RONAN No está, cuando salgo de su baño y no la veo, pienso que quizás está en su clóset, pero al ver que la puerta se encuentra entre abierta, y que en la cama está mi celular parpadeando con el número de Sakura y el mensaje que de que está embarazada, maldigo. Eso no es más que una mentira, porque no es verdad, jamás la he tocado, jamás hemos follado, y ahora, estoy seguro de que esto es solo una treta para que quede mal con la única mujer que amo, la madre de mi único hijo. —¡Regina! —grito tratando de encontrarla. Pero no la localizo, la busco como demonio por cada una de las habitaciones que se encuentran en el corredor, no está, bajo las escaleras haciendo de lado las miradas calculadoras de los hombres de Colton Lombardi. Hasta que me encuentro con la niñera de mi hijo, no la veo cargando a mi bebé, por lo que me paro delante de ella. —¿En dónde está mi hijo? —inquiero con impaciencia. No me gustaría que esté en manos de Cole. —La señorita Lombardi pidió estar con é
REGINAHan pasado tres días desde que me fui de la fortaleza de mi padre, para buscar refugio en el hogar de Cole, no debería sentirme tan extraña, siendo que en pocos días este será mi hogar, sin embargo, lo hago, todo se siente distante, como si supiera de ante mano que este no es mi lugar, pero soy tan cobarde como para aceptarlo, porque hacerlo significaría que estoy aceptando estar enamorada aún de Ronan, el padre de mi hijo. Sé que me estoy comportando como una perra egoísta, ya que ni siquiera le he permitido ver a su propio hijo, solo intento protegerme, no he atendido ninguna de las llamadas de mi padre, Liam, o incluso un número desconocido que sé que son de Ronan, a la única que atiendo es a Kendra y a Arsene, quien al parecer se encuentra en una especie de misión que le mandó hacer mi padre, según sus últimas palabras, no puede decir nada al respecto. —Todo estará bien —me digo a mí misma. Quisiera que fuera cierto, debo admitir que en el fondo, esperaba que Ronan hicie
REGINAPesadilla, eso es lo que he estado viviendo las dos horas en las que he dejado de lado mi estúpida boda, todo para estar en la habitación de huéspedes de la fortaleza de mi padre, en donde están terminando de curar las heridas del padre de mi hijo. —Estará bien —me dice Liam a mi lado, mirando mal a Cole. Asiento en silencio y sigo observando cómo atienden a Ronan, mientras él está inconsciente. —Amor, deberíamos volver a nuestra fiesta —me dice Cole al oído.Siento su agarre en mi cintura, la posesión que hay en él, no quiero irme de aquí, pero solo porque Cole me está asfixiando y porque en el fondo sé que busca una manera para estar a solas y follarme, la sola idea, el solo pensamiento hace que me den más náuseas de lo normal. Volteo a verlo. —Ve tú, lo mejor es que cancelemos la celebración, estoy cansada, y quiero saber qué es lo que pasa aquí —comento alejándome de su agarre. Mis palabras parecen no agradarle demasiado, no me importa, me alejo, pero antes le doy un b
RONANLa follé, la hice mía, no, la verdad es que Regina nunca ha dejado de ser mía, ella solo le pertenece a un hombre, y ese soy yo, se lo hice saber, no importó lo que suplicara porque me detuviera, no me importó el dolor que le provocaba mi polla cuando abría a lo bestia, su apretado coño, la llené con mi semen porque debe de entender de una vez por todas que ella es mía, que no importa si ha cometido el error de casarse con otro, en especial si es Cole, eso es algo que se puede arreglar, y lo voy a hacer yo personalmente. Luego de follarla, tenía la intención de buscar a Cole, pero él hizo todo el trabajo por mí, al presentarse aquí, honestamente, no me quejo, toda la estancia huele a sexo, al perfume caro de Regina, ella no se ha dado cuenta, pero tiene el cabello ligeramente desordenado, los labios hinchados, mejillas rosadas y ojos que delatan sexo crudo y rudo. Cole se da cuenta, lo veo en su mirada, no es tan idiota como creí, él ya sabe que me la tiré, que la hice mía, lo
REGINA Kendra me mira como si me hubieran salido dos cabezas, cuando termino de contarle todo lo sucedido, se queda callada, sopesando cada una de mis palabras, trato de mantener la calma. —No puedo creer que hayas follado con Ronan —finalmente dice—. ¡Joder! Sonríe. —Esa no es la reacción que esperaba, para ser honesta —frunzo el ceño. —Es el padre de tu hijo, el hombre que amas —me dice con una sonrisa que va de oreja a oreja—. Deberías estar feliz y no como si tuvieras una molestia estomacal. —Tú no lo entiendes, él me dijo que quiere otro hijo, ¿te das cuenta de lo malo que es? Es decir, estoy casada con Cole… —Un hombre que aunque crees que es bueno, no te merece y no amas. —Nunca te ha caído bien. —No me da buena espina, eso es todo, escucha, lo del matrimonio se puede arreglar, estoy segura de que si hablas con tu padre, él te ayudará a que puedas divorciarte de Cole —me asegura—. Luego podrás seguir con Ronan y follar por el resto de su vida. La idea no me a
RONAN Me concentro en lo que estoy a punto de hacer, ya han pasado cerca de ocho horas desde que Regina se marchó con nuestro hijo, Kendra y Cole, a un sitio seguro, lo cierto es que ya no me importa que estén cerca, ella ya tiene claro que es mía, al igual que él perdió la batalla y sabe que me pertenece solo a mí, a nadie más, así es como debió ser desde el principio. Tengo en mente tantas cosas como el Boss de la mafia rusa, pero una de ellas, es mantener a salvo a mi familia, Regina y mi hijo son lo único que me importa, lo demás puede irse al carajo y ya no importaría nada. —Pareces molesto —dice Liam, quien permanece a mi lado. Se supone que él iría con ellas, así fue al principio, hasta que decidió que no quería estar a solas con ellos, algo me dice que no lo decía por Cole o por tener que cuidar de Regina y mi hijo, más bien, creo que cierta decisión fue tomada por impulso, debido a Kendra, no somos idiotas, sabemos que ellos dos tienen algo, pero son demasiado tontos c
REGINATodo pasó demasiado rápido, tanto, que ni siquiera nos dimos cuenta de lo que estaba realmente pasando, de la nada entraron varios hombres armados, y pese a que estábamos bien asegurados, al parecer eso no bastó, la seguridad de mi padre no fue suficiente. Cole no pudo hacer nada, de hecho, no lo he visto desde que me llevaron con Kendra y mi hijo, a la niñera la mataron sin más. Emir no se ha quejado, pero eso es solo porque está conmigo, de lo contrario, estaría llorando a todo pulmón, mi padre no estaba en la fortaleza, gracias a Dios, dudo que cerca de Italia, y ahora estábamos dentro de una furgoneta sin ventanas, sin nada. —¿En donde mierda estará tu marido? —pregunta Kendra, furiosa. —No tengo idea —remojo mis labios, pegando a Emir más a mi cuerpo. —No confío en él, creo que esto es su culpa. La miro con extrañes. —Entiendo que Cole no te agrada —trago grueso—. Pero él es un miembro importante de la mafia italiana, dudo que él tenga que ver algo con esto, queda cl
REGINANo puedo dejar de pensar una y otra vez en la imagen de Cole delante de mí, salpicando sangre, me parece que tendré pesadillas por el resto de mi vida, eso es seguro, siento el que el aire me falta, no he visto a Kendra y a mi hijo en dos horas. Luego de que Dante matara a Cole, ordenó a sus hombres traerme aquí, a esta habitación custodiada por sus hombres. Camino de un lado a otro hasta que la puerta principal se abre y entra Kendra, me toma dos segundos notar que algo no anda bien, y es que su mirada está pérdida, sus ojos sin vida, el hombre que le sujeta el brazo ejerciendo fuerza, le da un ligero empujón y esta no hace ni dice nada. Reparo en su atuendo, shorts cortos, pero el botón está desabrochado, su sudadera roja parece mal acomodada, su cabello revuelto, sus piernas temblando, ella se abraza a sí misma cuando siente que es liberada. Pero no me enfoca, no hace nada por moverse y eso es lo que más me aterra. —¿Qué le hicieron? —le pregunto al tipo. Este sonríe con