Danilo apretó los ojos cuando escuchó el click del arma que un hombre del bando contrario había apuntado hacia él, mientras que a lo lejos escuchaba la voz de Duncan, exigiendo que le volara la cabeza a todos a punta de plomo.El sonido de disparo sonó y Danilo se volteó para proteger a Mary, de inmediato sintió el impacto doloroso debajo del hombro. Con la misma sintió que su cuerpo no respondía, cayó desplomado al suelo junto con la chica.Al intentar divisar qué era lo que había pasado, volteó a ver y reconoció al hombre que daba coordenadas desde un punto lejano a una legión de refuerzos que había llegado con é como caídos del cielo, y que recibían sus órdenes.¡Se trataba de Avery Pendragon! Pero, ¿cómo había dado con ellos ese hombre? ¿sería que Claudio le dio información o quizás Lourdes? No tenía cómo salir de esa duda, pero vaya que sintió una oleada de alivio y gratitud entremezcladas al saber que había llegado algo de ayuda.En cuestión de segundos, todos se unieron a los g
Danilo era incapaz de elucubrar palabra alguna, su debilidad se lo impedía, pero en definitiva la sorpresa y estupefacción eran evidentes en sus agrandados ojos color miel. Pronto, como si de una venda retirándose de sus ojos se tratara, comenzó a escrutar sus alrededores y así se dio cuenta de muchas cosas, por ejemplo, de las reconocidas figuras de sus sirvientes principales.«Ellos… ellos son los tan afamados guardaespaldas certificados? No puedo creerlo, ¿por qué no me dijeron nada? Me lo ocultaron», se dijo mientras apretaba los dientes al no poder moverse de donde estaba.Divisó la corpulenta figura de Gustavo, porque su panza no podía ocultarse con el traje ¿Cómo era posible que fuera tan hábil?, pensaba Danilo y miró la figura alta de Claudio, el mayordomo, tenía que ser él; Bryan era de estatura mediana y de porte atlético; Evelyn, tenía una figura sobria pero claro que la reconoció y por supuesto que estaban tan campantes conversando con Callum.Aunque no podía verlos bien p
«¿Cómo es posible que me hayan encontrado? —se cuestionó Danilo—. Necesito tiempo para recuperarme y vienen estas dos escorias a irrumpir la poca paz y cordura que me queda».Danilo no cabía en su consternación allí desde su lecho convaleciente, estaba tan seguro que la cara de Jenny no era nada agradable de ver al despertar y mucho menos querría verla todas las mañanas, a su parecer ese sería un calvario para el joven millonario.Danilo aun no salía bien de su estado aturdido, ni siquiera sabía dónde realmente se encontraba; si en un hospital público de Baja o Alta Mira, o quién sabía en qué sitio desconocido lo había dejado su guardaespaldas con esa bola de médicos que nunca antes había visto.Para empezar, Danilo en esos momentos dudaba de Callum y de todos por igual, luego de la revelación y gran mentira por parte de sus “sirvientes”, que resultaron ser unos jodidos guardaespaldas super dotados para el combate. Incluso Avery sabía y se lo ocultó ¿Qué más ocultaban? Eso exigiría sa
Callum asintió a la petición de Danilo y sin decir palabra tomó su celular e hizo una llamada, estaba contactando a Avery y también a los sirvientes. Mientras tanto, Jenny respiraba fuerte y lo miraba con cierto desprecio, el cual a Danilo tenía sin cuidado.—¿Cómo te atreviste a gritarme así, Danilo? No tienes corazón… —Jenny se quejó, con los ojos vidriosos, se tapó la cara con las manos y su padre la abrazó para consolarla y vio a su futuro yerno con desprecio.—Si mi hija tiene un aborto, lo demandaré, no dude de eso —espetó el señor Haroldo, con el ceño fruncido.Danilo rodó los ojos con la frustración queriendo explotar.—Escucha, Jenny… y usted también —hija y padre, ambos individuos tenían su atención—. Van a esperar a que me recupere. Si yo no estoy vivo no puedo darles ningún beneficio ¿Entienden? Así que, serán pacientes y seguirán mis reglas ¿Estamos de acuerdo? ¿Hay alguna objeción?Las palabras que Danilo habían dicho parecían haber hecho efecto en Jenny al menos, ella a
Callum escuchó la exclamación de su amo en silencio, sus labios se apretaron con sutileza y Danilo pudo sentir cierta tensión por parte de su guardaespaldas, lo cual lo hizo arrugar el entrecejo, sorprendido de que no le soltara palabra alguna.—¿Por qué me estás negando la información, Callum? Si yo arriesgué mi vida por Mary tanto como tú y los demás, además te recuerdo que ella es mi mejor amiga ¡Necesito saber de ella! —exigió Danilo.Con la exasperación a tope en sus sentidos, en combinación al dolor intenso de la cirugía en su espalda, Danilo se levantó de la camilla con la determinación brillando en sus ojos. Callum observó las acciones de su jefe y bufó para finalmente disponerse a hablar.—Si se siente tan bien como para insistir y alegar, ¿desea salir a verla? —preguntó Callum con un dejo de cordialidad.Danilo, sin dudarlo por un solo momento, respondió con varios “Sí” ansiosos, por lo que Callum no puso objeción y tomó una silla de ruedas de una esquina de la habitación, l
El corazón de Mary latía con tanta fuerza en su pecho… parecía como si un tornado se arremolinara desde su estómago hasta su garganta y eso le impedía hablar.¿Que si ella recordaba? Sí y muy bien, a decir verdad, a su mente llegó ese suceso y las emociones que la acompañaron durante los acontecimientos. En aquel momento, ella creía que estaba al borde de la muerte, incluso se sentía arrepentida de no poder confesar todo lo que sentía por él.A su mente llegaba la imagen de como tomó a su amigo por la corbata le estampó ese frenético y necesitado beso, quizá en señal de valor o más bien de una dolorosa despedida.Sabía muy bien que allí no podía pensar con claridad, porque, una Mary en sus cabales jamás hubiera besado a su mejor amigo, pero en ese preciso instante, se encontraba frente a él con su mirada llena de dudas y algo más que no podía descifrar a cabalidad en esos hermosos ojos color miel.Sin embargo, ella reconocía esa mirada, era la misma que dirigía a esas despampanantes c
El camino hacia Baja Mira había estado demasiado tenso y lleno de incomodidad. Jenny lloraba y hacía sus infinitas pataletas en el asiento trasero del vehículo lujoso, mientras su padre Haroldo, intentaba calmarla, pero parecía que se trataba de una misión imposible.—Jenny, por favor, ¿quieres calmarte? Aquí van estas personas desconocidas y tú aun en estas —dijo Haroldo, aunque su voz en definitiva sonaba más irritada que consoladora.—¡Es que, no es justo, papi! ¡No puede creer que Danilo, mi hombre, nos haya echado de esa manera tan cruel y yo que solo quería estar con él para siempre! —sollozaba Jenny que goleaba el asiento con uno de sus puños, mientras que la otra mano la utilizaba para secarse las lágrimas con un pañuelo.Bryan, que iba sentado al frente, conduciendo, tamborileaba sus dedos en el volante con desesperación, desviaba su mirada hacia los retrovisores, pero con tanto alboroto le costaba concentrarse en la faena de conducir.—Por favor, Bryan, deja de hacer eso con
Callum, que había estado en silencio hasta ese momento, vio la necesidad de sus compañeros y quiso al fin manifestar su opinión, se acercó algunos pasos hacia su amo y con la misma habló con firmeza.—Señor, nuestra lealtad hacia usted no la ponga en duda —Todos miraban a Callum como una especie de salvador, esperanzados de su elocuencia—. Entienda que todo lo que hemos hecho hasta ahora ha sido para protegerlo. La situación con la señorita Mary solo reafirma la necesidad de estas medidas de seguridad.Danilo cerró los ojos y respiró hondo, intentaba calmarse.—Está bien, Callum, voy a ser comprensivo por ahora pero quiero que todo de ahora en adelante se me informe y me refiero a cada detalle ¿Queda claro? Si no me veré en la obligación de contratar otras personas —sentenció Danilo y todos asintieron.—Espero que to