Una larga semana asistiendo al juzgado, Freya se ha visto involucrada en una de las más grandes injusticias que ha vivido, Gala no está dispuesta a dejarla libre, pero Alastahir por supuesto no se lo pondrá nada fácil.Lo ha separado de su mujer por una semana, ha insistido en que se divorcie de ella y lo ha obligado a gastar gran parte de sus ahorros al defender a su mujer, pero él sabe que es justo lo que su madre tenía planeado. Que él eligiera en sí defender a su mujer o mantener el dinero que seguramente necesitarán después.―La agredida estaba en la casa del señor Archibald, en su despacho y por ello en la propiedad privada de la esposa del señor Archibald. ―El abogado miró al juez. ―Es la demandante quien violó las normas, no mi clienta.―Mi clienta era una invitada de la familia. ―El abogado de Gala interrumpió. ―La acusada se comportó de manera violenta y le hizo daños a mi clienta, aquí no estamos para investigar quién es propietario y quién no, estamos peleando por el acto
Alastahir no lo pudo soportar más, toda la tensión y que su madre lograra apartar a su mujer de él, no le había permitido tocarla, besarla y mimarla como acostumbra. Ha pasado toda la noche en vela pensando cuál sería su próximo paso, pero su mujer con ese sensual camisón lo desconcentra en totalidad. Freya jadeó por la sensación tan agradable que se extiende por su cuerpo, hacía tanto no se sentía de esa manera que para ella fue una bocanada de aire fresco. Al abrir sus ojos, gimió despacio al ver a su esposo con la cara hundida entre sus piernas. ―Amor. ―Susurró perdida en el deseo. ―No podemos hacerlo aquí… aaahhh. ―Alastahir la mordió para callarla, ahora mismo lo único que lo mantiene cuerdo es saborearla. ―Cielo. ―Freya intentó cerrar las piernas, pero Alastahir las tiene firmemente agarradas. ―No te resistas. ―Ordenó con voz gruesa. ―Estamos en casa de Dianela. ―Le recordó. ―¿Y? ―La miró con ojos brillantes por la lujuria. ―También es nuestra casa ahora, además ella está e
Seis semanas pasaron desde que Gala dejó en la ruina a su hijo y a Freya, seis semanas desde el accidente de Connor y seis semanas en las que han sobrevivido gracias a los esfuerzos de Dianela. La impotencia en Alastahir es tan grande que la amargura de la que es dueño está de vuelta. Connor se accidentó al tratar de cruzar una calle sin esperar a su padre, un auto salió de la nada y aunque el impacto no fue de lleno, el niño salió con varias lesiones y entre ellas la mas grave fue una pierna rota. El culpable se hizo responsable de todo aun cuando fue el niño quien se tiró a la calle. Freya buscó trabajo hasta el cansancio y gracias a Dianela ahora es sirvienta en una mansión donde la tratan como un trapo sucio, pero lo que sea que hagan está bien, el poco dinero que gana es para alimentar a sus hijos y apoyar a Dianela con los gastos de la casa. ―Hoy volverás al colegio. ―Freya miró a su bebé. ―Eres muy valiente mi niño, pero no puedes regresar a todas tus actividades, ¿De acuerd
—Tranquilo. —La doctora lo ayudó a sentarse. —Ella sobrevivió, es realmente un milagro. —Alastahir miró a la mujer de inmediato. —Si bien está bastante lastimada, logró sobrevivir. —Dios... —Alastahir respiró hondo. —¿Puedo verla? —Se puso en pie. —Necesito ver a mi esposa. —Está en cirugía. —La mujer lo detuvo. —En cuanto la pasemos a intensivos, le daremos unos minutos. —Alastahir miró a la mujer irse y entonces se dejó ganar por sus emociones. Su preciosa mujer se accidentó, ¿Cómo era posible que todo les saliera mal? ¿Ahora como pagará los gastos médicos? —Señor Archibald. —Alastahir se puso en pie al ver a los bomberos. —Hemos recuperado estas maletas. —Se las entregaron. —Muchas gracias. —Volvió a sentarse, tiene solamente una opción, vender las joyas y pagar los gastos médicos, las cirugías y guardar para la recuperación de su mujer. ¿Cómo de tenerlo todo ahora debe elegir entre una vida cómoda para sus hijos, pagar la mejor escuela o pagar los gastos médicos de su mujer?
―Mami, ¿No vendrá más? ―Khalil miró a su padre. ―¿No quiere estar con nosotros por qué Connor enfermó? ―Miró a su hermano en la camilla. ―Se enfermó desde que mamá se fue. ―Alastahir abrazó a su hijo con fuerza y fingiendo esa sonrisa que ha fingido por el último mes, lo obligó a mirarlo. ―Mamá no se fue porque él enfermó, no olvides que Connor enfermó cuando ella se fue, tú mismo lo has dicho. ―Acarició el pelo de su hijo. ―Ella no nos abandonó, amor, ella volverá. ―Confió en esa esperanza que se ha negado a dejar. ―Buenas noches. ―Nick entró a la habitación. ―Le ha dado fiebre nuevamente. ―Suspiró al tomarle la temperatura. ―¿Qué le está pasando a mi hermano? ―Nick lo miró con tristeza, ¿Cómo puede ella explicarle a un niño de siete años que su hermano sufre el abandono de su madre? ―¿Él se va a recuperar? Lo extraño mucho. ―Nick se arrodilló frente a Khalil y acarició sus mejillas para limpiar sus lágrimas. ―Tu hermano es fuerte y sabe que tú lo apoyas. ―Sonrió con ternura. ―Él
Gala ladeó la sonrisa mirando a la sirvienta, la visita que tanto estaba esperando finalmente llegó, deseosa por escuchar lo que tiene que decir, le hizo un gesto con la mano a la joven así indicándole que lo hiciera pasar. ―¿Lo ves, Zoe? Es así como se hacen las cosas. ―No pudo evitar agrandar la sonrisa. ―Mi hijo se casará contigo en una semana y finalmente la dinastía tendrá a una pareja fuerte. ―Zoe por supuesto confió en ella, por eso siempre la había admirado, esa mujer consigue todo lo que se propone, no importa el tiempo ni lo que deba hacer. Alastahir entró a lo que era su despacho y al ver a su madre tras el escritorio y a Zoe a su lado, respiró profundamente y recordó el motivo de su visita y su decisión tomada. Gordon y Donald intentaron ayudarlo encontrando a Freya, pero no tuvieron suerte, ni siquiera el jefe Duff había podido dar con ella. ―Madre. ―Dio pasos firmes hasta estar frente al escritorio, no puede creer que esté frente a la mujer que le arrebató todo. ―Sabes
―Señorita Grant, usted queda arrestada por cometer fraude en contra de los empresarios, Alister Gree, Leo Spencer, Bruce Cameron, Craig House y Ewan Duncan. ―Freya se dejó esposar sin resistirse. ―No le pueden hacer esto, ella está embarazada. ―Blane se quiso interponer, pero uno de los oficiales lo mantuvo a raya. ―Tranquilo, tú encárgate desde ahora… ―Pero Freya, ¡No pueden hacerte esto! ―La miró con incredulidad. ―Ellos te enviaron ese cheque, tú no estafaste a nadie. ―Los oficiales se llevaron a Freya sin opción a dejarla libre. Al llegar a la comisaria, Freya fue metida a una habitación donde el empresario Alister Gree, el hombre que ella consideraba su tío por ser el supuesto mejor amigo de su padre, la estaba esperando. ―¿No te lo advertí? ―La miró como si fuera la cosa más débil en el mundo. ―Siempre fuiste demasiado inocente, yo le advertí a tu padre que no debía cuidarte tanto del mundo, pero él no me escuchó y ahora mira como estás. ―Negó como si estuviese decepcionado
Las ganas de salir corriendo de Alastahir se hacían más grandes conforme el sacerdote hablaba, ¿Por qué estaban haciendo tan extensa esa ceremonia? ¿No podían acabar con eso de una buena vez? ¿Por qué accedió a una boda real británica y no a una escocesa? ¿Acaso su madre lo hizo como castigo? Sus pensamientos captaban toda su atención, ni siquiera estaba prestando atención a lo que pasa a su alrededor. Zoe por su parte no podía eliminar la enorme sonrisa de sus labios, fue su sueño siempre tener una boda de ese tipo, el padre hablando de más, los invitados aburridos, pero ella realmente feliz con el hombre que le había gustado desde que era una niña. Los gemelos se estaban volviendo locos por estar sentados tanto tiempo quietos en un solo lugar, el no poder levantarse para hacer de las suyas porque su abuela se lo negaba, los molestaba muchísimo. ―¿No le da un poco de sed por hablar tanto? ―Preguntó Khalil al sacerdote, las risas contenidas cambiaron el humor de todos en la iglesia