RONANSe casará con otro, eso no debería importarme menos, el asunto es que lo hace, de algún modo, en mi interior nace una rabia y dolor que no recuerdo haber experimentado antes. Trato de mantener la calma, pero me es imposible, es que simplemente no puedo. Tenso el cuerpo en cuanto Sakura entra, la misma mujer que hice mi esposa, solo para joderle la vida a Dante, su hermano mayor. Sus ojos se enfocan en Liam y en mí, luego en… Regina Lombardi, la rabia domina sus gestos, veo el fuego de los celos en su mirada y siento náuseas al pensar que ella cree que tiene algún derecho sobre mí. —¿Qué significa esto? —pregunta caminando directamente hacia mí. —Lo que es —espeto y pongo mi distancia entre ella cuando trata de enrollar su brazo en el mío—. Liam y Regina Lombardi. Fija su mirada en la rubia de ojos verdes. Luego, rechina los molares. —¿Qué mierda hace una italiana en territorio de la Bratva? —Cuida tu lenguaje —exijo tomando asiento—. No quiero que piensen que mi mujer no l
REGINA—¿Qué es lo que intentas realmente? Escucho la voz de Liam a mis espaldas, quisiera decirle que nada en especial, lo cierto es que aunque no llegué a conocer bien a Mía Novikov, ella siempre fue amable conmigo en el poco tiempo en el que estuve a su lado. —Nada en especial —musito cerrando mi maleta. La misma que traje, hace poco más de una hora que le llamé a Kendra y a mi papá, avisando que iría a Londres por Mía Novikov, la madre de Ronan. No estuvieron de acuerdo pero me apoyaron, y eso es más que decir. —Te estás arriesgando demasiado. —¿Tú crees? —A Ronan no le agradó la idea de que fueras con él por su madre, el tema de Mía siempre ha sido delicado para él, así como nunca estuvo de acuerdo con que se casara con Lucas Moretti, es complicada su relación. Me giro y lo veo. —Pero ir puede que haga que recupere su memoria más rápido —expongo una pequeña posibilidad. Liam se queda callado, sus ojos me detallan con astucia. —Dime algo —merma el espacio entre los dos—.
REGINAMis manos tocan los hombros de Ronan, me aferro a él como si esto estuviera pasando en un sueño, o mejor dicho, en una pesadilla, él me observa con detenimiento, espabilo y me aparto de ahí. —Lo siento, Liam me ha empujado —me pongo en el asiento más lejano del padre de mi hijo—. No fue intencional. No dice nada, sus ojos me siguen detallando, luego, los vuelve a colocar sobre mi anillo. Hay algo en él que me recuerda al antiguo Ronan, solo es un destello, apenas visible para el ojo humano, pero ahí está, claro como el agua; rabia. Tal vez no se de cuenta de ello, pero incluso realiza una mueca fugaz que borra tan pronto como se da cuenta de que lo estoy observando. —Háblame de ti —dice de repente—. Liam me contó que nos conocimos por accidente, cuando tratabas de darme un par de contratos de tu jefe, que era el CEO de un bufete importante de abogados, y tú, una simple recadera. El que diga las cosas así, hace que me sienta ofendida. —Lo era, pero no se trata de un solo en
REGINALa mirada de Mía cambia con fugacidad cuando termino de contarle todo, mientras Ronan, Liam y Sakura terminan de arreglar los documentos para poder sacarla del centro psiquiátrico. —No puedo creer que mi hijo haya perdido los recuerdos que tiene sobre ti y mi nieto Emir —sus ojos se llenan de lágrimas cuando observa una foto de mi bebé, la misma que le mostré a Ronan y que no quiso ver. Él sigue creyendo que no es su hijo, miro de soslayo y me doy cuenta de que habla con Sakura, este le da un beso y rompo contacto visual, antes de que se den cuenta de que los estoy viendo. —Han cambiado muchas cosas —susurro.—Y aún así, has venido para tratar de ayudarlo, te lo agradezco —toma mi mano entre las suyas. —Realmente lo hago por Emir, no me gustaría que creciera sin él, su verdadero padre, sé que en casa no le faltará amor, pero… quisiera que se mantuviera en contacto con Ronan —suelto las palabras de manera lenta pero sin titubear. Mía voltea a ver algo en dirección de Ronan
RONANNo lo resisto más, desde que volvió la italiana a Rusia, he tenido el imperioso deseo de romperla en dos, de probar de sus labios, de pronto se ha vuelto una necesidad intachable, algo que deseo más que cualquier cosa en el mundo y creo que he perdido la cordura, porque sin duda no puedo resistirme más y termino por besarla, mis labios se aplastan contra los suyos. Ella suelta un dulce gemido que altera mis nervios, un gemido que sin duda me hace dudar de mi propia cordura, pero en especial, que me la pone dura, y es así que termino por follarla con el pensamiento mientras le meto la lengua hasta la garganta, saboreando el dulce sabor de su boca haciendo fricción contra la mía. Capturo su gemido lleno de sorpresa y lo hago mío, no soy idiota, sé que mi matrimonio con Sakura es una farsa, algo con lo que molestar a Dante, pero… siempre hay un, pero, estoy consciente de nuestra historia, de todo lo que ha pasado entre los dos, no necesita decírmelo, sin embargo, no la amo, no si
REGINANo puedo dormir, he estado toda la noche dando vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño, y es algo que ya comienza a dejar estragos en mi cuerpo, desde todo lo sucedido con el accidente y la pérdida de memoria de Ronan, mi vida ha sido un completo caos, cuando digo que lo único que me importa es que recuerde que tiene un hijo y que es Emir, es cierto, no creo que los dos tengamos una nueva oportunidad de comenzar desde cero, esa es la realidad. Y ahora, anoche, cuando Sakura entró a su habitación, dispuesta a follar con él, la realidad me dio una nueva bofetada que me dolió más que la primera, ellos son esposos, juego o no, manipulación para derrotar a Dante y al ejercito que está reuniendo, eso no quita el hecho de que él se haya casado con ella, de que un papel los avala como marido y mujer ante la sociedad criminal. Hay veces en las que olvido todo y me pierdo en su mirada, en una vacía en cuanto me ve, pero que al final, sigo obteniendo el mismo resultado. Me muerd
REGINA—Parece que más de la mitad aquí, quiere follar contigo, ¿no te parece? —me pregunta de repente Ronan. El que me diga eso, de una manera tan frívola, me hace pensar que tiene razón mi padre con lo último que me dijo, él ya había perdido parte de su esencia, una parte importante de lo que era antes, se borró con la pérdida de su memoria. —No sé de qué hablas —intento alejarme de él, siguiendo firme con mi decisión de no acercarme mucho a él. Me acerco a una de las mesas en donde están sirviendo una clase de ponche caliente, con la esperanza de perderlo de vista, pero no es así, a los pocos segundos ya lo encuentro a mi lado, su aroma a loción maderosa y pino, embriaga mi sistema cuando se filtra en mis fosas nasales, los recuerdos golpean fuerte y me amenazan con anclarme en el pasado, pero no dejo que me afecte más y rápido me compongo. Tomo un poco de ponche y busco con la mirada a Liam, este parece incómodo y molesto al mismo tiempo, una rubia de curvas de infarto se acer
REGINA Hace más de media hora que Ronan ha dejado de hablar, sé que me sigue los pasos de cerca detrás de mí, no ha intentado abordarme, mucho menos estar a la par de mí al momento de caminar, cosa que le agradezco, lo que dije es cierto, pienso regresar a Italia en cuanto salgamos de esto. De pronto, comienzo atener más frío, creo que no me encuentro con la vestimenta correcta, ya que el frío me cala hasta los huesos y los pies me duelen, por lo que me detengo y me coloco de nuevo las zapatillas. —Auch —me quejo cuando doy un paso. Cierro los ojos y me recuerdo que no todo está perdido, que en Italia está Emir esperando por mí, lo único que lamento es no haber podido hacer más por él al devolverle a su padre. Estoy por dar un paso más, cuando sobre mis hombros cae un abrigo, levanto la mirada y me encuentro a Ronan dejando su abrigo. —No lo necesito —refuto tratando de quitármelo de encima. Sin embargo, él coloca sus manos sobre mis hombros para evitar que lo haga, le miro