Cap 87La estadía en la clínica de Candy por su bebé fueron por dos días, donde toda la familia estuvo organizando la bienvenida del bebé, acá los estaba esperando una muy buena celebración, ya que la estaba a cargo de todo era la tía Agnes. Dos días después, todo era alegría y fiesta, el niño de Alyssa, corría por todo el lugar, feliz de recibir a su tío, la niña que también ya estaba crecidita, aunque aún no caminaba, participaba. Su participación era con expresiones, que cautivaba a todos, la familia se sentía feliz de poder disfrutar de la llegada de un nuevo miembro a la casa. Alyssa y Lucas querían que Candy y Oliver sintieran en esa celebración todo el amor que ellos sentían, la casa estaba invadida por la celebración. Cuando Oliver se asomó con el auto hasta la entrada de la casa, allí estaban todos, hasta los hermanos de ella fueron invitados para unirse a la bienvenida del nuevo miembro de la familia de los Campbell-Wrigt. La cara de ella se iluminó de felicidad, era
Cap 88—¿Para cuando te gustaría, que lo hagamos? — preguntó él. — Si es por mí, mañana mismo podemos irnos— dijo de ella. Lucas, rio de buena gana, al escuchar a su mujer. — Lo sé cariño, pero vamos a buscar un huequito en mi trabajo, que puede ser en cualquier momento, en tres semanas— dijo Lucas. — ¡Me parece fabuloso, mi amor!— dijo ella. — Entonces ésto ya quedó así, en tres semanas, nos vamos a una luna de miel, vamos a hablar con la tía Agnes, con las niñeras, y ver cuántos días podemos estar; ¿te parece? — ¡Me parece!— dijo ella. Lucas, se dirigió a la oficina, cada día era un desafío, el tener que separarse de su mujer, sí era por él, le gustaría estar constantemente al lado de ella. Apenas Lucas salió, Alyssa se puso a trabajar en el diseño de interiores, también a llamar a algunos clientes, que tenía pendientes; más tarde se reunió con la tía Agnes y habló con ella, de lo que estaba planificando. —¡Me parece fabuloso sobrina, que tengan un tiempo para ustedes dos
Cap 89Los días se fueron muy rápido para todos, Lucas y Alyssa ya tenían todo listo para pasar una semana para estar ellos dos solos, habían hecho las reservaciones en un lugar en el Caribe que era de ensueño e ideal para los novios o recién casados. Tomaron su vuelo, dejando sus retoños en las manos de la tía y el abuelo, dispuestos a comportarse por unos pocos días como un par de recién casados para disfrutar de una merecida Luna de miel. Lucas, había hecho algunas compras para usarlas una vez estuviera a solas con su esposa, todo formaba parte de una sorpresa para ella. El lugar era realmente un paraíso por lo hermoso, aguas cristalinas y quieras confirmaban el mar donde se iban a bañar, además de hermosas piscinas naturales, era todo diseñado para el disfrute del turista. En el hotel, estuvieron muy temprano, así que tuvieron parte del día para disfrutar de las maravillas que tenían a los alrededores del hotel, se fueron de paseo, se bañaron en la playa que parecía una pisci
Jacob Harper se encontraba reunido con sus abogados y su hijo Lucas, discutían sobre quién tomaría las riendas de las empresas Harper & Campbell Co. Había una norma, más que esto era una regla o exigencia desde tiempos memorables impuesta por los ancestros de ambas familias. Lucas estaba reacio a cumplir con esta exigencia, le parecía un absurdo,que para heredar la dirección de las empresas tenías que estar casado. — ¡No me parece justo papá!— se defendió Lucas— soy un hombre de negocios y una esposa no mejorará mi olfato para desempeñarme con un exitoso CEO. — ¡Yo no puse las reglas, Lucas!— exclamó Jacob — existen desde hace mucho y solo porque no creas en el matrimonio, no puedes desestimarlas. Lucas suspiró y dijo: — ¿Entonces que hago? Yo no voy a casarme con la estirada de Lydia. — ¿Por qué andas con ella?— preguntó Jacob Harper. — Solo es mujer para un rato papá— dijo Lucas fastidiado. — ¡Entonces busca a otra, pero necesito que estés casado este año!—exigió Jacob
Lucas salió más relajado después de hablar con su tía Agnes, tenía tanto temor al ir y proponer a Lydia que se casaran, era una mujer hermosa, pero tan superficial, materialista.No era la mujer con quien tendría a sus hijos, le había gustado la idea de la tía Agnes, sería un matrimonio arreglado, no habría compromiso, solo para cubrir las apariencias.Haría un contrato donde ella tenía derecho a su privacidad al igual él, ninguno se meteria en la vida del otro pero ante la familia Harper y los Campbell serian todo un suceso de pareja.No habria vida íntima, cada quien en su habitación, para eso necesitaba comprar su propia casa, vivir donde sus padres no era una buena opción, necesitaba conocer pronto a esa chica que será su futura esposa. Nadie tenía porqué enterarse,sería un secreto entre su tia Agnes él y la chica por supuesto, no recordaba el nombre, bueno ya habría tiempo de ir conociéndose.Por lo pronto hablaría con su tía para finiquitar lo del contrato, lo del pago o sueldo
Lucas Harper, rió de buena gana al escuchar a la chica y se volvió para mirar a su tía Agnes quien lo miraba con ojos llenos de picardía, y se alzaba de hombros.— Tía Agnes, muy tímida la joven ¿No?— le dijo Lucas divertido.— Señor Lucas, usted tiene un problema y yo puedo ayudarlo,— dijo Alyssa— yo tengo problemas, usted me puede ayudar.— Lo sé, solo que me sorprende que seas tan despierta para hacer negocios— dijo Lucas— me esperaba alguien, más tímida, pero tienes las uñas afiladas.Lucas soltó nuevamente una carcajada a lo que la chica reaccionó levantándose para retirarse.— Creo que mejor me voy a mi cuarto señor— dijo Alyssa — yo tengo cosas que hacer.— ¡Hey!— exclamó Lucas— ¿Por qué te vas? ¡No hemos terminado!— Usted solo se está burlando — dijo la chica— y yo no estoy para sus burlas.— A ver, vamos aclarando bien los términos— dijo Lucas— solo me sorprende lo buen negociante que eres, esperaba a alguien sumiso, por eso mi risa, no por burla. Alyssa, volvió a sentarse,
Candy Wright,era una chica de origen muy pobre, tenía que trabajar para ganarse la vida, su madre tenía 2 hijos más, ella era la mayor, no conoció a su padre, muy poco fue a la escuela, había que trabajar para poder comer. A los doce años empezó a trabajar en casa de gente rica, así fue llenando su vida de experiencias domésticas, a los dieciocho años trabajaba en una casa donde había un joven también de unos dieciocho años, quien empezó a enamorar a Candy. Las promesas eran diarias; que la amaba, que la sacaría de la pobreza, que confiara en él, así poco a poco la fue convenciendo y así terminaron, durmiendo juntos. Un día, ella le dijo que estaba embarazada ¿que iba a hacer? Deberían casarse y buscar un lugar para vivir! Él le dijo, que hablaría con su madre, para que los dejara vivir allí. La madre del muchacho se enojó mucho, le gritó que él jamás podría casarse con ella, que Candy era muy poca cosa, él le dijo a su madre que ella estaba esperando un hijo de él. Su patro
— Sí madre, es mi sobrino— dijo Agnes.— Espero y no sea una travesura suya, hermana Agnes— dijo la madre superiora.La religiosa movió su cabeza en señal negativa, pero la madre superiora no quedó muy convencida de ésta historia. Mientras, Lucas había llegado a casa de su padre, este se quedó mirando extrañado a su hijo.— ¡Como que te gustó mucho el convento Lucas!— dijo Jacob Harper—¿Tardaste tanto tiempo con tu tía Agnes?— Con mi tía Agnes, no,— dijo Lucas con cara de embeleso— papá conocí a la mujer que hará que termine mi soltería para siempre. — ¡No me digas!— exclamó Jacob con incredulidad—¿ y qué pasará con Lydia?— Mandarla a volar, papá— dijo Lucas con decisión— te dije que esa mujer no es para matrimonio, en cambio está chica. Mostró una foto en su celular a su padre y éste exclamó:— ¡Lucas, pero si es una monja! ¡Te has vuelto loco!— dijo Jacob contrariado.— Papá, no es ninguna monja, es una chica que ofrece su trabajo de oficina allí— explicó Lucas— y debe vestir a