Capitulo 118

Narra David de María

Me separé de ella y le dije a uno de los organizadores, que iría al servicio y efectivamente, me dijo, que era dónde yo ya sabía, tenía que caminar, como un kilómetro para llegar.

Así que tomé valor y caminé con decisión cruzando el bosque, me sentía como un niño explorador o algo así. Estaba por llegar al servicio, cuando escuché unos pasos de algo y corrí para alejarme, de lo que sea que hubiera sido ese ruido. Tenía que calmarme, no había nada de que temer, ahí no habían fieras salvajes ni nada y solo estaba sugestionado por lo que decían Alondra, mis amigos y ahora, hasta también los del paseo nocturno.

Al llegar por fin al servicio, me sentí liberado y me dispuse a hacer, lo que iba a hacer ahí. Todo estaba tranquilo y yo mismo, me infundía valor y calma, no podría existir ese paseo, si en efecto hubiera algo que pusiera en peligro a los turistas, así que solo me reía ya de la situación, pero cuando quise salir del servicio la puerta estaba atorada, justo lo
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP