Le costo muchísimo poder levantarse dela cama, pero ya era de mañana. El sol se colaba por la ventana panorámica del cuarto.Por muy somnolienta que estuviera, tenía responsabilidades que cumplir, así que entró al baño, para arreglarse, y descubrir lo enorme que era aquel lugar. Tenía paredes de azulejos pequeños de color salmón, y un suelo de cerámica blanca. El retrete, el lavamanos, la ducha y la tina hacían juego en un pulcro color blanco. Había un muchísimos productos para el baño, y toallas suaves cómo pequeños conejitos.Luego de quedar estupefacta con el lugar al que había entrado, decidió tomar un baño de tina.Luciano era un hombre de negocios, un empresario importante. Alguien en constantes reuniones y juntas, por lo que la mayoría del tiempo llevaba conjunto de traje y corbata.Aquel dia luego de pasar 45 minutos en su gimnasio personal, tomar un baño y volvio a secarse bajo el frío aire de la mañana, se colocó un traje de color azul rey, con camisa blanca, corbata, corre
Una vez en la casa, fue directo a su habitación para aprovechar las horas que tenía para arreglarse.Las mucamas habían logrado arreglar el desastre que con tanto esfuerzo ella había regado en la mañana. El vestidor tenía el tamaño de una habitación de 12 metros cuadrados y las paredes estaban revestidas en armarios con zapatos y accesorios. Todo acomodado de forma delicada, y bien organizada.Se probó no menos de 5 vestidos, y entro al baño para acomodarse el cabello.Luciano fue directo a la ducha y se metió a la tina. Siempre que se bañaba colocaba hierbas "tranquilizantes" al agua tibia en que se bañaria. Normalmente eran lavanda, manzanilla e incluso valeriana. Casi siempre su fragancia era la mezcla de su perfume con estas hierbas.Tras bañarse, salió a la terraza de su habitación, para secarse al aire fresco de la montaña, como siempre hacia. Cualquier persona que estuviera en los jardines de la casa podría verlo desnudo en los pisos superiores, pero poco le importaba. Había t
Los recuerdos eran borrosos y terriblemente confusos, no podía recordar con claridad absolutamente nada de aquella noche. Cuando lo intentaba solo lograba captar el intenso olor de un cigarro muy peculiar, escuchaba risas de varias personas. Recordar solo le hacía revivir el dolor qué había estado sufriendo. Gracias a eso, hacia meses que le tenía pánico a estar completamente sola en la oscuridad. Ahora, los hospitales le causaban ansiedad. Día a día se arrepentía se haber asistido a aquella fiesta. Gracias a todo eso, hacía tiempo qué no tenía el valor para mantener una relación sexual con nadie.Luciano se levantó de su cama y miro a Becca junto a él, estaba acurrucada en la cama, en posición fetal, como un pequeño niño asustado.Maldijo para sus adentros.Se levantó de la cama y fue directo al baño. Era amplio y bonito, pero poco le importaba, sus pensamientos no le permitirán apreciar aquel lugar. Maldijo su suerte mientras el agua helada corría por su cuerpo. ¿Cómo pudo dejar
ESTE CAPÍTULO PODRÍA TENER CONTENIDO SENSIBLE.Estaba malditamente aburrido en una reunión de trabajo, mirando a un idiota hablar frente a un teleprompter. Horas y horas de presentación. Miraba a todos con el rostro de quién se muestra sumamente interesado en lo que están exponiendo, pero en realidad estaba sumido en la rabia. Había estado pensando en como castigar a todos los que lastimaron a Becca aquella noche. Su teléfono vibro en su bolsillo, llamando por completo su atención, la vibración era al son de una canción que conocía, pero solo le había colocado a una persona."A mis hermanos les gusta el chocolate, los Marshmallow, el Doritos y el refresco. Idea algo con todo eso, y si no, entonces compra la heladería que me prometiste, estarían encantados también con eso. Espero que estés teniendo un día muy productivo." Decía el mensaje de Becca.El reprimió una sonrisa y guardó su celular, no sin antes escribirle: "Haré lo que esté a mi alcance."Claramente le estaba tomando el pe
La familia de Becca ya estaba en casa, y todos estaban preparandose para colocar la navidad. La música sonaba a todo dar. Cajas de adornos salían de todos los clósets y maleteros. David, el padre comenzó a preparar bocadillos en la cocina cuando sonó el timbre. Al abrir la puerta del departamento, vio a Luciano en su ahora desarreglado traje, con un bolso a su espalda y bolsas de compra grandes, llenas de víveres y chucherías.— Buenas tardes, señor David.Impresionado, David abrió la reja para que pasara — ¿Luciano, que haces aquí?— Fui invitado a pasar una noche en familia, pensé que veríamos películas o algo así, y traje chucherías. Pero no sabía que estaban decorando precisamente hoy.Vio a Becca desde la puerta y sonrió. Ella estaba en pijama, llevaba un mono blanco, con estampado de ojos turcos. Una camiseta negra y el cabello atado en un mono. — ¡Luciano! — ella fue directo a saludarle. — Me alegra que pudieras venir. Deja todo eso en el comedor y ven con nosotros. — Dijo qu
Un rato más tarde, mientras seguían escuchando música, Lucian se montó en una ventana con ayuda de Adriano y arreglo algunas figuras con luces. Desde afuera, los chicos les decían si las luces se veían bonitas. Tras un momento, ellos mismos bajaron a ver su creación. Habían renos, muñecos de nieve y lluvia de luces en todas las ventanas de la casaLa familia subió al departamento, pero Luciano y Becca se quedaron un poco más en el jardín. Caminaban descalzos de manera despreocupada, sin mirarse el uno al otro, como si estuvieran avergonzados.— Gracias por venir, Luci... Significa mucho para mí el que estés con nosotros hoy. — Comento ella, tomándolo del brazo.— Ha sido divertido, esperaba más lecciones sobre Cristo y esas cosas, considerando que tú papá es un reverendo. Pero estuvo bueno. — Respondió con una sonrisa. — Me alegro que no te incomodara, él sabe que la navidad es un robo... no te preocupes. — Becca sonrió — Oye, seguí tu consejo, y dejé mis trabajos. Decidí que lo qu
En la mañana la despertó el intenso olor de las panquecas de su padre. Era inconfundible y ella tenía muchísima hambre. Luciano aún dormía, tenía el cabello alborotado y su cuerpo yacía boca abajo. Era una sorpresa que el tipo no roncara. En silencio y con cuidado ella se levantó de la cama para ir a la cocina.— Buenos días, apá. — dijo en un bostezo.— Becca, buen día. Hoy desperté de buen humor, así que quise hacerles algo delicioso. Tus hermanos me dijeron que irán contigo a buscar a Ana al aeropuerto. Dale gracias a Lucian por su ayuda. — No es nada papá. El sábado habrá un baby shower para Eugenia en casa de Lucian, espero verte ahí. — le dijo ella. — quiero que pasen el fin de semana conmigo allá, desde hoy, de hecho.— Hare lo posible por asistir. — le aseguró el. Durante el desayuno no se habló mucho, todos tenían cara de no haber querido despertar tan temprano, pero debían aprovechar el tiempo aquella mañana Las chicas se arreglaron en su habitación, y los muchachos en
— Eso fue extremadamente rápido. — Dijo Moisés.— Ser popular tiene sus ventajas. — Respondió Luciano.Becca se sentó y miro a su hermano. — Y te perdiste el espectáculo.Luciano se rió y encendió el auto. — No fue para tanto.— ¿Que pasó? — Preguntó Moisés.Luciano saco el auto a la calle y voló hacia la autopista mientras Becca me contaba lo sucedido a su hermano menor.El auto iba a una velocidad rápida, pero responsable. Estaban a unos 45 min del aeropuerto.En el camino, se detuvieron en una florería que parecía bastante costosa, donde compraron un ramo de girasoles y rosas. — ¿No será demasiado? — pregunto Moisés, quien se bajó con Luciano a comprar las flores. — Tu primera lección como hombre inteligente y detallista a los 15 años es esta. Cuando regalas flores, nunca serán demasiadas. Este ramo simboliza una cálida bienvenida a alguien que está siendo adorada, una mujer amada por sus seres queridos. Girasoles, y rosas que en total son 55. — Le respondió su cuñado mientras p