Era el día del cumpleaños de Alyssa, tenía expectativas en cuánto a lo que sucedería, estaba ordenando sus cosas en su pequeño cuarto, cuándo entró la hermana Agnes, tenía una caja en su mano con un pequeño paquete.
— Por fin llegó el día de entregarte esto que te pertenece— dijo la hermana— toma Alyssa Wright.
—¿Qué es ésto hermana Agnes?—preguntó la chica con cara de curiosidad.
Alyssa, abrió el paquete y abrió sus ojos ante la belleza de la joya.
—¿De dónde sacaste esto?— preguntó la muchacha.
— Eso, mi querida niña, vino contigo alrededor de tu cuello —dijo Agnes— allí podría estar el misterio de tu nacimiento, es una joya de valor.
— ¡Es hermosa! —dijo Alyssa con admiración.
Era una cadena de eslabones entrelazados entre sí, formando una hermosa trenza, con un dije conformado por un diamante engastado en una pequeña corona de oro puro.
Era realmente una hermosa joya y muy valiosa, Agnes miró a Alyssa con ternura al decir.
— Tu madre debió verse obligada a abandonarte por razones sociales, porque es valiosa ésta joya, y no todo el mundo la posee,—dijo la monja reflexiva.
—Es decir hermana, que ella debió enamorarse de alguien que no era de su condición social —dijo Alyssa— seguramente sufrió mucho al tener que dejarme.
— Allí tienes una pista, debes venir de una buena familia que no quiso que tu madre tuviera un bebé — dijo la monja.
— ¡Gracias por guardarla hermano Agnes! Esto representa mucho para mi—dijo Alyssa emocionada.
Unos días después, llegó Lucas Harper al convento, Alyssa salió con su maleta con todo lo que había logrado obtener con el dinero que le había abonado.
Estaba vestida con una falda que le quedaba cuatro dedos por encima del muslo, haciendo notar sus bien formadas piernas, ceñida a sus hermosas caderas, que le hacían resaltar sus redondeadas nalgas y estrecha cintura.
Una blusa de seda en rosa pálido de mangas por encima del codo, abotonada hasta el nacimiento de sus senos, luciendo su hermosa joya colgada al cuello.
Tenía el cabello recogido en una cola de caballo, denotando su extrema juventud.
Lucas al verla trago fuerte, era hermosa la muchacha.
— Hola, ¿como te sientes?— saludó Lucas bastante frío y distante.
— Estoy bien, —dijo Alyssa— un tanto nerviosa realmente—confesó con sinceridad.
—¡Hola tía Agnes!— saludó Lucas cariñoso.
Se acercó hasta la hermana Agnes y le estampó un beso en su mejilla sonrosada.
—¡Hola, mi sobrino bello!— respondió ella con cariño— ya llegó el momento, espero y les vaya bien en este plan.
— Nos irá bien tía—dijo Lucas optimista— si cada uno respeta las reglas, nada fallará.
— Yo por mi parte pienso hacerlo— dijo Alyssa.
—¿Nos vamos entonces?—preguntó Lucas.
Alyssa, abrazó fuertemente a la hermana Agnes, era el último eslabón entre ella y su infancia solitaria, allí quedaba toda su niñez para siempre.
Salió al lado de un hombre que era un perfecto desconocido para ella, pero que por medio de un convenio de trabajo, sería su esposo de ahora en adelante.
Al llegar a casa de los Harper se quedó vislumbrada por el tamaño de la mansión, tenía tantas habitaciones como un colegio pensó Alyssa, un gran salón decorado con muebles cómodos y de exquisita elaboración.
Grandes ventanales, puertas de madera fina, espejos y colecciones de cuadros que debían valer una fortuna, estaba admirada ante tanto lujo y esplendor.
Lucas, notando la cara de admiración de Alyssa al entrar dijo:
— ¿Te gusta mi casa, mi amor?— preguntó Lucas sonriendo.
Ella dio un respingo, al oír como la llamaba Lucas, recordando cuál era su papel allí.
—¡Es magnífica cariño!— dijo Alyssa con mucha seguridad.
—¡Ahora vas a conocer a mi padre, mi amor— dijo Lucas .
Pidió a una de las empleadas que llevara la maleta a la habitación que le habían designado, la tomó de la mano y se dirigió hasta la biblioteca que era el lugar favorito de su padre.
—¡Hola papá!— saludó Lucas—¡ Traje a mi novia, para que la conozcas!
Jacob Harper, al ver a la chica se sintió emocionado y admirado.
— ¡Mucho gusto hermosa señorita!— dijo el padre de Lucas, todo caballero— soy Jacob Harper.
Le tomó la mano y le dio un somero beso.
— ¡Un placer, señor Harper!—dijo Alyssa con voz firme— Soy Alyssa Wright.
—¡Alyssa, llámame Jacob!— dijo el padre de Lucas— me encanta esta joven, Lucas.
— ¡Te dije que te enamorarías de ella, cuando la conocieras!— dijo Lucas divertido.
— No le hagas caso Alyssa— dijo Jacob— me refiero a tu seguridad al hablar, tu elegancia y aplomo como mujer, a pesar de que eres muy joven.
—¡Gracias Jacob, es usted muy amable— dijo ella encantada de las palabras de su futuro suegro.
— ¿Y para cuando será la boda?— preguntó Jacob.
— ¡En un mes exactamente!— dijo Lucas —iremos viendo mientras, una casa para nuestro nido de amor.
—¡Acá hay suficiente espacio Lucas!— dijo Jacob— pueden vivir acá perfectamente.
— Papá me gustaría tener mi propia casa— se excusó Lucas con su padre.
— ¿Y a ti Alyssa, no te gustaría vivir acá?— preguntó Jacob.
— ¡Sería un honor, me encanta su casa, pero Lucas tiene razón, no hay nada como tener algo nuestro — dijo Alyssa mirando al padre de Lucas muy segura.
— ¡Sigo sosteniendo,me encanta esta chica!— dijo Jacob, con alegría — nos vamos a llevar bien.
— Vayamos a prepararnos para cenar mi amor— dijo Lucas.
Ella volteó su rostro hacia él en ese momento y Lucas que la tenía abrazada por la cintura, le dio un tierno beso sobre los labios, Alyssa se tenso por unos breves segundos y después se relajó un poco.
Salieron dejando a Jacob satisfecho por la elección que había hecho su hijo Lucas, le fascinaba Alyssa, al principio al verla le pareció muy joven, pero al escuchar cómo respondía, asomó una mujer muy segura a pesar de su juventud.
Tendría unos nietos hermosos, Alyssa era una chica bellísima, definitivamente Lucas había elegido bien.
También él se fue a preparar para la cena, antes llamó a una empleada doméstica y le dijo:
—Espero y hayan preparado platillos especiales, tenemos una invitada de lujo hoy— exigió Jacob.
— Sí señor, su hijo Lucas nos advirtió que hoy vendría su novia— dijo la empleada.
—Mi hijo siempre piensa en todo —dijo Jacob complacido.
Salió hacia su habitación, se sentía feliz ese día, por fin su hijo estaría casado y al frente de todo.
Lucas acompañó a Alyssa a su habitación, la muchacha estaba deslumbrada ante tanta belleza, el vivir dieciocho años en un convento, en una habitación que a duras penas cabía una cama pequeña y una cómoda, donde colocaba su ropa. No tenía punto de comparación con esto que tenía ante sus ojos, una habitación inmensa con una cama que podían dormir 4 personas cómodamente, mesitas, cómodas y muebles sofisticados.Ésto era como un mundo mágico para Alyssa, estaba entre fascinada y deslumbrada, jamás había visto tanta belleza junta. — Entraste con buen pie, cariño— dijo Lucas alabando su actuación—aunque te pusiste un poco tensa al recibir el beso.—No me lo esperaba—dijo ella—espero ir mejorando— tu papá es un hombre agradable, ¿cuando conoceré a tu madre?—Olvide decirte que ella falleció hace tres años— dijo Lucas con nostalgia.—¡Lo siento mucho!—dijo Alyssa.—¡Gracias!— dijo Lucas— ponte cómoda, en unas dos horas se servirá la cena.Lucas, salió hacia su propia habitación dejando a Al
A la mañana siguiente Alyssa se levantó renovada, dormir en una cama tan cómoda era tan relajante, su pequeña cama en el convento tenía tantos nudos que se levantaba con dolor de espalda.Se cambió de ropa y bajó con algo de timidez, no sabía a qué hora desayunaban allí, apenas eran las 7 de la mañana, estaba acostumbrada a levantarse muy de mañana. Le preguntó a la chica empleada si podía salir y ver los jardines de la casa y le indicaron por donde ir, ella al salir abrió los brazos para disfrutar de la pureza que se podía respirar allí. Vió que había dos hermosos ejemplares de canes, apenas la vieron se pusieron alertas, ella les empezó a hablar con voz cariñosa y ellos empezaron a lamer su mano.El hombre que los atendía se quedó sorprendido ante la reacción de los perros hacia la chica, generalmente eran bien desconfiados con los extraños, pero ella estaba acariciando la cabeza de los animales.—Disculpe señorita, es la primera vez que veo a estos animales ser amigables con algu
Alyssa sonrió con algo de incomodidad, vio la cara de Lucas y éste estaba como si fuera la mejor noticia del mundo.— ¡Vámonos Lucas, tenemos trabajo que hacer— dijo Jacob— debes también complacer a tu prometida.— Así es— dijo Lucas— se acercó a Alyssa y se despidieron con un beso en la mejilla. Ya en el auto, Jacob le dijo a Lucas.— Imagino que la chica es tímida, no le das besos en los labios.— ¡Si papá, le da algo de vergüenza — dijo Lucas— también por eso quiere vivir aparte, dice que le daría pena que la vean. — Es una chica conservadora— dijo Jacob— ya no hay muchas así, la mayoría de las mujeres son tan fatuas y vacías. — Sí, es una suerte haberla conocido— dijo Lucas.— ¡Así mismo hijo!—dijo Jacob— Es una suerte que Alyssa vaya a ser parte de la familia. Lucas sintió alivio por tener solucionado la parte de su boda, pero le fastidiaba que su padre estuviera alabando a cada instante a Alyssa, le provocaba decirle "si te gusta tanto quédate con ella", pero se contenía po
Lydia sintió un golpe en su estómago al escuchar el nombre de la chica y dijo:— Así que tú eres Alyssa— dijo Lydia.— Si soy Alyssa, entonces usted es la novia que dejaron plantada— dijo Alyssa con voz ácida.Lydia levantó la mano y Alyssa la agarró con firmeza y con voz muy suave pero peligrosa le dijo:— ¡Tenga mucho cuidado con lo que hace! Estás muy equivocada, soy la prometida de Lucas, no tengo culpa de que no te hayan escogido.— ¡Vamos Lydia, sal de mi casa!— dijo Lucas— ya fui claro contigo, todo terminó entre tu y yo.Lidya apretó la mandíbula y alzó el rostro dio media vuelta y salió sin decir nada, en ese momento venía entrando Jacob y al verla dijo:— ¡Hay que tener dignidad!— Jacob dijo esto duramente. Lucas al ver a su padre se volvió hacía Alyssa y dijo: — Almorzamos y salimos amor— la voz de lucas era cariñosa.— ¡Está bien!—dijo Alyssa— pobre chica, no me gustaría estar en sus zapatos. — ¡Tú jamás podrás compararte con esa verdulera Alyssa — dijo Jacob orgulloso—
— ¿Papá vas a invitar a los Campbell?— dijo Lucas— no quiero a Richard con su cara sarcástica en mi boda.— Solo pensaba invitar a Oliver Campbell— dijo Jacob —estuvo dieciocho años fuera del país y volvió hace poco, además es mi amigo personal y muy diferente a Richard. — Ojalá no se vaya a querer colar Richard — dijo Lucas.— Prometo.qur le dire a Oliver que solo él está invitado— dijo Jacob a su hijo.Alyssa veía que entre estas dos familias no había muy buenas relaciones. — Yo no recuerdo a ese Oliver Campbell, ¿es de tu edad?—preguntó Lucas.— No, es un hombre joven, quizás unos treinta y seis años o menos— dijo Jacob— tendrías tú, unos siete años cuando él se fue al extranjero. —Por eso no lo recuerdo, será el único Campbell agradable de esa familia— dijo Lucas, todos son unos pesados y desagradables. — Mira que ahora que lo dices, es cierto— dijo Jacob— de hecho se fue al extranjero por un lío con sus padres, hizo vida propia y amado su propia fortuna,no quiso depender de
— ¡No diga eso Jacob! — dijo Alyssa toda roja por la vergüenza.— Cuando yo le hablé a mi padre de tí, le dije que se enamoraría de ti— dijo Lucas divertido — así que ten cuidado papá y no vayas a quitarme a mi esposa.— Eres un loco Lucas —dijo Jacob — Alyssa es como una hija para mí.— ¡Es broma papá!— dijo Lucas divertido.Todos rieron ante las ocurrencias de Lucas, todo estaba listo para la boda, la casa con decoración nueva, se veía elegante, con flores está vez ayudada por las floristerías, adornada para la ocasión.No habrían muchos invitados, solo unos cuantos ejecutivos, amigos de Lucas, de Jacob, entre todos no llegaban a veinte personas.Lucas y Alyssa querían algo muy íntimo y así lo hicieron, los invitados fueron llegando al gran salón disponible para la celebración de la boda.Alyssa le habían colocado un maquillaje muy sencillo, el pelo recogido a un lado de su cara dejado la otra parte del cabello caer en cascada, la hacía ver sofisticada y elegante.Un vestido blanco
Jacob se despidió y Agnes también se despidió, era más de medianoche y se sentían agotados; Alyssa y Lucas bostezaron. — ¿En dónde dormiremos en tu cuarto o el mío?—preguntó Lucas.— Recuerda que tenemos una habitación preparada— dijo Alyssa— de hecho ni siquiera la he visto. —¿Estás dispuesta a dormir conmigo esta noche?— preguntó con picardía Lucas.— ¿Por qué, tienes malas intenciones? — preguntó Alyssa muy seriamente. — ¡Al contrario tengo muy buenas intenciones!—dijo Lucas riendo.Subieron a ver qué tal estaba su nueva habitación, total allí habían llevado todas sus pertenencias, así que era obligatorio ir hasta allá para poder cambiarse de ropa.La habitación era muy amplia, si era posible, Alyssa, pensaba que de esa habitación podrían hacer una casa completa. Ella fue hasta el vestidor y se cambió de ropa, cuando salió ya lucas estaba dándose un baño, ella aprovechó para buscar una bata de baño y también entrar al baño y asearse. Unos minutos más tarde al salir del baño,
Lucas era un hombre con necesidades y al ver unos labios que se le ofrecían de manera tan seductora, no puso más resistencia y empezó a besar a Alyssa, primero con besos cortos, después se fueron profundizando hasta hacer chispas de fuego con sus bocas.Después de esos besos, ni Lucas ni Alyssa fueron responsables de lo que sucedió en esa habitación, sus ropas salieron por cualquier parte, sus manos se movieron también por cualquier parte y sus cuerpos reaccionaron con fuego vivo.Cuando culminó todo, quedaron exhaustos, a pesar de que Lucas contaba con el hecho de que era la primera vez de Alyssa y fue lo más sutil a la hora de la faena fuerte, ella respondió con pasión y nada detuvo que las cosas sucedieran divinamente para los dos. Alyssa después se quedó dormida, Lucas la metió en la cama de ella, después vió la evidencia de lo novata que era para el sexo y solo ignoró el hecho y de inmediato se durmió sin pensar en nada más.A la mañana siguiente ella se despertó con el dolor d