#28:

Era algo que lo enfurecía, y cuanto más controlaba su genio, más se incrementaba su enfado. No le había levantado la voz ni una sola vez desde el día que habían llegado a la casa, pero ella parecía estar esperando un arrebato de violencia por su parte.

Le había dado todo el espacio que le había sido humanamente posible, y eso le estaba matando. Dormir con ella, sentir que se volvía hacia él en medio de la noche y que sólo los separaba el fino algodón de su camisón, había dado un nuevo significado al insomnio.

Había empezado a trabajar en medio de la noche, y a pasar el tiempo libre en su estudio o en la galería de arte, con tal de resistir la tentación de reclamar lo que ya le pertenecía legalmente.

Ella aún seguía muy delicada, tanto física como emocionalmente, y por eso no se atrevía a pedirle nada. Sin importar lo egoísta que pudiera haber sido en el pasado, no podía justificar de ninguna manera satisfacerse a expensas de ella…o asustarla dejando que viera con cuánta desesperaci
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