Narra David de María–Eso no te lo has creído, ni tú David de María, esos chicos, al parecer, te conocen muy bien. Eres el fresa del pueblo.Eso me consideraban ellos, porque nuestra familia, tenía un buen status económico. Como muchas familias, que venían a vacacionar aquí.–No mi princesa, bueno sí un poco pero no tienes por qué sentirte abrumada por eso, soy tú David y con eso debe bastarte.–Y me basta y me sobra. Pero siento, que no me has contado muchas cosas sobre ti, yo ya he conocido a Carmen y bueno tú conoces a Petra, a mi papá, a mis abuelitos y a una de mis hermanas pero ¿Qué hay con tu papá? Perdóname que pregunte, pero es que no me has hablado nunca de él, ¿Acaso llevan una mala relación cómo Petra y yo?No tenía de que preocuparse, el trato con mi padre era de los mejores, nunca habíamos tenido ningún desacuerdo, simplemente, debíamos tener contacto en horarios, que se pudieran compaginar. –No preciosa, eso para nada. Mi padre vive en Madrid, es por eso que sólo conoc
Narra Alondra FerreyraPasamos dos días tranquilos, los del fin de semana, ahí con David en la cabaña haciendo nuestras tareas del Tec, platicando con Carmen, y un día fue Fina y comimos también con ella, jugamos cartas y vimos películas.Afortunadamente estaba pasando el mal tiempo y quizás para el lunes, ya podríamos salir a hacer otras actividades, que no involucraran tanto estar encerrados y servía que yo, podría conocer Valle de Bravo.Estábamos cenando ese domingo en la noche con Carmen, sólo nosotros tres cuando algo me cayó terriblemente mal y me hizo levantarme rápido de la mesa para correr al cuarto de baño, dónde devolví todo lo que había cenado. Me quedé un rato ahí devolviendo y David estaba de pie junto a mí, sosteniendo un vaso de agua, que me dio para que me enjuagara la boca.-Mi princesa ¿Qué tienes? -Me preguntaba muy preocupado - Te ves muy pálida, déjame ayudarte ¿algo de cayó mal?-David, he devuelto todo. No te acerques huele feo y me he ensuciado el cabello, po
Narra Alondra FerreyraLe pregunté, porque estaban causando efecto muy rápido.–Es un analgésico y un antiespasmódico, para tú cólico menstrual. Todo va a estar bien contigo, mi niña.Cuando Carmen terminó de asearme, se tomó la molestia de ayudarme a secar, hasta me dio mi ropa interior ya lista con mi toalla sanitaria y después, con mucho amor me secó el cabello, hasta que dejó de escurrirme. Salimos del cuarto de baño, dónde mi David ya me esperaba, y me tomó en sus brazos apenas me vio salir.–Alondra mi vida, ¿Cómo te sientes muñequita? – Me preguntaba él – Te amo, vamos a recostarte para que descanses.–Mal mi amor, pero el baño me ha ayudado mucho, sigue el cólico y me está comenzando a doler la cabeza también – Respondí – Pero con lo que me ha dado Carmen, sé que me sentiré mejor.Con las atenciones, que me estaban dando me sentía mejor, creo que cuando te toman en cuenta, es un alivio extra, no me siento sola, como en las demás ocasiones, cuando me bajaba el periodo.–Sí mi a
Narra David de MaríaPasamos en casa los días, que mi hermosa princesa estaba débil, hasta que le pasó su periodo y ese fin de semana que siguió al parecer, el mal tiempo había pasado también, así que decidimos irnos ahora sí, a lo que habíamos pospuesto el paseo nocturno y no solo eso también, íbamos a ir de campamento esa noche de viernes. A mí no me gustaba mucho eso de andar yendo a la aventura, pero con Alondra estaba dispuesto, como bien le dije a ella, a compartir nuevas experiencias juntos.Esa noche nos fuimos caminando, desde mi casa a mitad del bosque, dónde se reunía toda la gente, para paseo nocturno y en efecto pudimos ver con Alondra, que había mucha gente extranjera, alistándose para el paseo. Ahí nos alcanzaron a nosotros, Lisa y Andrés, quienes insistían en convivir con nosotros. Ya no había ningún problema, con lo de la bebida. –Hola chicos – Nos saludó Lisa – Espero estén felices de vernos, todos vamos al paseo nocturnos.–Hola Lisa – Respondí – Claro que sí, vamo
Narra David de MaríaMe separé de ella y le dije a uno de los organizadores, que iría al servicio y efectivamente, me dijo, que era dónde yo ya sabía, tenía que caminar, como un kilómetro para llegar. Así que tomé valor y caminé con decisión cruzando el bosque, me sentía como un niño explorador o algo así. Estaba por llegar al servicio, cuando escuché unos pasos de algo y corrí para alejarme, de lo que sea que hubiera sido ese ruido. Tenía que calmarme, no había nada de que temer, ahí no habían fieras salvajes ni nada y solo estaba sugestionado por lo que decían Alondra, mis amigos y ahora, hasta también los del paseo nocturno.Al llegar por fin al servicio, me sentí liberado y me dispuse a hacer, lo que iba a hacer ahí. Todo estaba tranquilo y yo mismo, me infundía valor y calma, no podría existir ese paseo, si en efecto hubiera algo que pusiera en peligro a los turistas, así que solo me reía ya de la situación, pero cuando quise salir del servicio la puerta estaba atorada, justo lo
Narra Alondra FerreyraEstaba preocupada por David, llevaba rato encerrado en el baño, pese a los esfuerzos de Cindy y de esos turistas, quienes también quisieron ayudarlo. Luego llegó ahí otro encargado del paseo nocturno y todos coincidieron en lo mismo, la puerta se había colgado y por eso no se podía abrir por ningún medio, pero algo se tenía que hacer.–Alondra ¿Cierto? – Preguntaba Cindy – Ven conmigo, por favor.–Sí Cindy, dime.–Tendrás que ayudarnos, un poco con David. La puerta no se puede abrir por ningún motivo, ya lo hemos intentado todo como has podido ver y la única manera de hacer que el salga, es que acepte hacerlo por la ventana.–Entiendo Cindy, ¿No pueden llamar a nadie que pueda venir a desatorar la puerta o a levantarla? Escuché que decían tú y tú compañero, que la puerta está caída.–Lo está Alondra, pero no puede venir nadie y menos en fin de semana y creo que ahora lo que nos interesa a todos, es sacar a David y cuanto antes, pero no sé cómo se pondrá, ante lo
Narra Alondra Ferreyra-Sí he sido yo y si hubieras visto, tu cara de terror. Ha sido fascinante - Respondió Andrés, riéndose en su cara - No puedo creer, que te de miedo el bosque y la noche. Me he divertido demasiado.-Y de no haber estado la ventana, pude morir o asfixiarme ahí en el baño, joder - Gritaba David - Que buen amigo eres Andrés.-Ya David cálmate hombre y dime, que mi broma ha sido maravillosa y que te ha gustado mucho.David se le dejó ir encima a Andrés, derribándolo en el suelo y comenzaron a agarrarse a golpes, yo quise separarlos, pero no pude y pronto Cindy y su compañero, los encargados del paseo se encargaron de separarlos. Pero aun así, querían seguir peleando. -Se calman ya, los dos - Gritó Cindy - Son unos inconscientes, estamos atrasados en la actividad del paseo y no dará ni tiempo, para hacer el recorrido y ustedes haciendo que perdamos más tiempo, con sus riñas sin razón.-No son riñas sin razón - Se quejó David - Es que por culpa de mi amigo Andrés, me
Narra David de MaríaDespués de una maravillosa noche de amor y de pasión que pasamos Alondra y yo, en medio del bosque y dentro de nuestra casa de campaña, el ruido de afuera me despertó y vi mi reloj eran más de las 9 de la mañana y las actividades de ese día, empezaban a las 8 por lo que me puse a la tarea más difícil de todos mis días, la de despertar a mi princesa.–Alondra, mi amor. Princesa hermosa, despierta – Le dije sutilmente al oído – Por favor mi muñequita, nos tenemos que levantar.Ella poco a poco fue abriendo los ojos y después me jaló a su lado, para darnos el beso de buenos días que por cómo se dio, amenazaba con convertirse en algo más que eso. Algo que no podríamos, ni siquiera comenzar y mucho menos terminar.–David mi príncipe, hazme el amor por favor. Te necesito ¿Lo habías hecho antes de anoche en una casa de campaña?Preguntó al acordarse de lo que habíamos hecho en la noche y al ser mi primera vez en la acampada, por supuesto que habia sido también mi primera