—¿Alguna de las dos me responderá? —insiste Theo, ya se le veía molesto. Mérida y yo quedamos paralizadas, ahora como saldríamos de esta.—Yo te voy a decir lo que sucede. —respondo rápidamente, lo hacía sin pensar, aprovecho la adrenalina del momento para decir todo lo que tenia que decir sin filtro.—Te escucho. —se cruza de brazos. Ya iba a decirlo todo, pero Mérida tenía que interrumpir, obvio no quería que la verdad se supiera.—Lo que pasa es que Miranda en su proyecto de investigación sobre ti, averiguó que tú padre me conoció en un prostíbulo. —revela. No pensé que diría eso. —Tu padre nunca quiso que lo supieras, por eso le pedía a Miranda que no colocara eso en su reporte, que no ensuciaran el buen apellido Lancaster con ese secreto. ——Sabía que había algo que mi padre no me estaba contando sobre ti, pero no pensé que fuera tan nefasto. —responde Theo a la noticia totalmente repugnado. —Sabes qué, ya no quiero oír más. Miranda, te trajeron unos documentos sobre el trato co
—¡No, tú no puedes estar embarazada! —exclama Theo totalmente incrédulo a lo que ese papel decía.—Pero si es así, allí lo dije, me hice la prueba y salió positivo. —le resalta. —Seremos papás y con los guapísimo que somos, este bebe será hermosísimo. —le dice totalmente emocionada.Theo veía y veía una y otra vez ese papel, como si el positivo que estaba impreso en algún momento cambiaría. Yo solo aguardaba allí en silencio, debo aceptar que con un nudo atorado en la garganta, de las ganas horribles que tenía de llorar, no puedo creer lo mucho que está noticia me estaba afectando, Theo ha llegado a importarme tanto como para querer llorar porque va a ser papá, con otra mujer. Theo voltea a verme, buscaba darme una explicación, pero era obvio que no hallaba como.—Lo siento, pero en esta prueba yo no confío, así que ahora mismo vamos a hacerte una prueba donde yo decida. —Theo se pone firme, no confiaba en ella.—¡De acuerdo, mi amor! —Jazmín acepta, estaba segura de que no mentía.—¡
—Entonces tengo que felicitarte, vas a ser papá. Me hubieras dicho en el mensaje y te traía un regalo. —respondo totalmente odiosa y enojada.—Sé que debes estar enojada, pero en mi defensa, lo de Jazmín y yo fue mucho antes de conocerte. —se excusaba.—Pero continúa ahora. —le resaltó.—No, yo no estoy obligado a estar con ella. ——¿Cómo dices? —pregunto sorprendida. —Ella está embarazada, de ti está esperando un hijo, obvio que tienes obligación con ella. ——En primer lugar, no creo que sea mi hijo, no sé porque, pero tengo la duda, pero en caso que si lo sea, me encargaré de que a ese bebé no le haga falta nada, me ocuparé de todo, pero no voy a estar con ella, yo quiero estar contigo. —intentaba convencerme de que siguiéramos juntos, pero esta noticia no era cualquier cosa.—Yo no pienso ser la segunda opción. Un bebé lo va a cambiar todo. ——No tiene porque ser así, yo quiero estar contigo Miranda. —insistía.—Theo, creo que lo mejor es que me vaya, estoy muy cansada. Ya hablarem
—Creo que lo último que hablamos fue que a tú madre la descubrió tu padre en un bar donde trabajaba de prostituta. —comenta. Íbamos caminando a la parada de autobuses para ir a mi casa. —Sé que no es el tema de conversación de tú agrado, pero todo tu mundo siempre ha sido alrededor de tu familia y te conozco, no eres la misma. ——Hace 5 años que te fuiste a Nueva York, allí perdí a mi mejor amigo y una año mas tarde nos enteramos que mi madre para conseguir mas dinero comenzó a trabajar de puta. Sí, las cosas, las circunstancias te cambian. —le contesto.—Tú nunca me perdiste. —aclara, acariciando mi barbilla con su mano.—No te perdí dices. Un día te vas con la promesa de siempre escribirme y de la nada dejas de responder mis mensajes y comienzo a ver fotos de que seguiste con tu vida, no digo que esté mal, estabas en todo tu derecho, pero te perdiste, no supe nada de ti en 4 años. —quito si mano de mi barbilla y lo veo con decepción. —Hice mi vida, seguí adelante, conseguí hacer lo
El sueño de toda niña en su niñez, es ser una bella y encantadora princesa, conocer a un príncipe azul de brillante armadura y vivir en un gran y esplendoroso castillo, todo un sueño de hadas. La verdad que no me burlo, ese era mi sueño y de vez en cuando, en los días difíciles aún sueño con que eso me suceda, no cuesta nada soñar, solo que a mí 23 años, trabajando y estudiando a la vez, casi no me da chance de soñar.6 am. Y así comienza mi día.Pi, pi, pi, pi … suena la alarma.—¡Un día más! —Una frase un tanto motivadora para levantarme con todos los ánimos. Apagó la alarma y corro a tomar mi toalla para ir lo más rápido posible hasta el baño antes de que mi hermano se apodere de él. Ya era demasiado tarde, una vez más se me adelantó.—¡Mateo! ¡Sal ya! —comienzo a gritar y golpear con fuerza la puerta, mi hermano tiene la mala costumbre de durar horas en el baño, haciendo que me atrase. —¡Ya sal, Mateo!—Mientras más me apures, más me demoro, ya deberías saberlo, querida hermana
—¡Miranda, Miranda! —me llama mi amiga, quién me viene persiguiendo, ya que después dela clase salí corriendo del salón. —¡Miranda, alto! —continua insistiendo, ya agotada de correr tras de mí.—No puedo creer mi tan mala suerte. —comento, al fin deteniéndome, yo también estaba exhausta de correr.—¿Me explicas para poder entender? —pregunta, encorvada con sus manos en sus rodillas, tomando aire.—Theodor Lancaster es el mantenimiento de mi madre y Theo Lancaster su hijastro. Hasta lo que tengo entendido es un pedante insoportable hijo de papi. —le explico.—¿Y como sabes eso? —pregunta confundida. —Se supone que no sabías nada de ese hombre, ni siquiera si tenía familia. ——Pues al principio, cuando mamá se fue, dijo el nombre de ese sujeto y yo me sentía tan mal, abandonada, que me puse a investigar y descubrí que era un multimillonario inglés, con empresas y asociaciones en este país, que tenía un hijo y había enviudado. —le conté, mi tono y expresión cambiaron por completo, en vez
—¡Qué hotel! —exclama Sarah. Ya era el día que tocaba ir a mi entrevista con Theo Lancaster, Sarah me había acompañado, sobre mis nervios y en verdad la necesitaba allí conmigo. Entramos al hotel donde se quedaba, pasamos primero por recepción para avisar sobre nuestra presencia y nos permitieran entrar.—Es recepción, nos avisa que Miranda Cooper está abajo y ya viene subiendo al penthouse. —le avisa Octavio. —Ella es la chica que hará tú entrevista. ——Por lo visto Miranda es un nombre común en esta ciudad así se llama la chica de la cafetería. —comenta Theo, un poco asombrado.Las puertas del ascensor se abrieron y nos dio con un vestíbulo enorme, estábamos dentro del lujoso penthouse. Theo y Octavio se encontraba en la sala del fondo, cuando las puertas del ascensor se abrieron ellos enseguida voltearon, nosotras al igual que ellos nos los quedamos viendo, ¡No puede ser! Theo Lancaster es el mismo chico con que ayer me tropecé en la cafetería.—¡Esto es increíble! —exclama The
Esos labios tan ricos me impedían apartarme, era el beso más apasionado e intenso que había dado en mi vida. Sus manos sujetaban con fuerza mi cintura, mi cuerpo pegado al suyo, mi corazón latía a mil por horas y sentía al suyo latir con la misma intensidad. Mi mano sujetaban su mejilla y con mi otra mano lo tomaba del pecho, ese pecho duro, y ancho. Su mano subía a mi mejilla y la otra poco a poco bajaba a mi trasero, cuando llegó allí y dio un ligero apretón, cuando sentí esa acción regresé en mi, ¡Oh por Dios! ¿Qué estoy haciendo? Abro los ojos y me empujó con las manos. Lo veo directamente, esto no podía estar pasando, él era un desconocido y a parte de eso, era mi hermanastro, aunque no lo supiera en ese momento.—¿Qué te pasa idiota? En serio, ¿Qué te pasa? —le grito. —En serio que eres un desubicado, ¿Cómo te atreves a besarme? Ni nos conocemos. ——¡Lo siento! Tienes razón, me provocó. —intentaba excusarse, pero la verdad que quedaba peor.—Eres un abusador, eso es lo que eres.