Por unos segundos los dos nos quedamos paralizados, ella con sus hermosos ojos grises me mira sin saber que hacer, ni que decir, se supone que por mi edad yo soy el más maduro, pero no es así, ella es la que toma el control de la situación. —Buenos días profesor disculpe mi retraso. —Buenos días señorita. —Solange, me llamo Solange. Aprovecho esos segundos para reaccionar y tomar el control de la clase, me dirijo a todos los alumnos, en primer lugar me presento como su profesor de Literatura, les señaló las normas que deben seguir en el salón, e inicio mis labores del día. Durante todo el curso de la clase Solange no deja de mirarme, por supuesto en otro momento lo hubiese tomado como normal, es lógico que el alumno mire a su profesor, pero como hombre sé que esa mirada no es de alumno a profesor y eso es muy inquietante, como nunca miraba mi reloj de muñeca, esperando con ansiedad que termine la clase. Quiero salir corriendo del salón, esa mirada me
No me importa si los demás se dan cuenta o no, sólo sé que le estoy sujetando la mano a Solange mientras la miró con cara de súplica. —Por favor, no te vayas, quédate conmigo. Ella me mira con esos ojos que me apasionan, que no los puedo borrar de mis pensamientos desde el primer día que los vi. Con su mano libre me toca el rostro y me dice: —¿Quieres bailar conmigo? ¡Bailar! Hace mucho tiempo que no lo hago, en mis tiempos de juventud, era un gran bailarín, las muchachas todas querían bailar conmigo, pero luego cuando decido comprometerme con Ivanna todo eso quedó atrás, mi vida se enfocó en trabajar, llevar el sustento para mi familia, comprar una casa, tratar de vivir holgadamente sin problemas financieros, mis gustos por el baile, por divertirme quedaron atrás. Ahora estoy delante de esta jovencita, que me sonríe de manera angelical, pero que también me seduce con la sonrisa. Le tomó la mano y la conduzco hasta la pista de baile, All
No sé qué me pasa en lugar de acercarme a Solange, la estoy alejando, sé que soy su profesor y dentro de la institución eso debemos respetarlo, pero no es la forma. Me estoy pasando, los celos me están haciendo que yo reaccione muy diferente a como estoy acostumbrado, ante todo soy un caballero y debo actuar como tal, tengo que reconocer que delante de Solange me comporto como un adolescente, ella hace que yo me olvide de las etiquetas que hasta ahora me he y me han colocado. Tengo que tratar de definir mi situación, me estoy creando una mala imagen frente a ella, cuando estoy a solas con ella me comporto como un hombre enamorado y cuando la veo en la universidad soy frío, distante, eso no está bien, sé que en la universidad debemos mantener la distancia, pero no de la manera como lo estoy haciendo. Lo peor es que cuando no la veo siento que me falta el aire, siento que cuando ella no está los colores desaparecen, todo se vuelve gris, opaco, es como si mi vida no t
Sigo dando vueltas y vueltas por la habitación, sin saber que hacer, mi mente está full pensamientos, pero todos giran alrededor de Solange. Ya entrada la media noche decido irme a dormir, Me voy a la cama, pero no logro conciliar el sueño, no sé a qué hora fue que el sueño me venció. Suena la alarma, abro mis ojos y me levanto apresuradamente, hoy es lunes tengo que ir a la universidad, obligatoriamente hoy veo a Solange, me toca darle clase a esa sección. Me voy a la universidad, todos los alumnos fueron llegando menos Solange, su asiento donde siempre acostumbra a sentarse está vacío, me tardo un poco en cerrar la puerta por si viene retrasada, pero no llegó. En toda la semana no la vi, o se estaba escondiendo de mí o por alguna razón no asistió a la universidad. Llega el día viernes, estoy saliendo de cumplir con mis actividades, me dirijo a mi auto cuando recibo una llamada, saco el teléfono de mi bolsillo con la esperanza que fuera Solange qu
Entramos al bar, ya todos están un poco pasados de copas, menos Solange había tomado poco, por supuesto yo también estaba sobrio. Ella se sienta al lado del enamorado, pidieron comida, todos estaban riéndose a carcajadas por los chistes de Antony, él siempre fue muy chistoso, me doy cuenta que el hermano de Margorie le da de beber de su vaso a Solange y ella acepta, sonriéndole siempre, esto es mucho para mí, tomo mi chaqueta y me retiro, igual como están todos tomados nadie va a notar mi ausencia, pero sí, alguien lo nota, Antony y Solange, los dos me vieron cuando me retiro de la mesa. Cuando salgo fuera de la cabaña escucho que Antony me llama. —Sanuel, ¿ya te vas? —Sí, voy a dormir, ya tomé lo suficiente. —Sé porque te retiras, la verdad lo siento mucho, me hubiese gustado que tú y Solange estuviesen disfrutando este fin de semana juntos, pero bueno no es así, si mañana te quieres ir, lo puedes hacer, no te preocupes por Margorie ya veo lo que digo pa
Amaneció, es un nuevo día lleno de esperanzas, pero a la vez tengo cierto temor por lo que viene, nos espera un mundo incierto, la sociedad que nos rodea sé que no va a aceptar nuestra relación, nos toca forrarnos de una armadura muy fuerte para soportar lo que venga, por mí no tengo miedo, lo tengo por ella, no quiero que la lastimen, bajo su apariencia de mujer de mundo se esconde una mujer muy frágil, muy sensible. Miro al lado de mi cama y veo que está vacío, me levanto con rapidez y voy hacia la cocina de la cabaña y allí está, haciendo café, la sujeto por detrás, dejo que mis brazos la envuelvan toda. —Buenos días mi amor, me asustaste cuando no te vi a mi lado, pensé que todo había sido un sueño. —No mi amor, no es un sueño, estoy aquí y no pienso irme, te vi tan hermoso durmiendo que no quise despertarte, me levanté para hacer café, ven que te sirvo. —Ya va, primero dame un beso. Allí frente al ventanal de la cocina, nos dimos nuestro primer beso
Desde que conocí a Solange, actúo como un inmaduro, eso de pegar gritos en una plaza quizás lo hubiese hecho siendo un adolescente, pero estoy aquí después de cuatro décadas viviendo la vida que no viví hace más de veinte años, pero no me avergüenzo, como dice mi amigo Antony " el amor no tiene edad" mientras tenga vida voy aprovechar esta nueva oportunidad que se me está brindando. En el pueblo, preguntando por un restaurante nos condujeron a uno que está en el centro, dónde están todos los comercios, el restaurante es muy pintoresco, sencillo, pero con calidez de hogar, su plato especial son las carnes y las verduras. Después de almorzar nos regresamos a las cabañas, todos estaban en el bar, cuando entramos todos nos quedaron viendo, Solange me toma la mano y así de manos agarradas llegamos hasta donde están todos nuestros amigos. Antony, inmediatamente se acerca a nosotros, me da una palmada en el hombro y nos ofrece unos asientos alrededor de la mesa, Margorie
Fue una noche inolvidable, dónde el amor invadió el espacio de toda la cabaña.Los rayos del sol se colaron por la ventana para iluminar el rostro de mi amada, es hermoso despertar y verla allí a mi lado, con sus ojos cerrados y esa sonrisa dibujada en sus labios, labios que invitan a besarlos. —Buenos días mi amor. —Buenos días mi rey, ¿tienes rato despierto? —No, sólo unos minutos, pero no quería despertarte, te ves tan hermosa dormida. —¿Qué hora es? —Son las ocho. —Amor, a las nueve tenemos que estar en el muelle para irnos para la isla. —No te apures, tenemos una hora. —Tengo que arreglarme, buscar mi traje de baño, está en la otra cabaña. —Te dije que trajeras todas tus cosas para acá, pero eres terca. —Anda acostumbrándote, porque si lo soy. —Pero espera, todavía no te levantes, tenemos que cumplir con la promesa, o no te acuerdas lo que prometimos. —Claro que sí me acuerdo, para eso siempre tendremos tiempo.