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“Nada dura para siempre, por eso deseo que seas mi nada”

~Frida Kahlo~

Alexander se fue y Neyra le puso el seguro a las puertas. A ella le pareció que él ya se había tardado y cuando menos lo esperaba vio el rostro de un hombre pegado a vidrio de ella, al mismo tiempo que lo golpeo. Neyra pego un grito antes de reconocer el rostro de Alexander, quien muriéndose de la risa jalo la agarradera de la puerta para abrirla y al ver que tenía seguro se lo quito con el control de la alarma. Neyra volvió a presionar el botón del seguro y no lo dejo subir al ver que él seguía riéndose. Lo hizo un par de veces y riéndose más le dijo que la iba a dejar ahí y se volvió a ir.

Casi enseguida regreso y finalmente pudo abrir la puerta del lado del ella.

–No te enojes, bonita; mejor ven para que veas algo.

–Si es otra broma, te juro que me las vas a pagar.

–No ven. –pidió él y la toma de la mano para llevarla a unos veinte metros de donde se estacionó para mostrarle como se veía el resplandor de la lun
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