Así mientras gemía, gritaba y suplicaba, sus manos torturaban también el enhiesto miembro masculino que parecía apunto de reventar, las venas se marcaban en toda su extensión, provocando que el hombre se arqueara de placer también aunque se contenía para proporcionar placer al cuerpo femenino, le importaba más ella que él mismo, quería hacerla gozar, disfrutar al máximo, pero todo tenía un límite, sentía que se hundía en el placer, pero no quería acabar en las manos de ella, por ahora al menos, tenía unos planes más divinos para entregarse por completo al placer.Ella se recostó de nuevo y con el brazo extendido le hizo un gesto de que se acercara moviendo su dedo índice con coquetería y la mirada llena de deseo. Steve no se hizo rogar mucho, después de terminar de deshacerse de su pantalón, medias y zapatos se fue acercando como un tigre a su presa, con la seductora sonrisa marcada en sus labios y la mirada de deseo que clavó en los ojos femeninos.Se acercó hasta que estuvo por comp
Una suave claridad bañaba las claras paredes de la habitación, y en la amplia cama y juguetón rayo de sol iluminaba dos cuerpos que estaban muy juntos sobre el colchón.Steve Lonergan abrió los ojos con cuidado porque el rayo de sol pasaba por una breve hendidura entre las cortinas de la habitación pegándole directamente en los ojos. Sintió unas leves cosquillas en la barbilla y al bajar la vista pudo ver una hermosa mata de cabellos rubios pegados a su barba y a su cuello.La cabeza de Bridgette estaba apoyada en el amplio pecho masculino y el resto del cuerpo estaba muy pegado al del hombre, incluso una de sus largas piernas pasaba por encima de las masculinas por lo que este no podía moverse de la posición donde estaba sin despertarla.Steve se pasó la mano por la cara, por la altura del sol debían ser un poco más de las ocho de la mañana y se sentía aún cansado, había sido una noche intensa donde estuvieron amándose una y otra vez hasta que cayeron rendidos de cansancio y satisfac
Steve se acercó a la cama y ella volvió a golpear el colchón con su mano, indicándole a donde lo quería exactamente. Entonces se montó en la cama y se sentó a su lado, ella lo abrazó e hizo que quedara un poco recostado de los generosos pechos femeninos.La piel de su espalda sintió los pezones medio endurecidos mientras ella lo apretaba contra sí misma.—Hmmm, se siente rico abrazarte, Steve —le dijo ella mientras le daba un suave beso en el cuello— Ha sido la noche más maravillosa que he pasado en mi vida, lo digo en serio.—Te creo, cariño —le dijo él en tono cariñoso, luego habló en tono de broma— Mi adolorido cuerpo es testigo de tu fogosidad.—Jajaja, si eres exagerado —le dijo— aunque debo reconocer que me sentía insaciable, ¡y tú has respondido como un auténtico campeón!—Sí, pero debes saber que ya no tengo cuarenta años —le dijo el medio en broma— Tienes que tratarme con cariño.—¡Bah! Ya quisieran muchos jovencitos tener tu vigor —le dijo, y luego añadió mientras una de sus
Estuvieron trabajando con intensidad hasta pasado el mediodía cuando un gruñido del estómago de Ronald le dijo a Steve que éste debía estar muerto del hambre.—Vamos a almorzar, Ron —le dijo levantándose de la silla— Creo que hemos trabajado duro hoy y ya es hora de comer algo.—Creo que sí, jefe —le dijo— Ya me están sonando las tripas.Se levantaron y salieron de la trastienda. Steve vio al muchacho nuevo que habían contratado hace poco, quien estaba arreglando algunos de los objetos nuevos en las vidrieras.—¿Ya tú almorzaste, Jerry? —le preguntó.—Sí, señor Lonergan —le dijo sonriendo— Cuando ví lo ocupado que estaban decidí cerrar un momento y compré algo de comer y me lo traje aquí.—Excelente —le dijo Steve— Recuérdame reponerte el gasto.—De acuerdo, jefe —le dijo sonriendo.—Vamos a salir, en caso de cualquier novedad, ya sabes, ¿de acuerdo?—Sí, cualquier cosa le doy una llamada —dijo.Steve asintió y luego salió de la tienda, se subió al auto y mientras esperaba a Ronald re
Lonergan estuvo haciendo algunas averiguaciones con los joyeros sobre la mejor manera de limpiar joyas, como estuvo dispuesto a comprar lo que le decían ellos le dijeron bastantes tips para aplicar en sus técnicas de limpieza. Steve esperaba que Ronald hubiera averiguado sobre quién podría revisar el reloj sin problemas.Cuando llegó a la tienda ya era un poco más de la hora de salida, así que se fue directamente a hablar con Ronald, quien estaba en la oficina.—Hola, Ron —le dijo— ¿Averiguaste lo del especialista?—Sí, jefe —le dijo sonriendo con suficiencia— Vendrá mañana en la mañana.—Bien, ya puedes irte a casa, es bastante tarde —le dijo.—¡Wow! No me había dado cuenta —dijo estirándose— Estuve bastante entretenido investigando.—Me alegra —le respondió— Yo compré varios productos para dejar nuestras joyas mejor presentadas, mañana te los muestro.—De acuerdo, jefa —dijo— Hasta mañana.El otro joven había salido a la hora y había cerrado porque Ronald cuando trabajaba se desente
Steve estuvo siguiendo pacientemente a Bri a donde sea que ella se trasladara, cuando estaba en su auto él la seguía varios metros atrás, miraba con cuidado todos los carros alrededor de ella y también miraba con atención los carros que estaban cerca de él, porque lo más probable es que la siguieran un poco más adelante de donde él estaba siguiéndola.Y cuando se ella se estacionaba y bajaba del vehículo, él hacía lo mismo, procuraba aparcarse en un lugar cerca de su auto y luego la seguía a una distancia prudente. Él le había activado un seguimiento con su teléfono celular, de manera que podía seguirla en tiempo real por donde estuviera, así, en caso de que la perdiera de vista solo tenía que abrir la aplicación de mapas en su móvil y ver por donde iba ella.Estuvo así casi toda la mañana, hasta que de pronto notó que había un sujeto que la miraba con bastante interés, Steve se acercó al tipo para tratar de ver si iba armado o si cargaba algún tipo de transmisor, pero al sujeto no se
Cuando Bri salió del almacén se dirigió hacia unas escaleras mecánicas para subir al siguiente nivel del centro de comercio. Lonergan esperó y entonces vió cómo el sujeto la seguía de nuevo, y siempre mirando a los alrededores.Esa actitud le llamaba bastante la atención a Steve, normalmente esos sujetos, cuando seguían a alguien lo seguían y ya, pero no estaban siempre pendientes de ver si había alguien más, como si buscara a alguien que lo estuviera siguiendo o que la siguiera a ella también. Se preguntó si lo buscaba a él, pero eso era solo una especulación, así que decidió esperar a que siguiera a Bri hasta el estacionamiento y luego lo atraparía para hacerlo “cantar”. También estaba el punto de que el sujeto no llamaba a nadie, ni se comunicaba con nadie más en los alrededores, porque si querían secuestrarla o algo así, no la seguirían a un centro comercial donde había mucha gente y también vigilancia privada.«Bueno, ya saldré de dudas —se dijo a sí mismo, mientras seguía al s
Bri, ella estaba muy contenta y los atendió con mucho gusto, Mayte Reynolds era muy buena conversadora pero también tenía su férreo carácter, cuando se enteró de que el padre de Bri le había puesto un guardaespaldas sin haberle avisado se puso primero pálida y luego roja como la grana.—¡Cómo es posible que Lester haya hecho eso! —dijo enojada— Al menos debió haber avisado, y qué bueno que le dió una lección al tipo, aunque él no tiene la culpa —reconoció al final.Estuvieron conversando hasta bastante avanzada la noche cuando Steve dijo que debía ir a descansar a su hotel, se excusó hábilmente con la mamá de Bridgette y ella quedó complacida cuando le dijo que la próxima vez se quedaría en su casa.—Yo lo voy a acompañar, mamá —le dijo Bri— Y después regreso.Su madre se le quedó mirando con sorna, pero no dijo nada, solo dijo que se iría a dormir de inmediato y que no la molestara hasta el día siguiente.Steve le dijo a Bridgette que igual se llevara su auto, porque así estaría más