— Sí madre, es mi sobrino— dijo Agnes.
— Espero y no sea una travesura suya, hermana Agnes— dijo la madre superiora.
La religiosa movió su cabeza en señal negativa, pero la madre superiora no quedó muy convencida de ésta historia.
Mientras, Lucas había llegado a casa de su padre, este se quedó mirando extrañado a su hijo.
— ¡Como que te gustó mucho el convento Lucas!— dijo Jacob Harper—¿Tardaste tanto tiempo con tu tía Agnes?
— Con mi tía Agnes, no,— dijo Lucas con cara de embeleso— papá conocí a la mujer que hará que termine mi soltería para siempre.
— ¡No me digas!— exclamó Jacob con incredulidad—¿ y qué pasará con Lydia?
— Mandarla a volar, papá— dijo Lucas con decisión— te dije que esa mujer no es para matrimonio, en cambio está chica.
Mostró una foto en su celular a su padre y éste exclamó:
— ¡Lucas, pero si es una monja! ¡Te has vuelto loco!— dijo Jacob contrariado.
— Papá, no es ninguna monja, es una chica que ofrece su trabajo de oficina allí— explicó Lucas— y debe vestir así para no desentonar con el ambiente.
— No se, Lucas, a mi me parece que encontraste un nuevo juguete para pasar el tiempo— dijo Jacob decepcionado— así evitaras el casarte para heredar la dirección.
—¡Papá, confía en mí!— dijo Lucas muy serio— te dije que en un mes estaría casado y así será; ¡Me casaré con Alyssa Wright, estoy enamorado papá!
— ¿Estás hablando en serio, hijo?—preguntó Jacob, aún incrédulo— no es una chica de sociedad.
— ¡Y a quién le importa eso, papá!— exclamó Lucas— es la mujer de mi vida, con la que deseo tener familia, te daré nietos, Jacob Harper.
— ¡Bendita sea esa muchacha, que te hizo recuperar la cordura!— dijo Jacob Harper emocionado— soñé tanto con este día.
— ¡Pues, ya llegó papá!— aseguró Lucas —¡Busca una botella del mejor champagne, porque hay que celebrar!
—¿Cuándo voy a conocer a esa maravillosa mujer, Lucas?— preguntó Jacob Harper.
— En unos días papá — prometió Lucas Harper— te aseguro que tú también, te enamoraras de ella.
— Yo, no necesito enamorarme de ella— dijo Jacob sonriendo— tú eres el único que necesitas estar enamorado.
Así, Lucas Harper convenció a su padre de que ya todo estaba listo para formalizar su vida amorosa, casarse y tener una familia.
Su tía Agnes, había tenido una idea maravillosa como ésta, tener una esposa por contrato, una chica que actuaría, como muy bien lo había dicho Alyssa y todos felices.
Jacob Harper se metió en su estudio con una sonrisa llena de satisfacción, por fin su muchacho, se comportaría a la altura de lo que se esperaba de él.
Que increíble que había conseguido a la mujer de su vida, en un convento, se había ofrecido a llevar a la tía Agnes y allí estaba el propósito de todo.
Aunque estaba con un traje de noviciado, se le veían facciones bonitas, había algo en esa chica que le recordó otro rostro, pero eran cosas de él, nunca la había visto antes.
Esa tarde se reunió con algunos viejos amigos, entre ellos estaba Oliver Campbell, no era su amigo propiamente, tenían muchos años de diferencia entre ellos, pero siempre los Harper y los Campbell desde tiempos memorables tenían negocios en común.
Tenían algún tiempo sin verse, había estado fuera del país por algún tiempo, iba a reunirse por cuenta de Richard Campbell, que deseaba darle la bienvenida a su tío.
Lo habían invitado y no quería dejar en visto la invitación, sería de muy mal gusto desairar a ésta importante familia; así que salió para disfrutar un rato con ellos.
Cuando llegó, ya habían muchas personas, Richard Campbell le dió la bienvenida con su aire pomposo, entendía a Lucas, cuando lo calificaba de ser odioso.
— ¡Mi querido socio!— saludó Richard Campbell— ¡Que honor tenerte con nosotros!
— Gracias Richard— dijo Jacob con sinceridad— ¿Ya está acá, tu tío Oliver?
En ese preciso momento, entraba Oliver Campbell al salón, el murmullo de los presentes se dejó escuchar, en el momento de la entrada del hombre.
Richard Campbell tomó la palabra dirigiéndose a los presentes y en especial a su tío Oliver.
— Damas y caballeros, acá con nosotros nuevamente Oliver Campbell, mi adorado tío, a quien le doy una calurosa bienvenida — dijo Richard Campbell con su aire pomposo.
El salón se oyó un estruendoso aplauso, muchos de los presentes se acercaron a saludar, viejos amigos y compañeros, el mismo Jacob, se acercó y le dió un abrazo.
— ¡Caray Oliver Campbell, es un placer volver a verte muchacho!— saludó Jacob Harper, dándole palmadas en la espalda.
— Así es Jacob, me encanta verte, muchos años sin compartir una reunión— dijo Oliver— la última vez fue cuándo me casé, hace diez años.
— Así es, tu esposa ¿vino contigo?— preguntó Jacob.
— No, Jacob me divorcié hace dos años— dijo Oliver.
— ¡Caray, lo siento!— dijo Jacob— no sabía, qué imprudente.
— No te preocupes, casi nadie lo sabe— es mejor estar solo, cuando no hay amor, mi viejo.
— Eso es muy cierto — dijo Jacob solidario— yo estoy viudo y así pienso quedarme.
Los dos rieron y se concentraron en conversar de diferentes temas, ésto hizo que el tiempo para Jacob pasara muy rápido, cuando se dió cuenta ya eran las once de la noche.
— De verdad que fue un placer volver a verte Oliver,— dijo Jacob— a ver cuando me visitas y conversamos un rato.
— Te tomaré la palabra, mi viejo amigo— hay muchas cosas que aún no olvido, siempre me diste buenos consejos — dijo Oliver Campbell.
Jacob Harper salió contento, había sido un buen día, de camino a casa empezó a recordar a Oliver, cuando apenas tenía dieciocho años, él se había casado recientemente y su esposa estaba embarazada de Lucas.
Oliver estaba desesperado, se había enamorado de una chica, quien trabajaba en la casa de su madre como empleada doméstica,y su mamá la había botado a la calle, lo peor era que la muchacha esperaba al hijo de ambos.
Le había dado algunos consejos, los padres de Oliver eran muy severos y clasistas, lo enviaron a Europa para alejarlo de aquel romance.
Después, cuando lo volvió a ver ya estaba más adulto, unos años después se casó con una mujer desagradable, creía que lo había hecho por fregarle la vida a sus estirados padres; después de eso, hasta ahora que lo volvía a ver.
No sabía si tenía hijos, ni siquiera que se había divorciado, después de la historia con esa chica, su mirada era triste y vacía, parecía que si se había enamorado de esa pobre muchacha.
Era el día del cumpleaños de Alyssa, tenía expectativas en cuánto a lo que sucedería, estaba ordenando sus cosas en su pequeño cuarto, cuándo entró la hermana Agnes, tenía una caja en su mano con un pequeño paquete. — Por fin llegó el día de entregarte esto que te pertenece— dijo la hermana— toma Alyssa Wright.—¿Qué es ésto hermana Agnes?—preguntó la chica con cara de curiosidad. Alyssa, abrió el paquete y abrió sus ojos ante la belleza de la joya.—¿De dónde sacaste esto?— preguntó la muchacha. — Eso, mi querida niña, vino contigo alrededor de tu cuello —dijo Agnes— allí podría estar el misterio de tu nacimiento, es una joya de valor.— ¡Es hermosa! —dijo Alyssa con admiración.Era una cadena de eslabones entrelazados entre sí, formando una hermosa trenza, con un dije conformado por un diamante engastado en una pequeña corona de oro puro.Era realmente una hermosa joya y muy valiosa, Agnes miró a Alyssa con ternura al decir.— Tu madre debió verse obligada a abandonarte por razo
Lucas acompañó a Alyssa a su habitación, la muchacha estaba deslumbrada ante tanta belleza, el vivir dieciocho años en un convento, en una habitación que a duras penas cabía una cama pequeña y una cómoda, donde colocaba su ropa. No tenía punto de comparación con esto que tenía ante sus ojos, una habitación inmensa con una cama que podían dormir 4 personas cómodamente, mesitas, cómodas y muebles sofisticados.Ésto era como un mundo mágico para Alyssa, estaba entre fascinada y deslumbrada, jamás había visto tanta belleza junta. — Entraste con buen pie, cariño— dijo Lucas alabando su actuación—aunque te pusiste un poco tensa al recibir el beso.—No me lo esperaba—dijo ella—espero ir mejorando— tu papá es un hombre agradable, ¿cuando conoceré a tu madre?—Olvide decirte que ella falleció hace tres años— dijo Lucas con nostalgia.—¡Lo siento mucho!—dijo Alyssa.—¡Gracias!— dijo Lucas— ponte cómoda, en unas dos horas se servirá la cena.Lucas, salió hacia su propia habitación dejando a Al
A la mañana siguiente Alyssa se levantó renovada, dormir en una cama tan cómoda era tan relajante, su pequeña cama en el convento tenía tantos nudos que se levantaba con dolor de espalda.Se cambió de ropa y bajó con algo de timidez, no sabía a qué hora desayunaban allí, apenas eran las 7 de la mañana, estaba acostumbrada a levantarse muy de mañana. Le preguntó a la chica empleada si podía salir y ver los jardines de la casa y le indicaron por donde ir, ella al salir abrió los brazos para disfrutar de la pureza que se podía respirar allí. Vió que había dos hermosos ejemplares de canes, apenas la vieron se pusieron alertas, ella les empezó a hablar con voz cariñosa y ellos empezaron a lamer su mano.El hombre que los atendía se quedó sorprendido ante la reacción de los perros hacia la chica, generalmente eran bien desconfiados con los extraños, pero ella estaba acariciando la cabeza de los animales.—Disculpe señorita, es la primera vez que veo a estos animales ser amigables con algu
Alyssa sonrió con algo de incomodidad, vio la cara de Lucas y éste estaba como si fuera la mejor noticia del mundo.— ¡Vámonos Lucas, tenemos trabajo que hacer— dijo Jacob— debes también complacer a tu prometida.— Así es— dijo Lucas— se acercó a Alyssa y se despidieron con un beso en la mejilla. Ya en el auto, Jacob le dijo a Lucas.— Imagino que la chica es tímida, no le das besos en los labios.— ¡Si papá, le da algo de vergüenza — dijo Lucas— también por eso quiere vivir aparte, dice que le daría pena que la vean. — Es una chica conservadora— dijo Jacob— ya no hay muchas así, la mayoría de las mujeres son tan fatuas y vacías. — Sí, es una suerte haberla conocido— dijo Lucas.— ¡Así mismo hijo!—dijo Jacob— Es una suerte que Alyssa vaya a ser parte de la familia. Lucas sintió alivio por tener solucionado la parte de su boda, pero le fastidiaba que su padre estuviera alabando a cada instante a Alyssa, le provocaba decirle "si te gusta tanto quédate con ella", pero se contenía po
Lydia sintió un golpe en su estómago al escuchar el nombre de la chica y dijo:— Así que tú eres Alyssa— dijo Lydia.— Si soy Alyssa, entonces usted es la novia que dejaron plantada— dijo Alyssa con voz ácida.Lydia levantó la mano y Alyssa la agarró con firmeza y con voz muy suave pero peligrosa le dijo:— ¡Tenga mucho cuidado con lo que hace! Estás muy equivocada, soy la prometida de Lucas, no tengo culpa de que no te hayan escogido.— ¡Vamos Lydia, sal de mi casa!— dijo Lucas— ya fui claro contigo, todo terminó entre tu y yo.Lidya apretó la mandíbula y alzó el rostro dio media vuelta y salió sin decir nada, en ese momento venía entrando Jacob y al verla dijo:— ¡Hay que tener dignidad!— Jacob dijo esto duramente. Lucas al ver a su padre se volvió hacía Alyssa y dijo: — Almorzamos y salimos amor— la voz de lucas era cariñosa.— ¡Está bien!—dijo Alyssa— pobre chica, no me gustaría estar en sus zapatos. — ¡Tú jamás podrás compararte con esa verdulera Alyssa — dijo Jacob orgulloso—
— ¿Papá vas a invitar a los Campbell?— dijo Lucas— no quiero a Richard con su cara sarcástica en mi boda.— Solo pensaba invitar a Oliver Campbell— dijo Jacob —estuvo dieciocho años fuera del país y volvió hace poco, además es mi amigo personal y muy diferente a Richard. — Ojalá no se vaya a querer colar Richard — dijo Lucas.— Prometo.qur le dire a Oliver que solo él está invitado— dijo Jacob a su hijo.Alyssa veía que entre estas dos familias no había muy buenas relaciones. — Yo no recuerdo a ese Oliver Campbell, ¿es de tu edad?—preguntó Lucas.— No, es un hombre joven, quizás unos treinta y seis años o menos— dijo Jacob— tendrías tú, unos siete años cuando él se fue al extranjero. —Por eso no lo recuerdo, será el único Campbell agradable de esa familia— dijo Lucas, todos son unos pesados y desagradables. — Mira que ahora que lo dices, es cierto— dijo Jacob— de hecho se fue al extranjero por un lío con sus padres, hizo vida propia y amado su propia fortuna,no quiso depender de
— ¡No diga eso Jacob! — dijo Alyssa toda roja por la vergüenza.— Cuando yo le hablé a mi padre de tí, le dije que se enamoraría de ti— dijo Lucas divertido — así que ten cuidado papá y no vayas a quitarme a mi esposa.— Eres un loco Lucas —dijo Jacob — Alyssa es como una hija para mí.— ¡Es broma papá!— dijo Lucas divertido.Todos rieron ante las ocurrencias de Lucas, todo estaba listo para la boda, la casa con decoración nueva, se veía elegante, con flores está vez ayudada por las floristerías, adornada para la ocasión.No habrían muchos invitados, solo unos cuantos ejecutivos, amigos de Lucas, de Jacob, entre todos no llegaban a veinte personas.Lucas y Alyssa querían algo muy íntimo y así lo hicieron, los invitados fueron llegando al gran salón disponible para la celebración de la boda.Alyssa le habían colocado un maquillaje muy sencillo, el pelo recogido a un lado de su cara dejado la otra parte del cabello caer en cascada, la hacía ver sofisticada y elegante.Un vestido blanco
Jacob se despidió y Agnes también se despidió, era más de medianoche y se sentían agotados; Alyssa y Lucas bostezaron. — ¿En dónde dormiremos en tu cuarto o el mío?—preguntó Lucas.— Recuerda que tenemos una habitación preparada— dijo Alyssa— de hecho ni siquiera la he visto. —¿Estás dispuesta a dormir conmigo esta noche?— preguntó con picardía Lucas.— ¿Por qué, tienes malas intenciones? — preguntó Alyssa muy seriamente. — ¡Al contrario tengo muy buenas intenciones!—dijo Lucas riendo.Subieron a ver qué tal estaba su nueva habitación, total allí habían llevado todas sus pertenencias, así que era obligatorio ir hasta allá para poder cambiarse de ropa.La habitación era muy amplia, si era posible, Alyssa, pensaba que de esa habitación podrían hacer una casa completa. Ella fue hasta el vestidor y se cambió de ropa, cuando salió ya lucas estaba dándose un baño, ella aprovechó para buscar una bata de baño y también entrar al baño y asearse. Unos minutos más tarde al salir del baño,