-Dalila.Esperamos a que el consejo, Jacob y paps Gabe se tomaran su dulce dulce tiempo para venir a vernos. Mientras nos asábamos como pollos dentro de la camioneta... y Evan tenía hambre.-¿Creen que nos dejen ir aunque sea por un muslito? - Dijo Evan - Ya huele a comida. - Dijo con un puchero. -Mi reino por una malteada. - Dije acurrucada en los brazos de Dylan porque… porque podía y él me dejaba. - Chicos, atención. - Dijo Helsen. - Repasemos el plan. - Salimos como lobos civilizados con los brazos en alto, cuello descubierto y ojos de “yo no hice nada”. - Dijo Clara con un tono aburrido. -Pedimos defender nuestro caso exponiendo que tenemos un rehén y ¡Boom! Dejamos que Dalila haga su magia. - Dice Evan enviándole pulgares arriba a Helsen. Muse y yo bufamos ante las tonterías de mis amigos, pero secretamente deseé que fuera así de sencillo porque la vida de mi mamá y Charlie dependían de convencer a los padres de mis amigos que no era una loba mística malvada con planes de
Anita la huerfanita.No recuerdo exactamente el día; nosotros no teníamos noción del tiempo en la madriguera. Hace dos comidas comencé a notar que mi mami estaba inquieta, su leche ya no era suficiente para alimentarnos y cada vez tenía que salir más veces y por más tiempo. Mis hermanos y yo dormitábamos o mordisqueábamos la hierba de los alrededores. Hoy era diferente de alguna forma; mamá nos apresuró a comer y luego nos empujó insistentemente a la luz. Yo tenía miedo porque nunca había salido a ver qué había en esa luz. Claro, me preguntaba a dónde iba mamá cuando partía, pero no era lo suficientemente valiente como para aventurarme. Finalmente, mis hermanos, mamá y yo salimos. Me quedé quieta por unos minutos porque la luz lastimaba mis ojitos; percibí el movimiento de mis hermanos más audaces y pronto mi madre nos instaba a continuar. Saltábamos de arbusto en arbusto a un paso lento, ya que nuestras patitas eran cortas; mamá estuvo alerta todo el tiempo y se le veía preocupada
Dalila. Los miembros del consejo hablaban muy animados mientras paps Gabe y Jacob se veían cada vez más enojados. No me importaban sus estados de ánimo más allá de lo que tengan que decir sobre el veredicto. -Y aquí tengo un rehén oh si oh si, un rehén oh si oh si, un rehén oh si oh si… Clara y Carl venían sosteniendo / arrastrando a un amordazado enemigo mientras se inventaban una cancioncita pegajosa. No iba a negar que mis amigos encontraban diversión en las cosas más extrañas. Los únicos que nos ponían un poco de atención eran los miembros de la partida de caza y ciertamente no me incomodaban sus miradas de horror, así que me uní a mis amigos e inventamos una canción ridícula mientras bailábamos en circulo alrededor del tipo desnudo. -La de siempre chicos. - Dijo Clara cerrando los ojos y suspirando. Luego abrió los ojos con mucha determinación y comenzó a cantar a todo pulmón. - Jugaremos con el malo mientras el Consejo no está aquí porque si el Consejo aparece al malo se
Dalila.*Has estado muy callada, ¿Te encuentras bien?Mis amigos y yo terminamos en la casa de Carl para suplicar una comida decente de las bellas manos de Alice. También los tórtolos aprovecharon para darle la feliz noticia a su madre y actualmente nos encontrábamos celebrando en la cocina. Incluso Boris estaba haciendo un brindis por la pareja.Acababa de recibir la llamada de mi madre informándome que Charlie y ella estaban bien y que no me preocupara. Los dos iban a descansar y ponerse al día en la antigua casa en la que vivía mi madre antes de mudarse a otra manada. No quise pedirle detalles sobre lo que pasó con el Alfa Gabe en ese momento así que le dije que pasaría más tarde.*No me siento muy animada. Tal vez mi límite sea curar una docena de lobos por día y morder otras dos. También me siento rara de alguna manera desde que dejamos a Jacob y Gabe en la entrada del territorio.*Yo también me siento cansada y extraña. Tendremos que recargar energía pronto.Desde que me alejé d
Jacob.JacobBufé y seguí mi camino a la clínica. Las heridas de bala habían sanado por completo, aun así Kell y yo estábamos inquietos. Necesitábamos el alivio que proporciona un polvo rápido.*Yo solo necesito a mi mate.*Necesitas otra experiencia cercana a la muerte si aun a pesar de las pruebas te niegas a ver la realidad sobre Dalila.*No, humano. Soy el único de esta relación que ve a nuestra mate como realmente es: Hermosa, compasiva y graciosa.Lo ignoré y seguí caminando a buen paso. Dalila y los traidores podían esperar por lo que a mi respectaba.Llegué a la clínica y a mi paso todos descubrían sus gargantas. Bien, al fin algo de respeto.Madison ya se encontraba esperándome desnuda y sugerente en el cuarto aledaño a su oficina. Lo mandó a modificar cuando se dio cuenta de que ser jefa de la clínica era las 24/7 y que no tenía sentido ir a casa a ducharse y luego regresar. A mi este arreglo nunca me ha parecido más perfecto.-Hola, Alfa. - Dijo sensualmente la loba. - Si g
Jacob.La primer hora después de que Dalila me dejara más indefenso que un bebé en el piso la pasé recargado en la pared de la ducha. En algún punto el agua se había vuelto fría, o tal vez nunca abrí el grifo del agua caliente. Como sea, me importaba una mierda.Mis pensamientos eran caóticos y no podía dejar de repetir algunas escenas en mi mente; sobre todo reviví una y otra vez la mirada dolida de sus ojos cuando quise dictar su sentencia de muerte.Cerré los ojos y golpeé mi cabeza contra los azulejos algunas veces. Kell no me había vuelto a dirigir la palabra y lo sentía alejado en un rincón de mi mente. Era extraño porque normalmente quería estar siempre al frente y al centro de mi cabeza; ahora solo se limitaba a mirar el negro infinito de sus pensamientos.Me sentí un poco culpable, pero ciertamente no tenía tiempo para preocuparme por animar a mi lobo. Hasta el momento solo había llegado a la conclusión de que fue estúpido de mi parte no tratar de conocer a Dalila antes de fo
Dalila. -… Entonces mordí al chico Jared y probé que no tenía nada que ver con sus asuntos. - Les dije a mi madre y a Charlie. Nos encontrábamos en la sala bebiendo nuestros batidos y comiendo algunas galletas. Lo primero que hice después de entrar fue ser casi asfixiada en un abrazo por mi mejor amigo y luego me arrastraron a la sala para que les contara mi muy divertido día. -Tuve que morder a Jacob y quitarle la marca; no solo para que el Consejo no pensara tonterías después sino también para no tener nada que ver con el lobo. - Dije encogiéndome de hombros. -Ese idiota, desde que lo vi quise dispararle… más veces. - Dijo Charlie enojado. - Ya he hablado con mi padre para tomarme unas pequeñas vacaciones; no pienso volver sin mis damas favoritas. Tal vez podamos ir a Europa…- Dijo mirándome con esperanza. Yo suspiré. Había llegado el momento de hablar del gran elefante en el cuarto pero aun quería retrasarlo un poco porque no tenía idea de qué hacer aún. -Antes que nada, yo h
Kenny.Kenny -¡Deprisa cachorro! No querrás llegar tarde a tu primer día como guardia. ¡Qué emoción! Mi pequeño está creciendo y pronto será alguien importante en la manda… - Y aquí damas y caballeros estaba mi madre, Laura. Entusiasta de las manualidades y dueña de la única heladería de la ciudad, su efusividad siempre era querida y aceptada por la manada. “La loba más alegre” murmuraban muchos. Yo la amaba, pero no compartía su entusiasmo por la mitad de cosas que le emocionaban. - … la cámara. ¡Eso es! Tomaré una foto de este momento y la enmarcaré en la heladería… Mi madre por fin me dejó solo en mi cuarto mientras iba a buscar su cámara; ni siquiera traté de detenerla, era imposible cuando se ponía en modo “adicta al azúcar” que tanto me provocaba estrés. Suspiré y me levanté para comenzar a vestirme con mi nuevo uniforme. Más temprano por la mañana, el alfa Gabe se contactó conmigo (con mi madre, más precisamente ya que se autodesignó el papel de mi secretaria) para informar