Descubierta

Me encontraba trabajando en el pequeño restaurante, sirviendo las mesas. No me pagaban mucho, pero era suficiente para cubrir la renta y los análisis necesarios para el bebé. A pesar de lo modesto del lugar, me gustaba la atmósfera y el ritmo del trabajo. Sin embargo, me cansaba muchísimo, compaginando la jornada laboral con mis estudios y las visitas casi diarias a mi mamá.

Cada día era un desafío. Me levantaba temprano para asistir a clases, luego me dirigía al restaurante, y después, en los pocos momentos libres que tenía, corría a la clínica para ver a mi madre. La rutina me dejaba exhausta, pero la idea de que todo lo que hacía era por el bebé me daba fuerzas.

A pesar de que solo tenía cuatro meses de embarazo, mi estómago se sentía desproporcionadamente grande, como si estuviera de seis o ocho. La gente a menudo me miraba con curiosidad, y aunque sabía que era normal, no podía evitar sentirme un poco insegura.

Mientras servía mesas, me esforzaba por mantener una sonrisa en el
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP