El beso que Danilo había deseado por tanto tiempo finalmente se había hecho realidad. Los labios de Lara rozaban los suyos, suaves como había imaginado tantas veces. Sus ojos cerrados, sus tibias respiraciones se mezclaban y él acariciaba ese rostro que tanto le gustaba desde siempre.Pero algo en definitiva seguía sin estar bien. A medida que sus labios chocaban continuamente, Danilo sentía un abismo inquietante, como si estuviera cerca de ella, pero lejos a la vez, como una desconexión total y vacía en lugar de la euforia que tanto se había imaginado en su mente.«Es como... ¿estar besando una muñeca? Qué extraña sensación», se dijo enrarecido por lo que le provocó aquel contacto.El joven se separó con suavidad para tomar aire y miró a la chica a los ojos, quien lo miraba con ternura y ese brillo deseoso, aun así Danilo se preguntaba por qué no podía ignorar el hecho de no sentir lo que había esperado. Ese momento, que debía ser de éxtasis, de conexión y sin embargo su mente se iba
Al fin, Danilo y Lara habían llegado a la habitación que Irina le había asignado a ella. Él abrió la puerta y la luz de la luna se colaba entre las cortinas, hasta el interior de la habitación para dejar ver la elegante mueblería que poseía y lo espaciosa que era.Lara dio un paso adelante para contemplar la comodidad del lugar y Danilo la observaba con una sonrisa.—Bueno… creo que ya es hora de que descanses —dijo él con suavidad mientras se recostaba en la pared—, has pasado por mucho para llegar hasta aquí y yo mañana… —pausó su frase, por alguna razón las palabras no salían con facilidad—. Mañana te presentaré ante todos como mi novia.Danilo observó el rostro iluminado de Lara al escuchar esas palabras y la emoción que la invadía era tanta que de prisa rodeó su cuello con los brazos para acercarse lo suficiente y encararlo.—Precisamente a eso vengo, ese es mi sueño —susurró contra los labios del joven—. Lo que más quiero es ser la novia oficial de Danilo Hernández.Esas palabra
Fue justo ese momento en el que, como si se trataran de aves de rapiña sobre su objetivo, Lourdes y Jenny se dieron luz verde con la mirada para aprovechar un acercamiento con la rubia que ansiaban conocer más de cerca.Ambas pasaron por donde estaba Lara y comenzaron a lanzarle miradas altivas acompañadas de sonrisas maliciosamente falsas.—Vaya, vaya, mira a quién tenemos por aquí —comenzó a sisear Lourdes hacia Jenny, con mucha ironía—. Pero si es una hermosa princesa con su rosa… Dime, ¿quién eres y qué haces aquí sentada?Lara levantó la mirada, un tanto extrañada por la manera en que la rubia sirviente le hablaba. Tomó aire e intentó mantenerse calmada, con la compostura reluciendo en su semblante. Por alguna razón presentía ciertas intenciones en sus palabras que desconocía y que no le dieron buena impresión.—Buenos días, pues vine en busca de Danilo, él es la razón por la que yo estoy aquí —respondió una serena Lara—. La verdad es que nos conocemos desde niños y… ahora estamo
Angela no pudo contenerse al ver a su amiga y olvidó todo lo acontecido con la rubia y las otras dos mujeres que la molestaban para gritar de emoción y así correr a los brazos de su amiga.Las dos se abrazaron con mucha fuerza, como si no se hubiesen visto en mucho tiempo. A los pocos segundos, los hermanos de Mary, Carlos y Roberto hicieron su aparición acompañados de sus esposas que también acababan de arribar a la mansión de Danilo.Entre risas y abrazos emotivos, la gran estructura se llenó con calidez y aires familiares, acompañados de gritos que expresaban ser el día más feliz de sus vidas. Realmente Danilo los había reunido después de tanto tiempo de estar separados.—En serio, hermanita —aseguró Carlos—, ya te ves recuperada en su totalidad ¡qué buen hospital te atendió!—Sí… bueno, las heridas físicas sanan más rápido que las del alma —respondió Mary, con la mirada oscurecida al recordar las atrocidades que su ex jefe Duncan la hizo vivir.Todos habían quedado descolocados po
Lourdes, así como Claudio, Irina, Evelyn, Gustavo y Bryan, tenían un lugar en la mesa, Danilo los había invitado por ser sus sirvientes extraordinarios, aquellos que prácticamente habían demostrado que eran capaces de dar la vida por él y que le ayudaron a encontrar y rescatar a Mary.Pero para la rubia camarera aquello no era suficiente, compartir la mesa con el amo, después de presentar a Lara como su novia estaba dando el mensaje claro de a quién él quería como su pareja y el porqué de su rechazo la tarde anterior.Ella se removía inquieta en su asiento y Evelyn la miraba con desaprobación en el momento en que sus largas uñas rasgaron la madera de los costados de su asiento.—Lourdes… ¿quieres calmarte? ¿No ves que es un honor estar a la mesa del amo? No te atrevas a arruinar esto, que es lo mejor que nos ha pasado en muchísimo tiempo —susurró con enojo Evelyn, que procuraba guardar la calma.La rubia la miró con furia y con solo ese gesto su compañera no pudo hacer más.Mientras t
Allí estaban Mary y Callum, sentados en una de las bancas, con el cálido atardecer de fondo, y lo más importante... solos, mientras conversaban de lo lindo, con un aire de intimidad que solo clavó una estaca de angustia en Danilo al ver como su aparente estoico guardaespaldas tomó la mano de su amiga con suavidad y delicadeza ¡Le estaba tomando la mano, por Dios!El suelo bajo sus pies se tambaleó ¿Era real o una ilusión? La visión de Mary, ¡su Mary!, con otro hombre lo hizo implosionar. El dolor y la furia estaban presentes al mismo tiempo dentro de su pecho, casi sofocándolo.La sonrisa de Mary, la forma en que no apartaba su mano del toque de Callum había sido como una daga directa a su corazón.Danilo cerró los puños con fuerza y apretó tanto los labios al punto de rechinar sus dientes. Se sentía inmóvil, indefenso, totalmente incapaz de hacer algo más que mirar la escena como si se tratara de una novela o esas películas románticas cursis. Pero vaya que aquello había destrozado al
Lo que Danilo estaba por hacer, había depositado una oscura y densa nube de caos que contaminó la buena atmósfera que se había formado con aquella fiesta particular.El joven iracundo, sin pensarlo dos veces, se abalanzó hacia su guardaespaldas y empuñando la mano le asestó un golpe que rápidamente separó a la pareja.Aquel impacto había hecho retroceder a Callum un par de pasos, pero él no se inmutó y tan sereno como siempre solo se mantuvo en pie mientras se llevaba la mano al mentón, de donde corría un hilillo de sangre.Mary se había llevado las manos al rostro mientras emitía un grito de horror puro y en cuanto tuvo oportunidad se dirigió en medio de los dos hombres para intentar mermar la situación.—¡¿Pero qué hiciste, Danilo?! —gritó Mary con la voz quebrada, mientras lo observaba a un metro de distancia, pero él la estaba ignorando, ya que su blanco era su odioso guardaespaldas.—¡Ya te lo había advertido, Callum! —espetó Danilo con las palabras arrastradas debido al alcohol
Desde aquella noche de la fiesta, las cosas para Danilo habían cambiado de manera rotunda. Era como si aquel beso, sumada a la dolorosa cachetada, ambas cosas obtenidas de Mary y le habían sacudida el alma.Justo en ese preciso instante, todos los sentimientos que había estado evadiendo, o sobre los que había estado dudando tanto, se revelaron más claros que el agua.Con ese profundo y dulce beso, se dio cuenta, no solo de que podía decir a viva voz de que estaba loca y perdidamente enamorado de Mary; pero con la cachetada se había despertado de una especie de ensimismamiento, una ceguera casi crónica donde había confundido el deseo y el ego con emociones vanas y ególatras.Su faceta reflexiva se había activado, mientras esa noche dormía al lado de Lara, como todas las noches que precedieron aquella de la fiesta.Danilo fin aceptó en la comodidad de sus aposentos, que esa rubia había sido solo el capricho de toda su vida, quizá solo por el hecho de que nunca podría tenerla y estar con