Jacob Harper se encontraba reunido con sus abogados y su hijo Lucas, discutían sobre quién tomaría las riendas de las empresas Harper & Campbell Co.
Había una norma, más que esto era una regla o exigencia desde tiempos memorables impuesta por los ancestros de ambas familias.Lucas estaba reacio a cumplir con esta exigencia, le parecía un absurdo,que para heredar la dirección de las empresas tenías que estar casado.— ¡No me parece justo papá!— se defendió Lucas— soy un hombre de negocios y una esposa no mejorará mi olfato para desempeñarme con un exitoso CEO.— ¡Yo no puse las reglas, Lucas!— exclamó Jacob — existen desde hace mucho y solo porque no creas en el matrimonio, no puedes desestimarlas.Lucas suspiró y dijo:— ¿Entonces que hago? Yo no voy a casarme con la estirada de Lydia.— ¿Por qué andas con ella?— preguntó Jacob Harper.— Solo es mujer para un rato papá— dijo Lucas fastidiado.— ¡Entonces busca a otra, pero necesito que estés casado este año!—exigió Jacob Harper.— Pongo un anuncio en la prensa, o mejor en las redes sociales— dijo Lucas con sarcasmo— "Solicito esposa para heredar la dirección de una empresa".— ¡No seas ridículo Lucas!— se exasperó Jacob— no me quedará más remedio que dejar a Richard Campbell al mando.— ¡Ese tipo es un asco papa!— exclamó Lucas— ¡es un estirado y su esposa es peor!— Él cumple con los requisitos— dijo Jacob con la mandíbula apretada— tampoco me gusta Richard Campbell, pero sería la única opción.Lucas nuevamente suspiró y apretó los labios.— Tendré que buscar una solución— dijo resignado— ¿Cuánto tiempo me queda de libertad antes de unirme a Lydia?En seis meses presentaré mi renuncia, estoy enfermo y además cansado es justo que seas tú quien quedes al frente— concluyó Jacob — no me defraudes hijo.— Está bien, hablaré con Lydia para fijar la fecha de la boda— dijo Lucas— y que Dios me agarre confesado.Agnes Harper, tenía más de un año sin ver a su hermano Jacob, decidió pasar una semana con él y disfrutar un poco al único familiar que le quedaba, tenía un hijo Lucas, siempre fue vivaz y juicioso.Ella había decidido ser religiosa, sus padres ya fallecidos se sorprendieron de la decisión de ella, dejar una vida de lujos por la pobreza de un convento, no era lo que habían soñado para ella.Nunca se metieron en las decisiones de sus hijos, tuvieron tres, uno falleció a los quince años en un accidente de tránsito, el otro era Jacob, después seguía ella la más pequeña.Allí estaba, cuando escuchó una conversación bien acalorada entre su hermano y su sobrino, sonrió a Lucas no le atraía el matrimonio, era guapo pero no lo consideraba necesario para la vida.Ella estaba preocupada, pensando en una chica que vivía en el convento, Alisa Wright, era tan frágil, tan sumisa y muy linda.La madre superiora la había entrevistado para que ella tomara la decisión de hacerse monja, pero ella no quiso, dijo soñar con tener una familia y si era posible buscar sus orígenes.Como monja jamás iba a averiguar nada, era una vida sacrificada y ella deseaba conocer más fuera del convento; la madre superiora le había dicho que apenas cumpliera sus dieciocho años debía abandonar el lugar.La hermana Agnes sabía que ella no tenía a nadie, en tres semanas cumpliría su mayoría de edad y entonces sería lanzada a un mundo muy diferente al que ella conocía.Al escuchar la parte del sobrino Lucas, donde decía que su novia actual no le gustaba como esposa, se le ocurrió que Alissa sería una excelente candidata para esposa.Decidió esperar a Lucas sentada en un gran sofá en el elegante salón, tardaron algo de tiempo, pero si algo tenía ella era mucha paciencia.Los vió venir, Jacob la saludó cariñoso, al igual que Lucas, los abogados respetuosos inclinaron sus cabezas en señal de saludó.Cuando vió que todos iban hacia la calle se atrevió a decir.— Lucas, ¿tienes unos minutos para mí?— La voz de la hermana Agnes sonó dulce, pero muy firme.Él giró con extrañeza en su rostro y se regresó hasta donde ella diciendo:— Vayan, yo los alcanzo en la oficina— dijo Lucas a su padre y abogados.— Dime tía Agnes; ¿Qué necesitas?—dijo Lucas cariñoso.—Podemos ir a un lugar más privado— preguntó ella con cautela— no quiero que alguien venga y escuche.— Me asustas tía— dijo Lucas sonriendo— vamos a la biblioteca.Ya dentro del lugar ella pidió que cerrará bien y empezó diciendo.— Escuché parte de la conversación que tuviste con Jacob— dijo Agnes avergonzada— estaba la puerta abierta.Él movió la cabeza sonriente y dijo:— Espero y no te hayas puesto detrás de la puerta tía; ¿qué escuchaste?— Qué necesitas estar casado para ser el nuevo director de las empresas Harper & Campbell Co.— dijo Agnes— te tengo una solución.— ¡Tía! ¿Deseas casarte conmigo?— dijo Lucas bromeando— ¿Qué propones mi tía bella?—¡No seas loco!— rió Agnes— en el convento tengo una chica que cumplirá dieciocho años en tres semanas.— Te escucho tía— dijo Lucas interesado.— Ella es huérfana, no tiene a nadie— dijo la hermana Agnes—necesita un lugar donde vivir y un trabajo.—¿ Y cuál es tu propuesta?— preguntó Lucas interesado.— Qué la contrates como esposa— dijo Agnes— le pagas un sueldo y ella te ayuda a que seas el director de las empresas, sin casarte con la estirada de Lydia.Lucas soltó una carcajada con espontaneidad ante la solución de la tía Agnes.— ¿No te gusta la idea?— preguntó la hermana Agnes contrariada.— ¡Al contrario tía!— exclamó Lucas— ¡Es lo más genial que he escuchado!— ¡Qué bueno que te gusta, ella se llama Alyssa Wright, es tímida y sumisa— dijo Agnes— yo le diré que es solo un trabajo, tendrá que vivir acá.— Claro tía Agnes— dijo Lucas— me pondré a trabajar en los detalles, para hacer un buen contrato, dónde se beneficie ella y yo por supuesto.— Me parece bien sobrino— dijo Agnes— así no te sentirás atado a una chica odiosa como Lydia, Alyssa será perfecta para ser tu esposa por contrato.— ¡Ah tía Agnes, escuchaste bastante de la reunión con papá— dijo Lucas sonriendo.— ¡Te dije que la puerta estaba abierta!— se defendió la tía Agnes con una gran sonrisa.Lucas salió más relajado después de hablar con su tía Agnes, tenía tanto temor al ir y proponer a Lydia que se casaran, era una mujer hermosa, pero tan superficial, materialista.No era la mujer con quien tendría a sus hijos, le había gustado la idea de la tía Agnes, sería un matrimonio arreglado, no habría compromiso, solo para cubrir las apariencias.Haría un contrato donde ella tenía derecho a su privacidad al igual él, ninguno se meteria en la vida del otro pero ante la familia Harper y los Campbell serian todo un suceso de pareja.No habria vida íntima, cada quien en su habitación, para eso necesitaba comprar su propia casa, vivir donde sus padres no era una buena opción, necesitaba conocer pronto a esa chica que será su futura esposa. Nadie tenía porqué enterarse,sería un secreto entre su tia Agnes él y la chica por supuesto, no recordaba el nombre, bueno ya habría tiempo de ir conociéndose.Por lo pronto hablaría con su tía para finiquitar lo del contrato, lo del pago o sueldo
Lucas Harper, rió de buena gana al escuchar a la chica y se volvió para mirar a su tía Agnes quien lo miraba con ojos llenos de picardía, y se alzaba de hombros.— Tía Agnes, muy tímida la joven ¿No?— le dijo Lucas divertido.— Señor Lucas, usted tiene un problema y yo puedo ayudarlo,— dijo Alyssa— yo tengo problemas, usted me puede ayudar.— Lo sé, solo que me sorprende que seas tan despierta para hacer negocios— dijo Lucas— me esperaba alguien, más tímida, pero tienes las uñas afiladas.Lucas soltó nuevamente una carcajada a lo que la chica reaccionó levantándose para retirarse.— Creo que mejor me voy a mi cuarto señor— dijo Alyssa — yo tengo cosas que hacer.— ¡Hey!— exclamó Lucas— ¿Por qué te vas? ¡No hemos terminado!— Usted solo se está burlando — dijo la chica— y yo no estoy para sus burlas.— A ver, vamos aclarando bien los términos— dijo Lucas— solo me sorprende lo buen negociante que eres, esperaba a alguien sumiso, por eso mi risa, no por burla. Alyssa, volvió a sentarse,
Candy Wright,era una chica de origen muy pobre, tenía que trabajar para ganarse la vida, su madre tenía 2 hijos más, ella era la mayor, no conoció a su padre, muy poco fue a la escuela, había que trabajar para poder comer. A los doce años empezó a trabajar en casa de gente rica, así fue llenando su vida de experiencias domésticas, a los dieciocho años trabajaba en una casa donde había un joven también de unos dieciocho años, quien empezó a enamorar a Candy. Las promesas eran diarias; que la amaba, que la sacaría de la pobreza, que confiara en él, así poco a poco la fue convenciendo y así terminaron, durmiendo juntos. Un día, ella le dijo que estaba embarazada ¿que iba a hacer? Deberían casarse y buscar un lugar para vivir! Él le dijo, que hablaría con su madre, para que los dejara vivir allí. La madre del muchacho se enojó mucho, le gritó que él jamás podría casarse con ella, que Candy era muy poca cosa, él le dijo a su madre que ella estaba esperando un hijo de él. Su patro
— Sí madre, es mi sobrino— dijo Agnes.— Espero y no sea una travesura suya, hermana Agnes— dijo la madre superiora.La religiosa movió su cabeza en señal negativa, pero la madre superiora no quedó muy convencida de ésta historia. Mientras, Lucas había llegado a casa de su padre, este se quedó mirando extrañado a su hijo.— ¡Como que te gustó mucho el convento Lucas!— dijo Jacob Harper—¿Tardaste tanto tiempo con tu tía Agnes?— Con mi tía Agnes, no,— dijo Lucas con cara de embeleso— papá conocí a la mujer que hará que termine mi soltería para siempre. — ¡No me digas!— exclamó Jacob con incredulidad—¿ y qué pasará con Lydia?— Mandarla a volar, papá— dijo Lucas con decisión— te dije que esa mujer no es para matrimonio, en cambio está chica. Mostró una foto en su celular a su padre y éste exclamó:— ¡Lucas, pero si es una monja! ¡Te has vuelto loco!— dijo Jacob contrariado.— Papá, no es ninguna monja, es una chica que ofrece su trabajo de oficina allí— explicó Lucas— y debe vestir a
Era el día del cumpleaños de Alyssa, tenía expectativas en cuánto a lo que sucedería, estaba ordenando sus cosas en su pequeño cuarto, cuándo entró la hermana Agnes, tenía una caja en su mano con un pequeño paquete. — Por fin llegó el día de entregarte esto que te pertenece— dijo la hermana— toma Alyssa Wright.—¿Qué es ésto hermana Agnes?—preguntó la chica con cara de curiosidad. Alyssa, abrió el paquete y abrió sus ojos ante la belleza de la joya.—¿De dónde sacaste esto?— preguntó la muchacha. — Eso, mi querida niña, vino contigo alrededor de tu cuello —dijo Agnes— allí podría estar el misterio de tu nacimiento, es una joya de valor.— ¡Es hermosa! —dijo Alyssa con admiración.Era una cadena de eslabones entrelazados entre sí, formando una hermosa trenza, con un dije conformado por un diamante engastado en una pequeña corona de oro puro.Era realmente una hermosa joya y muy valiosa, Agnes miró a Alyssa con ternura al decir.— Tu madre debió verse obligada a abandonarte por razo
Lucas acompañó a Alyssa a su habitación, la muchacha estaba deslumbrada ante tanta belleza, el vivir dieciocho años en un convento, en una habitación que a duras penas cabía una cama pequeña y una cómoda, donde colocaba su ropa. No tenía punto de comparación con esto que tenía ante sus ojos, una habitación inmensa con una cama que podían dormir 4 personas cómodamente, mesitas, cómodas y muebles sofisticados.Ésto era como un mundo mágico para Alyssa, estaba entre fascinada y deslumbrada, jamás había visto tanta belleza junta. — Entraste con buen pie, cariño— dijo Lucas alabando su actuación—aunque te pusiste un poco tensa al recibir el beso.—No me lo esperaba—dijo ella—espero ir mejorando— tu papá es un hombre agradable, ¿cuando conoceré a tu madre?—Olvide decirte que ella falleció hace tres años— dijo Lucas con nostalgia.—¡Lo siento mucho!—dijo Alyssa.—¡Gracias!— dijo Lucas— ponte cómoda, en unas dos horas se servirá la cena.Lucas, salió hacia su propia habitación dejando a Al
A la mañana siguiente Alyssa se levantó renovada, dormir en una cama tan cómoda era tan relajante, su pequeña cama en el convento tenía tantos nudos que se levantaba con dolor de espalda.Se cambió de ropa y bajó con algo de timidez, no sabía a qué hora desayunaban allí, apenas eran las 7 de la mañana, estaba acostumbrada a levantarse muy de mañana. Le preguntó a la chica empleada si podía salir y ver los jardines de la casa y le indicaron por donde ir, ella al salir abrió los brazos para disfrutar de la pureza que se podía respirar allí. Vió que había dos hermosos ejemplares de canes, apenas la vieron se pusieron alertas, ella les empezó a hablar con voz cariñosa y ellos empezaron a lamer su mano.El hombre que los atendía se quedó sorprendido ante la reacción de los perros hacia la chica, generalmente eran bien desconfiados con los extraños, pero ella estaba acariciando la cabeza de los animales.—Disculpe señorita, es la primera vez que veo a estos animales ser amigables con algu
Alyssa sonrió con algo de incomodidad, vio la cara de Lucas y éste estaba como si fuera la mejor noticia del mundo.— ¡Vámonos Lucas, tenemos trabajo que hacer— dijo Jacob— debes también complacer a tu prometida.— Así es— dijo Lucas— se acercó a Alyssa y se despidieron con un beso en la mejilla. Ya en el auto, Jacob le dijo a Lucas.— Imagino que la chica es tímida, no le das besos en los labios.— ¡Si papá, le da algo de vergüenza — dijo Lucas— también por eso quiere vivir aparte, dice que le daría pena que la vean. — Es una chica conservadora— dijo Jacob— ya no hay muchas así, la mayoría de las mujeres son tan fatuas y vacías. — Sí, es una suerte haberla conocido— dijo Lucas.— ¡Así mismo hijo!—dijo Jacob— Es una suerte que Alyssa vaya a ser parte de la familia. Lucas sintió alivio por tener solucionado la parte de su boda, pero le fastidiaba que su padre estuviera alabando a cada instante a Alyssa, le provocaba decirle "si te gusta tanto quédate con ella", pero se contenía po