Capítulo 3. Charla padre e hijo
Dafne se mantuvo todo el camino a su mansión totalmente callada, no sabía cuál iba a ser la reacción de su hijo al ver mañana a la novia. Pero eso ya no era su problema, seguirían con lo acordado, no se podían echar para atrás.
–Ya sé que no era lo que nos esperábamos, esas fotos eran las únicas que Abigail pudo conseguir, en pocos años la niña fue ganando peso, pero es muy bonita.
Maximus se había quedado con la impresión de lo que había visto en las fotos, pero la realidad era otra. Su hijo no tenía alternativa, se casaría con Kaia y punto. De lo contrario quien se haría cargo del conglomerado sería, Hermes. Su primo estaba haciendo todo lo posible por ser el nuevo CEO del conglomerado Leonardi.
–Prefiero verlo casado con esa niña, que ver como desperdicia su vida con Raissa.
A Dafne nunca le había gustado que Vincenzo se hiciera novio de lesa mujer, a pesar de que era la hermana de su nuera, su primer hijo, Alessandro, se había casado con Aitana Thalassinos y hasta ahí llegada el parentesco.
–Opino lo mismo, pero nuestro hijo es tan obstinado, que me he dado cuenta que ya no tiene nada con su antigua novia. Ella lo engañó, pero ella es la que lo sigue buscando.
Desde siempre ella se había dado cuenta que Raissa Thalassinos estaba interesada en su hijo, pero no pensó que iban a durar tanto y solo porque ella lo había engañado, de no haberse sabido la verdad, estaba segura que ese noviazgo su hijo lo hubiera llevado al matrimonio.
–Pero, no le ha puesto un límite, ella se sigue comportando como si todavía fueran novios, no ha puesto un ultimátum a esa mujer.
–Eso se va a tener que acabar, ya casado no creo que su esposa permita que tenga una amante, sé por Darío que su hija es de armas tomar, que tiene un temperamento muy volátil.
–Nosotros somos los que le debemos poder un alto a esa relación, Vincenzo es demasiado cabeza dura y no va a hacer nada con respecto a esa mujer, Raissa tiene que salir definitivamente de la vida de Vincenzo. Aunque la esposa sea de mal carácter él tiene que decirle a Raissa que no se le acerque.
Llegaron a la mansión Leonardi y vieron que se encontraba el auto de Vincenzo estacionado cerca de la entrada, ninguno de los dos esperaba que llegara esa noche, pensaron que se había ido con sus amigos de fiesta.
–Déjame hablar con él, debemos tener esta charla padre e hijo.
–Por supuesto, Max, estaré esperándote en la habitación, espero que no te enojes demasiado, para mañana será una mortificación menos.
No es que Dafne se quisiera deshacer de su hijo, solo que las cuestiones de la empresa los había tenido en un constante estire y afloje por lo de la jefatura, si Vincenzo no se casaba el día de mañana, Maximus había amenazado con poner de jefe a su sobrino Hermes y todos sabían que sería como mandar al conglomerado a la quiebra.
–Se suponía que la comida de hoy era para que conociera a la novia, pero ha preferido hacerse el desentendido, mañana le tocara llevarse una gran sorpresa y ya no hay de otra.
Maximus entró al despacho, y se sentó en la silla que estaba al frente de Vincenzo, que se encontraba revisando unos documentos.
–Mañana a esta hora ya serás un hombre casado.
Vincenzo se detuvo antes de firmar uno de los documentos, levantó la vista y miró a su padre sentado en la silla al frente suyo. Volvió a lo que estaba haciendo y firmó el documento con firmeza. Estaba actuando como si su padre no le hubiera dicho absolutamente nada. Entendía que se tenía que casar, pero no quería saber nada más.
–La chica ha aceptado casarse, sabes que la empresa de su padre está casi en bancarrota, pero sabes muy bien que tiene aún potencial, por eso debemos salvarla,
–Lo sé.
Vincenzo y el conglomerado, tomaban a empresas con altos potenciales que habían caído en desgracia y las absorbían por completo para luego darles un empuje y regresarlas a la normalidad o hasta con mayores beneficios, pero esta empresa en particular era la que no quería tomar en sus manos. Pues era una imposición, una obligación de parte de su padre.
–Ahora que estés casado, no creo que sea bien visto que te sigas viendo con tu antigua novia, debes respetar a la que va a ser tu esposa.
– ¿También en eso te vas a meter, padre? Creo que soy un adulto y sé que es lo que me conviene y que no. Me voy a casar, pero no seré un eunuco.
Los ojos de Vincenzo eran penetrantes, no le gustaba que quisieran llevar las riendas de su vida privada, tenía sus propias ideas sobre el matrimonio, y solo estaba accediendo por salvar lo que llevaba años levantando cada día, su padre no le podía dar el liderazgo a ese bueno para nada de su primo, Hermes solo sabía gastarse el dinero en fiestas y libertinaje.
–Pero no puedes poner en ridículo a tu esposa, eso que tienes con Raissa no puede continuar.
No se iba a poner a explicarle a su padre de lo que tenía con esa mujer, ella saldría muy pronto de su vida, con Raissa no tenía ningún compromiso, solo con el conglomerado. Con ella solo había tenido algunos encuentros ocasionales que se terminaron cuando ella le fue infiel. De ahí en adelante se había prometido que con las mujeres, todo iba a ser solo sexo, nada de sentimentalismos o algún vínculo afectivo.
–Yo sé cómo llevo mi vida y nada afectará este matrimonio que tú has arreglado, así que no te preocupes por eso.
–Muy bien, mañana es la boda, no quiero contratiempos, los ejecutivos del conglomerado estarán esperando una respuesta.
Maximus se levantó de la silla sin esperar la respuesta de Vincenzo, pues sabía que no la iba a recibir, así como veía las cosas su hijo siempre le iba a querer llevar la contraria, pero esperaba que por el bien del conglomerado estuviera puntual en el jardín de la mansión donde se llevaría la ceremonia nupcial.
Capítulo 4. Unas horas antes de la bodaKaia se levantó como cualquier otro día, no estaba emocionada como lo estuviera una novia ilusionada por el día de su boda. Lo tenía todo preparado para su gran espectáculo final. El rostro de Kaia era liso y delicado, sin el maquillaje que se había puesto el día anterior, era una total belleza.–Date prisa hija, tenemos que llegar puntuales a la mansión Leonardi, espero que tengas todo listo.En su interior, Kaia pensó con desprecio, ella solo lo hacía por el bien de la empresa de su padre, parpadeó con su mirada inocente. Era una joven chica de veinte años, que se había hecho la ilusión de iniciar sus estudios de la universidad y ahora se dirigía hacia el altar para casarse.–Desde luego que sí, mamá, solo que no estés tan ansiosa, hoy es un día como cualquier otro.Ella entrecerró los ojos y miró a su madre que caminaba de un lado para el otro, Kaia tenía una pequeña sonrisa en sus labios, tenía listo todo lo que iba a utilizar ese día, por e
La hora de la boda había llegado, se escuchaba todo un revuelo en el jardín de la mansión, aunque solo se había invitado a un grupo selecto, muchos se habían quedado con las ganas de asistir a la gran boda de Vincenzo Leonardi. Todos querían ver los jardines decorados de la mansión para ese evento y desde luego el glamour y la elegancia de la decoración. Muchas revistas habían ofrecido grandes sumas de dinero para poder estar presente en ese magno evento. Aunque no se sabía nada de la novia, se especulaba que será una belleza, ya que Vincenzo siempre salía como modelos y actrices de renombre, aunque solo se sabía que eran solo amistades. No dejaban de ser mujeres espectaculares. –El vestido es fabuloso, te dije que sería una maravilla, cuando Dafne me mandó las fotos tenía ganas de llorar y ahora, no sé si me pueda contener en cuanto te lo pongas. El vestido en realidad rompía con todas las expectativas de Kaia, nunca se hubiera imaginado que fuera hecho a medida, lo miraba en la c
Vincenzo estaba enojado por la apariencia de su esposa, de ninguna manera hubiera aceptado casarse con una mujer como ella. Si Raissa no lo hubiera engañado, ahora sería ella su esposa.No podía disimular el disgusto en su rostro, pero ya no podía hacer nada.Los invitados se acercaron a felicitar a los novios, algunos se quedaron estupefactos y ya no quisieron avanzar, la novia era en verdad horrible, espantosa, tenía capas y capas de maquillaje, y usaba unos tonos horrorosos en los ojos, ni qué decir del tono de lápiz labial, estaba todo regado y era muy llamativo.Estaban indignados de como esa mujer terriblemente fea, se había casado con el hombre más guapo de toda Italia, Vincenzo Leonardi era considerado un casanova, que tenía a todas las mujeres hermosas a sus pies y había caído tan bajo al casarse con ese esperpento.–Felicidades para ambos.Algunos solo le dieron la mano a la novia, no se atrevieron a darle un beso en la mejilla. Solo lo hacían como señal de respeto hacia los
Raissa ha hecho que todos hablen de su entrada triunfal, pero obviamente ellos no sabían por qué fue a la fiesta de boda de su exnovio. Subieron al auto de Vincenzo y llegaron a un lugar donde pudieran estar fuera del ojo de los curiosos.Un dejo de malicia apareció en los hermosos ojos de Raissa, se bajaron del auto y ella lo siguió con pasos cortos y ligeros.Pasaron unos minutos y los dos estaban en completo silencio. Ahora Raissa no sabía cómo decirle a Vincenzo, que había cometido un gran error, pues un hijo no estaba en sus planes y menos para el padre del bebé, ahora menos que nunca.–Vincenzo, estoy embarazada.Al corazón de Vincenzo le dio un vuelco del enojo, sintió como si le estuviera cayendo un balde de agua fría, tanto que le había dicho a Raissa que se cuidara, porque esa relación nunca iba a tener futuro, pero por lo visto no le había escuchado, nunca le prestaba la atención debida. –Te dije muy bien que tuvieras cuidado, no creo que mi primo se quiera hacer cargo de
Kaia estaba disfrutando de la noche, no le importaba lo que pasara afuera de la discoteca, el mundo se podía estar cayendo a pedazos, se levantó de su silla dispuesta a bailar, llevando a Fabrizio de la mano hacia la pista.Los dos estaban tan borrachos que no se podían sostener, Kaia se había quejado por largo rato de Vincenzo y juraba que nunca lo iba a reconocer como su esposo, se había ganado su desprecio.–Pero es tu esposo y por algo tus padres te han casado con él.– ¿Acaso estás de su parte?, mira la humillación que me ha hecho pasar, él debe beber una taza de su propio chocolate.–No, no estoy de su parte, no me hagas pensar demasiado, así que sigamos divirtiéndonos, mira de todo lo que se está perdiendo tu esposo.–Es un patán de lo peor, espero que todos se enteren de esto.Cuando Vincenzo llegó a la discoteca, los guardias de seguridad lo estaban esperando afuera. Entra y ve un gran espectáculo, su esposa está a punto de besarse con ese sujeto.Algo lo cegó por completo, n
Kaia miró al atractivo hombre, que respiraba con rapidez, vio cómo se quitaba el saco y luego empezó a desabotonarse la camisa, ella no quería mirar, pero era tan atrayente. Vincenzo se quitó la camisa de una forma elegante y la dejó caer al piso.– Detente – Kaia lo quiso detener.Vincenzo suspiró, él siempre se había considerado un hombre calmado, pero esta vez deseaba tocarla y que ella lo tocara a él.Hoy fue su boda y a pesar de no sentir nada por su esposa, el que se haya salido de la casa a una discoteca con otro hombre, eso equivalía a desafiarlo por completo. Vincenzo tomó la barbilla de Kaia y levantó su pequeño rostro, bajó la cabeza y le dio un beso, mordiéndole los labios.Eso había sido tan sensual, le agradó la sensación que sintió en sus labios. Al tenerla a su merced. Pasó su enorme mano por las costillas de su esposa, y la apretó un poco, sintiendo coma respiraba con dificultad.Ella cerró los ojos, aunque intentaba resistirse, esa era mucha tentación, se le escapó u
Vincenzo tenía un dolor de cabeza terrible. Fue al despacho y empezó a hojear unos documentos que le había dejado su padre. Eran los documentos de la propiedad conjunta de Darío Paidousi. No sabía si era correcto, pero ya se había casado con esa mujer que no había visto nunca. Firmó las hojas sin tanto enredo, eso parecía que se estaban aprovechando mutuamente.Suena el teléfono de Vincenzo y ve que es su madre, tiene que contestar, de lo contrario le puede ir peor.–Hola, madre.– ¿Cómo es posible que hayas hecho eso, Vincenzo? Él seguía en el despacho trabajando en proyectos que tenía que atender en esos días, nada lo detenía, era su pasatiempo favorito y no dejaría que su primo se lo arrebatara como todo lo que le había quitado.–No ha pasado nada, mamá, ya estoy de regreso en casa.–No es justo que tu padre se haya cansado en decirte, que esa relación con Raissa no es la correcta, sabes el peligro que está corriendo tu puesto en el conglomerado.–Pásamelo por favor, esta vez me
Vincenzo, después de pensarlo por la noche, decidió que no se iba a arriesgar a ser visto de nuevo con Raissa y mucho menos en lo que pretendía hacer. No quería malos entendidos, ni con sus padres, ni con su esposa.Kaia lo miraba esperando que le dijera que era eso que tenía que hacer por él.–Raissa está embarazada y me ha pedido ayuda para deshacerse de su hijo y le he dicho que sí.– ¿Qué quieres decir con eso? Quieres que te acompañe con tu amante, eso no tiene sentido, si el bebé es tuyo, debiste hacerte cargo antes de casarte conmigo.Kaia sintió una tremenda ola de resentimiento en su interior, aunque ella no tenía ningún sentimiento hacia Vincenzo, no le parecía nada agradable que le pidiera que lo acompañara con su amante a que se practicara un aborto. Jamás esperó que fuera eso lo que le iba a pedir.–Entiendo que no has escuchado nada de lo que te he dicho. El bebé no es mío.Le tuvo que decir para que entendiera que no tenía nada que ver con Raissa, él no era el padre del