Jacob Harper se encontraba reunido con sus abogados y su hijo Lucas, discutían sobre quién tomaría las riendas de las empresas Harper & Campbell Co. Había una norma, más que esto era una regla o exigencia desde tiempos memorables impuesta por los ancestros de ambas familias. Lucas estaba reacio a cumplir con esta exigencia, le parecía un absurdo,que para heredar la dirección de las empresas tenías que estar casado. — ¡No me parece justo papá!— se defendió Lucas— soy un hombre de negocios y una esposa no mejorará mi olfato para desempeñarme con un exitoso CEO. — ¡Yo no puse las reglas, Lucas!— exclamó Jacob — existen desde hace mucho y solo porque no creas en el matrimonio, no puedes desestimarlas. Lucas suspiró y dijo: — ¿Entonces que hago? Yo no voy a casarme con la estirada de Lydia. — ¿Por qué andas con ella?— preguntó Jacob Harper. — Solo es mujer para un rato papá— dijo Lucas fastidiado. — ¡Entonces busca a otra, pero necesito que estés casado este año!—exigió Jacob
Lucas salió más relajado después de hablar con su tía Agnes, tenía tanto temor al ir y proponer a Lydia que se casaran, era una mujer hermosa, pero tan superficial, materialista.No era la mujer con quien tendría a sus hijos, le había gustado la idea de la tía Agnes, sería un matrimonio arreglado, no habría compromiso, solo para cubrir las apariencias.Haría un contrato donde ella tenía derecho a su privacidad al igual él, ninguno se meteria en la vida del otro pero ante la familia Harper y los Campbell serian todo un suceso de pareja.No habria vida íntima, cada quien en su habitación, para eso necesitaba comprar su propia casa, vivir donde sus padres no era una buena opción, necesitaba conocer pronto a esa chica que será su futura esposa. Nadie tenía porqué enterarse,sería un secreto entre su tia Agnes él y la chica por supuesto, no recordaba el nombre, bueno ya habría tiempo de ir conociéndose.Por lo pronto hablaría con su tía para finiquitar lo del contrato, lo del pago o sueldo
Lucas Harper, rió de buena gana al escuchar a la chica y se volvió para mirar a su tía Agnes quien lo miraba con ojos llenos de picardía, y se alzaba de hombros.— Tía Agnes, muy tímida la joven ¿No?— le dijo Lucas divertido.— Señor Lucas, usted tiene un problema y yo puedo ayudarlo,— dijo Alyssa— yo tengo problemas, usted me puede ayudar.— Lo sé, solo que me sorprende que seas tan despierta para hacer negocios— dijo Lucas— me esperaba alguien, más tímida, pero tienes las uñas afiladas.Lucas soltó nuevamente una carcajada a lo que la chica reaccionó levantándose para retirarse.— Creo que mejor me voy a mi cuarto señor— dijo Alyssa — yo tengo cosas que hacer.— ¡Hey!— exclamó Lucas— ¿Por qué te vas? ¡No hemos terminado!— Usted solo se está burlando — dijo la chica— y yo no estoy para sus burlas.— A ver, vamos aclarando bien los términos— dijo Lucas— solo me sorprende lo buen negociante que eres, esperaba a alguien sumiso, por eso mi risa, no por burla. Alyssa, volvió a sentarse,
Candy Wright,era una chica de origen muy pobre, tenía que trabajar para ganarse la vida, su madre tenía 2 hijos más, ella era la mayor, no conoció a su padre, muy poco fue a la escuela, había que trabajar para poder comer. A los doce años empezó a trabajar en casa de gente rica, así fue llenando su vida de experiencias domésticas, a los dieciocho años trabajaba en una casa donde había un joven también de unos dieciocho años, quien empezó a enamorar a Candy. Las promesas eran diarias; que la amaba, que la sacaría de la pobreza, que confiara en él, así poco a poco la fue convenciendo y así terminaron, durmiendo juntos. Un día, ella le dijo que estaba embarazada ¿que iba a hacer? Deberían casarse y buscar un lugar para vivir! Él le dijo, que hablaría con su madre, para que los dejara vivir allí. La madre del muchacho se enojó mucho, le gritó que él jamás podría casarse con ella, que Candy era muy poca cosa, él le dijo a su madre que ella estaba esperando un hijo de él. Su patro
— Sí madre, es mi sobrino— dijo Agnes.— Espero y no sea una travesura suya, hermana Agnes— dijo la madre superiora.La religiosa movió su cabeza en señal negativa, pero la madre superiora no quedó muy convencida de ésta historia. Mientras, Lucas había llegado a casa de su padre, este se quedó mirando extrañado a su hijo.— ¡Como que te gustó mucho el convento Lucas!— dijo Jacob Harper—¿Tardaste tanto tiempo con tu tía Agnes?— Con mi tía Agnes, no,— dijo Lucas con cara de embeleso— papá conocí a la mujer que hará que termine mi soltería para siempre. — ¡No me digas!— exclamó Jacob con incredulidad—¿ y qué pasará con Lydia?— Mandarla a volar, papá— dijo Lucas con decisión— te dije que esa mujer no es para matrimonio, en cambio está chica. Mostró una foto en su celular a su padre y éste exclamó:— ¡Lucas, pero si es una monja! ¡Te has vuelto loco!— dijo Jacob contrariado.— Papá, no es ninguna monja, es una chica que ofrece su trabajo de oficina allí— explicó Lucas— y debe vestir a
Era el día del cumpleaños de Alyssa, tenía expectativas en cuánto a lo que sucedería, estaba ordenando sus cosas en su pequeño cuarto, cuándo entró la hermana Agnes, tenía una caja en su mano con un pequeño paquete. — Por fin llegó el día de entregarte esto que te pertenece— dijo la hermana— toma Alyssa Wright.—¿Qué es ésto hermana Agnes?—preguntó la chica con cara de curiosidad. Alyssa, abrió el paquete y abrió sus ojos ante la belleza de la joya.—¿De dónde sacaste esto?— preguntó la muchacha. — Eso, mi querida niña, vino contigo alrededor de tu cuello —dijo Agnes— allí podría estar el misterio de tu nacimiento, es una joya de valor.— ¡Es hermosa! —dijo Alyssa con admiración.Era una cadena de eslabones entrelazados entre sí, formando una hermosa trenza, con un dije conformado por un diamante engastado en una pequeña corona de oro puro.Era realmente una hermosa joya y muy valiosa, Agnes miró a Alyssa con ternura al decir.— Tu madre debió verse obligada a abandonarte por razo
Lucas acompañó a Alyssa a su habitación, la muchacha estaba deslumbrada ante tanta belleza, el vivir dieciocho años en un convento, en una habitación que a duras penas cabía una cama pequeña y una cómoda, donde colocaba su ropa. No tenía punto de comparación con esto que tenía ante sus ojos, una habitación inmensa con una cama que podían dormir 4 personas cómodamente, mesitas, cómodas y muebles sofisticados.Ésto era como un mundo mágico para Alyssa, estaba entre fascinada y deslumbrada, jamás había visto tanta belleza junta. — Entraste con buen pie, cariño— dijo Lucas alabando su actuación—aunque te pusiste un poco tensa al recibir el beso.—No me lo esperaba—dijo ella—espero ir mejorando— tu papá es un hombre agradable, ¿cuando conoceré a tu madre?—Olvide decirte que ella falleció hace tres años— dijo Lucas con nostalgia.—¡Lo siento mucho!—dijo Alyssa.—¡Gracias!— dijo Lucas— ponte cómoda, en unas dos horas se servirá la cena.Lucas, salió hacia su propia habitación dejando a Al
A la mañana siguiente Alyssa se levantó renovada, dormir en una cama tan cómoda era tan relajante, su pequeña cama en el convento tenía tantos nudos que se levantaba con dolor de espalda.Se cambió de ropa y bajó con algo de timidez, no sabía a qué hora desayunaban allí, apenas eran las 7 de la mañana, estaba acostumbrada a levantarse muy de mañana. Le preguntó a la chica empleada si podía salir y ver los jardines de la casa y le indicaron por donde ir, ella al salir abrió los brazos para disfrutar de la pureza que se podía respirar allí. Vió que había dos hermosos ejemplares de canes, apenas la vieron se pusieron alertas, ella les empezó a hablar con voz cariñosa y ellos empezaron a lamer su mano.El hombre que los atendía se quedó sorprendido ante la reacción de los perros hacia la chica, generalmente eran bien desconfiados con los extraños, pero ella estaba acariciando la cabeza de los animales.—Disculpe señorita, es la primera vez que veo a estos animales ser amigables con algu