Un mes después
Las cosas han mejorado para mí, hemos recorrido muchos lugares, hemos viajado al menos cinco veces y Maximiliano no ha dejado de lado su trabajo. Las cosas están bien, muy bien al punto que mi hija disfruta de su abuelo, su tía y de tus padre.Pero ahora están estamos todos con una actitud diferente, todos están a la expectativa y es porque en cualquier momento puedo morir. Bueno, según lo que dijeron los doctores inicialmente.— Despierta, por favor. — dice Maximiliano y yo abro los ojos notando el alivio en mi esposo.— No me he muerto. — susurro.— Lo sé, gracias a Dios estas viva. — dice Maximiliano.Suspiro profundo y voy al baño, mi esposo ha estado despertándome así desde hace unos días. Aunque ha tenido mucho trabajo, ha enviado a su padre para quedarse conmigo y mi suegro, duda en marcharse porque tambiénMaximiliano parece comprender lo que quiero decirle y por eso, respira profundo y carga a su hija como si con eso sintiera la calma que tanto necesita. Afortunadamente, no solo los paramédicos se marchan de la habitación si no que me asomo al parqueadero y veo como la ambulancia se marcha.— No voy a decirte que dejaré de estar alerta, pero, al menos, tomaré las cosas con más calma. Porque realmente deseo cuidarte y protegerte de todo mal.— Vas a hacerlo, a tu manera, pero, vas a hacerlo. Solo que no necesitas ser tan rígido, porque de nada te sirve que nos quede más tiempo si lo desaprovechas dándole relevancia a señales de una muerte que te están dando la oportunidad de no ver.>> ¿Por qué no comprendes que estamos siendo afortunados al estar aquí con nuestra hija y que por eso, debemos disfrutar tanto como sea posible? Quiero eso en ti, Maxi, pero, parece q
Aunque el auto conduce normalmente, cuando llegamos al lugar ya veo a los dos hombres de la familia observándome con molestia. Se nota que no condujeron sino que volaron en esos pobres vehículos para poder llegar antes de tiempo. — ¡¿Se puede saber qué estabas haciendo?! — grita Maximiliano enojado. — Baja la voz, vas a causarle dolor de cabeza. — dice su padre pero se ve tan molesto como Maximiliano. — ¿Es que cómo es posible que ella se marche sin nosotros? — pregunta Maximiliano caminando de un lado a otro. — Ya deja tanto drama que sabían perfectamente dónde estaría y si me marché, era porque ustedes seguían discutiendo por tonterías. Me bajo del auto para sacarle los gases a mi hija mientras ellos solo me siguen como dos sombras molestas que no me dejan en paz aunque haya oscuridad por donde yo avanzo. Cuando llego al consultorio donde me van a hacer todas las pruebas, entregó a mi hija aunque no me agrada del todo y lo acepto porque sé que deben realiz
Realmente es muy placentero ver como Maximiliano se entretiene observando las tortugas, los delfines y como nuestra hija aplaude sonriente sin saber realmente que es lo que está sucediendo. Mi suegro también se encuentra maravillado por todo lo que hay a nuestro alrededor, por lo que yo disfruto de la hermosa vista que tengo al ver que ellos no se ven como mis obsesivos cuidadores o como los hombres de la mafia que son, sino como miembros de una familia que están pasando un rato agradable en el acuario. — ¿Es posible pasar todo el día aquí? — Si eso es lo que deseas… — Ya lo sé, mis deseos son órdenes. — digo completando la oración que mi esposo disfruta mucho mencionar. — ¿Te molesta que sea tan complaciente contigo, querida esposa? — pregunta Maximiliano indignado y yo de inmediato niego. Lo que menos quiero es que deje de ser amoroso conmigo, aunque sus muestras de afecto muchas veces rayan a lo excesivo, las quiero. Porque así es como él muestra su amor y yo no puedo c
Mi pequeño y revoltoso océano en medio de una gran tormenta, me lleva al baño pero no se marcha, si no que me coloca sobre el lavamanos y me observa con tanto deseo que me sorprende que aún tenga intenciones de tener sexo conmigo cuando me he orinado.— Te ves tan hermosa estando tan avergonzada.— Por favor, sal de aquí. — imploro, pero Maximiliano lo que hace es colocar mi cabello detrás de la oreja.— ¿Acaso se te ha olvidado lo que acaba de suceder?— Solo te orinaste un poco, deja el drama.— De todas formas…Maximiliano no permite que yo continúe con la oración porque calla mi boca dándome un beso tan salvaje que me hace abrazarlo y pegarme más a su cuerpo cuando se supone que debo alejarlo porque he hecho algo vergonzoso.El deseo se hace tan fuerte que cuando él rompe mi ropa, lo único que hago es gemir como una perra en celo y lo peor de todo, es que él también está tan excitado que me hace girar para poder tener a su merced mi entrada.A través del espejo puede observar el d
Me miro en el espejo y me pregunto si es buena idea ser una chica que no soy e ir a lugares donde normalmente no me encuentro, pero, debo dejar de ser la chica que solo trabaja para terminar mis estudios y no es capaz de tomar una gaseosa porque se descuadra el dinero que tiene estipulado para sus gastos, por eso, usando la ropa de mi compañera de cuarto, salgo rumbo al club en el que soy mesera.— Normalmente los empleados se marchan lejos del lugar de trabajo cuando están de descanso, sobre todo, si es la primera vez que tiene un descanso después de tres años trabajando.— No me molestes, Lauren, déjame ser libre.— Donde trabajas. — resalta Lauren con incredulidad.— Dijiste que en el club están los hombres más atractivos y adinerados del estado, así que, es un buen lugar para coquetear.— ¿Tú vas a coquetear? ¿Axael Blanco va a coquetear?— Las tetas me llegan a la boca y siento la brisa tocar mi entrada por la ropa que tengo puesta, así que, si no voy a coquetear, ¿para qué voy c
Si había algo que no creía posible que me sucediera es este tipo de acoso, porque soy una chica que no es atractiva como las demás empleadas, por eso, aunque trabajo en uno de los clubes más importantes de Las Vegas, no había experimentado este tipo de acoso, por eso, cuando observo sus ojos color verdes y sus labios rojos e hinchados, no lo dudo y respondo dando una buena bofetada.Pero cuando creí que Andrés y el jefe me defendería, lo que hace es correr hacia el hombre que tensiona su rostro girado por mi bofetada. Todos los que me miraban, cubren su boca y cierran los ojos como si esperaran el inicio de algo trágico, cuando la realidad es que todos corren a auxiliar al hombre que aferra más su agarre a mi brazo.— Señor Barack…— Que nadie se me acerque. — dice el hombre que ahora conozco su nombre.Como lo ordenó nadie se le acerca, pero entiendo que la amenaza no es lo que le causa miedo, si no, el arma que se muestra en su pantalón, una que estoy segura que usará conmigo.‘Buen
Aturdida, abro mis ojos sintiéndome desorientada porque no tengo idea del lugar donde me encuentro aunque de cierta forma, me resulta conocido.— ¿Dónde me encuentro?— En una habitación del club, creí que al despertar en un lugar conocido no entrarías en pánico. — dice Maximiliano asustándome.— ¡¿Qué haces aquí?!— Pajarita, yo te trajee aquí, así que, ¿Qué te hace pensar que no estaré contigo? — pregunta Maximiliano y yo me reviso implorando que me encuentre aun con mi virginidad intacta.— Es un alivio. — susurro al notar que mi ropa está intacta.— ¿Qué pensabas que te haría? Yo soy un caballero y por eso, no voy a hacerte algo de lo que no seas consciente.Lo observo indignada, porque si hay algo que él hace desde que nos conocimos es realizar cosas sin que sea consciente hasta que es demasiado tarde.— No te creo. Eres alguien que se atrevió a secuestrarme, así que, eres capaz de muchas cosas más.— Pero no sería capaz de abusar de ti, si te traje aquí fue para hablar mejor las
Nuevamente despierto desorientada, pero, esta vez no estoy en una habitación si no, en el hospital con varios aparatos en mi pecho. Maximiliano, el hombre que apenas conocí hace poco, se encuentra a mi lado mirando el monitor aunque su mente parece en otro lugar.— ¿Qué me sucedió?— Lo siento, se me olvidó que tienes un problema cardiaco y ese tipo de… situaciones te afectan demasiado.— Estoy enferma, lo sabes, así que, déjame ir. Necesito volver al trabajo.— Comprendo que en el pasado estuvieras desesperada por trabajar porque tienes que cubrir los gastos de tu hermana y tu universidad, pero, ahora es diferente.— Nada ha cambiado.— Como tu esposo yo me haré cargo de todas esas responsabilidades y por eso, puedes concentrarte solo en cuidar de tu salud para que puedas estar más tiempo con tu hermana. porque como lo has mencionado, eres su única familia.Es una oportunidad única, no todos los días aparece un hombre diciendo que se hará cargo de todos los problemas económicos, pero