Al día siguiente, con los primeros rayos del sol, Becca se arregló con su acostumbrado jean roto, camiseta y chaqueta de lino marrón. Recogió sus cosas de la universidad, portafolios, bolso, laptop y porta planos, se arregló y voló fuera de su casa.La mañana estaba fresca, y las nubes sonrosadas hacían dibujos en el cielo.Era lo único en lo que pensaba mientras viajaba en autobús. La música siempre sonaba fuerte en sus audífonos, para así aislarse de la gente en su entorno. Normalmente no se los quitaba por nada del mundo.El campus aún estaba solitario. En algunos pasillos se podían ver uno que otro estudiante. Repasando para exámenes o dormitando en las bancas. La universidad en la que estudiaba era pública, por lo que muchos estudiantes eran de ciudades y pueblos circundantes a la suya. Muchos tenían la costumbre de llegar extremadamente temprano, para no perder ninguna clase.— Ey, que haces aquí tan temprano? — Dijo una voz conocida a su es
En su departamento, la familia estaba a punto de cenar al llegar Becca.— Llegas en momento justo, hoy papá hizo un asado negro. — Grito Alicia.— ¿Que celebramos? — Contesto Bec con una sonrisa.— La unión de nuestra familia. — Respondió David.El asado negro de su padre era de pollo y todos lo amaban. Lo acompañaban arroz, tajada y ensalada. Realmente era un buen plato de comida, nada comparado a lo acostumbrado.— Vi que te llevas muy bien con tu amado Luciano. — Dijo Moisés en medio de la cena, para molestarla.— ¿Vieron como respondió cuando Alexandra vino a molestar? — Agregó Isobel.— Un hombre que sabe defender a la dama que va consigo, es un buen tipo. — Contestó David.— Es guapo, educado, y además sabe responderle a gente molesta.... la verdad, me agrada. — Dijo Bec evidentemente nerviosa. — Sin embargo, no hablamos demasiado. Aunque ya entiendo porque papá intentó metermelo por los ojos durante tanto tiempo.— ¿Te comentó algo de la boda? — Preguntó David.— No, pero está
Luego de comer en la llevo en su auto a la universidad.— Vendrás a buscarme por la tarde? — Pregunto ella, una vez estacionados.— Pensaba buscarte para llevarte a conocer el futuro hogar que habitaras. - El estaba sentado de lado en su asiento, con una postura muy resuelta. — Según entiendo, tu intención es quedarte hoy.— Pensé, que sería buena idea quedarme a conocer el lugar. Ahora, creo que también sería buena idea que dejes de espiarme. — Dijo mientras golpeó con su dedo el pecho de el, como quien regaña a un niño.— Lo siento. Eres muy propensa a que te sucedan cosas malas. Casi terminas en mis dominios un par de veces. Quiero asegurarme que eso no vuelva a pasar.— Dejaré unas cosas en tu auto, y me iré a dar una clase. Te veré luego. Que tengas una linda tarde, Luz.Becca salió del auto sin dejar que el respondiera, únicamente llevo su bolso y objetos de estudio.Atravesó la universidad, en un santiamén. Llegó a la dirección donde la secretaria le entregó unos papeles, y fue
Becca despertó en una amplia sala consuelos negros y paredes blancas. Tenía escasos muebles de cuero blanco.Junto a ella descansaban todas sus pertenencias menos la caja de implementos mágicos, y sobre su bolso había una pequeña nota que decía estaré en un estudio, puedes acompañarme cuando despiertes.El estudio era amplio, tanto, que la luz que ingresaba por el ventanal no alcanzaba a iluminar toda la estancia. Tenia paredes y suelos de exquisito mármol blanco. Los muebles eran de madera oscura, con cojines negros. El viento fresco de la tarde se colaba entre las uniones del vidrio.— Necesito que te encargues de el. — La voz de Luciano retumbaba en la estancia. Cada vez se hacía más oscura, más densa, y terrible. — Aprenderá la lección de un modo u otro, ya lo dejamos perjudicar suficiente, así que no puedes matarlo. Quiero que viva para que recuerde que es una basura y jamás dejará de serlo.El intenso odio con el que se expresaba era practicamente palpable. Cada vez que una pala
Al terminar la cena Luciano envío a su asistente de regreso a su casa, y le pidió a Edith qué les subiera té a los aposentos de Becca.— Tengo muchas dudas respecto a ti, después del día de hoy. Pero temo pasarme de la raya preguntando demasiado.— ¿Que quieres saber? — Preguntó el.— Todo lo que estes dispuesto a contarme.El comenzó a contarle todo respecto a su vida humana, le habló de sus padres, sus hermanas, amistades, y la casa en la que habitaban en ese momento. En medio de esa conversación Edith subió el té y se retiró cerrando la puerta para dejarlos completamente solos.— ¿ Que puedes contarme de tu secretaria? — Preguntó Becca directamente. — Sabía que eventualmente entraríamos en ese tema de conversación. Ella es una mujer humana como cualquier otra, tiene tu edad, pero no se ha preparado a nivel universitario. De hecho su puesto también es pactado, ella solicito tener una mejor estabilidad económica a cambio de su completa lealtad.— ¿Porque me elegiste a mí y no a ell
Le costo muchísimo poder levantarse dela cama, pero ya era de mañana. El sol se colaba por la ventana panorámica del cuarto.Por muy somnolienta que estuviera, tenía responsabilidades que cumplir, así que entró al baño, para arreglarse, y descubrir lo enorme que era aquel lugar. Tenía paredes de azulejos pequeños de color salmón, y un suelo de cerámica blanca. El retrete, el lavamanos, la ducha y la tina hacían juego en un pulcro color blanco. Había un muchísimos productos para el baño, y toallas suaves cómo pequeños conejitos.Luego de quedar estupefacta con el lugar al que había entrado, decidió tomar un baño de tina.Luciano era un hombre de negocios, un empresario importante. Alguien en constantes reuniones y juntas, por lo que la mayoría del tiempo llevaba conjunto de traje y corbata.Aquel dia luego de pasar 45 minutos en su gimnasio personal, tomar un baño y volvio a secarse bajo el frío aire de la mañana, se colocó un traje de color azul rey, con camisa blanca, corbata, corre
Una vez en la casa, fue directo a su habitación para aprovechar las horas que tenía para arreglarse.Las mucamas habían logrado arreglar el desastre que con tanto esfuerzo ella había regado en la mañana. El vestidor tenía el tamaño de una habitación de 12 metros cuadrados y las paredes estaban revestidas en armarios con zapatos y accesorios. Todo acomodado de forma delicada, y bien organizada.Se probó no menos de 5 vestidos, y entro al baño para acomodarse el cabello.Luciano fue directo a la ducha y se metió a la tina. Siempre que se bañaba colocaba hierbas "tranquilizantes" al agua tibia en que se bañaria. Normalmente eran lavanda, manzanilla e incluso valeriana. Casi siempre su fragancia era la mezcla de su perfume con estas hierbas.Tras bañarse, salió a la terraza de su habitación, para secarse al aire fresco de la montaña, como siempre hacia. Cualquier persona que estuviera en los jardines de la casa podría verlo desnudo en los pisos superiores, pero poco le importaba. Había t
Los recuerdos eran borrosos y terriblemente confusos, no podía recordar con claridad absolutamente nada de aquella noche. Cuando lo intentaba solo lograba captar el intenso olor de un cigarro muy peculiar, escuchaba risas de varias personas. Recordar solo le hacía revivir el dolor qué había estado sufriendo. Gracias a eso, hacia meses que le tenía pánico a estar completamente sola en la oscuridad. Ahora, los hospitales le causaban ansiedad. Día a día se arrepentía se haber asistido a aquella fiesta. Gracias a todo eso, hacía tiempo qué no tenía el valor para mantener una relación sexual con nadie.Luciano se levantó de su cama y miro a Becca junto a él, estaba acurrucada en la cama, en posición fetal, como un pequeño niño asustado.Maldijo para sus adentros.Se levantó de la cama y fue directo al baño. Era amplio y bonito, pero poco le importaba, sus pensamientos no le permitirán apreciar aquel lugar. Maldijo su suerte mientras el agua helada corría por su cuerpo. ¿Cómo pudo dejar