REGINA—Parece que más de la mitad aquí, quiere follar contigo, ¿no te parece? —me pregunta de repente Ronan. El que me diga eso, de una manera tan frívola, me hace pensar que tiene razón mi padre con lo último que me dijo, él ya había perdido parte de su esencia, una parte importante de lo que era antes, se borró con la pérdida de su memoria. —No sé de qué hablas —intento alejarme de él, siguiendo firme con mi decisión de no acercarme mucho a él. Me acerco a una de las mesas en donde están sirviendo una clase de ponche caliente, con la esperanza de perderlo de vista, pero no es así, a los pocos segundos ya lo encuentro a mi lado, su aroma a loción maderosa y pino, embriaga mi sistema cuando se filtra en mis fosas nasales, los recuerdos golpean fuerte y me amenazan con anclarme en el pasado, pero no dejo que me afecte más y rápido me compongo. Tomo un poco de ponche y busco con la mirada a Liam, este parece incómodo y molesto al mismo tiempo, una rubia de curvas de infarto se acer
REGINA Hace más de media hora que Ronan ha dejado de hablar, sé que me sigue los pasos de cerca detrás de mí, no ha intentado abordarme, mucho menos estar a la par de mí al momento de caminar, cosa que le agradezco, lo que dije es cierto, pienso regresar a Italia en cuanto salgamos de esto. De pronto, comienzo atener más frío, creo que no me encuentro con la vestimenta correcta, ya que el frío me cala hasta los huesos y los pies me duelen, por lo que me detengo y me coloco de nuevo las zapatillas. —Auch —me quejo cuando doy un paso. Cierro los ojos y me recuerdo que no todo está perdido, que en Italia está Emir esperando por mí, lo único que lamento es no haber podido hacer más por él al devolverle a su padre. Estoy por dar un paso más, cuando sobre mis hombros cae un abrigo, levanto la mirada y me encuentro a Ronan dejando su abrigo. —No lo necesito —refuto tratando de quitármelo de encima. Sin embargo, él coloca sus manos sobre mis hombros para evitar que lo haga, le miro
RONAN—Quiero follarte —es lo que le digo sin pensar—. Regina Lombardi. Debo haber perdido la puta cabeza, no solo por el hecho de que ella es Italiana, la hija del capo, sino, porque no la recuerdo, por más esfuerzos que haga, no logro acordarme de ella, sin embargo, por alguna extraña razón, las palabras que me dijo en el bosque sobre su despedida a mí, me dolieron, fue como si me estuviera tajando el interior, me desgarró el hecho de pensar que ella se estaba rindiendo y que me estaba abandonando, pero de nuevo, esa idea hace que enfurezca. Mi cuerpo tiene su propia memoria, y desde que la volví a ver, él está deseoso de follarla, de hacerla mía, no es que solo piense en eso, pero es lo que es y no puedo seguir luchando en contra de lo que mi cuerpo desea, y eso es hacerla mía, follarla tan duro, que estoy seguro de que por la mañana ya la habré sacado de mi sistema, tal vez es eso lo que necesito para olvidarme de ella y hacer que desaparezca de mi vida. Mis labios se estrellan
REGINAAnoche fue nuestra última noche, suena a tragedia, pero lo es, ya no hay nada más que pueda hacer al respecto, he hecho todo lo que estaba en mis manos, no puedo quedarme más tiempo en Rusia, tengo un hijo de quien cuidar, ahora, somos Emir y yo contra el mundo, me duele que no vaya a crecer con su padre, ahora, ese será mi papel también, tendré que hacer que no sienta su ausencia y darle tanto amor posible por los dos. Puede que algún día le cuente lo sucedido y lo comprenda, puede que no le diga nada y ni siquiera pregunte, tenía tantas esperanzas de que esto fuera diferente, de que me recordara, no es así, al final, solo eran esperanzas sin sentido, sin nada, esperanzas vanas. Después de que saliéramos de la cabaña, Liam y Mía nos contaron lo que tenían planeado, la gente que entró en aquella posada, eran contratados por ellos. Todos, miembros de la Brava que le juraron lealtad a Mía, nos engañaron para que los dos quedáramos a solas, tenían las mismas esperanzas que yo de
RONANVacío. Así es como me he sentido desde que Regina Lombardi se fue, la despedida me desgarró el alma, todo el mundo dice y no deja de repetirme, que ella es el amor de mi vida, la mujer por la que yo daría la vida, lo siento en el interior, en las entrañas, hasta en los huesos, sin embargo, soy el Boss de una de las organizaciones más sangrientas y poderosas de todo el mundo, estar en la cima de la pirámide criminal, es lo que me da la pleitesía de los demás. No puedo solo correr detrás de una mujer, que además de ser italiana, es la hija del capo, y dejar de lado los planes que he estado haciendo para deshacerme de Dante y de toda su organización, los Yakuza solo tienen que rendirse ante mí. Casarme con Sakura solo es un pequeño paso para joderle la existencia a ese tipo. Bebo un trago más, el calor y el sabor amargo se atoran en mi garganta cuando dirijo mi mirada hacia la foto que me dejó Regina de Emir, su hijo, su cabello rubio es como el de su madre, sus ojos son de un g
REGINA No puedo dormir, hay algo que me lo impide, he perdido la cuenta de las veces en las que he dado vueltas en la cama, buscando una mejor posición, tratando de cerrar los ojos y dormir, pero es imposible, en cuanto lo hago, solo una persona aparece en mi oscuridad, alguien de quien ya no me atrevo a decir o pensar siquiera en su nombre. Tomé la decisión de irme, de dejar mi pasado atrás, y eso es lo que pienso hacer, anoche acepté de nuevo mi camino, me casaré con Cole y todo estará bien, o al menos eso es lo que creo, ya que en cuanto comienza a amanecer, me doy una ducha de agua caliente, voy a ver a Emir, quien sigue durmiendo profundamente. Le observo, él es todo mi mundo ahora, tengo que hacer todo lo que esté en mis manos para mantenerlo a salvo y lejos de todos los que le quieran hacer daño por ser hijo de quien es, no es algo de lo que me sienta muy orgullosa ahora mismo, pero no me quejo ahora mismo. Respiro profundo, bajo a desayunar algo, sabiendo que una mujer
REGINAMe paralizo, el mundo a mi alrededor da vueltas cuando veo al padre de mi hijo, lleno de rabia, fijando su atención en nuestras manos entrelazadas. —Ronan —susurro din poderlo evitar. Estoy tan anonadada, que no me percato de que estoy dando un paso adelante, como si mi objetivo fuera acortar el espacio entre Ronan y yo, hasta que el discreto apretón de la mano de mi ahora prometido oficial, me hace regresar a la realidad, a una de la que ya no puedo dar marcha atrás, es lo mejor. Recuerdo mis ideales, los motivos por los que Ronan y yo jamás debemos estar juntos, reuniendo todo el valor posible para alejarme de él. —¿Qué hacen aquí? —es mi padre quien rompe el silencio. Los presentes comienzan a cuchichear, más aún cuando se dan cuenta de que se trata del Boss de la mafia rusa, en territorio que se supone debe ser enemigo, así que no hago más, solo me quedo al lado de Cole, dejando de mirar al padre de mi hijo. —Pensé que dijiste que estaba invitado —Liam da un paso adel
REGINA Todo me da vueltas, no puedo creer que esto esté pasando en verdad, cuando los hombres de mi padre lo detuvieron al intentar seguirme, pensé que se habría dado por vencido y que se habría ido, bueno, estaba equivocada, al parecer no es así, y ahora, el padre de mi hijo me tiene rodeada por la cintura, bajo la oscuridad, mientras puedo sentir su erección, golpeando mi trasero. —Tienes que soltarme —le pido con voz débil—. Esto no es correcto. —No, sigue siendo un no —desliza sus manos por mis muslos, el simple tacto hace que la piel se me erice. —Ronan —tomo una larga bocanada de aire. —Regina —su aliento caliente electriza mi nuca. —No hagas esto más difícil, hablaremos por la mañana sobre Emir —intento soltarme de su agarre, pero este es de acero y me es imposible soltarme. —No hay nada que hablar, te regresarás conmigo, tú y Emir son míos, Regina, intenta decir o hacer lo contrario, y entonces me vas a conocer de verdad. —No vienes a Italia y me amenazas en mi p