Al siguiente día voy a las oficinas de mi padre. Sí, estoy a punto de llevarme una hablada.
−¿Papá? −pregunto un tanto temerosa.
−¡Emma Adelaide White! ¡COMO TE ATREVEZ A DEJAR EL PAÍS SIN AVISARNOS!
−Papá lo siento, okay.
<<Aquí vamos.>>
−NADA DE QUE LO SIENTO PAPÁ ¡SEÑORITA ESTÁS CASTIGADA! LAS LLAVES DE TU AUTO. – Dictaminó con toda la autoridad de un padre.
−Pero papá ese es mi auto yo lo pague.
−NO ME IMPORTA, LAS LLAVES − golpea el escritorio, se las entrego sin tener opción −. TOM, NO SE LAS VAS A ENTREGAR HASTA QUE PASE UN MES.
−Entendido señor. – Asiente.
−Bueno ya me quitaste mi auto por un mes, ¿puedo retirarme? – pregunto irritada.
−NO TAN RÁPIDO SEÑORITA TU CASTIGO AÚN NO TERMINA.
−¡Qué! – mi alteración se eleva −. ¡Con el auto es más que suficiente!
−TIENES DOS OPCIONES −Se levanta del escritorio−. OPCIÓN A: APARIR DE HOY VIVIRÁS CON CHRIS.
−¡Debes estar bromeando! – de la impresión me levanto− ¡¿Cuál es la otra opción?!
−OPCIÓN B: CONVERTIRTE EN MONJA
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Esa fue la pequeña gran discusión con mi padre. Al final termine escogiendo la opción A; por suerte he logrado convencer a Chris, que él fuese quien se mudara y no yo. Gracias a ello he pasado una semana encerrada y cuando logro salir si no es Tom, es Chris, quien me sigue.
−Tom, puedo preguntarte algo – lo digo aburrida.
−Por supuesto.
−¿Cómo es que no te aburres de estar siguiendo a una persona?
−Pues ya estoy acostumbrado, a veces es cansado, pero vale la pena.
−Tom, lo siento. – lo declaro con sinceridad −. Eres muy paciente. Gracias.
−No tiene que agradecérmelo ni disculparse.
−Entonces tomate un descanso. – Es mi doble intención para poder escapar.
<<Odio que alguien esté detrás de mí>>
−Muy buena de su parte, si no la conociera tomaría esa opción.
−Bien, bien. – descubrió mis intenciones −. Tom quiero saber, ¿por qué Chris me estuvo vigilando por un año?
− Quería saber cómo sería su futura esposa. – lo dijo como si fuera de lo más normal.
−Mmmm.....jamás lo note. ¿Fue tedioso vigilarme?
−Al principio lo fue, pero después se volvió más interesante. Claro, desde el punto de vista del señor. Él hacia todo lo posible por no ser notado.
−¿Quién dirigió la empresa en ese tiempo?
−El señor Richard, él sabía el plan de su hijo así que le dio un año entero para que la conociera a cambio de que se casara con usted.
−¿Mi padre lo sabía? – pregunte dudosa.
−No, nadie más que yo y el señor Richard.
−Aun así, me sorprende que Chris lo haya hecho − de pronto me sale un suspiro−, es buena persona ¿verdad?
−Lo es señorita.
−¿Pero aun no entiendo por qué lo hizo, sabes que lo motivo?
− No es secreto, porque algún día lo sabrá de todas maneras ya que será su esposa.
− ¿De verdad estas muy convencido de que seré su esposa? – sonrió.
−Sí, estoy más que seguro. En toda mi trayectoria de trabajo jamás lo vi así y aquí va la razón que tanto quiere saber. − Pongo más atención a lo que va a decir –. Dos años antes de que empezarla a vigilarla, el señor tenía novia. Era irlandesa, a simple vista se miraban que era la pareja perfecta, tenían buena química, eran tal para cual, pero el señor Richard juntamente con su padre y otras personas comenzaron a dudar de esa relación. − Me veo en interrumpirlo.
−Un momento, ¿mi padre sabía de su relación? – contraigo mis cejas.
−Sí, así que ambos quedaron en mantenerla bajo estricta vigilancia. Después de un año de seguimiento e información descubrieron que era la hija del señor Cilian Walsh.
−¡Cilian Walsh, el dueño de la línea de hoteles "ERNE"! – lo digo sorprendida –. Había leído sobre él en The New York Times, estaba en la lista de las mejores líneas de hoteles del mundo después de la de nuestros padres− Tom da una ligera sonrisa al escuchar lo que dije.
−Muy inteligente. Es correcto; por ello querían saber el sistema que usábamos, los registros de todas las transacciones e información de los clientes, los estudios del mercado y los planos de los futuros hoteles.
−Tiene lógica. – lo dije segura, porque ya sabía exactamente lo que esa mujer trato de hacer −. Si lo conseguían hubiera sabido los lugares en donde es factible poner hoteles; también ofrecerían cosas nuevas a los clientes, así que tuvieron que m****r a alguien. No podía ser un trabajador – concluí −, puesto que le costaría mucho el ascender para que tuviera ese tipo de información, por lo tanto, el proyecto de nuestros padres ya se pondría en marcha imposibilitando que ellos lo hicieran primero. En ese caso necesitarían algo más rápido y seguro −pauso por un momento −. Como una novia quien podría tener fácil acceso a las oficinas con el pretexto de visitarlo.
−Señorita Emma, muy buena deducción, la felicito. – Torció sus labios creando un hoyuelo −. Eso fue precisamente lo que sucedió, como sus padres tenían ese leve presentimiento metieron información falsa misma que fue usada por los Walsh. Perdieron miles de dólares en construcción, por lo tanto, ya no quedaba duda de que la novia era quien robo la información; a parte no solo provocó un riesgo para sus padres si no también un daño sentimental al señor Chris, después de saber que lo engañaba.
−¡¿Enserio?! – pregunte sorprendida −. ¿Chris jamás se dio cuenta? ¿Nunca dudo de ella? ¿Jamás la vigilo como a mí?
−No, era el primer amor del señor Chris así que no lo vio venir. En un principio se consideró eliminar el acta que los unía, pero después de todo lo que paso esa idea no se llevó a cabo.
−Ahora no sólo la odio por lo que hizo, si no por no quedarse con Chris. – Manifesté decepcionada −. Así me evitaba estar en esta posición, ¿qué paso con Chris después de eso?
−Como todo hombre dolido empezó a llegar tarde a casa, tomaba un trago que otro y no asistía al trabajo, pero lo que jamás volvió hacer fue enamorarse. Cuando se enteró sobre el acta decidió jugar con usted, − sus ojos se posaron en mí −, la enamoraría y luego la dejaría.
−Eres demasiado directo, Tom.
– Usted quería saber todo. – Aclaró.
– Esta noche lo golpeare tan fuerte que no va a querer engañarme.
−Creo que no va a ser falta. – Sugirió −. Durante el año que la vigilo cambio completamente. Dejo a un lado todo lo que tenía planeado y se dedicó a observarla todo el tiempo. En pocas palabras usted lo enamoro. La forma en que actuaba, la naturalidad que tenía, las peleas que tuvo, la forma en que protegía a su amiga todo eso le dio una esperanza de volver a sentir algo por alguien.
−Tom, te agradezco que me lo confíes per...
<<Pero creo que no podré hacerlo después de todo no quiero hacerle daño.>>
−Señorita, no hay de que agradecer.
−Tom, ahora puedo salir sin que me sigas. − Lo digo divagando.
−No, si quiere salir ya sabe lo que debo hacer.
−Hay por favor...solo un momento, si...si...si...−empiezo a molestarlo y halarlo del brazo.
−¿Debo tener celos de mi propio guarda espaldas?− la voz de Chris, retumbó por la habitación.
−¡Cómo entraste!
− Tengo mis trucos. Gracias Tom, desde aquí yo me encargo. Ve a descansar. – Ordenó.
Si él estaba ahí, ya no había nada más que hacer. Por lo menos con Tom, tenía las esperanzas de poder salir, pero con Chris…oh, con él era otra cosa.
− Tengo mis trucos. Gracias Tom desde aquí yo me encargo. Ve a descansar. – Ordenó. −Por supuesto señor. Tengan buena noche. −De nada Tom, descansa. − Solo escucho como la puerta se cierra mientras me dirijo a la ventana. −Dime, ¿qué quieres hacer? – Pregunta y deja a un lado su abrigo que a simple vista parece pesado. −Nada, debes estar cansado. −Hace rato estabas molestando a Tom, por querer salir y ahora no quieres, ¿prefieres quedarte viendo por la ventana en vez de salir? −Dime, si salgo para ir de compras ¿puedo ir sola sin que me sigas? −No. <<Quedirecto.>> − Hay por favor. No escaparé... a dónde puedo ir si ni auto tengo. – Replique con las pocas ganas de salir victoriosa. −No quiero correr. – Respondió de inmediato. −¿Quién dijo algo de correr? Aunque sería buena idea, − enfatice con una sonrisa −, tal vez te gane, pero siempre sales en el momento menos esperad
Al llegar a casa. −¿Cómo se llama el señor?- Pregunto. −Ten, me dio esta tarjeta. − Al leer la dirección me resulta familiar- ¿Sabes quién es? −No, pero la dirección si la conozco. Es un conjunto residencial enorme. −¿Tienes un familiar en esa residencia? – Pregunta dudoso, y por la forma en que me observa es fácil saber que está pensado con sus celos, no con su cabeza. −No exactamente. − Me dirijo a mi computador. −¿Qué haces? – Se acerca. −Parece que escuchado ese apellido antes. −¡Espera! − Lo dice con sorpresa −. Ese es el sistema de clientes. −Sí, ¿sorprendido? Padre me enseño. – Sigo buscando ese nombre −. ¿Señor y señora Slim dónde están? - Luego de unos minutos grito - ¡Bingo! Los encontré. −Los Slim, dueños de las constructoras "Smith ". −Yes, son buenos clientes. No sabía que vivían en esa residencia. Supongo que es el destino. – Murmuro esa última parte sin que ese tumulto de cel
No tuve más opción que montar un caballo y seguirlo. A pesar de la hora pude alcanzarlo. −¡Te atrape! – Lo digo por detrás. − ¿Por qué esta aquí? – Pregunto enojado. −¿Por qué tú estás aquí? – Volví a preguntar. −Vete, es mejor que vayas con Evans. Paso preguntan
Narra Emma….. Hace un frío de los mil demonios que incluso puedo ver mi propio aliento. −Hace frío Martín, ya cambiaste de decisión. – Lo presiono un poco. −Eres débil y por tu culpa tendré que regresar a casa. – Sus ojos me recriminan como si yo fuese la muchac
Narra Emma... −Te daré tres segundos para que me golpees, si es que puedes. −Tres segundos para... – Me interrumpe y se abalanza sobre mis labios robándome un beso −Uno, dos, tres ¿por qué no lo haces? - Pregunta alejándose. Me quedo sin palabras por segundos. <<Pensé que se rendiría de estar conmigo, pero no es así. Qué es para él rendirse>> Presa de mis pensamientos, no me doy cuenta de que nuevamente sus labios se acercan como un par de lobos acechadores. La fuerza de su beso hace que mi espalda se planche más con el espaldar del asiento. Duele. –Chris...........mi espalda. −Vamos al hospital. - La punta de su lengua rosa su labio inferior como si lo estuviera saboreando. − ¿Por qué .....lo hiciste? –Pregunto desconcertada. −¿Pensaste que me rendiría y te dejaría sola? −Sí. – Le aseguré. −Eso no va a pasar. Eres descuidada, to
−Em, si un día me pasa algo prométeme que encontrarás nuevamente la felicidad. −Por ahora, tú eres mi felicidad. − Y tú la mía, Em...... –Sí. –Je t'aime.... Después de aquella palabra abro mis ojos. Se trata de un sueño. De uno que ya lo estaba olvidando por su semi amargura. <<¿Por qué? >> Ha pasado tiempo desde la última vez que lo soñé. −Señorita Emma. – Es Tom, tocando la puerta. −Sí Tom. ¿Qué sucede? −El joven ha salido por un momento y pidió que se arregle para salir. −¿Te dijo a dónde? −No. −Está bien. Gracias Tom. Tomo un baño, no sé a dónde iremos. Mientras estoy bajo las gotas cálidas, pienso en lo que me dijo Chris.− Sabes que no me rendiré fácilmente.− Sé que no se rendirá y eso me da miedo. Dejo de pensar en cosas negativa y me alisto tan rápido como puedo. Usaré un vestido corto de c
Por fin se cumple el mes de castigo y las ansias de tener mi auto no me faltan.¡Mi auto!−Hola papá, ¿puedo pasar? − Asomo mi cabeza por el filo de la puerta.−Claro.– Pronuncia al verme.Al entrar veo a un hombre alto y de traje azul hablando con mi padre. ¿Tal vez debía llegas más tarde?−Es todo por hoy, gracias.Aquel hombre se despide de mi padre y de mí. Ahora estamos los dos solos.−Hola hija, ¿qué te trae por aquí? – Pregunta como no lo supiera.– Pues.... hoy es el día en que le dirás a Tom, sobre las llaves de mi auto. – Lo digo rebosando de alegría.−¿Ya es el día? – Revisa unos papeles –. Tu madre me comento lo que hiciste hace unos días. – Alza su mirada.−Papá, te lo pued
Suena mi celular, es molesto porque es temprano. Lo ignoro por un momento, pero sigue sonando la música de wallerman. −¿Hola? – Contesto el teléfono, no sé quién es. −¿Emma eres tú? −Sí, ¿quién esss.s........?– Es la voz de un niño – ¿Martín? −Sí, soy Martín – Se nota feliz –. Emma ya me levantaron el castigo –. Me pregunto de donde saco mi teléfono. −Cariño son las seis de la mañana, no tienes que dormir......es fin de semana ....... −Mi mamá dice que las personas que progresan son las que se levantan temprano. – Niño inteligente. −Sí, pero no los fines de semana..... – bostezó –, ya Martín ve a dormir........ −Emma, Emma, ¡¡EMMA!! lo prometiste.... −Estoy aquí, estoy aquí....... sí...sí....sí......ya voy estaré ahí en unos minutos. – Cuelgo y me hecho en la cama. <<¡AH! Lo olvide>> Tomo un baño de agua fría para levantarme los ánimos, ahora me arrepiento de ver la casa de p