“Nada dura para siempre, por eso deseo que seas mi nada”~Frida Kahlo~Alexander se fue y Neyra le puso el seguro a las puertas. A ella le pareció que él ya se había tardado y cuando menos lo esperaba vio el rostro de un hombre pegado a vidrio de ella, al mismo tiempo que lo golpeo. Neyra pego un grito antes de reconocer el rostro de Alexander, quien muriéndose de la risa jalo la agarradera de la puerta para abrirla y al ver que tenía seguro se lo quito con el control de la alarma. Neyra volvió a presionar el botón del seguro y no lo dejo subir al ver que él seguía riéndose. Lo hizo un par de veces y riéndose más le dijo que la iba a dejar ahí y se volvió a ir.Casi enseguida regreso y finalmente pudo abrir la puerta del lado del ella.–No te enojes, bonita; mejor ven para que veas algo.–Si es otra broma, te juro que me las vas a pagar.–No ven. –pidió él y la toma de la mano para llevarla a unos veinte metros de donde se estacionó para mostrarle como se veía el resplandor de la lun
~Cuidado con la verdad a medias. Es posible que hayasapreciado la mitad equivocada~–¿Ya estás usando algún método o me vas a hacer que use protección? −cuestionó entre besos.–No, no voy a tomar algo sólo porque voy a estar aquí un par de días.–¿Y después qué? ¿Cómo te vas a cuidar? −quiso saber, separándose de ella.–Eso no importa en este momento. Ahorita preocúpate de no transmitirme una enfermedad o una infección, o peor aún, dejarme embarazada. –dijo casualmente, intentando dejar ese tema de lado.Respuesta que no le agradó a Alexander, y lo puso más de mal humor por tener la estúpida idea de no usar condón con ella, tal como siempre lo hacía con todas las demás mujeres. Ahora gracias a eso lo estaba acusando de tener algo contagioso.–Yo tampoco quiero que me vayas a pasar algo. –aseguro molesto.Neyra se quedó con la boca abierta por lo que le dijo y en el tono en que lo hizo. Ella tenía razones de sobra para preocuparse de contraer una enfermedad, pero él no.–Por mí no te p
♥ Sin Culpa ♥ ~No fue tu culpa, ni la mía, pero ambos pagamos por las decisiones que tú tomaste~–Alex –lo llamó, pero él no volteó. Estaba dolido y avergonzado por ser tan patético y no poder aceptar que la mujer que amo le fue infiel. –Alex, por favor mírame. No sé a quién viste, pero no era yo. ¿Según tú, cuándo fue me viste? –preguntó con una mezcla de sentimientos encontrados. Dolor al saber que él desconfió de ella, alegría porque todo lo que le dijo en la boda de Scott fue porque estaba dolido, y tristeza porque alguien más fue el culpable de que ellos terminaran separados.–Dos semanas antes de la boda de Scott. −respondió avergonzado, porque a pesar de eso, estaba ahí, deseando volver a tenerla entre sus brazos y hacerla su mujer.Neyra hizo memoria, hasta que recordó lo que sucedió esa día. –Alex, ese fue el fin de semana que estuve enferma. No salí a ningún lugar porque no podía ni levantarme de la cama. Me la pasé la mayor parte del tiempo dormida.–Yo te vi Neyra –gritó
~Hay silencios que crean malentendidos en el corazón y fisuras en el alma~–Lo voy a sentir mucho por ellos, porque me voy a ver forzada a demostrarlo al precio que sea, caiga quien caiga. Recuerda, que entre el cielo y la tierra no hay nada oculto, todo sale a luz tarde que temprano. Al igual que tú los viste, alguien más también tuvo que haberlos visto en alguna ocasión, o si no, alguien más además de ellos, tiene que saberlo. −dijo dirigiéndose a la salida.Veinte y cinco minutos después, Alexander y Neyra estaban afuera de la casa de Elisa. Neyra le marco y la puso en alta voz.–Neyra, ¿pasa algo?− indagó preocupada prima.–Sí, necesito que hablemos sobre lo que paso dos fines de semana antes de la boda de Scott.– ¿A qué te refieres?–Necesito le aclares a Alexander, a donde y con quien fuiste después de que saliste de la casa con mi chamarra, la que él me regaló.Elisa tardó en contestar, el tiempo que le llevo recordar esa fecha en particular.−¿Podemos dejarlo para mañana?−imp
"Si tu intención es descubrir la verdad, hazlo con sencillez, la elegancia déjala para el sastre"~Albert Einstein~Alexander se sentía más que feliz, la confesión de Elisa le devolvió la dicha y la felicidad que había perdido hace siete años; la cual creyó que no volvería a sentir. Tenía 20 años cuando conoció a Neyra, y en ese momento supo que quería tener algo con ella, un año después supo que quería casarse con ella. Ahora a sus 30, después de haber estado separado de Neyra, y que ninguna otra mujer lo hizo olvidarla, ahora estaba convencido de que quería pasar el resto de su vida a su lado.Ilusamente pensó que ahora ellos podrían reiniciar su relación, quizás ella tuviera alguien más en su vida, pero tenía la certeza de que ella sentía algo por él. Por ello, estaba seguro de que podría hacerla olvidarse de esa otra persona, era consciente de que no sería tan fácil, pero por volver a estar a su lado, estaba dispuesto a todo.–Neyra, mi amor. –dijo con una gran sonrisa, al mismo t
♥ Con Buenas Intenciones ♥“Toma decisiones desde el corazón y usa tu cabeza para hacer que funcionen”~Sir Thomas Gerald~Alexander llamó a un conocido para pedirle ayuda. Cuando llego al hospital ya estaban esperándolos con una camilla. Por más que insistió para poder pasar con ella al cuarto de examinación, no se lo permitieron. Estaba desesperado, nadie le daba información; tuvo que esperar casi una hora para poder tener noticias sobre ella. Llego al cuarto donde la tenían y alcanzó a escuchar lo que el doctor le dijo.–Los exámenes de sangre no muestran nada anormal, sin embargo, los resultados del electrocardiograma son inconclusos. Necesitamos que sean revisados por un cardiólogo, lamentablemente el de planta está de vacaciones y el suplente acaba de salir de un turno doble.–No se preocupe, de cualquier manera, me tengo que ir. Estoy de vacaciones y no quiero preocupar a mi familia. En cuanto regrese me pondré en contacto con mi doctor para hacer los estudios que sean necesari
~Ocultar la verdad no es mentir, pero si te puede hacer el mismo daño que una mentira~–Neyra, espera. ¿Cómo te sientes? Me alegro de verte, pensaba ir a buscarte para invitarte a que nos acompañaras un rato. –le dijo mientras la saludo con un afectuoso abrazo antes de besarla brevemente.–Hola, ya me siento bien; gracias. Sólo salí a caminar un poco, no quiero importunar.–No digas eso, iba a ir por ti. Ven acompáñame por favor, sólo un momento porque después tú y yo tenemos una plática pendiente –pidió, con una sonrisa, a la cual ella no pudo resistirse.–Estaba bien, pero sólo un momento. Recuerda que mañana es la boda de prima y quiero estar descansada y sin ojeras. –comentó mirándolo de lado para ver qué cara ponía. A lo que él solo movió la cabeza, era de esperarse y más siendo ella.Al acercarse a la fogata y saludar a los trabajadores, no vio el rostro de su papá, lo cual le dio un poco más tranquilidad, pues no sabría cómo actuar con Alexander teniendo a su papá a unos pasos
~Disfruta hoy de la vida, el ayer ya se ha ido y el mañana puede que nunca llegue~–Cariño, háblame, ¿estás bien? –Alexander, preguntó buscando el rostro Neyra, en particular el par de ojos cafés que eran su perdición y su debilidad. Los cuales en ese momento estaban llenos de duda y de incertidumbre.Neyra deseaba reclamarle por el comentario que hizo unos minutos antes, el cual desato esa mezcla de sentimientos encontrados; de esperanza al imaginar lo que pasaría si hacia las cosas bien y la vez de ansiedad, por temor de equivocar. Sin embargo, lo que salió de sus labios fue muy diferente a lo que pensó.–No, abrázame y dime que todo va a estar bien. –suplicó con la voz cortada evitando derramar las lágrimas contenidas.–Todo va a estar bien mi amor, no tienes nada de qué preocuparte. No sé qué este pasando por esa cabecita linda, pero te puedo asegurar que sea lo que sea que te esté perturbando en este momento, tiene solución. Todo tiene solución bonita, aquí estoy yo para ayudarte