SCARLETT ALLEN
Nací en cuna de oro, en una excelente familia intachable. Mi padre Nicholas, alguien ultra conocido por sus vínculos políticos y futuro alcalde de Washington DC.Encontrar mi lugar en el mundo no fue tan sencillo. Mi sueño era ser cantante, me imaginaba cantando en un escenario y que miles de personas cantaran mis canciones. Estudié canto y me preparé para ser una estrella, pero no fui amada por el público.Soy una mujer hermosa de piel clara y cabello castaño oscuro. Mis ojos son verdes, del mismo color que los de mi madre. Soy alta, delgada y con curvas hermosas. Gracias a mi belleza y elegancia las mejores marcas quisieron que fuera el rostro visible de ellas en los anuncios publicitarios. Fracasé como cantante, pero después triunfé como modelo desfilando en las mejores pasarelas y vistiendo prendas costosas de los mejores diseñadores del mundo.En uno de los desfiles conocí a Mauro Bennett, un cantante súper famoso. Él era compositor y además había hecho colaboraciones hasta con cantantes de bachata. Tenía un estilo único que lo hacía brillar en cualquier estilo y género. El público lo amaba.Cuando lo vi sentí las famosas mariposas en el estómago, mi corazón acelerado y al hablar con el descubrí que teníamos mucho en común. Conocí con él que el amor a primera vista existe. Una sonrisa adornaba mis labios al pensarlo y un brillo en mis ojos al hablar de él. Creía que podríamos tener un gran futuro juntos.Comenzamos a coincidir en más eventos y después a vernos en sitios muy reservados. Él quería algo privado y yo lo entendía perfectamente, la prensa lo perseguía a cada sitio que iba. Yo también daba de que hablar y marcaba tendencia, imposible de negar. No solo era bella, sino que también la gente me conocía mucho gracias a mi padre y por los comerciales.Si quería tener un amor bonito debía conocerlo en privado. Tuvimos citas poco convencionales y luego iniciamos nuestra relación al descubrir que teníamos demasiadas cosas en común. Cada vez que el me besaba me sentía en el paraíso y cuando sus manos me acariciaban creía que mis piernas dejarían de sostenerme. Él era el hombre de mi vida, mi amor real. Nunca nadie había producido tantas sensaciones en mi.Nuestras citas acabaron también convertidas en encuentros sexuales apasionados. El fue mi primer hombre y quería que fuera el último. Mauro era perfecto, piel bronceada, cabello negro, ojos azules casi metro noventa y un cuerpo tallado a mano por los mismos dioses, lo que significa que siempre se ejercitaba.Mis amigas Lía y Judith sospechaban de Mauro. Se que nunca lo aprobaron completamente, pero eso era porque nuestra relación era desconocida ante el mundo. Ellas creían que deberíamos de haber formalizado después de varios meses juntos. Hasta habíamos hablado de nuestros planes futuros y en ellos estaba incluida una boda, así como también uno o dos niños.El tiempo pasaba rápidamente, él con sus compromisos y yo con los míos. Los dos trabajábamos demasiado y si a eso le sumamos que mi padre comenzaba su campaña política aspirando a llegar más lejos que nunca, teníamos compromisos sociales familiares. Yo era la hija soltera del futuro alcalde, alguien que debía sonreír y mantener mi elegancia las veinticuatro horas del día. No me quejo, mi vida era perfecta pero también abrumadora.Las reuniones o los invitados a cenar eran habituales y yo por eso tenía que estar alejada de Mauro. Él tenía giras musicales y entrevistas, así como también el lanzamiento de su disco; uno que prometía ser sensacional.Hoy es un día habitual donde soy una muñeca que sonríe y contesta algunas cosas mecánicamente. Aquí vendrían a cenar algunas personas que compondrán el partido político al que pertenece mi padre. Mi madre siempre fue una excelente anfitriona y por eso las reuniones si no son aquí, son con su ayuda en cualquier otro sitio. Ella también tiene una estrecha relación con las esposas de los demás políticos; a excepción de algunas que son las clásicas esposas trofeo que aparentan un matrimonio feliz mientras que su esposo está con amantes más jóvenes.Retoco mi maquillaje y me coloco un lindo vestido que mi madre dejó sobre mi cama para mi. Ella tiene una extraña obsesión con la combinación de colores y muchas veces las dos utilizamos colores similares. En esta ocasión el color rosa es el indicado, en un tono pastel y el de mi madre es también rosa pero varios tonos más oscuros.Una vez no quisiera ser delicada y me gustaría tener voz en estas reuniones que no comprendo demasiado. Ya he dejado de prestarles atención. Se de lo que trata cada conversación cuando los colegas de mi padre se acercan mucho a mi. Aparento ser perfecta y halagan mi belleza así como también mis modales refinados y exquisitos. También se tocar el piano y hay ocasiones donde debo tocar alguna melodía que ya se de memoria. Siempre es igual, lo único que cambia es la decoración y el color de vestido que llevaré.-Hija te ves maravillosa, tu belleza siempre da de que hablar entre los hijos de los amigos de tu padre- Rodé los ojos con fastidio, justo eso era lo que más odiaba-Mamá tu te ves hermosa ésta noche, pero por favor no me hables de ellos, por eso empiezo a odiar estas reuniones que no tienen fin- Su manera reprobatoria de mirarme me molesta y se que no me comprende, algo que me duele-Varios muchachos quieren salir contigo, tienes una colección de pretendientes detras de ti, ¿No crees que sería bueno que aceptaras salir con uno de ellos? Estás en edad de casarte- Mi escepticismo iba en aumento y mis ganas de estar en la cena disminuían de modo considerable-Yo quiero a alguien más mamá. No voy a casarme con nadie que no sea él. Cuando sea el momento indicado lo traeré y comprenderás todo- Suspiré pensando en Mauro y en lo bien que me habia sentido en nuestro último encuentro-Solo espero que no sea quien yo creo porque sobre mi cadáver entrará a esta familia- Aseveró dejándome atónita en mi sitio. Esas no eran sus maneras de hablar y por un momento desconoci a mi madre-Lo amarías mamá, estoy segura- Volví a suspirar segura de mis palabras y pensando en él-En unos minutos llegarán los invitados, tienes que venir con nosotros para recibirlos- Salió de mi cuarto con pasos apresurados y yo acabé de pintar mis labios para seguirla, aunque quería ir en dirección opuestaParada junto a mis padres me di cuenta de que estaba desperdiciando valioso tiempo de mi vida. Los matrimonios que ingresaban casualmente traían a sus hijos solteros y eso me hastiaba. Besaron tantas veces mi mano, algunos hombres por más segundos de lo indicado por el protocolo. Eso me daba asco porque empezaba a verme como una presa en todos los sentidos. Presa de mi vida, presa en mi propia casa.La gente de bajos recursos piensa que conocer estrellas, gente famosa, millonarios... es un privilegio pero se equivocan. Todo esto es interés, muchos de los que están aquí no se soportan y algunos han tenido encuentros judiciales. Hay veces que siento que mi vida no me pertenece.Los empleados van de aquí para allá con champaña y bocadillos exquisitamente decorados. Nada de esto me apetece, porque lo único que deseo es estar con mi novio.-Hay un nuevo restaurante que me encantaría conocer con una hermosa mujer a mi lado- Las palabras de Horacio me causaron molestiaHoracio es hijo de un diputado. No es feo, pero al abrir la boca pierde el encanto. También cree que la mujer debe ser sumisa ante el hombre y ver cómo su madre es rebajada a ser una empleada me da escalofríos.-Es una suerte que mujeres bellas abunden en la ciudad, así como en el país- Sonreí con falsedad evitando su cumplido con toda la diplomacia que pude reunir. El ha insistido tantas veces que he puesto mil excusas para rechazarlo-Ninguna se compara a tu belleza Scarlett- Sonreí cuando me tomó del brazo con delicadeza interrumpiendo mi huida-Soy modelo Horacio y en la agencia hay muchísimas mujeres bellísimas. Tal vez una de ellas acepte salir contigo- Me solté de su agarre y fui con mi madre que estaba conversando con algunas mujeres. Cualquier lugar era mejor que cerca de HoracioSCARLETT ALLENMi madre hablaba animadamente con varias damas de la alta sociedad. Ella me lanzó una fugaz mirada reprobatoria porque no iba con el protocolo haberme inmiscuido en su reunión privada si no pensaba participar en ella, pero no tenía nada que decir. Tampoco podía decir "sigan hablando, no me interesa pero cualquier cosa es ideal para evadir a Horacio". -¿Cuál es tu edad querida?- Una señora interrumpió la conversación sobre las decoraciones del próximo evento y dirigió su atención a mi. ¡Era mi oportunidad de participar y que mi madre no me reprobara! -Yo tengo...- Mis palabras fueron interrumpidas por otra de las mujeres -¿Es perfecta no lo crees?- Ella preguntó y en un punto me sentí orgullosa de ser reconocida por damas distinguidas que viven en las pasarelas para siempre usar atuendos sin repetirlos- Sería la esposa perfecta para FacundoCuando la frase acabó mi ego se desinfló un poco, ¿Por qué me ven como esposa de alguien de su círculo? Sería lo último que haría
SCARLETT ALLENRecordaba las palabras de mi madre en todo el camino a casa y la mirada que ella me dedicó supe que estaba cargada de una amenaza silenciosa que podría romper más de una vida y un sueño. Mi padre amaba la política y tenía demasiados proyectos que no podían irse a la basura. Por otra parte amaba a Mauro con todo mi ser y quería formalizar de una vez para que nadie pudiera verme de nuevo como un trofeo que quería poseer para llevar a reuniones sociales. Me resistía a ser un adorno social, no quería eso para mi vida. Quería ser feliz y construir un futuro con el amor de mi vida, con eso me conformaba y era más que feliz. Desperté varias veces en la noche sintiendo que me faltaba el aire y que mi corazón podría salirse de mi pecho. Sentía que caía en un pozo sin fondo, también que me corrían y no podía escapar viendo un callejón sin salida frente a mi. Jamás había tenido tanto miedo. No tomé mis sueños como un presagio de un futuro cercano, fue un error mío. Entre reuni
SCARLETT ALLENHabía recibido tantos comentarios sobre Mauro que comenzaba a dudar de su fidelidad y de todo lo que teníamos. Quería verlo perfecto, pero ¿Lo era? Mis padres no ganaban nada con mentirme, mucho menos mis amigas. ¿Por qué Mauro me mentiría? Todo era muy confuso. Fui a verlo llegando de sorpresa y lo encontré en medio de un desorden de papeles. Me dijo que estaba componiendo una nueva canción de la cual no podía saber aún nada. Él siempre estaba trabajando en algo y eso me gustaba, era un hombre que perseguía sus sueños e iba por ellos. Él tenía ambición para no ser un simple conformista y querer más.Me besó y me condujo al cuarto. Entre besos y toqueteos me desnudó, minutos después de haber entrado al apartamento ya estábamos entre sus sábanas desnudos haciendo el amor. Me dijo cuánto me había extrañado y necesitado, yo había sentido exactamente lo mismo. Tener relaciones con él era perfecto y hermoso, aunque no tenía experiencias previas para poder comparar. Nuestro
SCARLETT ALLENDormí llorando, o cansada de llorar acabé durmiendo, no lo sé ni me importa. La luz del sol lastimaba mis ojos que amanecieron rojos e hinchados. Quería dejar de sufrir por quien no valió la pena, ¿No era ese el consejo que le di tantas veces a mis amigas a lo largo de mi vida? ¿Dónde habían quedado mis palabras ahora? Técnicamente olvidadas en algún lugar lejano de mi mente. -No llores, él no vale la pena. No te merece- Le decía siempre a las chicas, ¿Por qué no aplicaba para mí?Dolía, demasiado. Confié en un hombre entregándole todo lo que pude, lo más puro que tenía, mi mente, mi cuerpo, mi corazón. Le di todo de mi, ¿Qué más hizo falta? Él admitió que fui poco menos que nada, un cuerpo y cara bonita, ¿Qué más aparte de eso?Él se casaba con una talentosa cantante haciendo que me doliera aún más haber fracasado como una. Yo no había podido capturar al público y aunque quise hacerme creer que fue un sueño frustrado del momento, siempre me dolió no lograrlo. Con los
SCARLETT ALLENEl primer día lejos del trabajo salí de casa para ver a las chicas. Sospechaba que mi madre estuviera planeando otra fiesta y yo no quería estar cerca de esas celebraciones dónde me sentía una atracción más que una parte importante de ella. Lía trabajaba junto a su madre quien tenía una importante marca de cosméticos y Judith vivía su vida de ensueño sin tener que mover un dedo. Estudiaba eso sí, su padre era dueño de una aerolínea y ponía el mundo a sus pies. Ella quería trabajar, pero no lo tenía permitido. Sabía que podría pilotar un avión en caso de emergencia, además comprendía distintos idiomas, lo que la hacía ideal para trabajar como aeromoza. Ellas me pidieron que preparara una maleta, aunque yo no me sentía con ganas de ir a ningún sitio. Quería descansar, aunque mi agotamiento era más mental que físico. Tal vez durmiendo un año completo o al menos hasta después de las elecciones todo cambiaría. Odiaba en que se había convertido la mansión donde vivía junto
SCARLETT ALLENAunque habían hombres guapos ninguno llamó tanto mi atención como Mauro. Él estaba en mi mente a toda hora del día y no podía sacarlo de allí. Sabía que fue un idiota y que me hizo muchísimo daño, pero aún mi corazón se negaba a olvidarlo. Bailé con algunos hombres pero no sentí nada, no había conexión con ninguno de ellos. Se movían bien en la pista y eran guapísimos, pero no hubo nada. Llegamos al hotel y yo tuve en mis manos distintas tarjetas personales de quienes me pidieron seguirnos conociendo. Las deseché a todas, no me interesaba conocer a ninguno de ellos. -Chicas aprecio lo que hacen por mi, pero amo a Mauro y no puedo sentir nada por alguien más- Les dije desanimada pero muy segura de mis palabras -Al menos lo intentamos- Lía se dejó caer en la cama -Yo aún no me rindo, aquí en el lugar del pecado tienes que conocer a alguien que te haga olvidar a ese imbécil. No busques amor, busca quien te lleve a la cama y te haga todo lo que ese tonto se negaba a hac
MARCUS FERGUSONNací en medio de la pobreza. Mi madre se quedó embarazada siendo muy joven. Ella trabajaba en un café donde conoció a mi padre, un hombre muy poderoso, rico y apuesto. Del breve romance nacimos mi hermano y yo, gemelos muy diferentes uno de otro, pero con el mismo propósito, triunfar en la vida por nuestros propios medios. Para cuando mi padre apareció frente a nosotros ya habíamos cumplido varios años. Él no sabía de nuestra existencia. Mi madre había resultado una simple aventura para él y un matrimonio concertado con una mujer de la alta sociedad fue su destino. Él nos dió manutención, una cuenta con varios ceros también y la posibilidad de estudiar. Nos dió también su apellido pero fue colocado detrás del de nuestra madre. Ahorramos todo lo que pudimos para no derrochar nada, obtuvimos buenas becas y luego cada uno continuó con su vida. No quise la ayuda de mi padre, tampoco sus múltiples influencias. La cuenta bancaria la dejé casi intacta. Estudié arquitectura
SCARLETT ALLENDe todos los escenarios probables sin dudas éste es el peor para mí. Fui arrastrada al baño por mi amiga luego de despertar en la cama con ese pobre diablo. Me dolía el cuerpo, me dolía todo, más el corazón y el alma. Mis padres así como toda la prensa ya sabía de mi aventura con un idiota. Así no confirmaran que pasamos la noche juntos, mi reputación sería dañada. Yo fui fotografiada y parecía amorosa con él; salir a los medios diciendo "Estaba borracha y el solo me sostuvo" quedaba mal, adjudicarían alcoholismo en la hija del futuro alcalde y hasta perdería la posibilidad de trabajar. -Quiero morir- Dije en voz alta, ¿Cuánto más podía arruinarse mi vida y mis planes?-¿Cómo fue que acabaste así con él? Creí que no te agradaba- Ella intentaba entender, pero ni yo sabía lo que había pasado -Recibi una imagen de Mauro con su novia, tomé de más. El idiota que está allí- Señalé la puerta, no recordaba ni su nombre- Me acompañó y le ofrecí una bebida por cortesía solament