BrattEstos días han sido difíciles. He tratado de venir a la mansión varias veces, pese a que ahora me paso la mayoría del tiempo en mi apartamento, con el único objetivo de vigilar al abuelo.Estoy seguro de que ya se enteró de que estoy en el proceso de anulación de mi matrimonio, por lo que me encuentro a la expectativa de su próximo movimiento.En estos días él ha estado muy raro y reservado, así que atribuyo su actitud a mi decisión. Por tal razón, me mantengo alerta y converso con Jael a menudo, por si acaso puedo sacarle alguna información útil, dado que él siempre ha sido el títere del abuelo.Subo al piso donde el abuelo tiene su estudio, con la esperanza de ver a Jael por estos lares. Si es así, mis sospechas de que este le puede estar colaborando a ese viejo mañoso con algún plan en mi contra, puede que sea certera; por lo tanto, buscaré la manera de indagar lo más que pueda.No veo a Jael por aquí, pero gran sorpresa que me llevo, al encontrarme a Linda con la oreja pegad
BrattSorbo todo el vino de mi copa y vuelvo a extenderla hacia Victoria, quien me sirve sin rechistar. En este momento, ella me entiende mejor que nadie, por eso solo me escucha mientras me acompaña a beber.Ambos nos encontramos en su apartamento, sentados en el balcón.—¿A qué le temes? —me pregunta de forma repentina.—Le temo a caer en una trampa. —Suspiro—. Es decir, se trata del abuelo, no me fío de él.—Yo digo que le des el beneficio de la duda. De todas formas, no te está pidiendo nada malo ni fuera de lugar; es más, me parece justo.—Lo sé. Es increíble que mi rival sea mi primo. Ese maldito tiene el mismo gusto que yo, ambos nos fijamos en la misma mujer —digo con ironía.Noto que Victoria se remueve incómoda y toma todo el contenido de su copa de un solo trago.—¿Todo bien? —le pregunto en un tono divertido, debido a que se ha tomado todo eso de a una.—Sí —asiente con firmeza.—Gracias por escucharme, Victoria, no te imaginas lo mucho que lo necesitaba —digo con sincerid
BrattVictoria me besa con esa hambre y esa fiereza que la caracteriza. Sus manos viajan por todo mi cuerpo, mientras que yo trato de llevarle el ritmo.No lo entiendo...¿Por qué no se siente como antes?Ella trata de quitarme la camisa con tanta agresividad, que los botones de esta salen disparados por doquier.—Había olvidado lo rico que besas —dice emocionada. Y succiona mi labio inferior.—Cálmate un poco, Victoria —pido con una risita divertida.—¿Qué? —Ella me mira ceñuda. Parece que no le gustó lo que le dije.—Es que estás muy agresiva... —Me muerdo el labio inferior cuando noto que se molesta.¡Qué exagerada!—¿Me dirás cómo hacer el amor? —Se cruza de brazos.—Por supuesto que no... Ven aquí, peleona. —La atraigo hacia mí por la cintura. Nos besamos otra vez y por un momento me entretengo mirando el bar de mi apartamento.Un recuerdo me visita de repente y la risa dulce de Lilia estalla en mi cabeza. La visualizo sirviéndome un poco de Whisky con expresión alegre, con sus m
Tres meses después...Puesto que ganamos la demanda en contra de Margot, todos los videos fueron retirados de la web y, cualquiera que se atreviera a difundirlos, tendría que encarar cargos legales.Ella fue encarcelada por un año, le cerraron los perfiles de sus redes y las agencias de modelaje le terminaron los contratos.En cuanto a la empresa, papá y yo trabajamos duro y esta se encuentra bien posicionada. Concerniente a Bratt y a mí, volvimos a ser buenos amigos, pero ya no somos tan íntimos como solíamos ser en el pasado.Por otro lado, recibí el documento donde me informan que ya soy una mujer libre, puesto que mi matrimonio ha sido anulado.Sí, poco a poco mi vida ha ido tomando su orden. En cuanto a Ian, no he vuelto a verlo. Muy pocas veces reviso sus redes y allí me he enterado de que ya anda muy recuperado de salud.Esbozo un suspiro melancólico por la frustración. Al final, nunca concretamos una relación, pero me hace feliz que ambos estemos bien.Él está viviendo su sueñ
SerenaIan y yo corremos de vuelta al salón, pero este me detiene para que no avance y me pone detrás de él.¿Qué rayos sucede?—No hagas una tontería, pelirroja —me advierte. Es cuando me percato de que, un hombre vestido de mozo le apunta a Bratt con un arma de fuego, quien yace en el suelo herido.Ay, no...—No grites o podrías captar su atención —me aconseja con voz temblorosa. Estamos a una distancia prudente, donde podemos ver el panorama; pero al mismo tiempo, corremos peligro si el asesino repara en nosotros.—¿Quién es ese hombre? —susurro, aterrorizada.Me siento en una película de acción, puesto que el atacante apunta hacia Bratt, pero este es apuntado por los guardias de la mansión y algunos policías que vinieron a vigilar.—¿Dónde está el hijo bastardo de Robert? —vocifera el atacante.Esa voz...—Es una mujer —susurra Ian.—Ella te busca a ti, esa es linda disfrazada. Debemos salir de aquí, Ian.—Mi mamá está allí, esa loca le puede hacer daño.—Ian, escóndete, por favor
La tarde de verano se sentía agradable, pese a que esos días el calor era infernal. Debía ser por la brisa que acariciaba sus pieles o por la sombra de aquel gran árbol donde ellos se encontraban recostados.La adolescente, de cabellera rojiza y ojos de color miel, observaba el lago con admiración. ¡Estaba feliz! Poder viajar al campo con su mejor amigo había sido reconfortante, puesto que en la ciudad no contaban con la libertad de la que allí disfrutaban.—Nunca olvidaré estas vacaciones; este lugar es hermoso y tranquilo. Si de mí dependiera, me quedaría a vivir con la señora Tenner todo el año —comentó ella mientras admiraba el cielo.—Es una suerte que nuestros padres nos hayan dejado venir a casa de tu ex nana ya retirada. Aún no me lo creo —respondió el joven de ojos celestes y cabellera negra, abundante y desarreglada. Ella lo miró en silencio y sonriente; ese día su amigo lucía más atractivo de lo regular. Tal vez era el efecto del maravilloso momento, donde la puesta del sol
La ciudad Diamond; un lugar donde las clases sociales se imponen a los sentimientos y a las metas individuales. Aquí, si no tienes dinero ni un buen apellido, no eres nadie. Pareciera que evolucionáramos en tecnología, no obstante, en cuanto a relaciones sociales e interpersonales, estamos involucionando.En esta ciudad los matrimonios por amor son extraños y hasta menospreciados, en especial entre las personas de la clase alta. Es por esto, que somos condicionados desde niños a casarnos por conveniencia social, económica y familiar; para nosotros, los hijos de los ricos, eso es un asunto natural.Sin embargo, yo sí sueño con encontrar, no tal vez un romance intenso como en las películas o novelas literarias, pero sí un compañero que me guste y atraiga en lo sexual, y con el que pueda compartir mis metas; ya saben, alguien con quien crecer y alcanzar el éxito, pero también divertirme.Pero encontrar lo que quiero es difícil en una sociedad donde la mayoría de los hombres son egoístas
—¡Princesa! —El señor Nisson espeta al verme traspasar la puerta de su estudio—. ¡Qué hermosa estás! —Me da un caluroso abrazo que yo correspondo emotiva.—Abuelo, te ves muy bien.—¡Ah, es que yo sé conservarme! —dice ufano—. No soy como este mequetrefe aquí presente, que, aunque es doctor, lleva una mala vida. —Mira a Bratt entrecerrando los ojos. Este entorna la mirada y bufa con hastío.—Creo que debe darle cátedras de vida al doc, abuelo —sugiero con una sonrisita maliciosa.—¡No le eches leñas al fuego! —reclama Bratt con el ceño fruncido—. Vas a hacer que empiece con sus sermones de viejo amargado.—¿Ves? Ni siquiera me respeta, el mal parido este. —Le da un palmazo en la cabeza y Bratt gruñe de la impotencia; por mi parte, estallo en carcajadas. Yo entiendo la tensión que existe entre ellos dos, debido a que Bratt y el abuelo no quedaron en buenos términos cuando este decidió estudiar medicina. Debido a que Bratt fue su primer nieto y el favorito, el señor Nisson espe