REGINATodo pasó demasiado rápido, tanto, que ni siquiera nos dimos cuenta de lo que estaba realmente pasando, de la nada entraron varios hombres armados, y pese a que estábamos bien asegurados, al parecer eso no bastó, la seguridad de mi padre no fue suficiente. Cole no pudo hacer nada, de hecho, no lo he visto desde que me llevaron con Kendra y mi hijo, a la niñera la mataron sin más. Emir no se ha quejado, pero eso es solo porque está conmigo, de lo contrario, estaría llorando a todo pulmón, mi padre no estaba en la fortaleza, gracias a Dios, dudo que cerca de Italia, y ahora estábamos dentro de una furgoneta sin ventanas, sin nada. —¿En donde mierda estará tu marido? —pregunta Kendra, furiosa. —No tengo idea —remojo mis labios, pegando a Emir más a mi cuerpo. —No confío en él, creo que esto es su culpa. La miro con extrañes. —Entiendo que Cole no te agrada —trago grueso—. Pero él es un miembro importante de la mafia italiana, dudo que él tenga que ver algo con esto, queda cl
REGINANo puedo dejar de pensar una y otra vez en la imagen de Cole delante de mí, salpicando sangre, me parece que tendré pesadillas por el resto de mi vida, eso es seguro, siento el que el aire me falta, no he visto a Kendra y a mi hijo en dos horas. Luego de que Dante matara a Cole, ordenó a sus hombres traerme aquí, a esta habitación custodiada por sus hombres. Camino de un lado a otro hasta que la puerta principal se abre y entra Kendra, me toma dos segundos notar que algo no anda bien, y es que su mirada está pérdida, sus ojos sin vida, el hombre que le sujeta el brazo ejerciendo fuerza, le da un ligero empujón y esta no hace ni dice nada. Reparo en su atuendo, shorts cortos, pero el botón está desabrochado, su sudadera roja parece mal acomodada, su cabello revuelto, sus piernas temblando, ella se abraza a sí misma cuando siente que es liberada. Pero no me enfoca, no hace nada por moverse y eso es lo que más me aterra. —¿Qué le hicieron? —le pregunto al tipo. Este sonríe con
LIAMEl alcohol no hace efecto, no que quita el resquemor que me ahoga, no me quita esta sensación de ardor y de ansiedad, de ganas de acabar con la vida de alguien que ya está muerto, de alguien que hace una semana dejó de respirar, Dante, cuando los doctores rusos atendieron a Kendra, supe enseguida que la duda de Regina, la sospecha de Ronan y mi peor pesadilla, era cierta. Solo hay una única verdad, y esa es que Kendra fue violada por no uno, sino, dos hombres que murieron en los ataques. Lo sé, porque en cuanto supe la verdad, moví las influencias que tengo dentro de a Bratva y pude ver las grabaciones, imágenes que jamás podré borrar de mi mente, y gritos que aún me quitan el sueño por las noches. —Tienes que descansar. La voz de Ronan llega a mis espaldas, al final, él ha decidido quedarse como el Boss de la mafia rusa al lado de su Koroleva; Regina, quien está esperando a su segundo hijo, ha sido de gran ayuda, y es una lástima que no tenga idea de lo que he sido capaz de h
SINOPSIS“Ambos somos una pareja hecha en el infierno”LIAMKendra Williams es el fruto prohibido por excelencia, una princesa rota, desde que la vi, la quiero para mí, ella es el fuego y yo el infierno, soy un demonio con sed de su sangre, soy la única persona de la que nunca podrá deshacerse, la pesadilla de la que no puede despertar, la oscuridad que la acecha. Desafió mi cordura, ahora voy a destrozar su realidad, mi único objetivo es empujarla al borde de la locura, adentrarla en mi laberinto oscuro y retorcido para que finalmente me pertenezca solo a mí.KENDRALiam Favilli es frío, ambicioso y brutal, un psicópata obsesionado, posesivo, tóxico y manipulador, me di cuenta demasiado tarde de que él es la clase de monstruo que no necesito despertar, alejarme de él ha sido la mejor decisión que he tomado, hasta que luego de un año, decido enfrentar los fantasmas de un pasado en el que él es un cáncer que tengo que erradicar. Cuando mi padre reaparece en mi vida, anunciando que esto
KENDRALas pesadillas nunca se van, una y otra vez me regresan al mismo lugar que por meses he intentado escapar, no estoy loca, eso me repito una y otra vez, no estoy loca, al final del día, cuando la noche cae como manto maternal sobre mí, me cubro con sus sombras y me cobijo con los demonios que me acechan.—Estoy bien, estaré bien —me repito en medio de un susurro apenas audible. Hago un conteo mental de las veces en las que los monstruos vienen por las noches a visitarme, pero solo hay uno de ellos que me altera, que me asfixia, que me quita no solo el sueño, sino que merma mi vida poco a poco, y este monstruo tiene nombre, uno que me cuesta trabajo pronunciar, incluso pensar. —Liam —termino por abrir los ojos. Me incorporo sintiendo que el corazón se me salía por el pecho. Pequeñas gotas de sudor recorren mi espalda y pecho, el sol está apareciendo y reconozco mi entorno. «Estoy a salvo, lejos de él»Trato de convencerme, tomo un par de bocanadas de aire hasta que siento qu
LIAMHORAS ANTESNada me quita el maldito resquemor que me agobia, la sangre se derrama por mis manos cuando el sonido lejano de mi móvil, hace que despierte. Casi amanece y me incorporo. Viendo que un número resplandece en mi pantalla. Ronan. —¿Sabes la hora que es? —gruño atendiendo. —Buenos días para tí también. —¿Por qué tu llamada tan temprano? ¿Acaso tus hijos no te dejan dormir? —bromeo mientras me asomo por la ventana con el torso desnudo. —Mi familia no tiene nada que ver con esta llamada, idiota. —Entonces debo suponer que solo me extrañas. Muevo el cuello con estrés, revisando la hora, son las seis de la mañana, por lo que ya es mi hora para salir a correr, hacerlo hace que mantenga mis demonios encerrados en el armario. Dejarlos libres tan temprano lastimaría a alguien que se cruce en mi camino. —Tal vez si te digo algo sobre cierta persona, te haga despertar más rápido. Me congelo. Ronan no es de los que bromea con esta clase de cosas, mucho menos me haría una mal
KENDRAAbro los ojos al escuchar que llaman a mi puerta, no tengo idea de quién puede ser a esta hora, bueno, sí, alguien pasa por mi mente pero es imposible que se atreva a tanto sabiendo por todo lo que he pasado, por un segundo creo que se dará por vencido, no es así, es tanta la insistencia que termino por abrir por completo los ojos. Reviso la hora que marca mi despertador digital, son las tres de la mañana, ¿qué mierda? Frunzo el ceño, no soy ninguna blandengue, en todo este tiempo también he estado haciendo algo, y eso es entrenar, por lo que saco el arma que fue un regalo de Regina y que Arsene me enseñó a usar. Quito el seguro y camino hacia la entrada. Cuando me asomo para ver de quién se trata, no hay nadie, o al menos eso es lo que pienso, ya que al darme la vuelta con la intención de dormir un poco más, vuelven a llamar, esta vez los golpes aumentan tanto en fuerza como en número. Molesta, abro la puerta de golpe, apunto y me congelo al ver a Liam en el suelo, está her
KENDRALa cabeza me da vueltas, todo me duele, cada músculo, mis articulaciones se sienten como si estallaran. Poco a poco recobro mis recuerdos y hago una lista de lo que ha pasado y de lo que permití. Liam llegó golpeado a mi departamento, y no solo eso, me folló, me gustó y lo odié por eso, luego el hombre rubio de ojos grises dijo mi nombre y perdí la consciencia, ese hombre… siempre me observa del mismo modo que lo hace Liam. Es ese pensamiento el que me hace abrir los ojos de golpe. Cuando lo hago, me tomo mi tiempo para reconocer el ambiente, dándome cuenta de los detalles, se trata de una habitación más grande de lo que pensé. Al instante me incorporo de la cama, desciendo la llamada y advierto que traigo puesto un vestido blanco, con un tul del mismo color, lo primero que pienso es en correr, y eso hago. Me dirijo hacia la puerta, la cual abro sin dificultad, es de noche, el estómago se me estruja, veo un corredor con las luces tenues y sigo andando con prisa, bajo las eno