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Fedora se acercó, estaba asustada—¡¿Qué es lo que has dicho?! ¡¿Dónde está Kenneth?! ¡¿Dónde está mi Kenneth?La mujer se acercó y tomó a Amy de los hombros—¡Dime que no es cierto, Amy! ¡Dime que mi hijo está vivo! —exclamó llorando.—¡Lo siento tanto! —exclamó—. Kenneth murió.Fedora se alejó, miró a John, era el vivo recuerdo de su hijo.—¿Cómo sé... mató?—Sé suicidó, lo siento tanto —dijo Amy rompiendo en llanto.Fedora temblaba, no podía más, cuando alzó la mirada se encontró con Julia Lang.—¡Maldita! ¡Tú lo mataste! —gritó y se abalanzó contra la mujer, dándole una bofetada y zarandeándola.Julia gritó, Jeremy intervino, solo por su bebé. Mientras Claudette trataba de calmar a Fedora, quien de pronto cayó al suelo desmayado.Lorraine gritó, pero John la cargó y la llevó adentro.Dave Lang abrazó a su hija.—Amy, ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Cuándo ocurrió tal desgracia, hija?—¡Ay, papá!Amy se abrazó a su padre con fuerzas, tratando de buscar un poco de consuelo.Cuando John v
John fue llevado hasta una celda, luego de que le tomaran todos sus datos. No se sentía orgulloso, las lágrimas corrieron por su rostro, estaba en una celda fría, sola, y lúgubre.Tragó salía conteniendo sus emociones. Se sentó en el suelo, estaba agotado, estaba destruido.No pensó en nada, lo evitó, contaba números al azar, del uno al mil, de cinco mil a ocho mil, pensaba en colores; blanco, azul, rojo, lo que sea, para evitar llorar, para evitar pensar en que había destruido su vida y la de muchas personas más, por algo tan estúpido.Escuchó unos pasos, pero ni siquiera quiso alzar la vista.—Tiene solo diez minutos, no más —dijo un guardia.Pero, John se negó a mirar, quien fuera, no le importaba, no quería ver a nada, ni a nadie, solo en el mundo, supo que no tendrá quien se ocuparía de él.—¿Qué pensabas hacer con Julia?Esa voz lo estremeció, cuando levantó la vista, encontró a Amy Lang, la mirada de John se ablandó, se levantó, y se acercó a los barrotes, observó como ella casi
Amy llegó a casa, escuchó los gritos de su padre y se detuvo.—¡Quiero que esa malagradecida! ¡Qué es mujerzuela salga de mi casa, ahora mismo!Claudette lloraba sin parar.Julia estaba frente a Jeremy, quien tenía una mano alzada a punto de pegarle.—Agradece que llevas a ese niño en el vientre, de lo contrario no te quedaría rostro para salir a la calle. ¡Arribista! ¡Mujerzuela!—¡Jeremy!—Escúchalo bien, me largo, cuando ese niño nazca, haré pruebas de paternidad si no es mío, juro que te mataré, te borraré ese bello rostro y nunca podrás salir de nuevo a la calle. Pero, si es mío, te lo quitaré.—¿Dejarás a tu hijo sin una madre?Él sonrió.—Lo prefiero sin una madre a que esté con una zorra como tú.Jeremy salió de prisa.—Ah, tienes las llaves del departamento aquí en Edimburgo, si te echan como un perro, tal como lo mereces, vivirás ahí hasta parir al bebé.Jeremy salió de prisa.Bajó las escaleras y Claudette intentó detenerlo.—Su hija sabe donde debe quedarse, ella firmó un p
John observó a Olivia, se veía tan triste y lamentó verla tan mal. —¿A dónde irás al llegar a Lorf? Ella le miró con temor, en realidad ni ella lo sabía. —No sé. —¿De qué huyes? ¿De quién huyes? Ella bajó la mirada. —De un hombre cruel que piensa que, porque soy mujer y estoy en el peor momento de mi vida, puede hacer conmigo lo que sea. Las lágrimas corrieron por su rostro. John la miró con dolor. Tomó su mano. —Déjame ayudarte. Si no tienes a donde ir, tengo mi casa en Lorf, sí, suena a locura, puedo ofrecerte quedarte en mi casa y yo me quedo en otra parte. Ella estuvo a punto de negarse, pero vio a su pequeño bebé, no tenía a donde ir, no tenía dinero, ni nada más. —Gracias, sí. John asintió despacio. Pronto bajaron del tren y tomaron el ferry a la isla. John miró atrás con una nostalgia que consumía en su rostro. —¿Estás bien? ¿Parece que dejas mucho aquí? John sonrió. —Sí, dejo mi alma y mi corazón en Edimburgo, todo se queda ahí. —¿Mal de amores? John sonrió co
Rhys despertó, se levantó del suelo, miró tan horrible escena y corrió a salvar a Lorraine, la sacó del agua y luchó por reanimarla, los empleados corrieron y llamaron a una ambulancia. Bruce salió corriendo, a toda prisa. Huyendo como un cobarde. —¡Deténganlo, es un asesino! ¡Él la empujó! —gritó Rhys, pero se había marchado. Cuando John bajó, Olivia le dijo que lo habían llamado, él estuvo por devolver la llamada, cuando entró una nueva llamada que él respondió. —¡Fedora! ¿Qué ha pasado? —exclamó asustado al escuchar su voz. Olivia se tensó, creyó lo peor, caminó y miró aquella fotografía, entonces lo supo todo, era una foto de Fedora y John, aunque ella no sabía que en realidad era Kenneth. —¡¿Qué dices?! ¿Cómo está? Iré a Edimburgo. Olivia miró a John cuando colgó la llamada. —¡Debo irme! —exclamó ella asustada John la miró atónito. —¿De que hablas, Olivia? Yo debo ir a Edimburgo, mi hermana Lorraine tuvo un accidente, está muy grave —dijo con la voz rota. Olivia abrió o
Cuando Amy abrió los ojos, lo primero que vio fue a John a su lado, tomando su mano, se estremeció y enderezó su postura. —¡¿Qué me pasó?! —Te desmayaste, estás bien, tranquila. —¿Llamaste a mi padre? —exclamó —No, pero, si lo quieres ya mismo lo llamo. —No —dijo —El doctor te hizo unos análisis, pronto los tendrán listos. Ella asintió. —¿Y ya puedo irme? —Si te sientes mejor, sí. Hablaré con el doctor. John se levantó y salió de ahí por un segundo. Buscó a la enfermera y le explicó. —Si la señora se siente bien, puede irse, los resultados de los exámenes le serán entregados mañana mismo, o también podríamos enviarlos por correo. —¿Podría enviarlos por correo y venir por ellos? —Sí. John se apuró a darle su correo electrónico. —Es que, ella es un poco olvidadiza, mejor así asegurar que lleguen a mí. La enfermera asintió y anotó su correo electrónico. John volvió con Amy, ella estaba sentada en la cama. —¿Cómo te sientes? Ella lo miró fijamente —Estaré bien, no te a
Fedora y John se quedaron en la clínica, mientras Olivia llevó a dormir a su bebé, era demasiado pequeño para estar ahí, y estaba agotado. —¿Cómo está Amy? —Mejor, todo lo que pasa es por mi culpa, mad… Fedora. Ella tomó su mano. —¿Sabes? Cuando supe que tú existías, fue cuando Kenneth era mayor, tendría unos quince o dieciséis años, cuando llorando me lo confesó, si lo hubiese sabido antes, yo te hubiese adoptado también, perdóname, John, por no poder hacerte feliz como a Kenneth. John la miró con ojos llenos de ternura. —Lo que tú hiciste por Kenneth todo este tiempo, eso fue suficiente para mí, lo hiciste feliz, le diste más de lo que él pudo tener en vida, pero, sobre todo, le diste amor de una madre, nada le hizo falta. —Pero, él no está. —No es por ti, y me ha tomado la vida comprender, que no fue por nadie, solo pro él, Kenneth lo decidió, por ser débil, por ser sumiso ante una mujer, y no amarse antes a él mismo. Julia Lang es una mujer malvada que no merece nada en la
Amelie intentó acercarse a Amy, pero ella retrocedió asustada.—¡Usted no es mi madre, no! —exclamóAmelie la miró con dolor, negó—Lo soy, querida.Su padre entró y vio a esa mujer, fue como ver al peor de los fantasmas ante él.—¡¿Qué haces aquí?! —exclamó con rabia al verlaAmy lloró.—Entonces, ¿Es verdad? ¿Esta mujer es la madre que me abandonó?—¡No te abandoné, hija! Fue tu padre quien me obligó a alejarme para poder casarse con Claudette.—¡Eso no es cierto!, —exclamó Claudette defensiva.—¡Mientes! Di la verdad, tenías un amante, me humillaste de la peor forma, no iba a permitir que siguieras a mi lado y enseñaras a tu hija tu horrible comportamiento. Te eché de mi lado, pero tú no te fuiste con las manos vacías, te di mucho dinero para que te fueras con tu amante y no dudaste en tomarlo.Las lágrimas de Amy cayeron por su rostro y tenía una mirada llena de decepción.—¡No...!—Váyase de aquí, señora, no tiene nada más que hacer aquí —sentenció Amy con firmeza.Amelie le miró