Dalila. Miré a Jacob caer en una rodilla cuando Charlie le disparó directo en la pierna. Al segundo siguiente Dylan, Evan y Carl estaban frente a mí cubriéndome y gruñendo. Jacob resopló divertido y sangrando de nuevo desde el piso. -Ya veo, ¿Me hiciste caso y te pusiste a morder a cuanto idiota cayera en tus redes? Estúpida y fácil loba… -¡Basta! - Dijo Damián. -¡¿Qué demonios, hombre?! Damián corrió a ayudar a Jacob a levantarse. Jacob me mataba con la mirada; la fuerza del odio de sus ojos me hacía sentir pequeña por dentro y me dolía más que el golpe, por alguna extraña razón. -Ella es una… -Ella te salvó la jodida vida. A ti y a todos nosotros, estúpido. Contrólate antes de que cometas una idiotez mayor. Jacob quitó de mí su mirada y la enfocó en mi amigo Charlie, éste no había bajado su brazo y estaba listo para un nuevo disparo. -¿Estás bien? - Me preguntó Carl dándole la espalda a Jacob y Damián. Los otros lobos se habían quedado donde estaban sin meterse en nuestra
Jacob.*Levántate florecita. Nuestra mate quiere jugar.*¿Qué?La consciencia y el dolor llegan poco a poco aunque este último no es tan malo como cuando todo se puso negro.*Así es; no sé cómo, pero estamos curándonos más rápido de lo normal. Incluso la sangre que perdimos siento cómo se recupera... así como siento algo encantador chupando nuestro cuello. Me gustaría que abrieras los ojos para poder ver a nuestra mate...Kell se detuvo cuando sentimos que un ligero peso se movía por nuestras costillas y se alojaba en nuestras caderas. Resistí el impulso de empujar porque no estaba del todo seguro de lo que estaba pasando.Entonces la más placentera de las sensaciones recorrió mi cuerpo cuando una traviesa lengua comenzó a surcar mis costillas.*Bien, ahora doy gracias al cielo por que perdieras el tiempo con tantas lobas. Realmente nos siento capaces de complacer a nuestra juguetona mate aun en el borde de la muerte. Le daré los cachorros que quiera sin importar la situación...Eso t
-Dalila.Esperamos a que el consejo, Jacob y paps Gabe se tomaran su dulce dulce tiempo para venir a vernos. Mientras nos asábamos como pollos dentro de la camioneta... y Evan tenía hambre.-¿Creen que nos dejen ir aunque sea por un muslito? - Dijo Evan - Ya huele a comida. - Dijo con un puchero. -Mi reino por una malteada. - Dije acurrucada en los brazos de Dylan porque… porque podía y él me dejaba. - Chicos, atención. - Dijo Helsen. - Repasemos el plan. - Salimos como lobos civilizados con los brazos en alto, cuello descubierto y ojos de “yo no hice nada”. - Dijo Clara con un tono aburrido. -Pedimos defender nuestro caso exponiendo que tenemos un rehén y ¡Boom! Dejamos que Dalila haga su magia. - Dice Evan enviándole pulgares arriba a Helsen. Muse y yo bufamos ante las tonterías de mis amigos, pero secretamente deseé que fuera así de sencillo porque la vida de mi mamá y Charlie dependían de convencer a los padres de mis amigos que no era una loba mística malvada con planes de
Anita la huerfanita.No recuerdo exactamente el día; nosotros no teníamos noción del tiempo en la madriguera. Hace dos comidas comencé a notar que mi mami estaba inquieta, su leche ya no era suficiente para alimentarnos y cada vez tenía que salir más veces y por más tiempo. Mis hermanos y yo dormitábamos o mordisqueábamos la hierba de los alrededores. Hoy era diferente de alguna forma; mamá nos apresuró a comer y luego nos empujó insistentemente a la luz. Yo tenía miedo porque nunca había salido a ver qué había en esa luz. Claro, me preguntaba a dónde iba mamá cuando partía, pero no era lo suficientemente valiente como para aventurarme. Finalmente, mis hermanos, mamá y yo salimos. Me quedé quieta por unos minutos porque la luz lastimaba mis ojitos; percibí el movimiento de mis hermanos más audaces y pronto mi madre nos instaba a continuar. Saltábamos de arbusto en arbusto a un paso lento, ya que nuestras patitas eran cortas; mamá estuvo alerta todo el tiempo y se le veía preocupada
Dalila. Los miembros del consejo hablaban muy animados mientras paps Gabe y Jacob se veían cada vez más enojados. No me importaban sus estados de ánimo más allá de lo que tengan que decir sobre el veredicto. -Y aquí tengo un rehén oh si oh si, un rehén oh si oh si, un rehén oh si oh si… Clara y Carl venían sosteniendo / arrastrando a un amordazado enemigo mientras se inventaban una cancioncita pegajosa. No iba a negar que mis amigos encontraban diversión en las cosas más extrañas. Los únicos que nos ponían un poco de atención eran los miembros de la partida de caza y ciertamente no me incomodaban sus miradas de horror, así que me uní a mis amigos e inventamos una canción ridícula mientras bailábamos en circulo alrededor del tipo desnudo. -La de siempre chicos. - Dijo Clara cerrando los ojos y suspirando. Luego abrió los ojos con mucha determinación y comenzó a cantar a todo pulmón. - Jugaremos con el malo mientras el Consejo no está aquí porque si el Consejo aparece al malo se
Dalila.*Has estado muy callada, ¿Te encuentras bien?Mis amigos y yo terminamos en la casa de Carl para suplicar una comida decente de las bellas manos de Alice. También los tórtolos aprovecharon para darle la feliz noticia a su madre y actualmente nos encontrábamos celebrando en la cocina. Incluso Boris estaba haciendo un brindis por la pareja.Acababa de recibir la llamada de mi madre informándome que Charlie y ella estaban bien y que no me preocupara. Los dos iban a descansar y ponerse al día en la antigua casa en la que vivía mi madre antes de mudarse a otra manada. No quise pedirle detalles sobre lo que pasó con el Alfa Gabe en ese momento así que le dije que pasaría más tarde.*No me siento muy animada. Tal vez mi límite sea curar una docena de lobos por día y morder otras dos. También me siento rara de alguna manera desde que dejamos a Jacob y Gabe en la entrada del territorio.*Yo también me siento cansada y extraña. Tendremos que recargar energía pronto.Desde que me alejé d
Jacob.JacobBufé y seguí mi camino a la clínica. Las heridas de bala habían sanado por completo, aun así Kell y yo estábamos inquietos. Necesitábamos el alivio que proporciona un polvo rápido.*Yo solo necesito a mi mate.*Necesitas otra experiencia cercana a la muerte si aun a pesar de las pruebas te niegas a ver la realidad sobre Dalila.*No, humano. Soy el único de esta relación que ve a nuestra mate como realmente es: Hermosa, compasiva y graciosa.Lo ignoré y seguí caminando a buen paso. Dalila y los traidores podían esperar por lo que a mi respectaba.Llegué a la clínica y a mi paso todos descubrían sus gargantas. Bien, al fin algo de respeto.Madison ya se encontraba esperándome desnuda y sugerente en el cuarto aledaño a su oficina. Lo mandó a modificar cuando se dio cuenta de que ser jefa de la clínica era las 24/7 y que no tenía sentido ir a casa a ducharse y luego regresar. A mi este arreglo nunca me ha parecido más perfecto.-Hola, Alfa. - Dijo sensualmente la loba. - Si g
Jacob.La primer hora después de que Dalila me dejara más indefenso que un bebé en el piso la pasé recargado en la pared de la ducha. En algún punto el agua se había vuelto fría, o tal vez nunca abrí el grifo del agua caliente. Como sea, me importaba una mierda.Mis pensamientos eran caóticos y no podía dejar de repetir algunas escenas en mi mente; sobre todo reviví una y otra vez la mirada dolida de sus ojos cuando quise dictar su sentencia de muerte.Cerré los ojos y golpeé mi cabeza contra los azulejos algunas veces. Kell no me había vuelto a dirigir la palabra y lo sentía alejado en un rincón de mi mente. Era extraño porque normalmente quería estar siempre al frente y al centro de mi cabeza; ahora solo se limitaba a mirar el negro infinito de sus pensamientos.Me sentí un poco culpable, pero ciertamente no tenía tiempo para preocuparme por animar a mi lobo. Hasta el momento solo había llegado a la conclusión de que fue estúpido de mi parte no tratar de conocer a Dalila antes de fo