SerenaLos días transcurren y la campaña para la línea masculina está quedando genial. Muy pocas veces me paso por el set para ver algunas fotografías, puesto que no quiero estar cruzándome con Ian. De todas formas, eso no es parte de mi trabajo, aunque soy intensa y me interesa estar al tanto de cada detalle del proyecto, así que no puedo evitar meter las narices de vez en cuando.—Ya Margot Rouge firmó el contrato, por lo que todo está listo para empezar a preparar la campaña publicitaria de la línea femenina —me informa Rina, quien ha venido a mi oficina para darme un reporte detallado.—Me parece perfecto —respondo sin mucho entusiasmo—. ¿Cuándo me darás los informes para la tienda en línea?—En unos días los tendré listos.—Perfecto.Después de que hablara un poco más con Rina, esta sale de la oficina y me deja sola con mis demonios. Me siento horrible porque no puedo dejar de pensar en aquella tarde que fui rescatada por el bombón asesino. Cada día que pasa me siento más confund
SerenaSus labios se mueven contra los míos y me pierdo en un laberinto de confusión que me hace sentir atrapada.¿Qué demonios?Su sabor siempre ha sido exquisito para mí, mas ahora no se siente tan explosivo como la última vez. Este hombre me gusta, estoy segura porque lo tengo en mi corazón. Entonces, ¿por qué no me sabe como antes?—Bratt... —Tomo distancia y bajo la mirada, puesto que no me atrevo a encararlo.—Te amo, Serena.¿Qué?Eso no es posible.—¿De qué hablas? Tú no me amas como mujer, somos amigos, ¿recuerdas?—Lo sé, pero eso no impide que me fije en ti y fue lo que me sucedió. Yo me enamoré de ti, Serena.No...¿Por qué estoy tan salada?Cuando me moría por él este ni me pelaba, sin embargo, ahora que ando en un mar de confusión y no sé lo que quiero, viene como si nada y me declara su amor.Esto no me puede estar pasando a mí.No tengo ni la más mínima idea de qué decirle, así que decanto con salir corriendo; sí, huyó de él y de su declaración.—¡Serena! —Corre detrás
IanMiro a detalle a la mestiza de curvas perfectas, cabellera oscura y labios sensuales que me coquetea. Ella es la modelo Margot Rouge, quien será la diosa Venus en la campaña de la línea femenina. Un polvo con ella no estaría mal, pero no me gusta su actitud arrogante y su insistencia en querer llamar la atención todo el tiempo, así que paso.«No es solo por eso», me confronta mi parte sincera.Y está en lo cierto, esa no es la única razón para no querer acostarme con ella ni con ninguna otra; sin embargo, prefiero no pensar en ello porque me hace sentir como la mierda.—Entonces te negarás a tomarte un trago conmigo —confirma con un puchero berrinchudo.—Ya te lo dije —respondo cortante.—Estás bueno, pero tampoco te voy a rogar —dice con soberbia y se aleja de mí. Me parece perfecto.—¿Dónde está Sofía? Necesito que lleve estos documentos a gerencia —dice Rina a punto del colapso.En estos días, todo está caótico en el área publicitaria porque le harán un comercial a la nueva lín
SerenaCon ojos cerrados, el corazón latiéndome a mil y la respiración sofocada, me rindo a las lamidas, succiones, mordidas y jalones suaves que Ian les hace a mis labios.Este hombre sabe cómo besar...Espera... ¡Me estoy besando con el bombón asesino!Todo el goce anterior es reemplazado por el remordimiento, cuando dos personas importantes en mi vida se visualizan en mi mente.Bratt y Taís.Rememoro la declaración de amor de parte de Bratt y su mirada esperanzada; de igual manera, el brillo en los ojos de Taís cuando esta me confesó que le gustaba Ian.No les puedo causar este sufrimiento a ellos. No debo ser una egoísta que disfruta por encima de sus amigos. No, debo detener esto antes de que me estalle en la cara y les haga daño a ellos.«¿Qué hay de ti? ¿No importa tu bienestar?», me reprende mi parte egocéntrica, esa que desea tirar todo a la borda y dejarse llevar por este sentimiento tan lindo que está naciendo dentro de mí.Taís nunca me perdonaría si me involucro con el ho
Observo a mi amiga en silencio mientras trato de asimilar lo que ella ha dicho.Si yo no le conté acerca de lo que Bratt y yo hicimos aquel verano, entonces, quien le fue con el chisme fue él.¡Lo voy amatar!Siento que me sube la bilis a la garganta y la rabia me corre por las venas. Bratt es un traidor, un chismoso y un incumplidor...Espera... ¿Desde cuándo esos dos se tienen tanta confianza?—¿Cómo es que estás enterada de lo que sucedió en ese verano? Se supone que era un secreto entre Bratt y yo.La noto temblar y me mira con remordimiento.—Bratt y yo no nos guardamos secretos —suelta. Siento un escalofrío en todo el cuerpo cuando menciona esas palabras.—¿Qué? —Es lo único que se me ocurre expresar.Por su parte, ella se aclara la garganta y se relame los labios para hablar.—Bratt y yo también somos buenos amigos. Por lo tanto, tuvo la confianza de contarme que estaba enamorado de ti. Esa es la razón para mi insistencia, debido a que era muy obvio que tú también lo amabas.—¿
Un mes después...IanEse beso...Mierda, nunca antes me había sentido de esta manera con un simple beso. Es que ya entiendo la tontería de las mariposas en el estómago. Antes me era absurda esa frase, pero ahora es mi realidad; tengo en revoleteo en el estómago, cada vez que recuerdo el sabor de los labios de mi hermosa pelirroja.Me gusta tanto esa mujer que actúo como un imbécil, de igual manera, me estoy yendo directo al matadero. Pero creo que vale la pena arriesgar mi corazón, con tal de volver a probar sus deliciosos labios otra vez.—Ian, llegaste —exclama Yesenia cuando traspaso el umbral de la casa.—¡Mi amor! —Laly suelta la escoba que tiene en manos y se me abalanza encima. Doy varias vueltas con ella enganchada a mi cuello y, cuando la devuelvo al piso, le lleno el rostro de besos.—Laly, ya te extrañaba bastante. Deberías venirte a Diamond conmigo y así me mimas todos los días. —La vuelvo a besar en la frente.—¡Ay, no, mijo! Yo no sirvo para vivir en la ciudad. —Sacude
BrattObservo a Lilia con angustia y me frotó la cara, como respuesta a esta situación que se ha tornado tan extraña y estresante para mí.—Ya no sé qué hacer para ganarme su corazón y sacarla de esta maldita confusión en la que está metida. Y todo por culpa de ese modelo de pacotilla —me desahogo.—No sé qué decirte, Bratt. Según lo que nos dijo Serena, ella no se acostó con nadie esa noche; solo fue rescatada por un hombre que, según su descripción, no tenía nada que ver con Ian. Así que no entiendo este asunto, ¿dices que hasta te envió una fotografía?—Sí, eso hizo. Por eso creo que, en efecto, ellos se acostaron esa noche y se siguieron viendo. Porque también es muy sospechoso que él estuviera con ella el día del accidente. No sé qué hacer, siento que la estoy perdiendo y todo por ser un idiota.»Si ella no me hubiese encontrado besándome con mi secretaria aquel día, ni siquiera hubiera conocido al modelo ese. ¡Esto me pasa por puto! ¿Sabes qué es lo que más me tortura? Que, si S
Ian¡Mierda, mierda, mierda!Sabía que darle hospedaje a Yesenia me iba a traer problemas, pero jamás imaginé que fuera de este tipo. ¿Por qué Serena vino a visitarme?Los latidos de mi corazón aumentan su ritmo mientras corro detrás de ella. La alcanzo cuando vamos a mitad de las escaleras y la atraigo a mi cuerpo.—Pelirroja loca, ¿cómo puedes correr así con esos tacones del demonio? —digo mientras la aprieto contra mí. Ella, por su parte, forcejea para escapar de mi agarre.—Suéltame, imbécil. —Se remueve como si fuera un gusanito.—No hasta que me escuches. Sé que lo que acabas de ver se presta a la mala interpretación, pero no es lo que crees.—Ese no es mi problema, Ian —responde con tono grueso.—Claro que lo es. Se supone que tú y yo estamos en una relación.—¡¿Qué?! —espeta. Logra liberarse y me mira a los ojos molesta—. Nosotros no tenemos nada, infeliz. Bien puedes acostarte con ella y todas las que se te antojen, y olvidarte de que yo existo.Corre escalera abajo. La dejo