? No lograba recordar nada desde que regresó de comprar café. Excepto por unos ojos dorados y salvajes.Definitivamente estaba agotado y durmiendo muy mal, y no era sólo a causa del trabajo.Llevaba varias noches sintiéndose inquieto, con insomnio, y cuando lograba dormir tenía extraños sueños y episodios de sonambulismo, para nada habituales en él. Despertaba de pronto, en medio de la cocina o en algún lugar de la sala. Pero nunca le había sucedido de día.Miró a la joven que lo acompañaba y preguntó con cautela:-¿Qué ha sucedido?-Señor Reyes, por lo que alcancé a ver usted tropezó con la señora Wolf, derramó café en su falda, evitó que cayera al suelo y pareció desvanecerse un poco. La señora fue a cambiarse, creo que
La respiración de Selena se fue calmando lentamente, mientras olfateaba a su alrededor y aguzaba su vista.¿La habría seguido la criatura que había percibido en los alrededores del parque? Por su comodidad, y también por gusto, su casa estaba cerca del enorme espacio verde, e incluso su propio hogar estaba rodeado de árboles que alimentaban su nostalgia por aquello que había perdido hace ya tanto tiempo.Nunca se había sentido en peligro, hasta esa noche.Ahora, con la mente alerta, de repente le parecía una insensatez su manía por correr en soledad para liberar el exceso de energíaLa luna, en todo su esplendor, en una plenitud casi fantasmal, brillaba todavía en el cielo.Era mágica, e inquietante, para su especie.Ineludible y vital.Ella se levantó con cautela, en medio del silencio que la rodeaba.Contrario a lo que muchos pudieran creer al conocerla superficialmente, ella vivía sola en una mansión modesta donde predominaba un estilo similar al de su oficina, el olor a madera, e
Selena llegó a Moon Alchemy como un día cualquiera.Pero pronto notó que no lo sería.El aroma casi familiar que invadía el piso en que se situaba su oficina era más intenso que nunca. Esa era una clara señal de que su nuevo asistente ya estaba allí, desde temprano.Y de que algo en él había cambiado.Saludó a Carol como era usual, y entró a su oficina tan rápido como pudo, en un intento por evitar lo que sabía imposible.Respiraba con dificultad, y notó cómo le sudaban las palmas de las manos, en tanto Maia se agitaba en su interior, deseando salir.Había procurado no pensar demasiado en la víctima que habían encontrado en el Parque, tratando de convencerse de que podría haber sido cualquier cosa, pero… ¿y si la buscaban a ella? ¿Si el pasado la había alcanzado al fin? En ese momento, Carol golpeó su puerta:-Adelante…-Lo siento, señora Wolf, la solicita el señor Ford en el laboratorio.La jefa suspiró.-¿Te dijo qué necesita? Creí que el asunto de la fórmula ya estaba resuelto…L
Pero cuando ambos regresaron al trabajo, Moon Alchemy estaba sumida en el caos.Selena preguntó a quienes pasaban a su lado, escapando del humo, y con una sensación horrible en la boca del estómago, sintiéndose como en el pasado, cuando fuera emboscada por sorpresa:-¿Qué es lo que ha pasado aquí? ¿Están todos bien?...Uno de los guardias de seguridad se detuvo en sus tareas, y le explicó mientras la acompañaba afuera por el enorme salón de ingreso al edificio:-Hubo un accidente en el laboratorio, nos dijeron que no se trata de nada demasiado grave, pero están evacuando este piso y los superiores por precaución, no esperan que el inconsciente dure más de un par de horas... Al parecer se incendió una de las computadoras de ese área, pero los químicos y los equipos de allí se encuentran intactos… El humo denso lo hace ver peor, por ser un fuego de origen eléctrico, pero según los bomberos no ha pasado ni pasará a mayores… En breve podrían retomarse las actividades de cada sector…El pr