Los nervios recorren mi cuerpo como si me hubiera caído en un charco de agua fría. Tan cerca de la salida, pero tan lejos de salir ilesa. Poco después el dueño del circo de gorilas con gafas salió.
–¿Qué sucede aquí? – cuestionó Celina, por detrás -. Tío, tenemos que irnos diles a tus guardias que se aparten.Los guardias se hacen a un lado dejándonos el camino libre… ¿enserio seria así de fácil?
–Que desconsideración…– anunció el tío/asesino –… de su parte por dejar que esta noche muriera mucha gente. – esas palabras son suficientes para dejarnos frías, inmóviles, nerviosas –. No sé cómo mi hermana reaccione cuando se entere que Celina, y otros familiares murieron.
*****
En el punto de operaciones.
Narra
Lo último que recuerdo es ver a Chris, acercándose. Desesperado. Asustado. El mismo panorama de llamas hace que habrá mis ojos de golpe. Lo primero que veo es un techo sumamente blanco, las luces están apagadas, la ventana abierta y una máquina a mi derecha que escupe un aroma a vainilla, muy relajante. Determino que estoy en el hospital de mi madre. Empecé de mover mi cuerpo, empecé por mi mano hasta que se chocó con algo, giro mi cabeza y veo a Chris. Está durmiendo, se nota un poco cansado, lo primero que hago es mover su cabello. ¿Cómo es que los hombres pueden mantener su cabellera con ese brillo y suavidad sin usar tantas cremas? Esos gentiles movimientos hacen que se despierte. –¡Emma abriste los ojos! – pronunció mientras se abalanzó para abrazarme. –¿Qué fue lo que paso? – pregunté confundida, ni siquiera sabía cuanto tiempo dormí. Era como esos días en el que te dormías y luego te despertabas asustado, pensando que falta
– Sí, soy la exnovia. Alana Walsh – se presentó como si estuviera en frente de una profesora –, no esperaba encontrarte y menos así. – señaló mi vientre. –No creo que sea coincidencia – debatí. ¿Coincidencia? No lo creo – ¿Qué es lo que quieres? –Mi vida – extendió su mano para tomar mi mentón, pero yo ni en mil años me dejaría tocar de ella. Me alejé en un movimiento rápido –. No te pongas a la defensiva, no soy tan enferma como para hacerte algo. –¿Entonces? – solté. –Entonces ...– vaciló por un momento tratando de encontrar la mentira perfecta y cuando la encontró habló – Solo quería conocerte. Ah... ¡De lo que me perdí, como me arrepiento! –Si no tienes más que decir me iré primero. – me puse de pie dispuesta a retirarme. –Él sigue siendo protector y celoso, ¿verdad? –Sí. – conté directa y cortante aun de espaldas. –Es bueno en la cama. – oh, ahí si me voltee. Tenía una sonrisa en su cara como si estuviese diciendo:
Narra Emma… El día empezó caluroso y me esperaba todo menos que Chris, siguiese durmiendo. El reloj marcaba las diez en punto y él seguía durmiendo como un ángel. –Chris, ya es tarde tienes que ir a trabajar – lo moví para que despertara. –No. –¡¿Qué respuesta es esa?! Llegaras tarde – gruñí y es que ya estaba muy tarde. –Mi padre no quiere verme en las oficinas – murmuró acomodándose mejor entre las sabanas. –¡¿Cómo?! – chillé –. Es mi culpa, debe sentirse decepcionado de mí por mantenerte solo en casa. Chris, levántate y ... –Shh... – se levantó y puso su dedo en mi boca –. No quiere verme hasta que nazca su nieto, dijo que no me perdonaría si algo le llegaba a suceder. –¿Eso te dijo?– pregunté impactada. –Sí, por eso no voy a ir. Me quedare a tu lado o ¿no lo quieres? –Lo quiero – admití –, pero también tienes otras responsabilidades. –Mi única resp
l cumpleaños de la abuela llegó. Lo malo es que no me han permitido hacer nada de nada. Literal, era como un pequeño y redondo estorbo.>Apenas pude llevar limonadas a Lucke y Chris, que han estado adornando la sala, con serpentinas de colores, globos dorados y plateados y algunas letras doradas, que decían: Feliz Cumpleaños Abuela. Lucke sí que tiene buen gusto para decorar, Chris… Bueno el solo estaba pendiente de que yo estuviera bien y pudiera respirar.De un momento a otro llega Arwen, con el enorme pastel rodeado de flores que parecían ser reales, prácticamente parecían las que estaban afuera. Okay, mujer embarazada más pastel era igual a niño queriendo desesperadamente un pedazo. Mala combinación, pero tampoco podía lanzarme a comerlo.En la noche llegan mis padres. Mamá pregunto cómo estaba en su modo ¿Todo bien? ¿Cuánto pesa? ¿Comes bien? Quiero ver el informe de tu última visita. Y cosas así, mientras que papá no se h
Por fin, después de años de estudios plagados de cosas buenas y malas.YoYo¡¡¡Soy libre de la universidad!!! Escucho las risas y llantos de mis compañeros, tal vez de felicidad o de infelicidad. Pues.."bienvenidos al mundo de los adultos", fueron las últimas palabras de nuestro doctor.Adiós fiestas, alcohol y amores... Y bienvenido cuentas, gastos y malas noches. ¿Familia? ¿Hijos? No, esas palabras no se encuetran en mi vocabulario. Amm, la universidad te brinda buenos recuerdos y malos, incluso recuerdos que te cambian la vida. En fin, ¿qué más te puedo decir sobre la universidad aparte de que has pasado una parte de tu vida ahí, socialisando u odiando? Bueno, un consejo te voy a dar. Socialisa mucho porque de ahí salen palancas para tu futuro o si tienes mucha más suerte ya naces teniendo un camino o, te dan noticias de infarto el mismo día de tu graduación. Y, ¿adivinen cúal es mi caso? Bingo. Mis compañeros irán a trabajar en otras ciudades incluso en otros países,
Han pasado cinco días desde que me despedí de Jhoana. Llore mucho, pero ¿cómo explicarles que ella es mucho más que una hermana? Una que ahora se encontraba a kilómetros de mí. He prometido que la visitaría mientras pueda, porque no sé lo que me espera esta noche. Se supone que hoy conoceré a mi "prometido" y me presentaré solo por respeto a mis padres, ya que después de eso me iré a Corea del sur y no tengo ni idea, ni las ganas de saber cuándo regresare, aparte nadie me espera; toda mi familia pasa ocupada, mi papá en la empresa, mi mamá en el hospital, mi hermana ya hace dos días que regreso a su hogar en Alemania,
Narra Emma ..... Han pasado 11 horas de viaje, no espero mucho y llega mi taxi. En las puertas del gran hotel antes de entrar doy un profundo respiro y alzo mis brazos. − ¡No puedo creer que este aquí en Seúl!– Grito de felicidad. No se me hace difícil el idioma, puesto que ya he estado aquí. Todo bien por esa parte. Entro al hotel y una agradable señorita de estatura mediana se encarga rápidamente de mí. −Buena tarde, señorita. − Saluda haciendo una venia. −Buena tarde. – respondo de la misma manera. Lo primero que hace es verificar en el computador mediante mi nombre el número de habitación que me corresponde; miro como mueve sus ojos a gran velocidad como si estuviera leyendo mi expediente universitario y al cabo de dos minutos me entrega la llave. −Su habitación es la número 13, cuarto piso. – Agradezco y me retiro. La habitación es cómoda, me encanta la decoración oriental en especial la comb
Al parecer a Chris le agradado la idea; suelta mi brazo permitiéndome abrir la puerta incluso él y Tom llevan a mi primo a la cama. He pedido que salgan mientras me cambio, pero a Chris se le ocurrido darme unos minutos para hacerlo. Si no, él entraría y me sacaría a la fuerza. << ¡Pero quien se cree!>> No tardo mucho y salgo con mi pijama, sin antes desmaquillarme a la velocidad luz. No quiero despertar a Takeru porque si lo hago no dormirá dentro de unas horas. Aún recuerdo cuando todos los primos nos pusimos a tomar y a mi hermano se le ocurrió la gran idea de poner heavy metal en alto volumen, en consecuencia, se quedó con Takeru toda la noche y madrugada cuidándolo como a un bebé; al día siguiente mi primo parecía alguien nuevo y renovado mientras que mi hermano parecía zombi. *** Narra Chris ......... Me han entrado unos celos del demonio que casi llevo a Emma a mi habitación en