SCARLETT ALLENNací en cuna de oro, en una excelente familia intachable. Mi padre Nicholas, alguien ultra conocido por sus vínculos políticos y futuro alcalde de Washington DC.Encontrar mi lugar en el mundo no fue tan sencillo. Mi sueño era ser cantante, me imaginaba cantando en un escenario y que miles de personas cantaran mis canciones. Estudié canto y me preparé para ser una estrella, pero no fui amada por el público. Soy una mujer hermosa de piel clara y cabello castaño oscuro. Mis ojos son verdes, del mismo color que los de mi madre. Soy alta, delgada y con curvas hermosas. Gracias a mi belleza y elegancia las mejores marcas quisieron que fuera el rostro visible de ellas en los anuncios publicitarios. Fracasé como cantante, pero después triunfé como modelo desfilando en las mejores pasarelas y vistiendo prendas costosas de los mejores diseñadores del mundo. En uno de los desfiles conocí a Mauro Bennett, un cantante súper famoso. Él era compositor y además había hecho colaborac
SCARLETT ALLENMi madre hablaba animadamente con varias damas de la alta sociedad. Ella me lanzó una fugaz mirada reprobatoria porque no iba con el protocolo haberme inmiscuido en su reunión privada si no pensaba participar en ella, pero no tenía nada que decir. Tampoco podía decir "sigan hablando, no me interesa pero cualquier cosa es ideal para evadir a Horacio". -¿Cuál es tu edad querida?- Una señora interrumpió la conversación sobre las decoraciones del próximo evento y dirigió su atención a mi. ¡Era mi oportunidad de participar y que mi madre no me reprobara! -Yo tengo...- Mis palabras fueron interrumpidas por otra de las mujeres -¿Es perfecta no lo crees?- Ella preguntó y en un punto me sentí orgullosa de ser reconocida por damas distinguidas que viven en las pasarelas para siempre usar atuendos sin repetirlos- Sería la esposa perfecta para FacundoCuando la frase acabó mi ego se desinfló un poco, ¿Por qué me ven como esposa de alguien de su círculo? Sería lo último que haría
SCARLETT ALLENRecordaba las palabras de mi madre en todo el camino a casa y la mirada que ella me dedicó supe que estaba cargada de una amenaza silenciosa que podría romper más de una vida y un sueño. Mi padre amaba la política y tenía demasiados proyectos que no podían irse a la basura. Por otra parte amaba a Mauro con todo mi ser y quería formalizar de una vez para que nadie pudiera verme de nuevo como un trofeo que quería poseer para llevar a reuniones sociales. Me resistía a ser un adorno social, no quería eso para mi vida. Quería ser feliz y construir un futuro con el amor de mi vida, con eso me conformaba y era más que feliz. Desperté varias veces en la noche sintiendo que me faltaba el aire y que mi corazón podría salirse de mi pecho. Sentía que caía en un pozo sin fondo, también que me corrían y no podía escapar viendo un callejón sin salida frente a mi. Jamás había tenido tanto miedo. No tomé mis sueños como un presagio de un futuro cercano, fue un error mío. Entre reuni
SCARLETT ALLENHabía recibido tantos comentarios sobre Mauro que comenzaba a dudar de su fidelidad y de todo lo que teníamos. Quería verlo perfecto, pero ¿Lo era? Mis padres no ganaban nada con mentirme, mucho menos mis amigas. ¿Por qué Mauro me mentiría? Todo era muy confuso. Fui a verlo llegando de sorpresa y lo encontré en medio de un desorden de papeles. Me dijo que estaba componiendo una nueva canción de la cual no podía saber aún nada. Él siempre estaba trabajando en algo y eso me gustaba, era un hombre que perseguía sus sueños e iba por ellos. Él tenía ambición para no ser un simple conformista y querer más.Me besó y me condujo al cuarto. Entre besos y toqueteos me desnudó, minutos después de haber entrado al apartamento ya estábamos entre sus sábanas desnudos haciendo el amor. Me dijo cuánto me había extrañado y necesitado, yo había sentido exactamente lo mismo. Tener relaciones con él era perfecto y hermoso, aunque no tenía experiencias previas para poder comparar. Nuestro
SCARLETT ALLENDormí llorando, o cansada de llorar acabé durmiendo, no lo sé ni me importa. La luz del sol lastimaba mis ojos que amanecieron rojos e hinchados. Quería dejar de sufrir por quien no valió la pena, ¿No era ese el consejo que le di tantas veces a mis amigas a lo largo de mi vida? ¿Dónde habían quedado mis palabras ahora? Técnicamente olvidadas en algún lugar lejano de mi mente. -No llores, él no vale la pena. No te merece- Le decía siempre a las chicas, ¿Por qué no aplicaba para mí?Dolía, demasiado. Confié en un hombre entregándole todo lo que pude, lo más puro que tenía, mi mente, mi cuerpo, mi corazón. Le di todo de mi, ¿Qué más hizo falta? Él admitió que fui poco menos que nada, un cuerpo y cara bonita, ¿Qué más aparte de eso?Él se casaba con una talentosa cantante haciendo que me doliera aún más haber fracasado como una. Yo no había podido capturar al público y aunque quise hacerme creer que fue un sueño frustrado del momento, siempre me dolió no lograrlo. Con los
SCARLETT ALLENEl primer día lejos del trabajo salí de casa para ver a las chicas. Sospechaba que mi madre estuviera planeando otra fiesta y yo no quería estar cerca de esas celebraciones dónde me sentía una atracción más que una parte importante de ella. Lía trabajaba junto a su madre quien tenía una importante marca de cosméticos y Judith vivía su vida de ensueño sin tener que mover un dedo. Estudiaba eso sí, su padre era dueño de una aerolínea y ponía el mundo a sus pies. Ella quería trabajar, pero no lo tenía permitido. Sabía que podría pilotar un avión en caso de emergencia, además comprendía distintos idiomas, lo que la hacía ideal para trabajar como aeromoza. Ellas me pidieron que preparara una maleta, aunque yo no me sentía con ganas de ir a ningún sitio. Quería descansar, aunque mi agotamiento era más mental que físico. Tal vez durmiendo un año completo o al menos hasta después de las elecciones todo cambiaría. Odiaba en que se había convertido la mansión donde vivía junto
SCARLETT ALLENAunque habían hombres guapos ninguno llamó tanto mi atención como Mauro. Él estaba en mi mente a toda hora del día y no podía sacarlo de allí. Sabía que fue un idiota y que me hizo muchísimo daño, pero aún mi corazón se negaba a olvidarlo. Bailé con algunos hombres pero no sentí nada, no había conexión con ninguno de ellos. Se movían bien en la pista y eran guapísimos, pero no hubo nada. Llegamos al hotel y yo tuve en mis manos distintas tarjetas personales de quienes me pidieron seguirnos conociendo. Las deseché a todas, no me interesaba conocer a ninguno de ellos. -Chicas aprecio lo que hacen por mi, pero amo a Mauro y no puedo sentir nada por alguien más- Les dije desanimada pero muy segura de mis palabras -Al menos lo intentamos- Lía se dejó caer en la cama -Yo aún no me rindo, aquí en el lugar del pecado tienes que conocer a alguien que te haga olvidar a ese imbécil. No busques amor, busca quien te lleve a la cama y te haga todo lo que ese tonto se negaba a hac
MARCUS FERGUSONNací en medio de la pobreza. Mi madre se quedó embarazada siendo muy joven. Ella trabajaba en un café donde conoció a mi padre, un hombre muy poderoso, rico y apuesto. Del breve romance nacimos mi hermano y yo, gemelos muy diferentes uno de otro, pero con el mismo propósito, triunfar en la vida por nuestros propios medios. Para cuando mi padre apareció frente a nosotros ya habíamos cumplido varios años. Él no sabía de nuestra existencia. Mi madre había resultado una simple aventura para él y un matrimonio concertado con una mujer de la alta sociedad fue su destino. Él nos dió manutención, una cuenta con varios ceros también y la posibilidad de estudiar. Nos dió también su apellido pero fue colocado detrás del de nuestra madre. Ahorramos todo lo que pudimos para no derrochar nada, obtuvimos buenas becas y luego cada uno continuó con su vida. No quise la ayuda de mi padre, tampoco sus múltiples influencias. La cuenta bancaria la dejé casi intacta. Estudié arquitectura