¿Creen que Alexander y Neyra podrán continuar con sus vidas como antes? ¿Qué creen que paso en realidad?
♥ EL DOLOR ♥~El dolor llega como una visita inesperada, sin avisar y sin ser invitado ~Después de un corto silencio, Alexander volvió a iniciar la plática.–Estoy preocupado por lo de anoche.–¿A qué te refieres?–A tu desmayo, al hecho de que no recuerdas lo que sucedió antes.–Yo también lo estoy, pero quiero pensar que sólo me bajo la presión. –dijo tratando de ser optimista.–¿Padeces de la presión?–No que yo sepa.–¿No crees que es tiempo de que veas a un doctor?–Ya fui varias veces y creen que es sólo estrés y que necesito tomar un descanso o trabajar un poco menos. De cualquier manera, ya me hicieron estudios de sangre antes de venirme, si no me han llamado es porque todo está bien.–También aquí hay doctores y te pueden hacer todos los estudios que necesites.–Lo sé, pero no hace falta. –comentó tratando de no darle importancia, pero se quedó pensativa.–Estas preocupada por lo que paso, no trates de negármelo.–Está bien, lo estoy, pero no puedo hacer nada. Ahora deja de
“Puedes fingir todo lo que quieras, pero una mirada acaba confesándolo todo”Desde de que Alexander y Neyra se separaron, ninguno de los dos pudo remplazar al otro. Ahora después lo que había sucedido la noche anterior, y al darse cuenta de la gran afinidad y química que aun existía entre ellos; ahora más que nunca tenían la certeza de que sería casi imposible encontrar a la persona que los complementara y los hiciera sentirse tan bien. Ambos lo sabían y lamentaban que las cosas no terminaron bien entre ellos. El encuentro entre ellos dejo a Alexander bastante pensativo y con más dudas de las que tenía antes.“¿Por qué no podía perder el interés en Neyra como con cualquier otra mujer con quien pasaba un rato y después no le interesaba más?”“¿Por qué las palabras y la conducta de Neyra lo hacía pensar que ella todavía era una mujer de valores y principios? y de ser así, ¿dónde quedaron cuando lo engaño?”Poco después, cuando Alexander salió para ir al trabajo, vio a Neyra a lo lej
~Los momentos difíciles, son los que hacen a una persona fuerte~Manuel le comento a Neyra lo que tenía que hacer, al principio ella se negó, pero al darse cuenta de que no había otra opción, termino aceptando. Era consciente de que tenían que salvar a la yegua, y que el potrillo no iba a poder salir de ninguna otra manera; lo cual le partió el corazón. Manuel al verla dudar, le explico que no había tiempo para realizar algo similar a la cesaría de una mujer para sacar a la cría en una sola pieza; además de que sólo el veterinario podría hacerlo. Se lo dijo para que tuviera una idea de lo que pasaría.Con el pecho apretado, intentando ser fuerte y útil mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas, Neyra fue colocando con cuidado en el piso cada una de las partes que su papá le iba pasando. Cuando colocó la última, se quedó observando lo que pudo haber sido la primera cría de la yegua.Poco después cuando creyó que lo había asimilado y que lo que sucedió era parte de la vida, de la
♥ Aclarando Dudas ♥~Me encantas, ¿lo entiendes o te lo explico a besos~El caminar a la casa ayudo un poco a Neyra con el enojo, pero no con la tristeza que sentía en ese momento. Linda estaba en la sala cuando ella entró a la casa, al ver el semblante de su hija y los ojos hinchados por haber llorado, preocupada fue a su encuentro.–¿Qué te paso, por qué vienes así? –El potrillo de la yegua que iba a nacer murió asfixiado y por la posición en que venía, papá tuvo que sacarlo para salvar a la yegua. –dijo entre sollozos.–A veces eso pasa cuando es la primera cría, no te pongas así.–¡Mamá, lo tuvimos que sacar en pedazos! –exclamó soltando el llanto.–Mi niña hermosa, siento mucho que hayas tenido que ver eso –comentó Linda mientras la abrazaba y la consolaba−. Estoy segura de que no hubieran hecho eso si hubiera otra opción.–Pero a la mejor, si el veterinario hubiera estado aquí, a la mejor…–El a la mejor no existe, deja de pensar en eso. Pronto la yegua volverá a quedar carga
~No es que extrañe tus besos, es que mis labios te necesitan~–Te veías hermosa cuando te quitaste la blusa –le dijo sonriendo, sin tener idea de cómo lo iba a tomar ella, pero seguro de que algo iba a contestar.Neyra lo miro haciendo un gesto, al no saber si lo dijo en broma o para hacerla enojar.–¿Quieres dejarme sin capataz? −cuestionó, al no escuchar contestación de ella.–¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? –preguntó sorprendida sin entender el motivo de su comentario.–Todo, ¿quieres matar a tu papá de un coraje o qué? No sabes la cara que puso cuando te vio quitándote la blusa.–No es como si no hubiera traído nada abajo. Lo que traía cubre más que un bikini, además a veces salgo a correr así. −dijo justificándose.–¿Y en la mañana que venías a todo galope? ¿No quedamos que no ibas a montar sola?–No estaba sola, había mucha gente. –contesto sonriendo, haciéndose la desentendía.–¿No te preocupa que te puedas caer? ¿Qué hubiera pasado si te sientes mal?–No hubiera monta
“Cuando el amor se reprime, el odio ocupa su lugar”~Havelock Ellis~–Me voy a quedar un rato más y en lo mientras voy a leer mi libro. –le informó, lo cual a Alexander le causo más gracia que enfado.–¿Te importa si me quedo un rato más, o también eso te va a molestar? –preguntó con un leve tono de soberbia. Era el colmo que necesitara tener el consentimiento de ella para poder quedarse.–Claro que no, estás en tus caballerizas y en tu rancho. Te puedes quedar el tiempo que quieras. – le dijo con una sonrisa forzada.Poco después, el sueño le llego a Neyra y al ver que la yegua estaba mejor, pensó en irse a dormir a su casa, pero termino acomodándose ahí a dormir.–¿Qué haces? ¿No te vas a ir a dormir? –inquirió Alexander, cansado por el sueño.–No, porque no quiero que se me espante el sueño al caminar hasta la casa. Voy a tratar de dormir ahora que tengo sueno. –dijo y se acomodó.Neyra tenía razón, y él tampoco quiso tomar el riesgo, además de que no la iba a dejarla sola; por eso
~Necesito volver a tenerte, para saber si fuiste el amor de mi vida o el mayor error en mi vida~–Menos mal que lo recuerdas porque en realidad es muy difícil sentir que estoy hablando con un adulto cuando estás haciendo berrinches y eres grosera.Esas palabras le calaron a Neyra y la pusieron a la defensiva.–¿A si? Pues déjame aclararte que está berrinchuda, solo quería ser amable y ver si podía ayudar en algo. Pero olvídalo y vete al diablo. –dijo enfurecida a punto de girarse para irse de ahí.–Sólo hay una cosa con lo que tú me puedes ayudar y como tienes interés en ayudarme, voy a aceptarla. –le respondió al momento que la acerco a él y antes de que ella pudiera protestar, comenzó a besarla bruscamente mientras sus manos buscaron la manera de poder tocar su piel por debajo de su blusa.–¿Qué diablos te pasa? –protestó apartándose de él al sentir su prominente bulto.–Somos dos adultos, ¿no? Tú misma lo acabas de decir y cuando dos adultos se atraen en la manera que lo hacemos tú
♥Más que deseo ♥ ~Estas ganas de besarte, que ni besándote se me quitan~Lo que Neyra no supo, fue que Alexander vio la duda en sus ojos y podría jurar que esa noche volverían a encontrarse. Esa mínima posibilidad de un encuentro hacía que él se sintiera como adolescente con las hormonas alborotadas, desesperado por volver a tenerla cerca, y contando los minutos para su próximo encuentro. Se bañó rápidamente, se puso su mejor loción y se cambió de ropa. Poco después caminaba de un lado a otro mientras se asomaba para ver si aún veía luz en la habitación de ella. Sabía que solo dos cosas podrían pasar después de que la recámara de Neyra se quedara a oscuras: ella se había quedado dormida y, por lo tanto, no saldría o se armaría de valor y saldría a buscarlo.Alexander esperó cerca de veinte minutos después de que la luz del cuarto de Neyra se apagó. Al no verla salir, supo que iba a necesitar algo fuerte para poder dormir esa noche, se sirvió licor y enfadado salió a caminar un