REGINAMe paralizo, el mundo a mi alrededor da vueltas cuando veo al padre de mi hijo, lleno de rabia, fijando su atención en nuestras manos entrelazadas. —Ronan —susurro din poderlo evitar. Estoy tan anonadada, que no me percato de que estoy dando un paso adelante, como si mi objetivo fuera acortar el espacio entre Ronan y yo, hasta que el discreto apretón de la mano de mi ahora prometido oficial, me hace regresar a la realidad, a una de la que ya no puedo dar marcha atrás, es lo mejor. Recuerdo mis ideales, los motivos por los que Ronan y yo jamás debemos estar juntos, reuniendo todo el valor posible para alejarme de él. —¿Qué hacen aquí? —es mi padre quien rompe el silencio. Los presentes comienzan a cuchichear, más aún cuando se dan cuenta de que se trata del Boss de la mafia rusa, en territorio que se supone debe ser enemigo, así que no hago más, solo me quedo al lado de Cole, dejando de mirar al padre de mi hijo. —Pensé que dijiste que estaba invitado —Liam da un paso adel
REGINA Todo me da vueltas, no puedo creer que esto esté pasando en verdad, cuando los hombres de mi padre lo detuvieron al intentar seguirme, pensé que se habría dado por vencido y que se habría ido, bueno, estaba equivocada, al parecer no es así, y ahora, el padre de mi hijo me tiene rodeada por la cintura, bajo la oscuridad, mientras puedo sentir su erección, golpeando mi trasero. —Tienes que soltarme —le pido con voz débil—. Esto no es correcto. —No, sigue siendo un no —desliza sus manos por mis muslos, el simple tacto hace que la piel se me erice. —Ronan —tomo una larga bocanada de aire. —Regina —su aliento caliente electriza mi nuca. —No hagas esto más difícil, hablaremos por la mañana sobre Emir —intento soltarme de su agarre, pero este es de acero y me es imposible soltarme. —No hay nada que hablar, te regresarás conmigo, tú y Emir son míos, Regina, intenta decir o hacer lo contrario, y entonces me vas a conocer de verdad. —No vienes a Italia y me amenazas en mi p
REGINA Mi pecho sube y baja, el subidón de adrenalina no se compara con los pensamientos que mi cabeza me lanza una y otra vez, cuando abro los ojos, mi corazón late con demasiado frenesí, me incorporo de la cama tocando mi cuerpo, una ligera capa de sudor cubre mi piel. —Ha sido un sueño —susurro tratando de tranquilizarme. No sé si reírme o tirarme a llorar, no puedo creer que haya soñado con Ronan, con él haciéndome el amor, mucho menos, que Cole nos atrapa y nos lleva con Dante, eso supera las pesadillas que he tenido últimamente. Como puedo, me levanto, me doy una ducha, fue una noche extraña, larga y sin duda delirante. Cuando estoy por escoger mi ropa, llaman a la puerta, observo la hora, son las siete de la mañana, por lo que solo se puede tratar de una persona, la niñera de Emir, pero cuando abro, me encuentro con la sorpresa de que no es ella, sino, Ronan, el padre de mi hijo, quien ya se encuentra recién bañado, por el cabello húmedo, el olor a jabón que se mezcla co
RONAN No está, cuando salgo de su baño y no la veo, pienso que quizás está en su clóset, pero al ver que la puerta se encuentra entre abierta, y que en la cama está mi celular parpadeando con el número de Sakura y el mensaje que de que está embarazada, maldigo. Eso no es más que una mentira, porque no es verdad, jamás la he tocado, jamás hemos follado, y ahora, estoy seguro de que esto es solo una treta para que quede mal con la única mujer que amo, la madre de mi único hijo. —¡Regina! —grito tratando de encontrarla. Pero no la localizo, la busco como demonio por cada una de las habitaciones que se encuentran en el corredor, no está, bajo las escaleras haciendo de lado las miradas calculadoras de los hombres de Colton Lombardi. Hasta que me encuentro con la niñera de mi hijo, no la veo cargando a mi bebé, por lo que me paro delante de ella. —¿En dónde está mi hijo? —inquiero con impaciencia. No me gustaría que esté en manos de Cole. —La señorita Lombardi pidió estar con é
REGINAHan pasado tres días desde que me fui de la fortaleza de mi padre, para buscar refugio en el hogar de Cole, no debería sentirme tan extraña, siendo que en pocos días este será mi hogar, sin embargo, lo hago, todo se siente distante, como si supiera de ante mano que este no es mi lugar, pero soy tan cobarde como para aceptarlo, porque hacerlo significaría que estoy aceptando estar enamorada aún de Ronan, el padre de mi hijo. Sé que me estoy comportando como una perra egoísta, ya que ni siquiera le he permitido ver a su propio hijo, solo intento protegerme, no he atendido ninguna de las llamadas de mi padre, Liam, o incluso un número desconocido que sé que son de Ronan, a la única que atiendo es a Kendra y a Arsene, quien al parecer se encuentra en una especie de misión que le mandó hacer mi padre, según sus últimas palabras, no puede decir nada al respecto. —Todo estará bien —me digo a mí misma. Quisiera que fuera cierto, debo admitir que en el fondo, esperaba que Ronan hicie
REGINAPesadilla, eso es lo que he estado viviendo las dos horas en las que he dejado de lado mi estúpida boda, todo para estar en la habitación de huéspedes de la fortaleza de mi padre, en donde están terminando de curar las heridas del padre de mi hijo. —Estará bien —me dice Liam a mi lado, mirando mal a Cole. Asiento en silencio y sigo observando cómo atienden a Ronan, mientras él está inconsciente. —Amor, deberíamos volver a nuestra fiesta —me dice Cole al oído.Siento su agarre en mi cintura, la posesión que hay en él, no quiero irme de aquí, pero solo porque Cole me está asfixiando y porque en el fondo sé que busca una manera para estar a solas y follarme, la sola idea, el solo pensamiento hace que me den más náuseas de lo normal. Volteo a verlo. —Ve tú, lo mejor es que cancelemos la celebración, estoy cansada, y quiero saber qué es lo que pasa aquí —comento alejándome de su agarre. Mis palabras parecen no agradarle demasiado, no me importa, me alejo, pero antes le doy un b
RONANLa follé, la hice mía, no, la verdad es que Regina nunca ha dejado de ser mía, ella solo le pertenece a un hombre, y ese soy yo, se lo hice saber, no importó lo que suplicara porque me detuviera, no me importó el dolor que le provocaba mi polla cuando abría a lo bestia, su apretado coño, la llené con mi semen porque debe de entender de una vez por todas que ella es mía, que no importa si ha cometido el error de casarse con otro, en especial si es Cole, eso es algo que se puede arreglar, y lo voy a hacer yo personalmente. Luego de follarla, tenía la intención de buscar a Cole, pero él hizo todo el trabajo por mí, al presentarse aquí, honestamente, no me quejo, toda la estancia huele a sexo, al perfume caro de Regina, ella no se ha dado cuenta, pero tiene el cabello ligeramente desordenado, los labios hinchados, mejillas rosadas y ojos que delatan sexo crudo y rudo. Cole se da cuenta, lo veo en su mirada, no es tan idiota como creí, él ya sabe que me la tiré, que la hice mía, lo
REGINA Kendra me mira como si me hubieran salido dos cabezas, cuando termino de contarle todo lo sucedido, se queda callada, sopesando cada una de mis palabras, trato de mantener la calma. —No puedo creer que hayas follado con Ronan —finalmente dice—. ¡Joder! Sonríe. —Esa no es la reacción que esperaba, para ser honesta —frunzo el ceño. —Es el padre de tu hijo, el hombre que amas —me dice con una sonrisa que va de oreja a oreja—. Deberías estar feliz y no como si tuvieras una molestia estomacal. —Tú no lo entiendes, él me dijo que quiere otro hijo, ¿te das cuenta de lo malo que es? Es decir, estoy casada con Cole… —Un hombre que aunque crees que es bueno, no te merece y no amas. —Nunca te ha caído bien. —No me da buena espina, eso es todo, escucha, lo del matrimonio se puede arreglar, estoy segura de que si hablas con tu padre, él te ayudará a que puedas divorciarte de Cole —me asegura—. Luego podrás seguir con Ronan y follar por el resto de su vida. La idea no me a