Los recuerdos eran borrosos y terriblemente confusos, no podía recordar con claridad absolutamente nada de aquella noche. Cuando lo intentaba solo lograba captar el intenso olor de un cigarro muy peculiar, escuchaba risas de varias personas. Recordar solo le hacía revivir el dolor qué había estado sufriendo. Gracias a eso, hacia meses que le tenía pánico a estar completamente sola en la oscuridad. Ahora, los hospitales le causaban ansiedad. Día a día se arrepentía se haber asistido a aquella fiesta. Gracias a todo eso, hacía tiempo qué no tenía el valor para mantener una relación sexual con nadie.Luciano se levantó de su cama y miro a Becca junto a él, estaba acurrucada en la cama, en posición fetal, como un pequeño niño asustado.Maldijo para sus adentros.Se levantó de la cama y fue directo al baño. Era amplio y bonito, pero poco le importaba, sus pensamientos no le permitirán apreciar aquel lugar. Maldijo su suerte mientras el agua helada corría por su cuerpo. ¿Cómo pudo dejar
ESTE CAPÍTULO PODRÍA TENER CONTENIDO SENSIBLE.Estaba malditamente aburrido en una reunión de trabajo, mirando a un idiota hablar frente a un teleprompter. Horas y horas de presentación. Miraba a todos con el rostro de quién se muestra sumamente interesado en lo que están exponiendo, pero en realidad estaba sumido en la rabia. Había estado pensando en como castigar a todos los que lastimaron a Becca aquella noche. Su teléfono vibro en su bolsillo, llamando por completo su atención, la vibración era al son de una canción que conocía, pero solo le había colocado a una persona."A mis hermanos les gusta el chocolate, los Marshmallow, el Doritos y el refresco. Idea algo con todo eso, y si no, entonces compra la heladería que me prometiste, estarían encantados también con eso. Espero que estés teniendo un día muy productivo." Decía el mensaje de Becca.El reprimió una sonrisa y guardó su celular, no sin antes escribirle: "Haré lo que esté a mi alcance."Claramente le estaba tomando el pe
La familia de Becca ya estaba en casa, y todos estaban preparandose para colocar la navidad. La música sonaba a todo dar. Cajas de adornos salían de todos los clósets y maleteros. David, el padre comenzó a preparar bocadillos en la cocina cuando sonó el timbre. Al abrir la puerta del departamento, vio a Luciano en su ahora desarreglado traje, con un bolso a su espalda y bolsas de compra grandes, llenas de víveres y chucherías.— Buenas tardes, señor David.Impresionado, David abrió la reja para que pasara — ¿Luciano, que haces aquí?— Fui invitado a pasar una noche en familia, pensé que veríamos películas o algo así, y traje chucherías. Pero no sabía que estaban decorando precisamente hoy.Vio a Becca desde la puerta y sonrió. Ella estaba en pijama, llevaba un mono blanco, con estampado de ojos turcos. Una camiseta negra y el cabello atado en un mono. — ¡Luciano! — ella fue directo a saludarle. — Me alegra que pudieras venir. Deja todo eso en el comedor y ven con nosotros. — Dijo qu
Un rato más tarde, mientras seguían escuchando música, Lucian se montó en una ventana con ayuda de Adriano y arreglo algunas figuras con luces. Desde afuera, los chicos les decían si las luces se veían bonitas. Tras un momento, ellos mismos bajaron a ver su creación. Habían renos, muñecos de nieve y lluvia de luces en todas las ventanas de la casaLa familia subió al departamento, pero Luciano y Becca se quedaron un poco más en el jardín. Caminaban descalzos de manera despreocupada, sin mirarse el uno al otro, como si estuvieran avergonzados.— Gracias por venir, Luci... Significa mucho para mí el que estés con nosotros hoy. — Comento ella, tomándolo del brazo.— Ha sido divertido, esperaba más lecciones sobre Cristo y esas cosas, considerando que tú papá es un reverendo. Pero estuvo bueno. — Respondió con una sonrisa. — Me alegro que no te incomodara, él sabe que la navidad es un robo... no te preocupes. — Becca sonrió — Oye, seguí tu consejo, y dejé mis trabajos. Decidí que lo qu
En la mañana la despertó el intenso olor de las panquecas de su padre. Era inconfundible y ella tenía muchísima hambre. Luciano aún dormía, tenía el cabello alborotado y su cuerpo yacía boca abajo. Era una sorpresa que el tipo no roncara. En silencio y con cuidado ella se levantó de la cama para ir a la cocina.— Buenos días, apá. — dijo en un bostezo.— Becca, buen día. Hoy desperté de buen humor, así que quise hacerles algo delicioso. Tus hermanos me dijeron que irán contigo a buscar a Ana al aeropuerto. Dale gracias a Lucian por su ayuda. — No es nada papá. El sábado habrá un baby shower para Eugenia en casa de Lucian, espero verte ahí. — le dijo ella. — quiero que pasen el fin de semana conmigo allá, desde hoy, de hecho.— Hare lo posible por asistir. — le aseguró el. Durante el desayuno no se habló mucho, todos tenían cara de no haber querido despertar tan temprano, pero debían aprovechar el tiempo aquella mañana Las chicas se arreglaron en su habitación, y los muchachos en
— Eso fue extremadamente rápido. — Dijo Moisés.— Ser popular tiene sus ventajas. — Respondió Luciano.Becca se sentó y miro a su hermano. — Y te perdiste el espectáculo.Luciano se rió y encendió el auto. — No fue para tanto.— ¿Que pasó? — Preguntó Moisés.Luciano saco el auto a la calle y voló hacia la autopista mientras Becca me contaba lo sucedido a su hermano menor.El auto iba a una velocidad rápida, pero responsable. Estaban a unos 45 min del aeropuerto.En el camino, se detuvieron en una florería que parecía bastante costosa, donde compraron un ramo de girasoles y rosas. — ¿No será demasiado? — pregunto Moisés, quien se bajó con Luciano a comprar las flores. — Tu primera lección como hombre inteligente y detallista a los 15 años es esta. Cuando regalas flores, nunca serán demasiadas. Este ramo simboliza una cálida bienvenida a alguien que está siendo adorada, una mujer amada por sus seres queridos. Girasoles, y rosas que en total son 55. — Le respondió su cuñado mientras p
La mañana era fría en aquella montaña, pero el día estaba radiante.Becca se levanto temprano para sacar fotos a todo el proceso de decoración.La gente de la casa de festejos había llegado y estaba llenando toda el área de la piscina exterior con globos azules y blancos. Edith supervisaba que todo estuviera en orden. Poco después llegaron las personas con los postres y aperitivos. Todos eran de la pastelería donde Becca había trabajado.En un parpadear, más mesas estaban listas, la cocina y el refrigerador estaban llenos de cosas para la fiesta.— Buenos días, preciosa. — La saludo Luciano, quien iba en mono de pijamas y sin camisa por la casa. — ¿Aprecias lo hermoso que se ve la venganza? — preguntó entregándole una taza de café.— Hola, Luci. Estoy anonadada. Dime ¿Que planeas? — Quiero que seas la mujer más encantadora el día de hoy, saques fotos de todo, y te veas radiante. Caroline pasará el día distrayendo a Angélica, y no la dejara acercarse a Alfredo en ningún momento. Al
El fin de semana en familia fue precioso, vieron películas, se bañaron en la piscina, jugaron a las escondidas en la casa y almorzaron en el jardín.La última tarde del fin de semana, Luciano se sentó en la barra de la cocina con David, Anabella y Becca. comían algunos dulces que habían sobrado de la fiesta del sábado.— Quería pedirles permiso para que Becca termine de mudarse conmigo esta semana. — Dijo Luciano al padre de Becca en la cena del domingo. — Me gustaría que ella se acostumbre a la casa, me ayude a organizar las fiestas próximas, y comience a hacer acto de presencia en las fiestas y reuniones de la compañía.— Se que ella se vendría, aunque yo lo negara. — Dijo David.Luciano sonrió — Lo se, pero quiero hacer las cosas bien. Necesito que comiencen a verla mucho más a mi lado, para que le den la importancia que se merece cómo mi futura esposa.— No te preocupes, me parece que son suficientemente cercanos, y convendría que se enamoren antes de la fiesta de su boda. — Comen