Kaia tomaba con fuerza la mano de su esposo, las contracciones habían empezado a aumentar en ese lapso de tiempo. Veía el dolor en el rostro de su esposa y deseó ser el que estuviera en su lugar. No le gustaba para nada estar viendo como ella estaba pasando por tanto dolor, pero sabía que eso era así. Ella iba a traer una nueva vida al mundo y esas eran palabras mayores. Por algo, no cualquier mujer, era capaz de dar vida y de ser madre.— Sí, una respiración profunda y empujar tres veces durante cada contracción, pero ya no puedo aguantar más, siento como se está moviendo hacia abajo. Me duele mucho y cada vez es más fuerte y constante el dolor.Kaia no era de las mujeres que se quejaran, pero en verdad le dolía mucho el vientre y ya estaba sufriendo mucho los dolores, tanto que estaba sudando frío.— Se está acomodando, mi amor, nuestra hija tiene mucha prisa por salir, deja que venga la enfermera para que te vuelva a revisar. Todo va a estar bien, te lo prometo.Kaia había soporta
Todo fue tan rápido que de un momento a otro ya tenían a la pequeña en sus brazos, era una emoción tan grande para los dos, ver por fin al fruto de su amor, la bebé nació en perfectas condiciones, después de que la asearan y la revisaran la pusieron en el pecho de Kaia.Vincenzo salió a decirles a todos que ya había llegado al mundo la preciosa Vika Leonardi, les había encantado lo ingenioso del nombre, era la mezcla de los nombres de los felices padres. Celebraron y dejaron descansar a la cansada madre, ya el día de mañana llegarían a la casa, ya que no hubo complicaciones con la bebé. Mientras ellos celebraban, Raissa recibía una noticia para nada de su agrado. Ese acontecimiento los había agarrado con la guardia baja a todos, en un abrir y cerrar de ojos la hija de Vincenzo ya había nacido.— Señora, ha nacido antes de tiempo la niña, al llegar hoy a la clínica nos hemos sorprendido con esa noticia.Ellas no pudieron hacer nada, el día anterior había sido el día de descanso de las
Vincenzo entró con la niña en brazos, no había pasado ni diez minutos cuando ya la traía de vuelta. Algo que le pareció extraño a Kaia, ya que la enfermera se la había llevado para la revisión pediátrica.— ¿Qué pasó, mi amor, ya el pediatra no revisó a Vika?— No, amor, dijo que ya no era necesario, ya traigo la salida para que nos podamos ir a casa.— Qué bueno, porque me había preocupado en que se demorara la enfermera en traernos a la niña. Entonces ya nos podemos ir.No le dijeron nada a nadie, él iba a ver como resolvería esa cuestión, lo que ahora le interesaba más era llegar a la seguridad de su hogar. Después le diría a su esposa lo que había estado a punto de ocurrir.Estaban felices de poder estar en su hogar, Vika se había comportado muy bien y durmió durante todo el trayecto, iba en los brazos de la abuela Abigaíl, quien no dejaba de mirarla y sorprenderse.— En verdad se parece a ti, hija, pero también a su padre, en cuanto empiece a crecer, veremos a cuál de los dos pad
Kaia se sentó en el sofá sin ningún decoro, después de escuchar lo que le dijeron sus padres, el día de mañana sería su boda con alguien del que no tenía conocimiento y desde luego que ya todo lo habían planeado sin siquiera avisarle. Regresando de sus vacaciones se encontró con esa noticia, pensando que se trataba de una broma.Sus padres no le podían estar haciendo eso, y ¿qué tal si ella tuviera novio? No tenía ni voz, ni voto en su propia casa. Le dolía todo lo que le estaban haciendo. Ni siquiera todos sus ahorros llegaban a una mínima parte de lo que su padre debía. La empresa estaba en bancarrota, nada la podía salvar, solo Maximus Leonardi.–Mamá, no estoy preparada para esto, sabes mi idea sobre el matrimonio. Nadie va a aguantar mi temperamento, seré devuelta en el primer pleito que se arme.Se sentó derecha, alineando su postura al igual que lo que había dicho, ella no era para el matrimonio. Abigaíl, miraba a su hija y por dentro estaba sufriendo por ella. No supo de los p
Capítulo 2. El compromisoEntró a su habitación y miró la fila de vestidos que habían acomodado en la cama, desde luego que cada uno de ellos resaltaría su figura y qué decir de la variedad de exquisitos zapatos que hacían juego.Una gran variedad de maquillaje estaba sobre su mesa noche. Abigaíl conocía el gusto de su hija, le encantaba probar todo tipo de maquillaje, era una experta en esa línea.Miró todo eso y no pudo más que llevarse la mano a la baca para evitar que escucharan sus carcajadas. Descartó por completo todo eso, ella tenía el atuendo perfecto para su compromiso.–Bueno, es tiempo de hacer mi mejor papel.Bajó las escaleras, aunque todo le molestaba, su frenillo de la adolescencia se le encajaba en la encía y le causaba un tremendo dolor en los dientes, pero era lo que había. – ¿Qué es todo esto? Kaia, no puede ser, necesito que te vayas a cambiar, escogimos lo mejor para esta noche.Abigail no pretendía reírse del aspecto de su hija, pero no pudo aguantar, sabía lo
Capítulo 3. Charla padre e hijoDafne se mantuvo todo el camino a su mansión totalmente callada, no sabía cuál iba a ser la reacción de su hijo al ver mañana a la novia. Pero eso ya no era su problema, seguirían con lo acordado, no se podían echar para atrás.–Ya sé que no era lo que nos esperábamos, esas fotos eran las únicas que Abigail pudo conseguir, en pocos años la niña fue ganando peso, pero es muy bonita.Maximus se había quedado con la impresión de lo que había visto en las fotos, pero la realidad era otra. Su hijo no tenía alternativa, se casaría con Kaia y punto. De lo contrario quien se haría cargo del conglomerado sería, Hermes. Su primo estaba haciendo todo lo posible por ser el nuevo CEO del conglomerado Leonardi.–Prefiero verlo casado con esa niña, que ver como desperdicia su vida con Raissa.A Dafne nunca le había gustado que Vincenzo se hiciera novio de lesa mujer, a pesar de que era la hermana de su nuera, su primer hijo, Alessandro, se había casado con Aitana Thal
Capítulo 4. Unas horas antes de la bodaKaia se levantó como cualquier otro día, no estaba emocionada como lo estuviera una novia ilusionada por el día de su boda. Lo tenía todo preparado para su gran espectáculo final. El rostro de Kaia era liso y delicado, sin el maquillaje que se había puesto el día anterior, era una total belleza.–Date prisa hija, tenemos que llegar puntuales a la mansión Leonardi, espero que tengas todo listo.En su interior, Kaia pensó con desprecio, ella solo lo hacía por el bien de la empresa de su padre, parpadeó con su mirada inocente. Era una joven chica de veinte años, que se había hecho la ilusión de iniciar sus estudios de la universidad y ahora se dirigía hacia el altar para casarse.–Desde luego que sí, mamá, solo que no estés tan ansiosa, hoy es un día como cualquier otro.Ella entrecerró los ojos y miró a su madre que caminaba de un lado para el otro, Kaia tenía una pequeña sonrisa en sus labios, tenía listo todo lo que iba a utilizar ese día, por e
La hora de la boda había llegado, se escuchaba todo un revuelo en el jardín de la mansión, aunque solo se había invitado a un grupo selecto, muchos se habían quedado con las ganas de asistir a la gran boda de Vincenzo Leonardi. Todos querían ver los jardines decorados de la mansión para ese evento y desde luego el glamour y la elegancia de la decoración. Muchas revistas habían ofrecido grandes sumas de dinero para poder estar presente en ese magno evento. Aunque no se sabía nada de la novia, se especulaba que será una belleza, ya que Vincenzo siempre salía como modelos y actrices de renombre, aunque solo se sabía que eran solo amistades. No dejaban de ser mujeres espectaculares. –El vestido es fabuloso, te dije que sería una maravilla, cuando Dafne me mandó las fotos tenía ganas de llorar y ahora, no sé si me pueda contener en cuanto te lo pongas. El vestido en realidad rompía con todas las expectativas de Kaia, nunca se hubiera imaginado que fuera hecho a medida, lo miraba en la c