Dalila.*Has estado muy callada, ¿Te encuentras bien?Mis amigos y yo terminamos en la casa de Carl para suplicar una comida decente de las bellas manos de Alice. También los tórtolos aprovecharon para darle la feliz noticia a su madre y actualmente nos encontrábamos celebrando en la cocina. Incluso Boris estaba haciendo un brindis por la pareja.Acababa de recibir la llamada de mi madre informándome que Charlie y ella estaban bien y que no me preocupara. Los dos iban a descansar y ponerse al día en la antigua casa en la que vivía mi madre antes de mudarse a otra manada. No quise pedirle detalles sobre lo que pasó con el Alfa Gabe en ese momento así que le dije que pasaría más tarde.*No me siento muy animada. Tal vez mi límite sea curar una docena de lobos por día y morder otras dos. También me siento rara de alguna manera desde que dejamos a Jacob y Gabe en la entrada del territorio.*Yo también me siento cansada y extraña. Tendremos que recargar energía pronto.Desde que me alejé d
Jacob.JacobBufé y seguí mi camino a la clínica. Las heridas de bala habían sanado por completo, aun así Kell y yo estábamos inquietos. Necesitábamos el alivio que proporciona un polvo rápido.*Yo solo necesito a mi mate.*Necesitas otra experiencia cercana a la muerte si aun a pesar de las pruebas te niegas a ver la realidad sobre Dalila.*No, humano. Soy el único de esta relación que ve a nuestra mate como realmente es: Hermosa, compasiva y graciosa.Lo ignoré y seguí caminando a buen paso. Dalila y los traidores podían esperar por lo que a mi respectaba.Llegué a la clínica y a mi paso todos descubrían sus gargantas. Bien, al fin algo de respeto.Madison ya se encontraba esperándome desnuda y sugerente en el cuarto aledaño a su oficina. Lo mandó a modificar cuando se dio cuenta de que ser jefa de la clínica era las 24/7 y que no tenía sentido ir a casa a ducharse y luego regresar. A mi este arreglo nunca me ha parecido más perfecto.-Hola, Alfa. - Dijo sensualmente la loba. - Si g
Jacob.La primer hora después de que Dalila me dejara más indefenso que un bebé en el piso la pasé recargado en la pared de la ducha. En algún punto el agua se había vuelto fría, o tal vez nunca abrí el grifo del agua caliente. Como sea, me importaba una mierda.Mis pensamientos eran caóticos y no podía dejar de repetir algunas escenas en mi mente; sobre todo reviví una y otra vez la mirada dolida de sus ojos cuando quise dictar su sentencia de muerte.Cerré los ojos y golpeé mi cabeza contra los azulejos algunas veces. Kell no me había vuelto a dirigir la palabra y lo sentía alejado en un rincón de mi mente. Era extraño porque normalmente quería estar siempre al frente y al centro de mi cabeza; ahora solo se limitaba a mirar el negro infinito de sus pensamientos.Me sentí un poco culpable, pero ciertamente no tenía tiempo para preocuparme por animar a mi lobo. Hasta el momento solo había llegado a la conclusión de que fue estúpido de mi parte no tratar de conocer a Dalila antes de fo
Dalila. -… Entonces mordí al chico Jared y probé que no tenía nada que ver con sus asuntos. - Les dije a mi madre y a Charlie. Nos encontrábamos en la sala bebiendo nuestros batidos y comiendo algunas galletas. Lo primero que hice después de entrar fue ser casi asfixiada en un abrazo por mi mejor amigo y luego me arrastraron a la sala para que les contara mi muy divertido día. -Tuve que morder a Jacob y quitarle la marca; no solo para que el Consejo no pensara tonterías después sino también para no tener nada que ver con el lobo. - Dije encogiéndome de hombros. -Ese idiota, desde que lo vi quise dispararle… más veces. - Dijo Charlie enojado. - Ya he hablado con mi padre para tomarme unas pequeñas vacaciones; no pienso volver sin mis damas favoritas. Tal vez podamos ir a Europa…- Dijo mirándome con esperanza. Yo suspiré. Había llegado el momento de hablar del gran elefante en el cuarto pero aun quería retrasarlo un poco porque no tenía idea de qué hacer aún. -Antes que nada, yo h
Kenny.Kenny -¡Deprisa cachorro! No querrás llegar tarde a tu primer día como guardia. ¡Qué emoción! Mi pequeño está creciendo y pronto será alguien importante en la manda… - Y aquí damas y caballeros estaba mi madre, Laura. Entusiasta de las manualidades y dueña de la única heladería de la ciudad, su efusividad siempre era querida y aceptada por la manada. “La loba más alegre” murmuraban muchos. Yo la amaba, pero no compartía su entusiasmo por la mitad de cosas que le emocionaban. - … la cámara. ¡Eso es! Tomaré una foto de este momento y la enmarcaré en la heladería… Mi madre por fin me dejó solo en mi cuarto mientras iba a buscar su cámara; ni siquiera traté de detenerla, era imposible cuando se ponía en modo “adicta al azúcar” que tanto me provocaba estrés. Suspiré y me levanté para comenzar a vestirme con mi nuevo uniforme. Más temprano por la mañana, el alfa Gabe se contactó conmigo (con mi madre, más precisamente ya que se autodesignó el papel de mi secretaria) para informar
Dalila. -¡¿Qué m****a?! ¡Aléjate de esa chica! Estaba inclinándome para escupir/lamer/ salivar sobre el rostro deforme de Brianna cuando fui apartada bruscamente por la señorita Morrison. Me preguntaba dónde había estado mientras mi loba y yo intentábamos contener a la loba de Clara. Dicha loba se encontraba actualmente gruñendo hacia la encargada del piso. *Contrólate. Después de que mi loba le enviara la orden por la marca, la loba de Clara se sentó obedientemente y solo observó a la señorita Morrison tratar de ¿Revivir? ¿Evaluar el daño? ¿Ayudar a enterrar el cuerpo? De Brianna. -M****a… M****a… M****a… *Tenemos que curarla o saborear su horrible sangre será el menor de nuestros problemas. *Lo sé, pero dudo que la señorita Morris me deje acercarme y no tengo tiempo para explicarle. *Tendremos que someterla. *¡¿Estás loca?! ¿Cómo demonios la vamos a someter? Por lo que sabemos, ya pidió ayuda por el enlace de la manada y actualmente estamos a dos segundos de que lleguen los
Dalila. Después de esas fuertes declaraciones se escucharon algunos gruñidos en el claro. -Por favor, baja el arma. - Dijo el Alfa Gabe a un punto de la audiencia. Muchos seguimos su mirada y encontramos a Charlie apuntando justo a la cara de Brianna. A su lado estaba mi madre gruñendo amenazadoramente hacia la tarima. *Yo apuesto por Charlie. Creo que la bala llegará antes a la loca que nuestra madre. *No estaría tan segura. Nuestros amigos se ven bastante asesinos en este momento. Le dije a mi loba cuando presté atención al resto de los gruñidos que se escuchaban. No solo mis amigos, sino que había varias caras conocidas que gruñían en dirección de Brianna: Boris, Alicia, Muse, Helsen, Esteban, Martha, mamá G, Damián y, para mi sorpresa, Jacob; todos comenzaban a adoptar una posición claramente agresiva. *Aww, yo también los amo a todos. Menos al idiota, ese sigue en nuestra lista de mutilar para después. *Esto es serio, ¿Crees que tengamos que intervenir? *No, el Alfa Gabe s
Hubo silencio cuando entré al gimnasio de duela y miré hacia donde tenían colchonetas para practicar. Enseguida localicé a Damián y confieso que moví un poco extra mis caderas al acercarme a él. Era una clase exclusivamente para chicos, por lo que pude ver, y me sentí muy halagada cuando todos pusieron sus ojos en mí. -Hola Damián. - Dije dándole una sonrisa coqueta. -Hola Dalila. - Dijo dándome una cálida sonrisa amable. - ¿Qué te trae a este humilde recinto lleno de sudor y olor corporal masculino? ¿Estás perdida? Eran al menos unos 10 chicos y todos habían dejado de hacer lo que sea que estuvieran haciendo para mirarme y poner atención a nuestro intercambio. Yo le hice un pequeño puchero. -Te extrañé, pensé que tú también me habías extrañado. Damián me regalo otra sonrisa, esta vez con hoyuelos y casi me desmayo. -Claro que te extrañé, pero en este momento me encuentro enseñando cuerpo a cuerpo a los cachorros. ¿No tienes alguna clase en la que estar? - ¿Estás tratando de ale