Debo de estar absolutamente loca por haber aceptado no solo ir a cenar con Matt Ferrer, si no lo que me propuso de casarme con él. Esto ha sido casi como haber firmado un contrato a ser conquistada por él que con tan solo hablarte puede conseguir todo. No hay que ser una genio para darse cuenta que ese hombre de porte elegante, con cuerpo absolutamente tonificado, y una voz de ensueño, puede hacer que caiga rendida a él. Así que para enfrentar esto necesito las mejores ropas. Luego de maquillarme y peinarme, observo la montaña de ropa que hay sobre mi cama, y solo se me ocurre jugar con una minifalda a rayas blanca y negro con un top corto que combina bastante bien. Busco zapatos negros, un bolso que haga juego, y ya estoy lista. Así, justo como si nos hubiésemos puesto de acuerdo, el timbre de mi piso suena en el momento preciso que he terminado de ordenar el desastre de ropa que he hecho. Camino hacia la puerta con mis piernas temblando y me cuesta creer que esté t
Si las miradas me desnudaran, probablemente ya lo estaría y en su cama. Colocó el último trozo de tiramisú sobre el tenedor y lo llevo a mi boca bajo su atenta mirada. No sé cómo he podido cenar con él mirándome de esa manera, estoy demasiado nerviosa.—¿Me miraras así toda la noche?— Pregunto cuando termino con el tiramisú.Una media sonrisa se dibuja en su rostro mientras sostiene su barbilla con la mano del brazo que tiene apoyado sobre la mesa. —Me encantaría hacerlo...— Responde de una manera muy sensual.—Matt... por favor, ya ha sido suficiente aceptando ese trato.— Le pido.—¿No te gusta que te mire?— Me pregunta y vaya que sabe cómo ponerme nerviosa; cosa que es muy difícil de lograr en mí.—La manera que lo haces es muy incomodo— Admito. —¿Y cómo te estoy mirando según tú?——Como si me estuviera desnudando con la mirada.— Digo esta vez con firmeza y mis ojos clavados en los suyos mientras que ahí está él otra vez sonriente.Su cuerpo vuelve a inclinarse sobre la mesa para a
[MATT]Las huellas de sus labios son algo que no quisiera borrar nunca. Aún recuerdo esa dulce y experta manera de besar. Me pierdo en los recuerdos de todo lo que sucedió esta noche, y lo mucho que me ha costado dejarla en su casa y despedirme de ella con tan solo un simple y corto beso. Que no hubiera dado por quedarme besándola toda la noche, pero ella ha puesto un freno a todo y aun no entiendo porque. Sé que le gusto, me lo ha dejado saber, pero ¿Por qué tiene tantos recaudos conmigo después de haber incluso aceptado nuestro trato?Me tumbo agotado sobre mi cama y solo puedo cerrar los ojos y sentir sus labios en los míos, mis manos en su espalda, y las suyas en mi cuello enloqueciéndome. ¿Acaso es normal que me suceda todo esto por tan solo algunos besos? «¡Matt, pareces un adolecente!» Me reclama mi subconsciente mientras sonrió como todo un idiota al recordar esa sonrisa tan perfectamente seductora que ella tiene. Sin pensarlo dos veces, tomo mi móvil y le envió un mensaje.*
[MATT]Ella me mira de manera muy intensa, quizás no es así, pero es que la profundidad de su mirada me hace sentir de esa forma. Recuerdo el sabor de sus labios y solo quiero volver a besarla.—¿Vas a hablar?— Me pregunta con una media sonrisa al notar que me he quedado absolutamente callado.Debo parecer un tonto, pero ella me hacer ser así; un chico tímido que no puede comenzar a hablar.—Lo haré. Solo déjame admirarte un minuto más.— Le pido mientras mis ojos van recorriendo su tan atractiva anatomía.—Están tus sobrinas aquí, puedes dejar de mirarme así.— Me pide entre risas y sé que se ríe por nervios.—Eres muy hermosa.— Le digo ignorando completamente su comentario.—Vale, gracias... pero habla de una vez que me pone muy nerviosa cuando me miras así.—«¿Nerviosa? Si debe de estar demasiado acostumbrada a esto. »—De acuerdo... Solo quería hablar contigo de lo que sucedió anoche, y obviamente del trato.— Le explico.Al parecer la he puesto muy nerviosa. Ella se quita la gorra
[Matt] Pantalón negro, camisa gris, zapatos haciendo juego, y ya estoy listo para ir por ella. Me subo a mi auto y mientras conduzco, no puedo para de sonreír al recordar la manera tan graciosa en la cual mis sobrinas me han preguntado quien era esa chica tan guapa. Tenía muchísimas ganas de decirles que era su futura tía, pero creo que sería muy precipitado de mi parte decir eso. Debo tener en cuenta que si vamos a unirnos será por un trato y que también apenas acabamos de conocernos. Sin embargo, ¿es posible que con mirar a alguien a los ojos uno pueda enamorarse de manera tan veloz?, ¿o es que estoy deslumbrado con su belleza? No creo que sea eso. No le mentí; me encanta y me pasó algo muy especial cuando la vi, pero me es inevitable no sentir temor de estos sentimientos que me invaden, sobre todo porque no sé como terminará esto. No quiero que me vuelvan a lastimar enamorándome de la mujer incorrecta, pero ¿si es ella la que está en mi destino para ser feliz? «¡Matt, no seas cob
La oscuridad de esta sala de cine y su presencia; son una combinación perfecta. No sé muy bien de qué va la película porque solo puedo quedarme viéndola, es como si me hubiese hipnotizado y realmente me gusta mucho lo que me hace sentir. Quiero tomar su mano entre la mía, pero no me atrevo... «¿Y si se asusta?, ¿y si se retracta de nuestro trato?, ¿y si por mi afán de sentir sus labios... sus caricias, ¿se aleja de mí?», pienso. Esta mujer es completamente diferente a todas las que he conocido antes. Sé que guarda un secreto, pero sé también que no sé cuándo vaya a contármelo.—Pero qué bonita ha sido la película... — Comenta de pronto.Vuelvo a esta realidad para darme cuenta de que los créditos de la película ya están en la pantalla y yo ni me había dado cuenta —Si, muy buena— Respondo, aunque no tengo ni idea de lo que ha sucedido.Nos levantamos de nuestros asientos y salimos de la sala de cine. Realmente estoy feliz de que casi no haya gente; eso hace las cosas mucho más fáciles
Se ha quedado absolutamente mudo ante mi verdad, pero eso era lo que esperaba ¿no? Es claro que no va perder su tiempo conmigo y eso es lo lógico; después de todo, solo busca que lo ayude con aquella boda, y en el fondo yo busco su ayuda también. —¿Crees que lo que me acabas de decir va a hacer que me aleje de ti?— Dice rompiendo el silencio.—Si hablas de nuestro trato, no lo creo— Responde segura.—¿Y si hablo de algo más también?— Inquiero. —¿Qué? Pregunto confundida. Este hombre se ha vuelto loco.—Gianna, no soy un experto cociendo corazones, pero estoy dispuesto a intentarlo.— Me dice con una tímida sonrisa mientras clava esos ojos cafés en mí.—¿Tanto lío por llevarme a tu cama y porque me case contigo? Ya te dije que a mi también me conviene— Expreso de la manera más directa posible.Una maliciosa sonrisa se dibuja en su rostro y de a poco va inclinando su cuerpo un poco sobre la mesa. Está a punto de decirme algo cuando el camarero se acerca a dejar nuestros platos sobre l
El aire se hace ausente en este beso, pero no quiero dejar de besarle. Quisiera poder respirar de ella, pero al parecer tiene otros planes. Lentamente, separo mis labios de los suyos, pero no suelto su rostro; si no todo lo contrario, lo sujeto con más fuerza para que no se separe de mí.—No te alejes de mí— le pido en un susurro que parece la súplica de alguien que está agonizando.—Matt... no puedo—me dice seria.—¿Qué es lo que no puedes?, ¿amar?— Pregunto mirándola fijamente.Ella asiente –Si, yo no puedo amar.Escucho su respuesta y tengo las palabras justas para lo que ha dicho. Lentamente me acerco a su cuerpo, la abrazo de tal manera que no pueda soltarse de mí, y le digo.—Soy lo hay un remedio para aprender a amar, y ese remedio, es amando— comento. —Esa frase, no me parece tan justa—me reclama aún fundidos en este abrazo.—¿Por qué?— Le pregunto con una media sonrisa.—Porque parece fácil pero en realidad no es así— me dice en un susurro. —¿No es así?— Pregunto confundido