Rachel se levantó temprano como acostumbraba, a las seis en punto de la mañana. Le gustaba hacer sus ejercicios y luego darse una ducha antes de salir o de ponerse a leer en caso de que se tuviera que quedar en casa.
Después de asearse y vestirse salió a trotar por las cercanías de su casa, había un pequeño parque donde daba algunas vueltas hasta que completaba la media hora de recorrido. Cuando regresó a casa su abuela ya le tenía el desayuno preparado, así que se dió una rápida duchja y se vistió para comer antes de irse para el trabajo.
Quería estar a tiempo y no iba a darse el lujo de permitir siquiera que un imprevisto le impidiera llegar antes del comienzo de la jornada laboral, la hora de entrada en Hamilton's Corp era las ocho en punto, así que salió a las siete en punto para llegar a las siete y media.
El clima estaba bastante frío a principìos de Octubre por lo que ella iba convenientemente abrigada, aunque a ella no le molestaba mucho el frío, en ocasiones salía a correr en medio de una nevada usando sólo un delgado pullover como abrigo, pero no estaba demás protegerse del clima frío de la ciudad a esas alturas.
Bajó del bus cuando eran exactamente las siete treinta y cinco minutos de la mañana, llegaba un poco después de lo que había calculado para el transporte hasta allí, así ajustaría la hora más conveniente para salir de casa. Se dirigió hacia donde se encontraba el imponente edificio de la empresa pero no entró, se contentó con caminar por el amplio espacio de la entrada, este tenía unos barandales y estaba rodeado de abundantes plantas.
Cuando vió que faltaban quince minutos entró al lobby y se dirigió a la recepción como le había indicado el señor Roberts. Allí ya se encontraban tres recepcionistas que apenas estaban terminando de organizar sus carpetas con las listas que manejarían ese día.
—Hola, buenos días —las recepcionistas voltearon a verla y a ella le dió la impresión de que la estaban esperando.
—Hola y buen día —le contestó la chica que estaba más cercana a ella— Tú debes ser Rachel Anderson, ¿no es así?
—Sí, esa soy yo —dijo mientras pensaba que sí, era verdad que la estaban esperando.
—Es un gusto tenerla con nosotros, señorita Anderson —le dijo con una sonrisa que se vió bastante sincera— Aquí tiene su carnet, unas juego de llaves de su oficina y las de la presidencia. El carnet tiene un integrado electrónico que le permitirá entrar en todos los sitios a los cuales autorizó el señor Hamilton. La mayoría de las puertas de las oficinas principales tienen sensores y este carnet le permitirá el acceso sin ningún problema.
—¡Wow! muchas gracias…
—Jennifer, ese es mi nombre señorita Anderson. Si tiene alguna pregunta o alguna dificultad puede llamarme desde su oficina, en el sobre tiene una lista de todos los números por departamentos y personal.
—Es bastante información, procuraré ponerme al día lo más rápido posible.
—No se preocupe mucho, siempre puede consultar las pantallas de los aparatos telefónicos, a mi me tomó mucho tiempo memorizar tanta información.
—Una vez más gracias, Jennifer — le dijo con amabilidad.
—Bien, ya lo sabe, cualquier pregunta estaré aquí, y también puede llamar a Sherman, su extensión es la más sencilla, es el 11211, es el encargado de tecnología de todo el edificio, él podrá ayudarla con cualquier problema técnico que se le pueda presentar.
—Gracias por la información, subiré a mi oficina para familiarizarme con todo ésto.
Iba a volverse para caminar hacia los ascensores normales, por donde se veía que subían la gran mayoría de las personas, pero la chica llamada Jennifer le llamó la atención de nuevo.
—Por cierto, señorita. No necesita utilizar los ascensores generales, hacia la derecha —le señaló con el brazo— Están los ascensores para los altos ejecutivos, socios y presidencia, usted está autorizada para utilizarlos, solo tiene que poner su carnet contra la placa al lado de la puerta.
—Gracias una vez más. Que pasen un buen día —dijo dirigiéndose a todas ellas al mismo tiempo.
Se volvió y caminó en la dirección que la chica de recepción le había indicado, allí estaba un guardia que la miró apreciativamente mientras ella caminaba hacia los ascensores, le vió el carnet con ribetes púrpura en la mano y le indicó una placa de acero pulido en la pared al lado de la puerta del lujoso ascensor. Ella colocó el carnet allí, en realidad ni siquiera tocó la placa con el carnet cuando de inmediato el ascensor se abrió, ella murmuró un “garcasi” al guardia y entró en el ascensor, por fortuna había una clara descripción en los botones, asi que en lugar de números o letras, cada uno tenía una o varias etiquetas.
Había uno que decía simplemente “Presidencia” ella lo oprimió y la puerta del ascensor se cerró y a continuación comenzó a subir con un suave movimiento. hasta que se detuvo en lo que parecía ser una especie de terraza con un hermoso jardín, eso fue lo primero que vió cuando descendió del aparato.
Hacia la derecha estaban unas puertas de cristal y hacia el lado izquierdo estaban las puertas de los otros ascensores y las escaleras de mármol. Todo allí rezumaba elegancia y mucho lujo.
Se acercó a las puertas de cristal y solo al estar a menos de un metro sonó un suave chasquido, indicándole que se habían destrabado los cerrojos solo con el carnet que ella aún llevaba en la mano. Éste tenía un ganchillo para prenderlo en la ropa y también una pequeña correa con un extensor para colgarlo en el cuello, si lo ponía con el ganchillo o alfiler igual podía extender una especie de tira retráctil que le permitiría acercarlo a los sensores sin necesidad de soltarlo.
Cuando entró vió unas puertas de roble y oro en el fondo con una placa dorada que decía presidencia, de igual manera había otras dos con los nombres de “Sala de Negocios” y “Sala de Juntas” y al lado de las puertas de presidencia había una que decía “Vicepresidencia y Secretaría” por lo que dedujo que allí trabajaría ella.
A medida que avanzan los capítulos la trama se va complicando cada vez más... Ya lo verán!
Rachel se dirigió a la puerta que decía “Vicepresidencia y Secretaría”, empujó la puerta y ésta cedió sin ningún problema, las luces se encendieron automáticamente y ella pudo ver el amplio espacio donde había varios cubículos, distribuidos en el centro de un espacio casi circular, había unas cinco estaciones de trabajo, cada una con un ordenador sobre el escritorio.A la izquierda estaba se veía una puerta que tenía una polaca que decía “Vicepresidencia” y al lado de ésta puerta había otra que decía “Asistente Presidencia” , así que allí era su oficina, se dirigió hacia ella, pero no sin antes notar que al otro lado estaba una puerta que decía “Presidencia”. Eso quería decir que el señor Hamilton podía entrar directamente a esta oficina sin salir al pasillo exterior de recepción.Al empujar la puerta, ésta no cedió, intentó mover la manilla, pero esta no cedió ni un milímetro. Trató de ver si había una placa como la del ascensor, pero no se veía ninguna, entonces recordó las llaves q
Al escuchar el nombre del señor Roberts la mujer suavizó el rostro pero no abandonó del todo su postura nerviosa, pero se relajó un poco.—En verdad tiene que disculparme, señorita Anderson —le dijo con acento tímido— pero es que las personas que han pasado por aquí en los últimos tiempos no eran muy amables —esto último lo dijo bajando un poco la voz mientras miraba con algo de nerviosismo hacia la puerta que daba hacia la oficina de presidencia.—Está bien y te entiendo, pero quiero que sepas, tú y todas las chicas, que yo no soy así, ¿de acuerdo? —le dijo tratando de infundirle confianza.—Está bien, señorita, pero el último asistente era un señor que no se veía tan severo, pero creo que terminó muy mal de los nervios por… —titubeó unos segundos y tragó grueso, luego bajó la voz tanto que casi no se le oyó lo que decía— el trato del señor Hamilton —cuando dijo esto sus ojos se llenaron de miedo y miró de nuevo a la puerta de presidencia — Al principio se veía normal, pero luego se
—¿Me nombró alguien? —la voz masculina y de tonos graves se escuchó justamente a su espalda, a Rachel se le erizaron todos los vellos de su cuello y brazos. ¡Patrick Hamilton estaba detrás de ella! Ella sí notó que cuando estaba diciendo las últimas palabras dos de las chicas habían mirado sobre su hombro y abrieron los ojos un poco más, pero no les había hecho mucho caso. Menos mal que no había dicho nada inapropiado, pero la sorpresa no era agradable. Ella no volteó al instante sino que se fue volteando poco a poco mientras tomaba aire y se preparaba para cualquier cosa, el rubor sí que no podía evitarlo, miró al hombre de rostro adusto y severo, pero en esos momentos tenía algo parecido a una sonrisa irónica en los labios. —Yo lo nombré, señor Hamilton. —Ya lo noté —dijo un poco cortante— Así que usted es la maravillosa Rachel Anderson —mientras lo decía la miró de arriba a abajo, una mueca se marcó en su rostro, quizás al notar que ella era muy hermosa y de buena figura, justo
Ahora al que le tocó ponerse pálido fue a Patrick Hamilton. La chica se había dado el tupé de devolverle el golpe con una maestría increíble y éste no lo encajó muy bien que digamos, porque le recordó al par de mujeres que le habían destruído por dentro hacía varios años y que lo habían dejado como vacío por dentro, en especial con respecto al amor y las relaciones amorosas.La ira se le reflejaba claramente en el rostro, pero para sus adentros tenía que reconocer que la chica había estado en su derecho, él la había ofendido primero y tal vez por lo magistral de la respuesta fue que se dió cuenta de cuán ofensivo había sido su comentario. También tuvo que reconocer que delante de él estaba una mujer muy inteligente y eso le gustó, pero al mismo tiempo detestó a Rachel Anderson porque lo hizo sentir algo de admiración por ella, cosa que no se había permitido en los últimos once años.Ahora Patrcik Hamilton respiró hondo para no seguir en modo beligerante, y lo hizo varias veces hasta q
Esa pregunta hizo que Rachel le contara todo lo que había estado revisando en la mañana junto con su secretaria, aunque no tenía anotado nada, ni tampoco estaba al frente de su computadora, pudo citar, casi sin equivocarse u olvidarse de algo, todos los puntos que sabía que estaban pendientes por atender.Incluso algunos de ellos habían hecho que él estallara en un arrebato de ira contra las secretarias porque éstas no habían podido organizar nada como él les había pedido, incluso se podía decir que ella tenía más conocimiento que él de los asuntos que normalmente trabajaba vicepresidencia.—También tendrá que asignar un ejecutivo para que se encargue de dos asuntos que si bien no son graves, sí que requieren de atención por alguien capaz de resolverlo en los mejores términos —le dijo como sugerencia.—¿De cuáles asuntos me está hablando, señorita Andreson? —le preguntó frunciendo el entrecejo.—Uno es con la empresa MediCorp, sobre la importaciones que estaban pendientes por entregar
—Bien —y con esa corta palabra dio por zanjada cualquier discusión, diferencia u oposición a lo que había decidido— Llamaré en este instante a Roberts para notificarle, luego irá a recoger sus credenciales para poder acceder a los sitios que necesitará como vicepresidenta, espereme un par de minutos —le dijo acompañando las palabras con un expresivo gesto.Rachel todavía estaba un poco sorprendida de lo que había hecho Patrick Hamilton, sin embargo la decisión le pareció apropiada en las circunstancias actuales, puesto que ella ya había identificado el problema y visualizado las soluciones y resuelto lo que se tenía que hacer.Eso le demostraba a ella que Patrick Hamilton no era ningún loco, y que era hábil a la hora de tomar decisiones puntuales en la empresa. Recordó también que había escuchado a varios decir que la empresa había alcanzado cifras históricas en ingresos gracias a sus firmes y acertadas decisiones en los negocios.Esa era una de las cosas que más admiraba en un hombre
—¿Qué pasó, señorita Andrews? ¿Tuvo muchos problemas con el “tirano” Hamilton? —le preguntó con avidez y curiosidad.—Pues algo así, más o menos —le dijo Rachel sin expresar mucho— Lo que sí es seguro es que pudimos llegar a algunos acuerdos.—¿Y eso es bueno? —preguntó con una sonrisa.—Bueno eso depende, míralo tú misma —de alguna manera se estaba divirtiendo con su nuevo cargo— Te informo que tendrás un trabajo nuevo, Ada.—¿Un trabajo nuevo? ¿Es que ya no me quiere como secretaria? —dijo con cara de tristeza.—Vas a pasar a ser la secretaria del vicepresidente.—Pero, ese cargo lo ocupaba Rose, pero ahora no hay vicepresidente. —dijo todo eso con los ojos abiertos por la sorpresa.—Sí que lo hay, acaban de nombrarlo —sonrió al decir esto.—¿En serio? ¿Y quién es?—Está sentado justo frente a ti.Por unos momentos Ada se quedó sin comprender hasta que de pronto se puso de pie y comenzó a aplaudir de alegría.—¿Y cómo es eso, señorita? Me siento tan contenta, ¡pero es increíble! —di
Ahora sí que Rachel no pudo reprimir un gesto de sorpresa ante esta noticia, la verdad es que no se esperaba que le pagaran ese salario por solo suplir ese puesto mientras alguien más lo ocupara, y ahora resulta que su salario si iba a incrementar, pero ella no sabía de cuanto estaban hablando. —¿Eso es en serio, señor Roberts? —Los ojos extremadamente abiertos indican que estaba muy sorprendida.—Y muy en serio, mi querida niña —dijo reafirmando la información— Y tanto es así que me escribió un memorándum aparte de la llamada donde me pedía que le notificase a usted su aumento de sueldo oficialmente. Creo que podrá pensar en comprarse su propio automóvil ahora, señorita.¿Comprarse un auto? pero su salario actual era muy bueno, pero solo para cubrir algunas cosas como comprarse un nuevo teléfono móvil y una laptop para sustituir a la viejita que tenía en casa, pero ¿Un auto? una sospecha le cruzó por la mente.—¿Y de cuanto estamos hablando, señor Roberts, cúal es mi nuevo salario?