Dalila.¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!*¡Rápido! Consigue algo de madera y ponlo entre sus dientes.Madera... madera...Muse se desplomó encima de nosotras después de que la mordiera y dos segundos después comenzó a convulsionarse.Esta vez no me desmayé y eso fue una fortuna porque si no ¿Quién estaría tirando media casa para encontrar un maldito palo de madera?Por fortuna encontré en la cocina unos palitos chinos y corrí a colocarlo entre los dientes de Muse. Después de un minuto o dos se quedó totalmente quieta.Empecé a entrar en pánico, tal vez no haya sido una buena idea.*Hora de llamar a paps Gabe.*Si, él sabría qué hacer.Marqué a su celular pero no me contestó. Le marqué a mi madre... nada.*Jacob.*Nunca.Mi muy pequeña lista de contactos se hacía cada vez más pequeña. Hasta que se me ocurrió tocar en la puerta de al lado.Corrí hasta que me di cuenta de que no sabía cuál puerta de al lado. ¿Y si me equivocaba de puerta y al no conocerme me atacan? No había tiempo para presen
-¿Qué dijo tu padre?- Le pregunté a Charlie aun encima de él mientras nos transportaba a uno de los sillones.- Papá dijo que sería más barato ponerte un anillo en el dedo. - Dijo encogiéndose de hombros. - También te manda saludos y pregunta si irás a cenar con nosotros en año nuevo. Por supuesto, nuestra querida Susie también está invitada. - Luego echó un vistazo a la habitación. - Hola chicos. Soy Charlie. - Les dijo a mis amigos.-Dylan.-Clara.-Carl.-Evan.Mis amigos levantaron una mano presentándose.- Ahora por favor, cuéntame pequeña... ¿Qué sucede?Media hora después terminé de darle el resumen. Para ese entonces por fin supimos algo de Muse.- Señor Evan, la paciente se encuentra estable. Le tuvimos en terapia intensiva y después de algunas rondas de transfusión por fin paró la hemorragia. Le realizamos estudios pero no encontramos el origen de ésta. Se encuentra en la sala de recuperación y ya puede recibir visitas... cuando su mate lo autorice, por supuesto.-¡¿Qué?!-
Dalila.Debo de decir que eso es lo más raro que he oído en mi vida. -¿Eso significa que no comes cangrejos? - Preguntó Charlie por el altavoz. Clara, que era la que tenía más batería de todos, me prestó su celular y lo habíamos puesto entre los asientos delanteros en altavoz para hablar con Charlie mientras éste conducía su moto detrás de nosotros. -¡Claro que no! Las pequeñas cosas no tienen la culpa de la gente carnívora. Lo molestamos un rato más debido a su varonil gusto por lo animales y luego en el camino Helsen nos dio un sermón bastante largo sobre los peligros de hacer experimentos sin supervisión adulta, o en este caso, sin él. Yo estaba muy acurrucada en el regazo de Evan. ¿Qué puedo decir? Ya me estaban mal acostumbrando los chicos; además, Evan fue el que abrió los brazos en invitación con una sonrisa. Dejé de protestar cuando prometió quitarse la camisa. -Cuéntame más Charlie, ¿Cómo es que Dalila te contó sobre nosotros? - Dijo Dylan curioso. - Esa es una larg
Dalila. Miré a Jacob caer en una rodilla cuando Charlie le disparó directo en la pierna. Al segundo siguiente Dylan, Evan y Carl estaban frente a mí cubriéndome y gruñendo. Jacob resopló divertido y sangrando de nuevo desde el piso. -Ya veo, ¿Me hiciste caso y te pusiste a morder a cuanto idiota cayera en tus redes? Estúpida y fácil loba… -¡Basta! - Dijo Damián. -¡¿Qué demonios, hombre?! Damián corrió a ayudar a Jacob a levantarse. Jacob me mataba con la mirada; la fuerza del odio de sus ojos me hacía sentir pequeña por dentro y me dolía más que el golpe, por alguna extraña razón. -Ella es una… -Ella te salvó la jodida vida. A ti y a todos nosotros, estúpido. Contrólate antes de que cometas una idiotez mayor. Jacob quitó de mí su mirada y la enfocó en mi amigo Charlie, éste no había bajado su brazo y estaba listo para un nuevo disparo. -¿Estás bien? - Me preguntó Carl dándole la espalda a Jacob y Damián. Los otros lobos se habían quedado donde estaban sin meterse en nuestra
Jacob.*Levántate florecita. Nuestra mate quiere jugar.*¿Qué?La consciencia y el dolor llegan poco a poco aunque este último no es tan malo como cuando todo se puso negro.*Así es; no sé cómo, pero estamos curándonos más rápido de lo normal. Incluso la sangre que perdimos siento cómo se recupera... así como siento algo encantador chupando nuestro cuello. Me gustaría que abrieras los ojos para poder ver a nuestra mate...Kell se detuvo cuando sentimos que un ligero peso se movía por nuestras costillas y se alojaba en nuestras caderas. Resistí el impulso de empujar porque no estaba del todo seguro de lo que estaba pasando.Entonces la más placentera de las sensaciones recorrió mi cuerpo cuando una traviesa lengua comenzó a surcar mis costillas.*Bien, ahora doy gracias al cielo por que perdieras el tiempo con tantas lobas. Realmente nos siento capaces de complacer a nuestra juguetona mate aun en el borde de la muerte. Le daré los cachorros que quiera sin importar la situación...Eso t
-Dalila.Esperamos a que el consejo, Jacob y paps Gabe se tomaran su dulce dulce tiempo para venir a vernos. Mientras nos asábamos como pollos dentro de la camioneta... y Evan tenía hambre.-¿Creen que nos dejen ir aunque sea por un muslito? - Dijo Evan - Ya huele a comida. - Dijo con un puchero. -Mi reino por una malteada. - Dije acurrucada en los brazos de Dylan porque… porque podía y él me dejaba. - Chicos, atención. - Dijo Helsen. - Repasemos el plan. - Salimos como lobos civilizados con los brazos en alto, cuello descubierto y ojos de “yo no hice nada”. - Dijo Clara con un tono aburrido. -Pedimos defender nuestro caso exponiendo que tenemos un rehén y ¡Boom! Dejamos que Dalila haga su magia. - Dice Evan enviándole pulgares arriba a Helsen. Muse y yo bufamos ante las tonterías de mis amigos, pero secretamente deseé que fuera así de sencillo porque la vida de mi mamá y Charlie dependían de convencer a los padres de mis amigos que no era una loba mística malvada con planes de
Anita la huerfanita.No recuerdo exactamente el día; nosotros no teníamos noción del tiempo en la madriguera. Hace dos comidas comencé a notar que mi mami estaba inquieta, su leche ya no era suficiente para alimentarnos y cada vez tenía que salir más veces y por más tiempo. Mis hermanos y yo dormitábamos o mordisqueábamos la hierba de los alrededores. Hoy era diferente de alguna forma; mamá nos apresuró a comer y luego nos empujó insistentemente a la luz. Yo tenía miedo porque nunca había salido a ver qué había en esa luz. Claro, me preguntaba a dónde iba mamá cuando partía, pero no era lo suficientemente valiente como para aventurarme. Finalmente, mis hermanos, mamá y yo salimos. Me quedé quieta por unos minutos porque la luz lastimaba mis ojitos; percibí el movimiento de mis hermanos más audaces y pronto mi madre nos instaba a continuar. Saltábamos de arbusto en arbusto a un paso lento, ya que nuestras patitas eran cortas; mamá estuvo alerta todo el tiempo y se le veía preocupada
Dalila. Los miembros del consejo hablaban muy animados mientras paps Gabe y Jacob se veían cada vez más enojados. No me importaban sus estados de ánimo más allá de lo que tengan que decir sobre el veredicto. -Y aquí tengo un rehén oh si oh si, un rehén oh si oh si, un rehén oh si oh si… Clara y Carl venían sosteniendo / arrastrando a un amordazado enemigo mientras se inventaban una cancioncita pegajosa. No iba a negar que mis amigos encontraban diversión en las cosas más extrañas. Los únicos que nos ponían un poco de atención eran los miembros de la partida de caza y ciertamente no me incomodaban sus miradas de horror, así que me uní a mis amigos e inventamos una canción ridícula mientras bailábamos en circulo alrededor del tipo desnudo. -La de siempre chicos. - Dijo Clara cerrando los ojos y suspirando. Luego abrió los ojos con mucha determinación y comenzó a cantar a todo pulmón. - Jugaremos con el malo mientras el Consejo no está aquí porque si el Consejo aparece al malo se